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Alteridad.

Revista de Educación
p-ISSN:1390-325X / e-ISSN:1390-8642
DOI: http//doi.org/10.17163/alt.v11n2.2016.08
Vol. 11, No. 2, julio-diciembre 2016, pp. 231-239

El liderazgo directivo en la hermenéutica


micropolítica de la escuela
Managerial leadership
in the micro hermeneutics school
Informe

Elsy Rodríguez
Becaria. Escuela de Doctorado
Universidad de Zaragoza - España
Rev_49@hotmail.com

Recibido: 13 de octubre de 2015 / Aceptado: 26 de julio de 2016

Resumen Abstract
El presente trabajo analiza de manera teórica la In the present work, we analyze in a theoretical
micropolítica de los centros para entender la singulari- way the micropolitics of the centers for understand the
dad en la organización escolar. La revisión bibliográfica singularity in the school organization.The literature review
efectuada permite concluir que si bien la pugna juega un leads to the conclusion, that while the struggle comply
papel importante en la arena política de las escuelas, esta an important role in the political arena of the schools,
se puede gestionar a través del liderazgo directivo, rol this can be manage through the executive leadership, it’s
necesario pero no siempre asumible por los directores a necessary role but not ever assumable by the school
escolares. La reflexión en torno al tema pone el conflicto principals, on the other hand, the reflection around the
y el liderazgo como factores que influyen en el tejido issue put the conflict and leadership as a factor that influ-
social de una comunidad educativa. El primero es inhe- ence in the social fabric of an educational community. The
rente a la dinámica diaria de toda organización, incluso la first is inherent in the daily dynamics of every organization,
escolar, pues surge de la interacción entre las personas, including the school, because emerges from the interac-
cada una con ideologías y formas de leer la realidad de tion between people, each one with ideologies and ways
manera diferente; situación que da lugar a la diversidad de to read the reality in different way. Situation that gives rise
metas sobre las cuales hay que ponerse de acuerdo. Por to diversity of goals on which we must agree. Therefore,
tanto, la negociación que conduce a las partes a llegar a the negotiation that leads to the parties to reach agree-
acuerdos, requiere el ejercicio de un liderazgo desde la ment requires the exercise of a leadership from the
función directiva para evitar la polarización de ideas y al management function to avoid polarization of ideas and
final trabajar por el bien común. Es decir, el liderazgo en la eventually work for the common good. That is to say the
función directiva juega un papel importante para impulsar leadership in the managerial function is an important role
el dialogo en los centros, para motivar a los miembros de for promote dialogue in the centers, for motivate to the
la comunidad educativa a participar en futuros cambios members of the educational community to participate in
en beneficio de todos y no de unos pocos y lograr con- future changes, in benefit of all and not a few, and achieve
sensos sin que esto suponga blindar la democracia. consensus without this implying shield the democracy.
Palabras clave: Micropolítica, conflicto, coalicio- Keywords: Micro leadership, coalitions, conflict,
nes, liderazgo, diálogo, acuerdos. dialogue, agreements.

Forma sugerida de citar: Rodríguez, Elsy (2016). El liderazgo directivo en la hermenéutica micropolítica de la escuela.
Alteridad, 11(2), pp. 231-239.
Elsy Rodríguez

