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ACTIVIDADES

Segundo curso
Curso 2013-2014

Alumno/a: P. Carlos R. Álvarez (M.I.)


Trabajo del módulo: M 1. Counselling en el campo
sociosanitario: Enfermos crónicos y paliativos
Para la profesora: Esperanza Santos
MASTER COUNSELLING. 2º AÑO. CURSO 2013 – 20º14

TAREA DEL MODULO: COUNSELLING EN CONTEXTO


SOCIOSANITARIO. COMUNICACIÓN CON ENFERMOS CRONICOS Y EN
CUIDADOS PALIATIVOS.

Elige un caso de entre los siguientes y realiza las siguientes tareas.

1.- Justifica el porqué de la elección (unas líneas)


2.- Recrea un diálogo entre las personas implicadas. Tú eres el counsellor, en el
papel que tú elijas (Parte principal: entre 3 o 4 caras de un mismo folio)
3.- Explica brevemente, al final, cuáles han sido las dificultades que has tenido tú
como counsellor al afrontar esta situación. (Máx. Una cara de un folio).
En total 4-6 caras de folio

1.- Justifica el porqué de la elección (unas líneas)

He elegido el caso Nº 2. Me ha parecido un caso interesante debido a que Antonio


conoce su situación y, aunque sabe de la gravedad de la misma, se le ve un hombre
con ciertas preocupaciones que se expresan mediante temores y angustias.
En el hospital adonde trabajo me encuentro, generalmente, con casos similares
algunos con el matiz de que la familia hizo una conspiración del silencio, prefiriendo
que el enfermo no sepa, absolutamente nada, de su gravedad. Analizar el caso de
Antonio es un desafío ya que este paciente sabe lo que tiene y así lo expresa al
comunicarse.
Haber cursado este módulo ha despertado en mí el deseo de profundizar sobre la
comunicación con los enfermos crónicos teniendo en cuenta no solo la dimensión
espiritual, ya que soy capellán, sino también las otras dimensiones presentes en el ser
humano.

2.- Recrea un diálogo entre las personas implicadas. Tú eres el counsellor, en el


papel que tú elijas (Parte principal: entre 3 o 4 caras de un mismo folio)

Haciendo la visita diaria a los pacientes internados en la Unidad de Cuidados


Paliativos, entro en la habitación adonde se encuentra Antonio. Un señor de 72 años,
empresario jubilado, casado y con cuatro hijos ya independizados. La habitación está
muy iluminada, debido a los grandes ventanales que tiene, se encuentra muy
acomodada. La esposa de Antonio se encuentra sentada en el sillón de acompañante
al lado de la cama de su esposo. Están tomados de la mano.

