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METODOLOGÍA DE LA
INVESTIGACIÓN
“Educación Sexual Integral…
Cuando aparecen tensiones”
Cohorte
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Título:
Resumen:
Tema:
¿Cuáles son las representaciones sociales y/o prejuicios que presentan las docentes de
Segundo Ciclo de la Escuela Primaria 251 del Distrito de Quilmes, para implementar en las
aulas la Ley N°14.744, de Educación Sexual Integral de la Provincia de Buenos Aires?
3- Formulación de objetivos:
Objetivo general:
- Conocer las representaciones y/o prejuicios que tienen las docentes de Segundo
Ciclo de la EP 25, para implementar en las aulas la Ley N°14.744, de Educación
Sexual Integral de la Provincia de Buenos Aires.
Objetivos específicos:
- Identificar cuales son las creencias, representaciones e ideologías de las docentes
de Segundo Ciclo de la EP 25, para implementar o no en las aulas, la Ley
N°14.744.
1
En adelante, EP 25.
- Identificar si las propias representaciones, ideologías y prejuicios -acerca de la
sexualidad- de los docentes son transmitidas cotidianamente a sus alumnos y
alumnas, a través de sus prácticas áulicas.
- Identificar si existe una tensión en lo que prescribe la Ley N° 14.744 y lo que
sucede dentro de las aulas.
La Educación Sexual es un tema del que las instituciones educativas se han ocupado a lo
largo de la historia de diversos modos de acuerdo a determinadas ideologías, enfoques y
determinado imaginario social. Al menos desde lo prescrito, la Educación Sexual en las
escuelas hasta el año 2006 sólo estuvo centrada en la prevención de enfermedades y en
el control médico sin ser concebida como un componente significativo para un desarrollo
integral del sujeto.
Al abordar este tema, el interés se centrará en torno al análisis del impacto que tuvo, en el
marco de la Ley Nacional N° 26.150, la sanción de la Ley N°14.744 de Educación Sexual
Integral de la Provincia de Buenos Aires en el Segundo Ciclo de una Escuela Pública de
gestión estatal perteneciente al Nivel Primario; situada en el Conurbano Bonaerense, más
precisamente en el Distrito de Quilmes.
Según la política educativa vigente, pensar en una Educación Sexual Integral implica,
entre otras cosas, el reconocimiento de la equidad entre hombres y mujeres.
Desde una observación general, parecería ser que de manera explícita o implícita
algunos/as docentes transmiten cotidianamente a sus alumnos y alumnas, a través de sus
prácticas áulicas, sus propias representaciones, ideologías y prejuicios acerca de lo que
cada uno entiende por sexualidad, no interiorizándose quizás en lo que prescribe la Ley
de Educación Sexual Integral.
5-Formulación de hipótesis:
La Educación Sexual Integral, sigue siendo un tema “tabú” para las docentes, por lo que
se dificulta poner en plena vigencia la Ley N°14.744 en las instituciones educativas.
En octubre de 2006, fue sancionada la Ley Nacional 26.150 que da origen al Programa
Nacional de Educación Sexual Integral. Dicha ley establece que:
“Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los
establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las
jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
municipal(…) entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos
biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”.
Según Boccardi (2008) la Educación Sexual argentina ha tenido diversas definiciones con
distintos objetivos y prácticas temporales. Dicho autor, sostiene que desde una
perspectiva diacrónica se pueden apreciar variados significados. Siendo definida a partir
de las postrimerías del Siglo XIX como entrenamiento para controlar los instintos
sexuales, como instrucción para prevenir la sífilis, o como el estudio de la reproducción de
insectos y vegetales, o como la vigilancia y control de las sexualidades, entre otros
significados establecidos por perspectivas y/o sectores dominantes en diversas
coyunturas. En este sentido, podríamos suponer que los significados que se le han
atribuido a la Educación Sexual en períodos de tiempo determinados, han respondido a
relaciones de poder tendientes a regular la sexualidad de la sociedad en su conjunto.
El término género ha emergido en contraposición al de sexo en los 70` con el objetivo de
diferenciar construcciones sociales y culturales de la Biología. El propósito fundamental
del feminismo y de las variantes de género emergentes ha sido desvincularse del
Determinismo biológico, eliminando toda connotación biológica y resaltando el carácter
social, político histórico y cultural de la identidad de género de los individuos (Boccardi,
2008).
Aproximadamente desde los inicios de los años 80`,en nuestro país ha comenzado a
desarrollarse un proceso de cambios en lo que refiere a sexualidad, junto con la
constitución de un marco jurídico propulsado por las luchas de movimientos feministas y
de minorías sexuales; marcando un cambio en las políticas de regulación de la
sexualidad. En el año 2003, ha sido creado el Programa Nacional de Salud Sexual y
Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud2 que, en el año 2004, se ha
convertido en el generador de debates sobre la necesidad del dictado de clases de
Educación Sexual en las escuelas.
