Está en la página 1de 16

ransición energética, uno de los negocios más

rentables de nuestra era.


 Posteado porEDDA LEÓN SUAREZ
 
 CategoríasAMBIENTE
 
 Fecha26 MAYO, 2018

Fuente y Autoría: Forbes Mexico  by María Fernanda Navarro


El paso de energías dependientes de combustibles fósiles a uno en el que las energías
renovables ha creado un espacio muy atractivo para empresas de todos tamaños.
La reducción de gases de efecto invernadero no sólo es una oportunidad para cumplir con las
metas establecidas en las alianzas internacionales enfocados en combatir el calentamiento
global como el Acuerdo de París, sino una de las oportunidades de negocio más grandes de
nuestros tiempos. De esta manera lo publica el portal web Forbes.
De acuerdo con Andrea García, Principal Advisor de Strategy-Mission 2020,  actualmente la
producción de energía y carbón han descendido dramáticamente en los últimos años mientras
que energías renovables suben exponencialmente.

“Hemos recomendado a diversos países no invertir más en la exploración de estas energías


aunque sigan con las transición  pero no inviertan más en la exploración de gases, no hagamos
más calderas no hay que seguir invirtiendo algo que está de salida”, señaló García durante su
participación en el Foro Energy Reimagined MX organizado por Forbes y EY.

En su presentación “Why an energy transition is necessary, achievable and desirable?” García


advirtió que el costo por no integrarse a la transición energética es más dramático para los
países que no participan activamente y las comunidades más pobres.

Actualmente ya existen datos que evidencian este impacto de la transición energética en la


economía de las naciones, por ejemplo, ya se cuentan alrededor de 30 países que han medido
aumento económico conforme a la disminución de sus gases de efecto invernadero.
La transición energética también es un negocio para empresas como Tesla que se enfocan en la
producción de automóviles eléctricos, tendencia a la que se están integrando otras empresas
automotrices.

“Las economías que están basadas en los hidrocarburos están invirtiendo millones de dólares
para diversificar sus economías y están produciendo energía renovable. Los países que han
hecho estos cambios como China e India estamos viendo que se convierten en líderes globales
de tecnología y no sólo es por cuidar la atmósfera sino por qué les conviene económicamente”,
aseguró García.

 
Oportunidades de negocio que
brinda la transición energética
Los objetivos del Acuerdo de París y la estrategia de la Comisión Europea en relación a
un modelo económico sostenible, seguro y competitivo que sustituya a las fuentes de
energía contaminantes por otras limpias, abren un abanico de posibilidades muy interesante
tanto para empresas que ya existen como para los emprendedores. De hecho, se trata de
una transformación integral que impactará a todos los sectores y actividades, que están
obligados en los próximos años a adaptar sus procesos productivos, introduciendo
iniciativas de la denominada economía circular. La transición a una economía baja de
carbono es, en definitiva, una revolución a escala global que va a generar
grandes oportunidades e inversiones para aquellos que sepan apostar por el futuro.

Oportunidades
 Descarbonizar por completo el sector energético requiere tanto de la implementación de
tecnología que mejore otras industrias capaces de sustituir el actual modelo energético
como del dinero suficiente para promover el desarrollo de I+D en este campo por parte de
las empresas. En esta línea, se deben consolidar en el mix energético de las economías
desarrolladas las fuentes de generación renovable, en especial, por su importancia, la
solar fotovoltaica y la eólica, mientras, en paralelo, se debe ser capaz desde el ámbito
público de dar respuesta al crecimiento de la población y a la progresiva concentración en
núcleos urbanos. Todas aquellas empresas que investiguen en estos ámbitos presentan un
potencial de crecimiento muy elevado para los próximos años.

 El agua y la gestión de residuos. Dos temas aparentemente diferentes pero unidos por el


incremento exponencial de servicios en ambos a lo largo de las dos últimas décadas. Las
entidades que apuesten por la innovación en los métodos de recogida, reciclaje y
gestión serán clave para cumplir con los protocolos establecidos por las Naciones Unidas.
Por ejemplo, una tendencia creciente son los proyectos de investigación en el
reacondicionamiento de las redes de alcantarillado para convertirlas en nodos inteligentes,
capaces de separar automáticamente las aguas negras de las grises. En relación al agua
potable, el reto es la reutilización, cobrando cada vez más importancia en este sentido las
redes que pueden por sí solas reciclar el agua no apta para el consumo humano pero todavía
aprovechable para regadío o limpieza, por ejemplo.

 La movilidad inteligente. Reducir la contaminación en las megaurbes, generar una mayor


autonomía para los vehículos eléctricos, descongestionar las principales vías de
comunicación o contribuir a incrementar los espacios verdes con el menor consumo de
recursos. Todos ellos son retos muy unidos a la transición energética. De hecho, el
carsharing ya está provocando una reducción significativa en la venta de coches, mientras,
en paralelo, se desarrollan otros sectores (seguros compartidos, inteligencia artificial para
vehículos autónomos, apps para la multi-geolocalización de distintas clases de aparatos,
etc). Por otro lado, la actualización de los servicios de aire acondicionado o de calefacción
en los hogares, así como de combustión en muchas fábricas y empresas impulsará mucho la
innovación de productos que sirvan de sustitución a este tipo de fuentes energéticas.

 Construcción en verde. Desde edificar viviendas que sólo trabajen con materiales


ecológicos a crear una empresa para analizar si nuestra casa es sostenible energéticamente y
cómo poder transformarla. La economía verde brinda muchas oportunidades en el
segmento inmobiliario. Cada vez hay más proyectos de investigación relacionados con el
máximo aprovechamiento de la luz solar, con materiales de construcción no contaminantes
o con el aprovechamiento de espacios naturales sin afectar al ecosistema. Todos ellos
cobrarán cada vez una mayor importancia en la economía del futuro.

 Aunque aún no se habla tanto de este tema, en la próxima década seremos testigos del auge
de las agencias de certificación de empresa verde, tanto desde el punto de vista
medioambiental, como en ámbitos relacionados con una gestión de las operaciones
corporativas sostenible, con el uso de materias primas que respetan el entorno o con la
disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los emprendedores que se
adelanten para convertirse en certificadores probablemente estén entrando en un negocio
con mucho futuro.

Otros segmentos
Además de los ejemplos citados, existen muchos otros campos ligados a la transición hacia
una economía con baja huella de carbono, como, por ejemplo, la inspección de las
centrales eléctricas de energías renovables, el desarrollo de plataformas de
crowdfunding para invertir en proyectos de energías renovables, o la investigación y
consultoría para instalar soluciones renovables en hogares, edificios o empresas. En
general, la transición energética implica la oportunidad de permitir la evolución de
cualquier negocio mediante el uso de tecnologías asociadas al concepto de sostenibilidad, y
todo lo que conlleve el almacenamiento de electricidad, el uso de redes inteligentes o la
movilidad eléctrica tendrá grandes posibilidades de hacerse un hueco de mercado en el
nuevo modelo de economía al que nos encaminamos velozmente.   Si quieres seguir
leyendo noticias relacionadas, haz clic aquí.
APOYO A LA TRANSICIÓN
ENERGÉTICA EN BOLIVIA
Clima Energía  

Bolivia
Bolivia dispone de importantes recursos energéticos renovables y no renovables.
La matriz de generación eléctrica estaba compuesta, en 2019, por 72,73% de
termoelectricidad, 22,95% de hidroelectricidad y 4,32% de otras fuentes de
energías alternativas (solar, eólica y biomasa), con una capacidad instalada de 3
302 MW. Actualmente el potencial de energías renovables no está
suficientemente valorizado.
CONTEXTO
Para afrontar el crecimiento de la demanda nacional y las ambiciones de
exportación de electricidad hacia los países vecinos, Bolivia se ha embarcado
en una estrategia de transición energética y ha desarrollado un plan
ambicioso de expansión del sector para: aumentar su capacidad instalada en
más de 4 000 MW hasta el 2025; y diversificar el mix energético relacionado
con la electricidad, desarrollando energías renovables, particularmente
provenientes de fuentes hidroeléctricas, pero también eólicas, solares y
geotérmicas.