Introducción necesario, bueno y útil para su beneficio personal


o el de la organización.
Los conflictos existentes en el centro escapan del El término “micropolítica escolar” se conoce
control macro, y son los que ayudan a interpretar gracias a las aportaciones de Hoyle (1986), quien
la política del lugar. Esta última, a modo de “cajón considera que todos los actores escolares partici-
de sastre” (González, 1989, p. 114), contiene una pan de esa dinámica dialéctica a la que se refería
gran diversidad de intereses entre sus protagonis- Hobbes (1999b). Además, son la fuente de los con-
tas: profesores (para quienes el aula es su espacio flictos en el centro. Esto ya fue demostrado en la
de dominio), padres de familia con escasa repre- investigación de Ball (1989) desarrollada en el con-
sentatividad y director como órgano de gobierno texto educativo anglosajón. El autor comprobó que
unipersonal con autoridad formal para la toma los miembros de una organización escolar viven
de decisiones junto a un equipo directivo, cuyos momentos de luchas causadas por la diversidad
miembros suelen distribuirse el poder. de metas, la desarmonía ideológica y los juegos de
El análisis micropolítico de la escuela se intereses. De tal manera que el conflicto no debe
basó en la consulta y después reflexión de algunas ser visto como una plaga que daña la comunidad
referencias bibliográficas de expertos (modernos escolar, sino más bien como un factor positivo,
y contemporáneos) que han escrito sobre el tema. pues forma parte de la dinámica política en toda
Sin embargo, en la construcción del discurso se organización. Las aportaciones de este autor son el
tomaron en cuenta los aportes más relevantes en referente a la hora de analizar e investigar el tema.
coherencia con el desarrollo de la temática. Al
analizar la literatura se deduce la existencia de La dinámica política escolar
consenso en cuanto a la necesidad de la práctica
del liderazgo en la función directiva como ins- La micropolítica permite conocer la singularidad
trumento positivo para gestionar los conflictos, organizativa de los centros, su cotidianidad y sus
acoger la diversidad de voces y permitir que estas luchas reflejando un poder jerarquizado con poco
sean escuchadas desde la jerarquía superior, pues espacio de participación democrática, lo que deri-
la organización de los centros es piramidal y la va en desigualdades, porque el fin último de sus
autoridad es formal por imperativo legal. Por individuos es conquistar dimensiones de poder de
tanto, las escuelas no son organizaciones exentas los unos hacia los otros (Jares, 1997; San Fabián,
de luchas de poder, ya que al ser una construcción 2004). En palabras de Bernal (2014, p. 158):
social, la conforman personas con ideologías y
El análisis micropolítico va a poner el acento en
metas distintas. En consecuencia, para lograr sus la dimensión política de la escuela o del nivel
objetivos utilizan estrategias; una de estas es iden- de organización […] en donde aspectos como
tificarse con sujetos afines y formar coaliciones el poder, la formación de coaliciones, la toma
en defensa de sus intereses (particulares o colec- de decisiones, el conflicto y la negociación han
tivos). Es así que Santos (2015) subraya que cada impregnado profundamente el estudio de la
escuela es un mundo diferente, es único, está llena micropolítica escolar”.
de valores, expectativas, motivaciones, conflictos,
diversidad de fines, y las teorías generales no pue- Es decir, la micropolítica se define por
den explicar lo que ocurre en cada una. Por ello, características particulares de análisis, pues se
es necesario analizar su actividad política, que se produce esencialmente en las relaciones entre los
mueve entre conflictos y consensos. Esta diná- diferentes grupos o individuos, ya que en las orga-
mica refleja una “guerra de cada uno contra su nizaciones hay fuerte carga ideológica y con diver-
vecino” (Hobbes, 1999b, p. 266), con el propósito sos matices de valoración dando lugar a las discre-
de poseer y realizar todo aquello que considere pancias. Además, el concepto de conflicto al igual

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que el concepto de dominio son puntos claves El poder


