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Las tres formas escucha han sido denominadas los tipos de trabajo grupal, en la
medida en que dependiendo de la manera en que el coordinador escuche, el
grupo trabaja, es decir, el tipo de trabajo que se da en el grupo depende de
manera estricta del modo en que el facilitador escucha.
Como hemos mencionado, los tres tipos de escucha grupal pueden combinarse,
alternase y entretejerse en cualquier sesión. Sin embargo, con cada uno de ellos
se logran objetivos muy distintos. Cada uno de los tipos de escucha genera una
dinámica diferente en el grupo. Por esto también se les llama los tipos de
trabajo grupal según la dinámica a generarse.
Esta forma de escucha o trabajo grupal se llama así porque, mientras se esté
presentando, la persona que estará hablando por algunos minutos va a estar
realizando su trabajo sola pero en medio del grupo.
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El coordinador puede inducir esta forma de trabajo con una frase como, “a
continuación, alguien habla y los demás simplemente escuchamos”.
“A continuación, quien desee nos habla sobre sus miedos. Los demás
escuchamos”.
Susana, una de las participantes, comienza a hablar sobre sus temores y lo hace
por cerca de 8 minutos. Los demás compañeros y el coordinador simplemente
escuchan.
Otra gran ventaja de este tipo de trabajo grupal es que hace a cada uno
responsable de su trabajo. Puede facilitar o presionar a la producción individual,
propicia profundizar en lo individual.
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Esta forma de escucha o trabajo grupal se llama así porque, mientras se esté
presentando, la persona a quien el facilitador le permite intervenir sobre otra
ha asumido (consciente o inconscientemente) la dirección del trabajo, es
decir, en este momento el facilitador “se ha ocultado”, por así decirlo, y el
grupo – representado por esa persona – es el que está trabajando.
También se le denomina trabajo por medio del grupo porque, mientras se esté
dando esta modalidad de escucha, el facilitador implícitamente está trabajando
sobre todo el grupo por medio del participante o participantes a quienes él les ha
permitido hacer la intervención.
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El coordinador puede inducir esta forma de trabajo también con sólo una frase.
Por ejemplo, después de que alguno de los integrantes del grupo ha terminado de
hablar sobre un asunto personal muy significativo, dice: “alguien le quiere decir
algo a… (nombre del participante que acabó de hablar)”.
Obsérvese que en, este ejemplo, el tipo de trabajo grupal también fue inducido
(encuadrado) por el facilitador. Pero, de manera análoga a como sucede con la
primera forma de escucha, podría haber aparecido de manera espontánea en el
grupo. En este caso, igualmente frecuente en la clínica grupal, uno de los
participantes comienza espontáneamente a hablarle a otros sobre sus asuntos (los
del segundo) y el facilitador le permite proseguir.
El trabajo “por” el grupo o “por medio del grupo” tiene dos grandes virtudes:
En primer lugar, facilita y promueve las relaciones entre los integrantes del grupo,
es decir, afianza las relaciones laterales en el grupo. De este modo, contribuye
muy fuertemente a la construcción de vínculos.
En segundo lugar, incorpora al proceso todos los aportes que los participantes
pueden brindarse mutuamente. Esto implica permitir que los participantes se
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Aprovechar esta capacidad terapéutica del grupo mismo constituye uno de los
pilares de la clínica grupal. De este modo, no se piensa la terapia de grupos como
un escenario en el cual los elementos terapéuticos son provistos sólo por el
coordinador. Los participantes también aportan frecuentes y valiosos elementos
terapéuticos a sus compañeros de trabajo y reciben igualmente de ellos.
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Por el contrario, esta modalidad de escucha y trabajo grupal debe excluirse de los
trabajo grupales de promoción y prevención, o debe manejarse con extremo
cuidado, debido a que dispara en el proceso grupal aspectos que son pertinentes
únicamente al escenario clínico: transferencias muy intensas, generación de clima
de intimidad en el grupo, trabajo en torno de material personal e íntimo, trabajo en
torno de material sintomático y otros aspectos.
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Esta forma de escucha o trabajo grupal se llama así porque, mientras se esté
presentando, todo el grupo está asumiendo el trabajo; todo el grupo está a cargo
de la responsabilidad. Por estos mismos motivos, también denominamos escucha
grupal o grupalizada a esta modalidad de trabajo.
El coordinador puede inducir esta forma de trabajo con cualquier frase en plural y
dirigida a todos los participantes, es decir, cualquier pregunta o planteamiento que
incluya palabras como, “¿Ustedes…?”. También podría inducir esta modalidad
trabajo grupal al introducir un interrogante con las palabras: “Yo tengo una
pregunta para el grupo…”
Obsérvese que, también en este caso, el tipo de trabajo grupal fue inducido
(encuadrado) por el facilitador. Pero, como en las modalidades de escucha
anteriores, también podría haber aparecido de manera espontánea. En este caso,
igualmente típico, uno de los participantes comienza espontáneamente a hablar a
nombre del grupo, o en plural, de manera consciente o inconsciente. Por ejemplo,
en la escena hipotética mencionada, Lucas, otro de los participantes, dice:
“Cuando las personas sentimos miedo, nuestra mente se bloquea y no
aprovechamos las estrategias que tenemos.”
En este momento, Lucas no sólo está hablando a título personal. También lo está
haciendo a nivel grupal y, en consecuencia, ha comenzado a hacer trabajo de
grupo. Podríamos decirlo de otro modo, en este momento, Lucas está intentando
situarse como “portavoz” del trabajo grupal.
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sobre todo el grupo; les exige a todos los participantes hacerse cargo de la
pregunta o interrogante que se esté trabajando en ese momento en el grupo.
Este tipo de trabajo grupal tiene dos rasgos que pueden considerarse virtudes o
limitaciones, según los objetivos del modelo escogido o según el momento del
proceso grupal:
Debido a sus características, este tipo de escucha y trabajo grupal es óptimo para
los modelos grupales de promoción y prevención, aunque también tiene su
espacio y su utilidad cruciales dentro de la clínica grupal. En el Taller Reflexivo,
por ejemplo, el tallerista se mantiene dentro de esta forma de escucha durante
todo el taller.