El ¡Si!

rotundo de Dios
El Señor te ha creado con la maravillosa capacidad de soñar y de proyectarte hacia grandes
conquistas; en tu corazón existe una necesidad profunda de alcanzar el éxito, el reconocimiento o la
satisfacción de una vida de plenitud.

El problema radica en la manera en cómo abordas tus proyecciones, pues por lo general siempre se
cree que todo se logra en base a esfuerzo y capacidad propia o al aprovechamiento de
oportunidades.

Sin embargo, cuando confías en Dios y pones tu vida bajo la dirección y orientación que Él tiene para
ti, tarde o temprano tendrás que contrastar tu voluntad, es decir tus deseos y anhelos, frente a la
voluntad del Padre. Y algo que debes conocer es que Dios sabe cosas que tú ni te imaginas de las
cuales Él anhela cuidarte, esto se afirma en Proverbios 14:12 “Hay caminos que al hombre le
parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.”

Entonces, ¿Que tan malo puede ser un “NO” rotundo de Dios?, en realidad si lo miras con
perspectiva, es la respuesta más maravillosa que tu podrías recibir hoy, si te sujetas a Él; porque
Jehová es el único que además de gobernar y entender las cosas, y los tiempos tal cual son, su
voluntad es “buena, agradable y perfecta” Rom. 12:2

El éxito de poder vivir una vida guiada por Dios radica en la obediencia a Sus anhelos y deseos; al
respecto el libro de Proverbios 1:7 indica “Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a
Dios. Pero la gente ignorante no quiere ser corregida ni llegar a ser sabia.” Cuando mantienes una
vida de intimidad con el creador del universo, las cosas no solamente suceden de manera
conspirativa en tu vida, también tienes claridad del porque SI se dan y del por qué NO.

Apreciado lector, la voluntad de Dios es que sueñes en grande pero que tus sueños estén siempre
alineados con los sueños que Él tiene planteado para ti. En Palabras del reconocido Pastor y
conferencista Cesar Castellanos, “Sueña porque los sueños son el lenguaje del Espíritu”. El destino
que Dios ha escrito para ti es mucho mayor que los sueños que algún día has alcanzado a visualizar.
Entrégate por completo a Dios y que los SI y los NO que Él pueda darte sean de regocijo para ti
porque lo mejor de Dios está a punto de llegar a tu vida.

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Lic. Héctor Montiel