para comprender las organizaciones educativas.
Esto es debido a la fragmentación de las personas El poder, elemento clave, integra la vida micropolí-
y los grupos, pues cada uno de ellos actúan en tica del centro y atraviesa toda su estructura social
defensa de sus intereses, situación que los avoca (Foucault, 1979). Esta forma parte de las relacio-
a la confrontación por posiciones contrapuestas, nes sociales, los instrumentos de producción y la
traducido en toma de decisiones políticas y no implantación de las normas y reglas propias del ser
racionales, como comúnmente se cree (Bernal, humano (Rodríguez, 1995; Bardisa 1997).
2006, Egido, 2006). En conclusión, en el análisis En la micropolítica, el poder tiene diferen-
de la organización educativa se requiere poner tes matices y se revela a través de la capacidad de
énfasis en su estructura política; pues el poder, la influencia de unos individuos sobre otros. Este
formación de coaliciones, la toma de decisiones, el se representa en la figura de un soberano cuyo
conflicto y la negociación proyectan un panorama papel consiste en mandar, frente a quienes deben
de la escuela como centros de luchas, con reglas de obedecer. Aunque el director tenga mayor auto-
juego complejas y diversas (Bernal, 2006). ridad en la toma decisiones, eso no significa que
Las políticas públicas constituyen el refe- posea capacidad de liderazgo. El poder no siem-
rente para la organización escolar. Por ello, Ball pre se da de arriba a abajo, sino que puede ir en
(1989) y Santos (1994) advierten que no se puede cualquier dirección (Rodríguez, 1995; González,
1997). Igualmente, Bernal (2004) puntualiza que
subestimar el peso y las determinaciones estruc-
personas con un poder no formal pueden dispo-
turales externas, y tampoco se debe malinter-
ner de más influencia que quienes creen poseerlo
pretar su influencia en la dinámica social de las
por su jerarquía, lo cual motiva que el poder ter-
instituciones, ya que estas convierten la escuela
mine siendo disputado, y su reparto dependa de
en un ente paralítico dependiente, controlable
las habilidades, estrategias y recursos que utilicen
y manipulable. Por tanto, como señala Bardisa
sus participantes en la lucha por obtenerlo (Ball
(1997), los centros son sistemas de actividad
1989; Rodríguez, 1995).
política y un aparato del Estado, responsable de
producción y reproducción ideológica. Esto con- La estratificación del poder
lleva a que los directores consideren que su única
misión es cumplir las leyes y exigir a los demás su La ideología técnico-empresarial ha jerarquizado
cumplimiento (Santos, 2015). Así pues, las ideas el poder en los centros escolares que poseen una
de jerarquía, democracia y coerción coexisten con estructura piramidal, manifestándose en plantea-
cierta proximidad en los centros (Ball, 1989), pero mientos de “idéntica adoración a un jefe”, a modo
ninguno de estos elementos son estables o decisi- de estratificación social (Orwell, 1984, p. 213;
vos en la estructura organizativa del centro. Wieviorka, 2010). Por ello, el conflicto en los cen-
Los integrantes de la micropolítica escolar, tros se genera a través del choque de tres coalicio-
con independencia o no de la existencia de grupos nes (bien sean explícitas o implícitas): la de los que
formales, no pueden desligarse de esa dinámica, controlan los altos puestos, los medios y los bajos.
ya que dan sentido a la estructura (Bernal, 2004) y Estos tres grupos se encuentran integrados por un
generan diversidad de voces, intereses, ideologías conjunto de personas organizadas en función de
y posicionamientos. Parafraseando a González las distintas tareas que realizan, y están unidos por
(1997), constituyen un elemento con el que hay intereses comunes e individuales, con un reparto
que contar y trabajar en el centro, ya que sus pro- equívoco del poder y de la autonomía. De este
tagonistas buscan su cohesión haciendo uso de sus modo se dibuja una desigualdad en el centro y se
propias estrategias. estancan los procesos democráticos.

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El grupo de los altos cargos, órgano de que controla y vigila (Rodríguez, 1995; Bardisa,
gobierno del centro, organiza la escuela según 1997). Debido a esto, se puede generar una estra-
los cánones oficiales en materia de educación, los tificación en el aula y, por extensión, el educador
cuales colocan al director en una posición única se convierte en otro instrumento político de orga-
de autocracia admitida y reconocida por todos nización y regulación de las relaciones sociales.
(poder formal), pero, al mismo tiempo, lo con- Según Ball (1989), los pertenecientes a este grupo
vierte en un instrumento más de la superestruc- crean sus propias metas como identidad cultural
tura (Ball, 1989). del aula, unidas a las doctrinas personales del
Santos (2015, p. 30) señala que “la admi- profesor. Sin embargo, en la mayoría de los casos
nistración puede desear que los directores sean estos objetivos no se encuentran articulados con
su brazo armado en los centros, que sean meros los del centro, lo cual explica que resulte común
gestores de la institución y simples garantes del encontrar enormes diferencias entre profesores
cumplimiento de la normativa”. El mismo autor del mismo departamento y profesores que com-
señala: “Cuando fui director de un colegio público parten la misma asignatura.
en Madrid, me situé del lado de la comunidad. Esa El grupo de los que ocupan los niveles más
posición me costó el puesto” (2015, p. 38). bajos de la pirámide escolar, integrado por padres
Ante la situación planteada, se puede decir y estudiantes, es pieza clave en el organigrama
que el director se encuentra entre dos fuegos: funcional del centro. Al confundir libertad con
como representante de la administración y tam- sumisión y mansedumbre, legitiman la autoridad
bién de la comunidad. Sin embargo, la primera del director. El único modo de cambiar ese círculo
representación suele tener mayor peso que la vicioso es a través de una dirección con liderazgo,
segunda, sobre todo en los casos en los que el siempre que sea usado para incentivar en la comu-
Estado no se aleja del control del centro y las nidad educativa el empoderamiento de la demo-
normativas son interpretadas como un instru- cracia, de tal forma que posibilite debates amplios
mento destinado a disciplinar, vigilar y gobernar. y participativos en la toma de decisiones para
Ante esta realidad, los conflictos se consideran impedir que el poder sea patrimonio de pocos y
algo “patógeno” (Ball, 1989, p. 30), debido a su pobreza para muchos (Pasquinelli, 1987, p. 48).
relación con el poder y la coacción, cuando en Como resultado de lo anteriormente expues-
realidad deberían ser la fuerza motriz de la vida to, surge el siguiente interrogante: si la escuela
social. Es decir, como algo que no debe ser visto como comunidad se organiza con los cánones de la
como elemento negativo, destructivo o disociante. cultura pública, ¿por qué sus miembros no pueden
El conflicto, direccionado a través del liderazgo interferir en la elección de sus autoridades y par-
directivo incentiva el diálogo y logra consensos ticipar en la construcción del perfil directivo que
entre sus miembros favoreciendo así la cohesión desean para la institución?
institucional (Jares, 1997; Bernal, 2004). Por un lado, desde el planteamiento de Santos
El grupo de los que ocupan cargos interme- (2015), el director al representar de algún modo a la
dios, conformado por profesores (algunos con un comunidad, debería ser elegido democráticamente,
poder informal, resultado del ejercicio de un lide- lo cual no impide, sino todo lo contrario, la nece-
razgo), también continúa bajo la influencia de los sidad de impulsar la formación de directores y que
cánones de la cultura pública. En consecuencia, el esta sea exigente y necesaria. Por otro lado, Bardisa
profesor ocupa en el aula el lugar del jefe e impone (1997) subraya que el hecho de no involucrar al
una autoridad reconocida y aceptada por todos. grupo de los situados en lo más bajo de la pirámide
Este, con sus normativas y sanciones, a través de escolar en la elección de las autoridades académicas
las evaluaciones y los exámenes, utiliza un lengua- se debe al desconocimiento del funcionamiento del
je político e ideológico, como “ritual de poder” centro. Asimismo, la heterogeneidad, la dispersión y

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la poca articulación de este grupo hacen difícil que como criterios para evaluar el rendimiento de
se aborde con sus integrantes una campaña electoral los alumnos y los profesores (Ball, 1989, p. 31).
que permita democratizar la elección de sus repre-
Por último, a esta batalla doctrinal se unen
sentantes. En consecuencia, el espacio de participa-
las ideologías propias de sus protagonistas, que
ción para esta colectividad es poco y en ocasiones
incluyen una serie de factores que se relacionan
nulo. En resumen, la estratificación “refleja las
entre sí: la imagen de la enseñanza que se forman
diferencias de poder y saber” (Santos, 1994, p. 21),
los profesores cuando se es alumno, las orienta-
dejando claro quién manda y quién debe obedecer.
ciones cognitivas, la ideología que se recibe en la
Las políticas en materia educativa ayudan a que la
formación profesional, las experiencias obteni-
figura del director escolar sea la de una “persona
das en la práctica y las concepciones del mundo
con poder de imponer orden y sancionar” (Santos,
social y político. Cada uno de estos factores son
2015, p. 104). determinantes en la construcción del credo de
cada individuo, pudiendo coincidir, o no, con los
Los conflictos ideológicos
proclamados por la comunidad escolar (Sharp y
Como señala Pasquinelli (1987), el poder está Green, citado por Ball, 1989).
reglamentado por expectativas y papeles sociales, No obstante, el concepto de poder difiere
orienta procesos, adjudica derechos y espacios a al de autoridad. El primero es más activo, y flexi-
los procesos democráticos. Asimismo, Wieviorka ble que el segundo (autoridad), ya que no es una
(2010) subraya que las políticas son una expresión posición, sino el resultado de un proceso, logrado
de lo social, cultural y religioso, donde todo tiene mediante ejecución o la acción conjunta. Por tanto
el conflicto es algo connatural a las organizacio-
que combinarse. Por tanto, siguiendo la tesis del
nes, en la cual, los enfoques racionalistas que ven
autor, es en esta esfera donde las luchas tienen
en el conflicto una patología dejan de tener sen-
razones específicas de acción en relación con otros
tido, pues, no se busca su resolución, a cualquier
ámbitos de la vida social, ya que los elementos
precio, sino entenderlos, comprenderlos y mane-
integrantes de las políticas educativas (social, cul-
jarlos. Para Bernal (2014, p. 165) el conflicto es un
tural, religioso, étnico etc.) causan una diversidad
síntoma de buena salud de los centros educativos,
ideológica que rompe con la coordinación de acti-
ya que estos ayudan a su mejora y crecimiento.
vidades y metas comunes, debido a una amalgama
Quiere decir que actúan como instrumento de
de credos.
transformación y revitalizador de la organización.
Esta pluralidad de ideas está integrada por
En consecuencia, al igual como sostiene el autor,
distintas doctrinas: la macro de tecnificación y “el conflicto está en el centro de la concepción
desarrollo social, que busca resultados medibles micropolítica” (Bernal, 2014, p. 165).  Sin embar-
y cuantificables; la micro, propia del centro, que go, no es caos, ni tampoco el estado natural de las
resulta de la “cultura académica”, y que es definida relaciones, simplemente surge en las relaciones
por Pérez (1995, pp. 10-15) como un conjunto de con los otros y sirve para mejorar y avanzar.
contenidos destilados por la cultura pública para Por consiguiente, el resultado de toda una
ser trabajados en la escuela. Por ello: amalgama de ideología son los conflictos, en la
Una ideología de la enseñanza incluye una cual cada uno de sus miembros tratará de defen-
caracterización de la sociedad, del papel y fun- der su posición de manera aislada o agrupada. Sin
ciones de la educación en el contexto social, embargo, los directores escolares que ejercen su
incluyendo supuestos hasta en el carácter de las función con liderazgo buscaran estrategias que
tareas que deben realizar los profesores; habi- permitan converger toda esa diversidad de metas
lidades, técnicas requeridas y las ideas sobre en un proyecto común de centro. Este liderazgo
cómo es posible adquirirlas y desarrollarlas; así directivo deberá ser crítico, participativo e institu-