Capellán 1. (C) Buen día


Antonio y María 1. (A); (M): Buen día
C.2. Soy el Capellán del Hospital, mi nombre es Carlos y estoy haciendo el recorrido
diario a los pacientes de la UCP del Hospital.
A.2. Mucho gusto Padre. Me llamo Antonio y ella es mi mujer María (les saludo a
ambos). Hoy vine a la consulta y me hicieron quedar porque el médico me dijo que
quiere repetir unos análisis... parece que vio algo que le llamó la atención.
C.3. ¿Ha sido una sorpresa para Ud. tener que quedarse?
A.3. Imagínese Padre vine para la consulta e irme a casa y me hicieron quedar. Pero
si el médico ha dado esa orden...
C.4. Sin lugar a dudas ha dado esa orden buscando su bien.
A.4. Sí, no dudo de eso porque ya desde hace bastante tiempo que me viene tratando.
Él fue quien me ha descubierto las enfermedades que me aquejan (veo que su rostro
se entristece).
C.5. Por lo que me dice el médico lo conoce pero ¿cómo se siente Ud. Antonio?
Pareciera que algo le preocupa.
A.5. Sí Padre hay algunas cosas que me preocupan...
M.1. ¿Sabe que sucede Padre? que mi esposo es muy aprensivo. Cuando el médico le
ha dicho que debía quedarse para hacerse algunos estudios se ha entristecido mucho y
comenzó a pensar tonterías. (Se da vuelta y mira por la ventana. Miro a Antonio y
veo que hace un gesto tomándose la cabeza. Interpreto que ese gesto es un gesto de
cansancio y malestar. María, se gira y me dice que irá a tomar un café así podemos
conversar solos. La saludo y retomo la conversación que había sido cortada por la
intervención de ella).
C.6. Me decía Antonio que hay algunas cosas que le preocupan.
A.6. Si Padre, me siento muy cansado de venir al Hospital, de que me ingresen, de
hacer tratamientos que no sé si es para mejorar o qué. Siempre cargando esta cosa por
todos lados.
C.7. (Veo que lleva una bala de oxígeno que se encuentra al lado del armario ya que
él tiene colocadas las gafas nasales para el oxígeno). Percibo que esa bala de
oxigeno no es vista como su amiga estimado Antonio.
A.7. Es verdad más que amiga la veo como una carga que me limita cada vez más.
C.8. Ud. ve que le limita sin embargo ella le da el oxígeno necesario para vivir.
A.8. Tiene razón Padre sin ella no podría vivir... mi vida no es como la de antes. No
puedo salir ni caminar, ni correr, ni hacer deportes como lo hacía... casi nada puedo
hacer sin esta bala y con ese maldito cáncer que tengo.
C.9. Sin lugar a dudas su vida ha cambiado mucho Antonio. Entiendo que lo que le
sucede no es fácil. Debe resultarle duro asumir ciertas limitaciones a alguien tan
activo como Ud.
A.9. Cierto... he sido una persona muy activa, muy enérgico, siempre tomando
decisiones y ahora...
C.10. ¿Qué le hace pensar que ahora no puede tomarlas?
A.10. Ahora debo aprender a vivir de nuevo.
C.11. Si, eso es verdad tendrá que aprender a hacerlo. Hace un momento me decía
que era una persona enérgica que siempre estaba tomando decisiones…
A.11. ¿Qué decisiones puedo tomar Padre?
C.12. Me animaría a decirle que algunas tendría que tomar porque hacen parte de su
vida y de su persona.
A.12. Fíjese Padre que vengo al Hospital y los médicos me dicen que, seguramente,
la quimioterapia tendrá poco éxito. Tengo miedo de lo que quieran hacer conmigo.
Recién me preguntaba si tomaba o no decisiones... de verdad ¿cree Ud. que puedo
tomar decisiones así?
C.13. Antonio sé que Ud. conoce su situación física y esto le pone dudas sobre lo
que se puede lograr con una nueva quimioterapia o lo que le puede suceder…
siempre somos protagonistas de nuestra vida.
A.13. Si Padre (mueve la cabeza afirmativamente). Tengo miedo que, llegado el
momento, me “mantengan” y así prolonguen mi vida con intentos que no lleven a
nada. Será que ¿me harán sufrir más? A veces me da miedo que me dañen más.
C.14. ¿Ahí está la preocupación real que tiene en su corazón Antonio?
A.14. Sí, tengo miedo a sufrir y que hagan experimentos conmigo que no sirven para
nada. Veo en la TV y en el periódico escritos sobre personas que más que ayudarlas
pereciera que experimentan con ellos... Todavía me acuerdo de las fotos de Franco...
enchufado, lleno de cables... a mí no me gustaría que eso me pasase.
C.15. Por lo que veo no le gustaría, llegado el momento, que le aplicaran un método
extraordinario para prolongarle la vida.
A.15. No, no me gustaría para nada porque me parece indigno para cualquier
persona. No me gustaría que me hicieran esas perrerías solo para mantenerme vivo...
si ya ha llegado mi hora ¿para qué mantenerme aquí?
C.16. Entiendo su preocupación Antonio, he visto algunas situaciones como las que
me describe.
A. 16. Le pregunto algo Padre ¿no habría alguna manera de prevenir ese tipo de
abusos?
C.17. Ya que me lo pregunta quizá pueda indicarle un medio. Desde hace años existe
un Documento de la Comunidad Valenciana que habla de ello...
A.17. ¿Y qué coño dice ese Documento?
C.18. A lo que me refiero es a la Ley 1/2003 de la Generalitat Valenciana sobre los
Derechos e Información al Paciente ahí se habla de algo que se llama Voluntades
Anticipadas.
A.18. No sabía que esa Ley existía.
C.18. Sí existe desde el 2003. Esa Ley le permitiría mantener el control de tu vida y
su tratamiento incluso en el momento en que esté tan grave que no pueda tomar
decisiones. (Abre grandes los ojos, está sorprendido por lo que le estoy diciendo).
A.19. Padre a mí me alegra saber esto que me está diciendo y me parece fenomenal.
Me gustaría consultarlo con la mujer y los hijos para saber su opinión. Somos muy
unidos y todo lo hablamos ¿Ud. podría explicarles a ellos si hiciera falta?
C.20. Me parece muy bien Antonio. Una decisión así de tanta importancia tiene que
ser consultada, hablada y meditada junto con aquellos que nos aman. Además, en ese
documento se dice, que Ud. puede determinar qué cuidados desea que le apliquen.
Existen Cuidados Paliativos que pueden hacer que tenga cierta calidad de vida dentro
de las limitaciones que la enfermedad le impone.
Claro que puedo explicarles si lo consideran necesario.
A.20. Qué buena información me ha dado. No se imagina lo contento que me pone.
Hablaré con mi familia pero también lo haré con el médico que me sigue.
C.21. Me alegro haberle sido útil y me parece muy acertado que hable con sus
familiares y con su médico. .
A.21. Padre que alivio me ha dado, que bueno que haya venido me siento mejor.
Gracias. Le diré a María que avise a los hijos y le diga que quiero hablar con ellos.
C.22. De nada Antonio, me alegro que se encuentre mejor. Ya vendré a verle mañana
para ver cómo se encuentra ¿le parece?
A.22. Sí claro, ¿podríamos vernos hacia el mediodía después que pase el médico?
C.23. Sí, me viene bien pasar a esa hora. Hasta mañana entonces. Dios le bendiga.
(Se lo digo mientras le doy la mano). ¿Quiere que llame a su esposa?
A.23. Si por favor llámela. Gracias Padre nos vemos mañana.

