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Publicado en: Dimensiones Humanas del Cambio Ambiental en Argentina. Hacia la construcción de
una Agenda Científica Ambiental Interinstitucional. E. Tancredi y N. Da Costa Pereira,
coordinadoras. Luján-Buenos Aires, UNLu/ Agencia; 67-73. ISBN 978-987-05-3296-5. Sin referato.
Integrantes del Proyecto: Natalia Marlenko, Anabel Calvo, Silvia González, Gabriela Maldonado,
Gabriel Meconi, Ana María Murgida, Diego Martín Ríos, Sandra Pereira, María Cecilia Boudin,
Débora de Feo, Constanza Riera, Jesica Viand.
PIRNA-Programa de Investigaciones en Recursos Naturales y Ambiente, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires.
Puán 480 – 4to. Piso, 1406 Buenos Aires, Argentina
Email: natenzon@filo.uba.ar
Introducción: Antecedentes
Dicha Teoría nos permitió considerar las múltiples dimensiones que configuran el riesgo
(peligrosidad, vulnerabilidad, exposición, incertidumbre) tomando como centro particular de
nuestros estudios la comprensión de una de ellas: la denominada vulnerabilidad social. Para tal
fin desarrollamos técnicas y herramientas de análisis particulares para la problemática del riesgo
y las catástrofes, que en su momento fueron pioneros en nuestro país: selección de indicadores,
conformación de índices de vulnerabilidad social frente a catástrofes, análisis institucional
aplicado al sector, y una serie de elementos de análisis vinculados a detectar procesos de
configuración y amplificación de la vulnerabilidad social.
A partir de la divulgación científica de los resultados alcanzados, a fines de los ’90 fuimos
invitados a colaborar con climatólogos e hidrólogos en investigaciones y proyectos conjuntos,
proporcionándoles conocimientos sobre los procesos sociales (particularmente en relación a
vulnerabilidad social) que podrían estar involucrados y anticipar futuras configuraciones de
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Profesora de la Universidad de Buenos Aires y FLACSO Argentina.
catástrofes producidas por un probable cambio climático. De esta forma consolidamos una línea
que está presente tanto en la conformación del equipo de trabajo 2 como en la interacción en
proyectos mayores, que es la del trabajo interdisciplinario. Además de los ya mencionados,
hemos abordados aspectos particulares del riesgo y la vulnerabilidad social en casos urbanos y
rurales de nuestro país: el área litoral del río de la Plata en su conjunto, el AMBA litoral, los
partidos de Avellaneda y Tigre, las cuencas Reconquista y Matanza-Riachuelo, el pueblo de
Iruya en Salta. Particularmente relevante ha sido nuestra participación en la elaboración de los
estudios de base de la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, realizados
entre el 2005 y 2006. Además, miembros del PIRNA hemos colaborado con instituciones
internacionales en proyectos ubicados en la cuenca del Plata, Perú, Chile y América latina en su
conjunto.
El nuevo proyecto que iniciaremos en 2008 se denomina “Gestión del riesgo en Argentina.
Prevención, mitigación y adaptación en catástrofes actuales y por impacto de un probable
cambio climático.” Con él buscamos culminar esta línea de investigación, apoyándonos en los
trabajos y estudios de caso ya realizados durante la última década, con el objetivo de producir
una propuesta propia como aporte a la prevención y mitigación de catástrofes en nuestro país.
Temas y problemas
El IHDP ha planteado varios ejes temáticos para abordar prioritariamente dentro de los
problemas ambientales globales que este Taller ha tomado como propios: seguridad humana,
transformaciones industriales, cambios en el uso y cobertura del suelo y dimensiones
institucionales. Y si bien todos ellos son atravezados de alguna forma por la problemática del
riesgo, es en relación al primero de ellos que la cuestión adquiere más relevancia.