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cionalizado con capacidad de influencia positiva los puentes del diálogo y se dificulta el intercam-
en los otros, pues es capaz de gestionar diferentes bio de las interpretaciones. No obstante, esto no
formas de poder hacia objetivos e intereses colec- debería representar un obstáculo para la demo-
tivos y no individual. cracia y hacer de cada escuela una comunidad con
visión y misión de conjunto a través del ejercicio
Coaliciones para asegurar el poder de un liderazgo directivo participativo que influya
de manera positiva en los procesos de diálogos,
Partiendo de los postulados de Wieviorka (2010), pues dirige su atención hacia la colaboración y el
los conflictos no son una confrontación entre compromiso de los miembros de la comunidad
enemigos, sino una relación entre oponentes. Las escolar, a través de la comunicación abierta, el
coaliciones representan esa oposición, donde sus consenso, la autonomía del profesorado, abriendo
integrantes no están unidos por lazos de sangre, la posibilidad a que todos participen en la toma de
sino por intereses comunes o particulares (Orwell, decisiones, así como en la generación y despliegue
1984). Estas suelen arrastrar a los miembros situa- de una visión compartida (Arbués, 2012).
dos en lo más bajo de la pirámide escolar, debido
a su escasa representatividad y participación en Negociación
la toma de decisiones, lo que los hace proclives
a formar alianzas para alcanzar acuerdos que, en La escuela como organización se enfrenta a un con-
su totalidad, son de beneficio colectivo (Bardisa, junto de exigencias y expectativas, tanto internas
1997). El único modo de modificar esa situación como externas, que conducen a sus miembros a la
es a través del ejercicio del liderazgo responsable confrontación. Por tanto, la negociación, parafra-
por parte del director. seando a Lorenzo (2011), es la mejor herramienta
para buscar una salida salomónica a los conflictos.
El diálogo, la negociación y la Sin embargo, el autor puntualiza que se debe dife-
renciar entre las negociaciones competitivas y las
búsqueda de pactos
colaborativas. Las primeras, con las que común-
mente se convive en el interior de los centros,
Diálogo para llegar a los acuerdos aluden a la confrontación y la despreocupación
por el otro, porque lo importante es que exista un
El diálogo es importante para alcanzar vencedor y un vencido. Las segundas persiguen la
acuerdos que permitan la toma de decisiones de satisfacción de ambas partes, con el compromiso de
cara a lograr una colaboración sin la existencia de colaborar todos en beneficio del centro.
un vencedor. Al respecto Rodríguez (1995) señala, Inicialmente, la negociación permite a la
que el diálogo es esencial en este proceso porque organización alcanzar intereses comunes o que la
encamina a los individuos hacia el entendimiento. coalición dominante imponga las suyas. En este
Según Jares (1997), el diálogo es imperiosamente escenario, la política de la escuela resulta agitada,
necesario para la resolución de conflictos. En esta se mueve a un ritmo acelerado y mide el pulso del
misma línea Hargreaves (1996) sostiene, que lo contrario: la influencia de un buen líder, por lo
mejor en las organizaciones es no evadir los con- general, ajeno a la pirámide jerárquica y la autori-
flictos, sino dialogar sobre ellos dentro de un pro- dad del director que busca el cumplimiento de las
ceso sincero y ético, propio de sociedades demo- políticas educativas. Es el momento de los pactos,
cráticas, donde los sujetos puedan lograr objetivos de las agendas ocultas, del intercambio y del true-
comunes dentro de un abanico de posibilidades. que. También es el momento del entendimiento
Santos (2004) manifiesta que al existir gru- mutuo que, pese a la amalgama ideológica, hará
pos cerrados que no se abren al debate, se rompen que se alcancen acuerdos que deriven en un buen

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clima institucional (Santos, 1995; Bardisa, 1997; la manipulación de las personas que integran la
González, 1997). comunidad educativa con intereses particulares,
ya que su papel es el de mediador. Además, el
Búsqueda de pactos liderazgo es decisivo para mantener y potenciar
optimismo en el centro. Este actúa como brújula
Llegar a acuerdos no supone que todos tengan que direcciona el timón y asegura el camino que
derecho a todo. Hay que flexibilizar posturas y se debe seguir (Santos, 2015).
buscar un bienestar común, donde el poder se Un liderazgo también puede ser patógeno
utilice para lograr intereses colectivos y las deci- si es ostentado por aquellos que poseen conoci-
siones no se impongan. Es importante que estas miento, información y pueden moverse bien en
constituyan un orden democrático capaz de evitar las redes de relaciones. Con ello, monopolizan
que se alcancen pactos perversos de interés parti- el poder o imponen una ideología susceptible de
cular a expensas de otros (González, 1997; Bernal, bloquear los procesos de participación (Bardisa,
2004). Por tanto, los acuerdos suponen una auto- 1997; Bernal, 2004). En este sentido, tal y como
eliminación voluntaria de algunas libertades, lo señala Salvador (1995), el buen liderazgo debe
que incluye una renuncia compartida de autono- fomentar la equidad, la valoración del talento
mía. Así pues, aunque el director ostente el mayor humano, la incentivación de la creatividad de
poder, autoridad y responsabilidad, no tiene nece- sus miembros y la orientación del centro hacia el
sariamente que decidirlo todo, pero sí debe escu- crecimiento y la transformación de su realidad.
char a todas las partes para facilitar la fluidez de Asimismo, todo director debe trabajar para que
ideas: aquellas que estén bien debe apoyarlas y las su liderazgo sea reconocido y valorado desde la
que estén mal reconducirlas con habilidad, sin igualdad y no por imposición. Es por ello que
cerrar puertas, dejando claro el objetivo del centro siguiendo los postulados de Blase y Kirby (2013)
y asegurando la participación (Hobbes, 1999a). el director líder para favorecer la participación de
la comunidad educativa debería:
Importancia del liderazgo para 1. Gestionar el consenso para conocer la capa-
llegar al consenso cidad de compromiso de las personas con
los procesos que desarrolla la comunidad
El director es el jefe y tiene un poder legal que educativa. Por tanto, el poder y la responsa-
le concede autoridad (Ball, 1989). Cuando ese bilidad son conceptos que deben discutirse
poder lo ejerce sin liderazgo, tal y como subraya ampliamente y llegar a cierto acuerdo para
Pasquinelli (1987), está condenado a no ser escu- obtener la colaboración de los demás.
chado ni obedecido. En tanto que él, como repre- 2. Fomentar la participación de las personas a
sentante de la administración, tiene como objetivo través de la delegación de responsabilidades
obtener de cada uno de los miembros del centro a personas dispuestas a asumirlas, siempre
el máximo rendimiento profesional en cuanto a que cuenten con los conocimientos, y com-
tareas y funciones, para alcanzar metas y, de esta petencias para adjudicarse. Además, brinda
manera, ganar prestigio y salvaguardar su estatus oportunidad a los demás para que desarro-
ante la administración. llen dichos conocimientos y competencias.
Para buscar la solución a los conflictos es 3. Fomentar mecanismos formales de parti-
fundamental el liderazgo del director. Con ello cipación que permitan la implicación de la
se motiva la participación y el uso por parte de comunidad educativa en la gestión del centro.
los actores del centro de su derecho a opinar, Por último, el liderazgo para el fomento
como único medio de que surjan los acuerdos de la participación de la comunidad educativa
y se asuman responsabilidades. Esto no supone no solo espera buenos resultados, al contrario, el