Según los Fundamentos de la Ley 14.744 (2015), este abordaje integral supone una
perspectiva transversal que dé lugar a propuestas pedagógicas interdisciplinares
concibiendo a la escuela como un espacio privilegiado de socialización, información y
2
Ley Nacional N° 25.673. Art. 1. 2003
transmisión de valores y saberes socialmente significativos. (Fundamentos de la ley,
2015, p.2)
Esta mirada integral implica la inclusión de aspectos sociales como el abordaje de temas
referidos a las distintas formas de organización familiar, que en la actualidad pueden ir
más allá del clásico mamá-papá / hija-hijo; que daba por sentado que la opción correcta
para todos/as era sólo la heterosexual y no otras, el respeto y cuidado hacia el cuerpo
propio y ajeno, la equidad en las relaciones de género, el respeto por la diversidad de
identidades- entendiendo a la diversidad como parte constitutiva de la sociedad- y la lucha
contra la discriminación y estereotipos presentes en la sociedad.
“Las niñas a las mamás y los niños a los oficios, en el picnic ellas preparan una
rica ensalada mientras ellos juntan ramitas para hacer fuego, ellas acunan a sus
muñecas y ellos fabrican un barrilete y así jugando y jugando, llegan a grandes. Y
cuando se casan ellas se quedan felices en casa cocinando, lavando, planchando,
remendando ropa, esperando el regreso de ellos que han salido contentos a
buscar con su trabajo el sustento para la familia (…) Estas son las imágenes que
transmitían los libros de lectura de la escuela primaria a los niños que pasaban por
las aulas de la escuela argentina durante gran parte del siglo XX”. (P.21-23).
Por lo mencionado hasta aquí, muchos de los relatos de las entrevistadas conducen a
pensar que aparentemente algunos docentes de modo consciente o inconsciente
continúan produciendo y reproduciendo desigualdad de género en las escuelas y que
algunos de ellos transmiten, a través de sus prácticas, las propias ideologías y
representaciones que poseen de la sexualidad.
Por otro lado, resultó interesante cuando al preguntarle a la docente de 4°año qué era
para ella la ESI nos respondió: “desmitificar de que a los chicos los trae la cigüeña (…)
corregir conceptos erróneos que traen los niños con ellos”. A partir del análisis de esta
repuesta, podríamos interpretar que concibe a la ESI desde lo reproductivo, desde lo
biológico, dejando de lado los aspectos sociales.
Por su parte, la docente de 6°año comentó que presentaba un poco de resistencia debido
a los malos entendidos que podían surgir con las familias. Es decir, por las
representaciones que dichas familias pueden llegar a tener sobre la Educación Sexual
centrada en un Determinismo biológico tal como la que recibieron ellos en la escuela .Esto
refleja que el temor a reacciones negativas de madres y padres constituye un elemento
capaz de disuadir a los docentes de encarar la educación sexual con los alumnos. Al
parecer, esta dificultad podría sortearse tal como lo menciona la docente de 6°año,
informando previamente a los padres acerca de la educación sexual que recibirán sus
hijos e hijas. Asimismo, la docente de 5°año mencionaba que trata de evitar en el aula
temas referidos a sexo y posteriormente, reconoce ciertos prejuicios internalizados a partir
de la enseñanza de la Educación Sexual que recibió en su escuela primaria. Resulta
oportuno a fin de profundizar sobre esta idea citar sus propias palabras:
Por haber sido parte de una escuela donde prevaleció durante años el binarismo de
género y por haber recibido en la escuela una Educación Sexual desde la genitalidad y
desde la prevención de enfermedades, probablemente algunas de estas docentes
poseen ciertas representaciones, imaginarios e ideologías con respecto a la sexualidad
que provocan que ofrezcan determinada resistencia a lo que prescribe la ley. Sin
embargo, algunas de ellas demostraron gran interés por desarraigar la reproducción de
desigualdad de género en la escuela y por revertir la concepción de la enseñanza de la
Educación Sexual basada en la Biología. Para argumentar esta percepción de dicho
interés se mencionará; por ejemplo, el relato de la docente de 6°año. Ella comentó que
les propuso a sus alumnos y alumnas que conformaran una única fila cotidianamente y
que en un principio costó lograrlo, pero que luego se convirtió en un nuevo hábito.
Asimismo, la docente de 5°año relató que ella intenta incorporar prácticas innovadoras
referidas a la temática que venimos desarrollando, pero muchas veces la reproducción
sucede sin darse cuenta y; en general, hay situaciones y/o conductas tan naturalizadas en
una escuela que se siguen reproduciendo por la mayoría de los docentes de manera
inconsciente. Con respecto a esta reproducción involuntaria a la que hace referencia esta
docente, se puede agregar que a lo largo de la historia, las personas han construido y
transmitido representaciones sociales y comportamientos esperables para varones y
mujeres generando estereotipos de género que definieron el “ser mujer” y el “ser varón”.