Esta última definición es la que puede relacionarse de manera más contundente con el riesgo. La
seguridad se considera generalmente como el contrario de riesgo. Si algo no es seguro corremos
el riesgo de tener problemas. Sin embargo, si consideramos que hay riesgo cuando tenemos
algún conocimiento de su existencia y configuración, su contrario no resulta la seguridad sino la
incertidumbre emergente de esa falta de conocimientos. Vinculamos entonces a la seguridad de
manera inversa con una de las dimensiones del riesgo, el peligro: Algo es seguro cuando su
peligrosidad queda acotada en su potencialidad, dominada o puesta fuera de acción. De esta
manera, al considerar el riesgo, cobran importancia: la temporalidad, el conocimiento existente y
el que debería conseguirse, la posibilidad de prever y, en consecuencia, de prevenir.
- Prevención y mitigación
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Si bien el equipo tiene un predominio de geógrafos, lógico por el ámbito en el cual tiene sede nuestros
proyectos, participan en él miembros de otras disciplinas tales como Antropología, Geohidrología y
Sociología, y se cuenta con asesoramiento en Economía y Ecología.
atenuar impactos negativos de peligros específicos (Tomado de Cardona y Lavell, La Red,
2002). Acciones de prevención y mitigación en el marco del riesgo ocurren cuando existe una
gestión integrada (en contraposición a la noción de “gestión fragmentada”) que toma en cuenta
procesos históricos y naturales de larga duración, múltiples y complejos.
Sólo una gestión de este tipo podrá actuar sobre las condiciones de vulnerabilidad social en la
normalidad, tomar medidas precautorias ante las incertidumbres y requerir y fomentar la
participación de todos los actores involucrados.
En este marco, queremos aportar algunas conclusiones diagnósticas a las que hemos llegado en
nuestras últimas investigaciones, sobre los aspectos institucionales del riesgo actual que puede
incidir en el riesgo futuro de un probable cambio climático y que ayudarían a tomar medidas
preventivas y de mitigación:
c. A esta amplificación del riesgo converge la carencia de procesos de comunicación del riesgo
que permitan a los actores afectables/ afectados tomar decisiones en tiempo y forma,
colocándolos en situaciones de incertidumbre e incluso de ignorancia, y negándoles el derecho a
saber el riesgo que corren en el lugar donde viven.
d. Como consecuencia de las políticas públicas y las prácticas de gestión existentes, hoy los
costos económicos de estos procesos negativos son asumidos por las familias de grupos
sociales más vulnerables, transformándolos así en una externalidad para el Estado y el resto de
la sociedad. Se suma a ello daños inconmensurables desde el punto de vista económico, que
hacen a aspectos afectivos, psicosociales y de la cultura cotidiana de las familias involucradas,
con pérdida –a futuro– de años y calidad de vida.
La forma en que se realiza la gestión del territorio en gran parte de los países subdesarrollados -
tanto pública como privada- genera situaciones que retroalimentan y amplían los peligros y la
vulnerabilidad. Esta forma de gestión en condiciones de "normalidad" (riesgo), es decir, acciones
fragmentadas, instituciones desarticuladas, desconocimiento de medidas blandas, preeminencia
del interés económico privado en la toma de decisiones, son algunos aspectos de la gestión en
condiciones de subdesarrollo que se potencian en lo “extraordinario” (catástrofe). Las causas de
fondo de estas acciones deben buscarse en las lógicas propias de los intereses de los actores
sociales tales como los intereses económicos privados (por ejemplo inmobiliarios o industriales),
el desplazamiento de las funciones del Estado, las prácticas partidarias y electoralistas, entre
otras.
Sobre este escenario complejo se instala la problemática del cambio climático que está
impregnada, a su vez, de un elevado nivel de incertidumbre asociado tanto a situaciones de
investigación como de gestión y acción política, con múltiples implicancias en la sociedad
involucrada. Los organismos internacionales que trabajan en cambio climático introducen
nociones tales como vulnerabilidad, mitigación y adaptación para referirse a sus impactos sobre
la sociedad mundial.