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líder es un motivador de las personas para mejo- de autoridad continúa perpetuándose. Esto ori-
rar de manera eficaz la toma de decisiones, para gina un juego entre favorecidos y desfavorecidos,
valorar y respetar las decisiones tomadas de forma privilegiados y excluidos, interesados y carentes
colectiva, pues se identifica como miembro de un de interés, conformistas y rebeldes, fuertes y débi-
equipo de trabajo y no como una autoridad for- les; encarnado en una comunidad como la escuela
mal, por ello, comparte la responsabilidad con los (Ball, 1989).
demás participantes de la comunidad educativa y Los conflictos no solucionados en cual-
hace que los acuerdos sean vinculantes, aplicables quier organización son cancerígenos. La no bús-
y con sentido a la mejora escolar. queda de acuerdos impide la cohesión entre sus
Finalmente, se puede considerar que la vida protagonistas. La cohesión se genera cuando las
política de la escuela es un movimiento cíclico de partes, sin imposición, construyen proyectos con
confrontación y de diálogo. Este se halla definido visión y metas comunes. Para que ello suceda, es
por sus momentos de confusión y estabilidad, lo necesario un liderazgo en la acción directiva que
cual no equivale a una guerra sin cuartel (Bernal, motive, impulse y cree canales de participación y
2004), porque, como subraya Hobbes (1999a, debate social.
p. 18), “resulta odioso tanto luchar contra algo
como no llegar a un acuerdo”, a pesar de que esto Referencias bibliográficas
ayuda a definir la cultura escolar. Sin embargo,
no podemos olvidar el liderazgo como elemento Arbués, I. (2012). Liderazgo escolar e influencias del
característico de un director. Este le permite abrir asociacionismo, Recuperado del sitio web:
espacios que garanticen el pleno ejercicio demo- https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/
crático en la toma de decisiones, aunque no todos 3932732.pdf. Fórum Aragón, 5, pp. 6-9.
finalizan conforme a los acuerdos alcanzados. Ball, S. (1989). La micropolítica de la escuela. Barcelona.
Paidós.
Igualmente, los conflictos permiten conocer la
Bardisa, T. (1997). Teoría y práctica de la micropolítica
vida política de los centros; estos últimos no son
en las organizaciones escolares. Micropolítica,
edenes de paz perpetua, porque “es imposible que 15, 13-52. Iberoamericana de Educación.
no se muestre o se sienta alguna vez odio, despre- Bernal, J. (2004). La micropolítica: Un sentimiento.
cio o desacuerdo por algo” (Hobbes, 1999a, p. 18), Organización y gestión educativa. OGE, 4, 11-15.
si bien tampoco son un campo de batalla. Fórum de Administradores de la Educación.
_____ (2006). Comprender nuestros centros educati-
Consideraciones finales vos. Perspectiva micropolítica. Zaragoza: Mira
Editores, pp. 141-165.
La micropolítica escolar es el escenario _____ (2014). “La escuela como organización com-
donde el poder adopta diferentes contrastes y pleja, un espacio de negociación y conflicto”.
Organización de los Centros Educativos. LOMCE
toma distintas direcciones. Esto da sentido a su
y Políticas Neoliberales. Zaragoza: Mira Editores.
dinámica social y advierte que la escuela, como
Blase, J. y Kirby, P.C. (2013). Estrategias para una direc-
cualquier otra organización, es un centro políti- ción escolar eficaz: Cómo motivar, inspirar y
co de juegos de intereses, ambiciones frustradas, liderar. Madrid: Narcea.
alianzas creadas y acuerdos destruidos, donde la Egido, I. (2006). “El director escolar: Modelos teó-
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