Con el fin de apoyar esta política de transición energética, es necesario


actualizar el marco reglamentario e institucional boliviano, desarrollar
herramientas sólidas para la planificación de las inversiones, el análisis del
sector y establecer mecanismos de financiamiento viables e innovadores,
mientras se refuerzan las capacidades de los actores de este sector

DESCRIPCIÓN
El préstamo de apoyo presupuestario de 90 millones de euros tiene como
objetivo contribuir a mejorar la viabilidad económica, social y medioambiental
del sector eléctrico boliviano, apoyando la política de transición energética
desarrollada por el gobierno boliviano y, sobre todo, una serie de reformas
para el desarrollo de energías alternativas y la eficiencia energética en
Bolivia.

El programa se articula en torno a los objetivos siguientes:

 Mejorar el marco de análisis del impacto de la transición energética


sobre el clima y la situación macroeconómica del país.

 Reforzar el marco institucional para una óptima planificación y una


mejor gestión de la producción, transmisión y distribución de
electricidad.

 Facilitar la diversificación del mix energético de manera sostenible


gracias al desarrollo de energías renovables.

 Fortalecer el desarrollo de iniciativas de eficiencia energética.

El beneficiario del proyecto es el Estado Plurinacional de Bolivia. La


implementación de los compromisos de la matriz y el seguimiento de la
cooperación técnica son la responsabilidad del Ministerio de Hidrocarburos y
Energías (MHE), en colaboración estrecha con los actores del sector
involucrado, particularmente el operador público (ENDE y sus filiales), el
administrador de la red (CNDC) y el ente regulador (AETN). La
AFD propondrá un diálogo de políticas públicas con base en informes de
seguimiento anuales, como parte del SubGrus Energía (grupo de donadores
del sector energético).

La contribución de la AFD completa un préstamo presupuestario ya


concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 2018. El
préstamo de apoyo presupuestario de la AFD va acompañado de un
programa de cooperación técnica, financiado en parte gracias a una
subvención EU-LAIF de 3 millones de euros otorgados en 2016, y de
subvenciones de la misma AFD.

IMPACTOS
La intervención de la AFD, a través los compromisos definidos en la matriz y
el programa de asistencia técnica permitirá: 

 El refuerzo de las capacidades del Ministerio de Hidrocarburos y


Energías sobre la transición energética, particularmente en relación
con el análisis de su impacto macro-económico y la planificación del
sector a largo plazo, creadas el 2017.

 La actualización del marco reglamentario, que hoy en día ya no está


adaptado a los nuevos desafíos del sector.

 La elaboración de planes operativos y de estudios que reflejen los


objetivos políticos en el programa de inversión, sobre todo para la
modernización de la red con miras a una mejor integración de las
energías alternativas intermitentes.

 El establecimiento de un mecanismo para el financiamiento sostenible


e innovador de sus inversiones.

Cómo la transición energética elevará la


productividad
Javier García Breva. Asesor en Modelos Energéticos13/10/2020
3986

La transición energética lo tiene todo para ser el proyecto innovador por excelencia que
modifique el patrón de la economía española y la descarbonice. En energía, la
innovación tecnológica se llama eficiencia energética y es la palanca que puede mejorar
la productividad de la economía por su impacto en el empleo de calidad y en un nuevo
complejo industrial orientado a los nuevos modelos de negocio energético. Esta ha sido
sin duda la conclusión clave del Webinar “Tendencias de mercado y oportunidades de
negocio en eficiencia energética” organizado por Seinon.

La competitividad va a depender de que la innovación energética avance en todos los usos de


la energía o España quedará atrás en la revolución energética de las renovables distribuidas
en los tejados, con almacenamiento y aplicaciones inteligentes para la eficiencia de los
edificios y la movilidad eléctrica. La gestión de la demanda se impone a la oferta de
generación por la mayor competitividad de los recursos energéticos distribuidos. Los nuevos
factores de productividad ya están entre nosotros:

Nueva cultura de la sostenibilidad


La Covid-19 ha provocado la caída de la demanda energética, una parte de la cual no se
recuperará. Las renovables han resistido mejor que las fuentes de energía tradicionales con
récords de penetración superiores al 70% y por encima del 50% de media en Europa. La
reducción de las emisiones y de la contaminación atmosférica han asociado la crisis vírica a
una próxima crisis climática y a la necesidad de avanzar en un uso de la energía más
sostenible ambientalmente.

La ciudad en 15 minutos, la movilidad eléctrica, el autoconsumo, edificios eficientes,


comunidades de renovables o barrios eficientes e inteligentes, almacenamiento local e
hidrógeno renovable local, representan otro modelo energético que multiplica sus iniciativas
por la imparable caída de costes de las pequeñas instalaciones renovables, más competitivas
que las fuentes tradicionales, y la necesidad de multiplicar el uso de las energías renovables
para limitar la temperatura del planeta en 2030.
La era del consumidor pasivo termina. El reto a corto plazo es integrar las energías renovables
en los edificios, los hogares, el calor y el frio y en el transporte con el control del consumidor.
El progreso de la generación distribuida y la gestión de la demanda
La única fuente de generación que crece son las energías renovables, incrementando la
potencia instalada a un menor coste, con efectos directos en la reducción de emisiones y de la
demanda. En España la fotovoltaica se producirá a un coste próximo a cero durante la
próxima década y la generación distribuida será más barata, limpia y eficiente que la
centralizada, porque añade capacidad de oferta y demanda de energía flexible, la que el
consumidor puede ajustar en tiempo real.

La simbiosis entre el edificio de consumo de energía casi nulo, o edificio autosuficiente, y el


vehículo eléctrico, a través de la carga inteligente donde la gente vive y trabaja, es el principal
instrumento para electrificar la demanda. Si hoy en España la electrificación de la economía
alcanza el 21,5%, y el objetivo es llegar al 27% en 2030, para cumplir el Acuerdo de París se
necesita llegar al 65% y 70%. Es un reto formidable que no se logrará con inversiones
masivas en renovables a gran escala sino en autoconsumo en edificios, barrios y ciudades
autosuficientes con almacenamiento, puntos de recarga para el vehículo eléctrico y
aplicaciones inteligentes para la gestión de la demanda.

El almacenamiento detrás del contador (BTM)


En un sistema dominado por las renovables el activo flexible más importante será el
almacenamiento local, debido a la caída de sus costes, más rápida que la de la solar y eólica.
La demanda de almacenamiento a pequeña escala (BTM) crecerá más del 40% cada año
impulsada por el desarrollo del vehículo eléctrico, el autoconsumo, la generación distribuida y
la gestión de la demanda.

La interoperabilidad del almacenamiento distribuido instalado junto al autoconsumo renovable,


a la carga del vehículo eléctrico y la calefacción, con aplicaciones inteligentes, es el más
eficiente recurso energético distribuido y el mejor activo de red. La generación distribuida
puede proporcionar los mismos servicios que las centrales de gas fósil a un coste mucho
menor, obligando a la generación a seguir a la demanda, al revés de cómo funciona el
mercado energético convencional.

La carga inteligente del vehículo eléctrico


Se estima que tan solo el 3% de la carga de los automóviles eléctricos se producirá en tránsito
y el 97% en los hogares y centros de trabajo. La flexibilidad de los vehículos eléctricos permite
que se puedan cargar a cualquier hora en periodos en que los recursos de red estén más
disponibles, reduciendo al mínimo la inversión en nuevas infraestructuras. Es el modelo que
convierte a los vehículos eléctricos en estaciones móviles de energía, por lo que integrarlos en
la gestión energética de edificios y viviendas a través de los puntos de recarga acelerará la
electrificación y la descarbonización en la edificación y el transporte.

A partir de diciembre de 2020 todas las viviendas y edificios, nuevos y rehabilitados, deberán
ser de consumo casi nulo con renovables, autoconsumo, puntos de recarga y aplicaciones
inteligentes. La carga inteligente del vehículo eléctrico anticipa un nuevo modelo industrial y
un nuevo diseño urbano y edificatorio. La iniciativa de las corporaciones locales va a ser
determinante en que la recarga se transforme en un mercado abierto a la competencia.

La agregación de la demanda
La ventaja de las renovables es que permiten convertir al consumidor en cliente activo,
ejerciendo el derecho a actuar como autogenerador, almacenar, consumir, vender su propia
energía, agregarla a la de otros consumidores y participar en los mercados energéticos. La
agregación es un recurso energético distribuido de gestión de la demanda que agrupa a
distintos autogeneradores para intervenir en el mercado eléctrico.

Los servicios de agregación son independientes del suministrador y permiten que el


autoconsumo se convierta en un elemento del sistema eléctrico con los mismos derechos que
cualquier productor de energía. La agregación aumenta la capacidad de energía flexible e
incrementa la competencia, abaratando los precios a los consumidores.

Las comunidades de energías renovables


Las personas físicas, jurídicas, pymes o municipios tienen derecho a participar en
comunidades ciudadanas de energías renovables para desarrollar proyectos locales, con el
objetivo de conseguir beneficios sociales, medioambientales y económicos a sus socios o
zonas locales en que se desarrollen. Podrán participar en todos los mercados energéticos
directamente o mediante agregadores, con derecho a poseer y gestionar sus propias redes de
distribución.

A partir del autoconsumo colectivo, del almacenamiento y la digitalización, las iniciativas de


barrios solares, barrios inteligentes, cooperativas, comunidades energéticas y proyectos
energéticos municipales se extienden por el mundo y también por España. De la madurez de
la energía renovable emerge su principal virtud que es la de aproximar la generación al
consumo. Representa la más alta eficiencia y la mejor oportunidad de trasladar al consumidor
las ventajas del autoconsumo y de los contadores inteligentes.
La mayor inversión en energías renovables no será eficiente ni tendrá sentido si no va
acompañada de una estrategia para transformar el consumidor pasivo en consumidor activo.
De ello dependerá el impacto de la transición energética en la mejora de la productividad.

LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
DE BOLIVIA ARRANCA CON
LA PLANTA SOLAR A MAYOR
ALTITUD DEL MUNDO
PUBLICADO EL 30 SEPTIEMBRE 2019

Energía Clima  

Bolivia
Con una altitud de 3730 metros, la planta fotovoltaica constituye la primera etapa del plan
boliviano de transición energética hacia un modelo de bajo carbono.

El 19 de septiembre de 2019 se inauguró la primera fase de la planta


fotovoltaica de Oruro, la planta solar más grande de Bolivia  (100 MW, en dos
fases) y la que se sitúa a mayor altitud en el mundo (3730 metros). Es la
primera etapa del vasto plan de transición energética  por medio del cual el
gobierno boliviano tiene la ambición de cambiar su actual modelo de
producción de electricidad, en el que las dos terceras partes provienen de la
energía térmica generada a partir de diésel y de gas, por un modelo de bajo
carbono, de manera a cumplir con los compromisos contraídos en el contexto
de la COP21. 
De aquí a 2025, el gobierno boliviano tiene previsto cambiar por completo la
composición de su mezcla energética a favor de las energías renovables. Por
ahora, la biomasa, la energía eólica y la energía solar representan alrededor
de 1 por ciento de la producción total, y la energía hidroeléctrica 29 por
ciento.

La planta de Oruro participa en esta necesaria diversificación y contribuye, a


su nivel, al desarrollo económico sostenible y de bajo carbono de Bolivia. En
efecto, la electricidad generada por la planta solar e inyectada al conjunto de
la red nacional de electricidad en su primera fase (50 MW) permitirá producir
energía más limpia y reducir las emisiones de GEI de aproximadamente 61
900 toneladas de CO2/año.

El proyecto de esta planta representa un monto total de 86 millones de euros.


El 70 por ciento fue financiado por la AFD (préstamo de 60 millones de
euros), el 10 por ciento por la Unión Europea (subvención LAIF de 8.5
millones de euros) y el 20 por ciento por el Banco Central de
Bolivia  (préstamo de 17.5  millones de euros).
Después de haber participado en el financiamiento de la planta solar de
Oruro, primer proyecto que el grupo financia en Bolivia, la AFD contribuye
ahora a la transición energética del país a través de otros dos proyectos: un
programa de apoyo a las energías renovables (contribución al financiamiento
de los parques eólicos de Warnes II con una capacidad de 21 MW y de La
Ventolera con una capacidad de 24 MW) y un préstamo de política pública
sectorial en materia energética para ayudar a la transición energética de
Bolivia. 

La inauguración de la planta  se llevó a cabo en presencia del vicepresidente


Álvaro García Linera, del ministro de Energía Rafael Alarcón, del ministro de
Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño, del presidente de la Empresa
Nacional de Electricidad (ENDE), Joaquín Rodríguez, del primer consejero de
la embajada de Francia, Dietmar Petrausch y de los jefes de proyecto de la
AFD Dorothée Deckert y Gustavo Zárate.

El contenido de esta publicación es de exclusiva responsabilidad de la AFD y


no representa necesariamente las opiniones de la Unión Europea.
La transición
energética en
Bolivia es posible
POSTED ON
25 febrero 2021
   0    0    New

 WWF Bolivia presenta una serie de documentos técnicos que muestran la


situación energética de Bolivia, desafíos e impactos de la transición
energética.
 El estudio muestra que el consumo de combustibles fósiles en Bolivia al
2040 crecerá 2,2 veces, poniendo en riesgo el logro de las metas de NDC y
del Acuerdo de París.
 Bolivia cuenta con los recursos necesarios para la transición energética. En
20 años, la energía solar fotovoltaica podría multiplicar por 20 las actuales
reservas probadas de petróleo.
 

Santa Cruz, 25 de febrero de 2021.- WWF Bolivia encargó a Energética la


elaboración de análisis y una serie de documentos técnicos que tienen el objetivo
de tener un acercamiento al modelo de transición energética en Bolivia. Los
documentos crean escenarios de comportamiento del sector energético al 2040,
analizando la situación actual y dando propuestas de las acciones que permitirán
alcanzar esta transición.
 
Partiendo de un diagnóstico del sector, se desarrolló un modelo prospectivo, se
analizaron los posibles impactos y costos de la transición y, finalmente se realizó
una revisión rápida de la cartera de proyectos hidroeléctricos en ejecución y en
proyecto.

De acuerdo con las proyecciones que presenta el estudio el consumo de


derivados de petróleo en Bolivia, al 2040, crecerá en 1,8 veces, el consumo de
gas y electricidad no renovable aumentará en 2,2 veces, mientras que el consumo
de electricidad renovable y biomasa disminuirá. Esto pone en evidencia que las
emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia aumentarán, poniendo en
riesgo el cumplimiento de su NDC y del Acuerdo de París.

La transición energética implica sustituir la energía útil que brindan los


hidrocarburos con energía útil de carácter no fósil. El desafío de la transición
energética para Bolivia consiste en, sustituir la mayor parte de los 30,59 millones
de Bep (barril equivalente de petróleo) de energía útil que se prevé los
combustibles fósiles proveerán el año 2040.

Ante este escenario, de manera general se puede afirmar que Bolivia cuenta con
los recursos necesarios para lograr esta transición. En 20 años, la energía solar
fotovoltaica podría multiplicar por 20 las actuales reservas probadas de petróleo y
gas natural y la hidroelectricidad, en el mismo lapso, podría generar una cantidad
de energía equivalente a las actuales reservas probadas de hidrocarburos.

Sin embargo, lograrlo requerirá un esfuerzo desde distintos sectores, públicos,


privados, academia, cooperación y sociedad civil, para hacer frente a los retos que
la transición implica. Por un lado, la característica fluctuante e intermitente de las
energías renovables, el aumento del consumo de energía no renovable, la relación
determinante que existe entre los combustibles fósiles con la economía nacional y
de los hogares, la falta de políticas públicas y la necesidad de invertir en estos
proyectos.

Es por ello que, en marzo de 2020, mesas técnicas fueron implementadas en tres
ciudades del país, presentando los principales hallazgos, generando espacios de
discusión y elaborando recomendaciones para el desarrollo de políticas públicas y
una hoja de ruta para la transición energética en Bolivia.

Los documentos técnicos: Situación energética de Bolivia y desafíos, Impactos


previsibles de la transición energética en Bolivia, Modelamiento del sistema
energético boliviano  al  2040  según  metas  del  IPCC y el Análisis preliminar de
proyectos hidroeléctricos en Bolivia, sus impactos ambientales y la
complementariedad energética, están disponibles para su descarga.

También podría gustarte