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Según el IIIº Informe del IPCC, producido en 2001, la vulnerabilidad es el grado en el que un
sistema –sin diferenciar si es natural o social- es susceptible a (o no puede soportar) los
efectos adversos del cambio climático, incluyendo los efectos de la variabilidad y los extremos
climáticos. La vulnerabilidad es una función del carácter, el tamaño y la proporción de la
variación climática a que un sistema está expuesto, su sensibilidad y su capacidad de
adaptación. Del punto de vista de las catástrofes es posible encontrar otras aproximaciones.
Por ejemplo, siguiendo a Blaikie y otros (1998); y a Herzer y otros (2002) la vulnerabilidad –en
este caso, la vulnerabilidad social– es un conjunto de características previas pertenecientes a
una persona o a un grupo, que determinan su capacidad de anticiparse, sobrevivir, resistirse y
recuperarse del impacto de determinado peligro. Es un término relativo y específico que implica
siempre una cierta vulnerabilidad ante una amenaza específica.
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Ver en www.pirna.com.ar: Natenzon, Claudia E. (2005) “Vulnerabilidad social, catástrofes y cambio
climático. Comentarios temáticos, teóricos y metodológicos para América Latina”. En: IIª Conferência Regional
sobre Mudanças Globais: América do Sul. Universidad de San Pablo, 7 - 10 de noviembre; 15p.
interesa, entonces, diagnosticar el estado de la sociedad y sus instituciones. Desde esta
perspectiva las tareas de prevención y mitigación están necesariamente involucradas en la
gestión de la “normalidad”.
Sin embargo, en su aplicación a procesos sociales el término debe tomarse con precaución. Si
bien en ciencias naturales adaptación es sinónimo de mantenimiento de la vida –aún en
condiciones extremas–, en el análisis de la sociedad puede ser utilizada como mantenimiento del
status quo o incluso, para fundamentar planteos en los cuales el modelo a seguir es el de los
pobres. Seguramente que las distintas prácticas de los diferentes sectores sociales en
situaciones críticas brindan lecciones a ser aprovechadas, pero ellas deberán encuadrarse en un
modelo de desarrollo donde las oportunidades sean iguales (más iguales) para todos, y en el
cual se pueda ejercer el derecho a saber el riesgo que se corre en el lugar donde se vive. Esto
significa, en otras palabras, tener en cuenta las diferentes vulnerabilidades sociales actuales.
Porque en los tiempos actuales, la “adaptación” social es ejercida en función del modelo de
desarrollo y el tipo de democracia que cada sociedad practique, factores directamente vinculados
con la cobertura de necesidades básicas, con la disminución de la vulnerabilidad social y con la
prevención como noción central de las prácticas sociales del riesgo.
Próximos proyectos
Referencias:
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Recomendamos ver la página del EIRD: http://www.eird.org/index-esp.html, y la del la Plataforma
Global para la Reducción del Riesgo de Desastres: http://www.preventionweb.net/globalplatform/
Blaikie, Piers, Terry Cannon; Ian Davis y Ben Wisner (1998): Vulnerabilidad. El entorno social,
político y económico de los desastres. Bogotá, LA RED/ITDG.
Herzer, Hilda; Carla Rodríguez, Alejandra Celis, Mara Bartolomé y Graciela Caputo (2002)
Convivir con el riesgo o la gestión del riesgo. Versión en formato digital:
http://www.cesam.org.ar/publicaciones.htm
IPCC-McCarthy, James J.; Osvaldo F. Canziani; Neil A. Leary; David J. Dokken & Dasey S.
White (2001) Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Contribution of
Working Group II to the Third Assessment Report of IPCC. Cambridge University Press/
Intergovernmental Panel on Climate Change – WHO – UNEP.
Natenzon, Claudia E. (2005) “Social Vulnerability, Disasters and Climate Change in Latin America.
Thematic, Theoretical and Methodological Approaches”/ “Vulnerabilidad social, catástrofes y cambio
climático. Comentarios temáticos, teóricos y metodológicos para América Latina”. En: IIª
Conferência Regional sobre Mudanças Globais: América do Sul. Universidad de San Pablo, 7 - 10
de noviembre; 15p.