Inicio la visita en el Hospital teniendo muy en cuenta a los pacientes a los que les
prometí, el día anterior, visitarlos al día siguiente. Me dirijo a la habitación donde
se encuentra Antonio. Entro en ella y veo que está solo.

C.1. Buenos días Antonio


A.1. Buenos días Padre (se gira hacia donde me encuentro y veo su rostro triste)
C.2. Le noto triste (me hace seña de que me siente en el asiento del acompañante)
A.2. Sí, estoy mal porque tengo malas noticias, recién se va el médico… ha
empeorado el puñetero cáncer.
C.3. Cuanto lo siento Antonio, ahora me explico por qué esa preocupación y tristeza
en su rostro.
A.3. Como sabe tengo cuatro hijos, nietos, la mujer y me preocupa como vivirán lo
que me sucede. El médico no me lo dijo con estas palabras pero todo indica que de
esta no salgo.
C.4. Esta noticia es dura de asimilar y tu preocupación es legítima. Me habló de su
familia y de su miedo pero Antonio ¿Qué es lo que le angustia específicamente de
esta circunstancia?
A.4. Yo me pregunto ¿cómo quedará mi mujer después que yo me vaya? Es que
somos tan unidos.
C.5. Se nota esa unidad nada más verlos hasta me atrevería a decirle que se observa
cierta complicidad entre vosotros.
A.5. Nos conocemos de toda la vida Padre (se le humedecen los ojos) la quise desde
el momento que la vi y ella a mi igual.
C.6. Ya que existe tanta confianza y unidad ¿pudo hablar con ella sobre lo que le ha
dicho el médico?
A.6. No, porque ella se fue a casa antes de que el médico viniera… tenía que hacer
algunas cosas y yo le pedí que aprovechara y descansara. En unos momentos vendrán
nuestros hijos.
C.7. ¿Con ellos hablará sobre lo que le dijo el médico?
A.7. No lo creo porque vendrán con los nietos. La que me preocupa es mi esposa, es
una buena mujer que ha sufrido mucho con todo esto. No sé si decirle lo que me
dijeron o si esperar.
C.8. ¿Piensa que hablando de este tema le añadiría más sufrimiento?
A.8. En verdad que… no lo sé… me siento triste y confuso. Tarde o temprano tendré
que hablar con ella.
C.9. Estimado Antonio ¿puedo sugerirle algo?
A.9. Sí, Padre dígame
C.10. ¿Qué le parece de hablar primero con sus hijos y luego, juntos, hablarle a su
esposa? Si le parece puedo acompañarlos en ese momento y en el proceso que vayan
a emprender.
A.10. Sí, es verdad. Le agradecería mucho si lo hace porque pienso que Ud. puede
ayudarnos en esos momentos en los que se plantearía el tema de mi partida.
C.11. Con mucho gusto lo haré Antonio, cuando Ud. lo crea conveniente hágame
saber y yo estaré a vuestra disposición.
A.11. Gracias Padre no sabe el peso que me quita de encima (por primera vez
durante el encuentro le veo sonreír, me extiende su mano le doy mi mano derecha y
hace una leve presión. Coloco su mano izquierda sobre la suya y dice:) Gracias por
estar.

En ese momento entra la Enfermera, saluda y avisa que debe hacer los controles de
enfermería. Me despido de Antonio. Le saludo y le recuerdo que quedo a la espera
de su llamada. Me agradece y me retiro de la habitación.

Mientras camino por el pasillo pienso que, llegado el momento, tendré que
acompañar a Antonio en su dimensión espiritual centrándome sobre todo en la
Misericordia de ese Dios que le regaló la vida. Antonio es su hijo y de eso no cabe
duda.

3.- Explica brevemente, al final, cuáles han sido las dificultades que has tenido tú
como counsellor al afrontar esta situación. (Máx. Una cara de un folio).

En un primer momento he sentido cierto temor ya que se trataba de bajar la teoría a


la práctica. Conversar con Antonio me ayudó a desbloquearme y no pensar “ahora
debo reformular, empatizar, etc. etc.” He dejado que la conversación fluya y que sea
Antonio quien dirija la conversación acogiendo, escuchando y sobre todo siendo
auténtico.

Me he esforzado para explicarle a Antonio el contenido de la Ley de la Generalitat


Valenciana. Quería utilizar un lenguaje comprensible para que me entendiera.
Considero que muchas palabras técnicas, en un ambiente como el Hospital, pueden
embrollar más que aclarar.

Por mi experiencia pastoral, pude comprobar que hay un cierto desconocimiento en


algunos enfermos crónicos y/o terminales de su estado y de sus derechos
(consentimiento informado; voluntades anticipadas, etc), motivado por la familia. En
algunos casos este desconocimiento interfiere en el acompañamiento del paciente.

El caso de Antonio me ha permitido hablar claramente con él ya que no había lugar a


la conspiración del silencio. Pienso, que llegado el momento, se podría hacer un
acompañamiento más completo teniendo en cuenta todas las dimensiones que tiene
como ser humano.
No he tenido mayor dificultad en hablar con Antonio. He preferido abordar la visita
desde lo social y no tanto desde la espiritual amoldándome a la necesidad que el
paciente me manifestaba.

En la segunda visita a Antonio las cosas cambiaron. El diagnóstico médico era que la
enfermedad había avanzado. Esa noticia trajo al paciente cierta inquietud ya que
existía la preocupación por su esposa, sus hijos estaban independizados, y según el
pensamiento de Antonio ella quedaría sola. El vínculo entre Antonio y María era muy
fuerte, habían estado siempre juntos.

Se planteó el tema de que él tenía que comunicarles a sus familiares el estado en el


que se encontraba. Le angustiaba como hacerlo pues se sentía confundido. Me vi
invitado a proponerle la manera de hacerlo: primero a sus hijos y luego, todos juntos,
a su esposa. Me ofrecí a estar presente en esos momentos si a él le parecía. Él lo
aceptó.

No sé qué cuanto de vida tiene Antonio ni cuanto tiempo permanecerá en el Hospital,


pero me hice el propósito de que cuando me necesite ahí estaré. No veo como
heroica mi actitud, creo que es una actitud de justicia y caridad hacia quienes nos
necesitan porque en definitiva todos, absolutamente todos, somos reflejo de Aquel
que por nosotros sufrió y nos salvó.

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