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DINÁMICA

1 Bienvenida (5min)
Muéstrese amable y cordial. Salude a todos, presente a los asistentes
que se conecten por primera vez.

2 Enseñanza (35min)

3 Oración (10min)
Ore en función de la enseñanza compartida y aproveche para preguntar
peticiones específicas.

4 Principios Financieros (5min)

5 Anuncios (4min)
- De a conocer las actividades que tenga como iglesia
- Motive a los asistentes a traer un invitado la siguiente semana a la
célula.

6 Despedida (1min)

Evaluación y Reporte (10mim)


Luego de la célula usted cómo LIDER junto al Timoteo y Anfitrión,

7 tendrán un corta reunión para:


1. Evaluar el crecimiento de la célula (asistencia de personas nuevas y
permanencia de miembros anteriores).
2. Proyección de metas (Universidad de la vida).

“S I H AY EQ U IPO, HAY CON QUISTA”


JESÚS ES YO SOY 61

Los conflictos mas grandes que tuvo Jesús con los diferentes grupos religiosos, fue
por que les manifestó que era Dios. Ellos no lo podían aceptar ni entender, porque se
centraron en todo lo que conocían de su humanidad. Sabían quienes eran su padre,
su madre y hermanos. Conocían el lugar de su nacimiento, sus labores en casa, aún
su edad.

Para ellos, Jesús eran tan familiar que se negaron a aceptar, Su divinidad. ¿No es éste
el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José,
Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene
éste todas estas cosas?. (Mateo 13:55/56)

Jesús hizo obras que sólo Dios puede hacer, sanó enfermos, liberó a quienes estaban
oprimidos por espíritus malignos, dio de comer a multitudes hambrientas de manera
sobrenatural, y perdonó pecados. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados
te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar,
diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino
sólo Dios?. (Lucas 5:20/21).

La mayor ofensa para estos grupos religiosos, fue cuando Jesús les dijo abiertamente
que era Dios. Le llegaron a odiar tanto, que intentaron matarlo: Y Jesús les respondió:
Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban
matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que
Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. (Juan 5:17/18). Jesús es Dios y se
identificó con el nombre más sagrado de Dios el Padre en el A.T.

Jesús es YO SOY Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abra-
ham fuese, yo soy. (Juan 8:58).

Cuando Moisés fue enviado ante Faraón, para liberar a Israel de la esclavitud de
Egipto, le preguntó a Dios, bajo que nombre se presentaba como enviado: Y respondió
Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me
envió a vosotros. (Exodo 3:14).

YO SOY EL QUE SOY, es el nombre con el cuál Dios se reveló a Moisés y añadió algo
más: Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
(Exodo 3:15c). YO SOY es el nombre eterno de Dios, El que siempre está presente, y
que Existe por Si mismo.

Jesús usó siete veces la expresión YO SOY, para manifestar Su naturaleza divina, y Su
carácter eterno. Todas las ocasiones en la cual Jesús usó este nombre, quedaron
registrados en el Evangelio de Juan, el escritor que nos presenta a Jesús como Dios.

1 Yo Soy el Pan de Vida. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo
y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo:
Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:33/35).

El pan es un símbolo de sustento físico, pero también es un símbolo del alimento


espiritual. Para los judios, siempre estaba presente que Dios había alimentado a sus
antepasados, por 40 años en el desierto, con maná, un alimento que descendió del
cielo.

Ahora Jesús en dos ocasiones, alimenta multitudes, de manera sobrenatural, multi-


plicando panes y peces. Al igual que el Padre en el A.T. dio de comer a las multitudes,
Jesús alimentó a las multitudes, porque tenía compasión de ellas. Las multitudes
comieron y se saciaron, pero no entendieron el mensaje que Jesús les quería dar.

Entonces, Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis
visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la
comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo
del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. (Juan 6:26/27).

Es más valioso el alimento espiritual, que el alimento físico. Hasta el dia de


hoy, algunas personas buscan a Jesús, por que necesitan suplir sus necesidades tem-
porales. Jesús quiere suplir esas necesidades, sin embargo, su mensaje central es
que se le reconozca como Señor y Dios, que descendió del cielo como el alimento de
Dios, para dar vida eterna a la humanidad.

El alimento temporal y las provisiones materiales, son importantes para esta tierra,
pero no tienen trascendencia para la eternidad. Jesús dijo: Porque ¿qué aprovechará
al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?. (Marcos 8:36). No sirve de
mucho, si una persona se sacia con los mejores alimentos, acumula bienes materia-
les y obtiene una alta posición social, si no tiene vida eterna.

Jesús no quiere que el centro de la vida en la tierra, sean las cosas materiales, sino El,
porque descendió del cielo para dar vida eterna. Jesús es el pan del cielo, el pan de
Dios y el pan vivo, que tiene el poder de sustentar nuestra vida con la vida de Dios.

Nos alimentamos del pan de vida, cuando creemos la Palabra de Dios, y acep-
tamos a Jesús en nuestro corazón. Cuando Jesús le dijo que quienes comieran del
pan de vida, no volverían a tener hambre, inmediatamente le pidieron: Señor, danos
siempre este pan. (Juan 6:34). Jesús no estaba hablando de un pan físico, ni estaba
hablando de manera literal, sino metaforicamente.

Por eso Jesús les dijo: Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere
comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo
daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?. Los judios se escandalizaron, porque no
entendieron lo que Jesús les estaba hablando.

Jesús es la palabra de Dios que se hizo carne. Cuando Jesús les dijo que debían comer
su carne, les estaba diciendo que tenían que aceptar y creer la verdad de la palabra
de Dios. Al recibir a Jesús en el corazón y creer Su palabra, nos alimentamos de él, y
el resultado es que tenemos vida eterna.

La palabra de Dios es Espíritu, y el Espíritu es el que nos da la vida de Dios. Jesús dijo:
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he
hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63). Al alimentarnos diariamente de Su pala-
bra, saciamos nuestras necesidades espirituales, y somos capacitados en la fe, para
recibir los recursos del cielo en todas las áreas.

PRINCIPIOS FINANCIEROS
12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno y lloro y lamento.
18 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.
19 Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y
seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.
Joel 2:12, 18-19

La palabra nos enseña que Dios quiere confiarnos bendiciones financieras pero es necesario
ser fieles en lo poco, es decir que si anhelamos una mayor bendición financiera debemos ser
fieles primero sobre lo que ya tenemos actualmente.
Es necesario reconocer que no siempre se ha sido fiel con lo que se tiene y que no se a
tomado las mejores decisiones financieras, y por eso es necesario arrepentirnos, reconocer
y no hacer más lo que habiamos estado haciendo equivocadamente en las finanzas.

Algunas decisiones erradas son:


No entregar a Dios lo que le corresponde (diezmos, ofrendas, pactos, primicias), tomar deci-
siones financieras a la ligera, entrar en gastos innecesarios, desarrollar deudas, no ahorrar,
adaptarse a una mentalidad de escasez o de conformidad.

Los versos 18, 19, 23 nos muestra que cuando hay arrepentimiento hay una restauración y
bendición. El plan de Dios jamás será la escasez ni la ruina, Dios creo la tierra fructífera, el
pecado es lo que hace que la tierra deje de dar fruto. Después del arrepentimiento vienen
grandes bendiciones, restauración.

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