Por lo tanto, estos estereotipos de género son los que de algún modo han legitimado el
poder de los varones sobre las mujeres. En el imaginario social muchas veces parece
naturalizarse la desigualdad de género a través de ciertos mandatos vigentes que aún
subsisten en nuestra sociedad. Los varones aprenden desde niños un ideal masculino
que reprime lo emocional, ejerce la fuerza física, tolera el dolor, ocupa espacios de
privilegio y dominio en su vínculo con las mujeres ; mientras que las mujeres desde niñas
son educadas para la obediencia, sobrevalorando el sentimentalismo que se asocia a una
supuesta debilidad. Situando tradicionalmente al varón en el responsable de la
manutención económica de la familia, ostentando por este motivo mayor poder; y a la
mujer subordinada a las tareas domésticas y a la crianza de los niños.
Educar en sexualidad supone que los docentes entiendan que, con frecuencia, ha
predominado el silencio o la omisión en lo que refiere a cuestiones vinculadas con la
inclusión de aspectos sociales; como el abordaje de temas referidos a las distintas formas
de organización familiar-que en la actualmente pueden exceder el clásico mamá-papá /
hija-hijo- , el respeto y cuidado hacia el propio cuerpo y el ajeno, la igualdad en las
relaciones de género, el respeto por la diversidad de identidades y la lucha contra la
discriminación y estereotipos presentes en la sociedad. Como se mencionó anteriormente,
una mirada integral en educación sexual implica articular aspectos biológicos,
psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
Se puede interpretar -a partir de sus relatos- que algunas de las docentes de Segundo
Ciclo comprenden que es posible abordar la Educación Sexual en las aulas de modo
integral dejando de lado sus posibles prejuicios y propias representaciones de la
sexualidad; otras en cambio, parecería que- de manera consciente o inconsciente- no
pueden desarraigar de la escuela representaciones desigualadoras de género y posibles
prejuicios internalizados de la educación sexual que pueden provocar inseguridad y
ciertos temores a la hora de abordarla. Esto generaría cierta tensión entre lo que
prescribe la política educativa vigente y lo que realmente sucede en las aulas; ya que lo
mencionado puede provocar cierta resistencia a la implementación de la ESI. Como por
ejemplo, le sucede a la docente de 6°año quien nos mencionaba que prefería jerarquizar
otros contenidos y dejaba de lado la enseñanza de ESI en ocasiones, por temor a lo que
puedan pensar las familias y/o como mencionaba la docente de 4°año cuando decía:
“muchos docentes continúan pensando que la educación sexual es solo enseñar el
aparato reproductor de hombres y mujeres”.
Es probable que, como todo proceso, llevará un tiempo que algunas/os docentes logren
adaptarse a esta nueva realidad .Parecería ser que algunas de las entrevistadas
presentan dudas, inseguridades, temores, prejuicios, ideologías, representaciones y
sobre todo falta de contenidos-suponemos que se debe a que por décadas el tema solo
fue tratado desde la Biología y no de modo transversal- ; mientras que otras docentes, se
demuestran más seguras y con conocimiento de la nueva concepción de la ESI.
Elaboración de conclusiones:
El trabajo desarrollado ha permitido ver que la Educación Sexual en las escuelas hasta el
año 2006 -al menos desde lo prescrito ya que en ese año fue sancionada la Ley de
Educación Sexual Integral- sólo estuvo centrada en la prevención de enfermedades y en
el control médico sin ser concebida como un componente significativo para un desarrollo
integral del sujeto.
A partir de las respuestas de las entrevistadas, se pudo inferir que algunas docentes
parecen haber entendido que hay una mirada de género posible que permite transformar
la tarea en el aula; mientras que a otras, pareciera que les resulta más difícil pensar el
trabajo en el aula fuera del binarismo de género y, consciente o inconscientemente,
continúan reproduciendo y perpetuando la desigualdad de género desde la escuela. Es
probable que esto se deba a la presencia de ciertos prejuicios, representaciones y/o
ideologías que llevan consigo sobre la Educación Sexual, y que pueden conllevar a la
existencia de una tensión entre lo que prescribe la Ley y lo que realmente sucede en las
aulas de Segundo Ciclo de esta Escuela Primaria de Quilmes, Buenos Aires.
Se concluirá el trabajo mencionando, que es probable que, como todo proceso, este
cambio de mirada en la enseñanza de Educación Sexual en las escuelas- que implica un
abordaje integral- requiera para su implementación en las aulas un determinado período
de tiempo para que algunas/os docentes logren adaptarse a esta nueva realidad; y así
contribuir de este modo desde la escuela a promover actitudes, conductas y modos de
pensar que denoten respeto y cuidado hacia el cuerpo ajeno y propio, la igualdad en las
relaciones de género, el respeto por la diversidad de identidades y la lucha contra la
discriminación y estereotipos presentes en la sociedad con el fin de favorecer una
convivencia saludable.
Bibliografía:
Documentos de consulta: