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Seminario de Silencio Biografía del Silencio

Ratas de biblioteca

La práctica de la meditación puede seguramente resumirse en saber estar aquí y ahora. No


otro lugar, no otro tiempo. Esto significa que se trata de una práctica de re-unificación, de re-unión.
Queremos estar con nosotros: nuestra inconsciencia habitual lo rehúye, pero nuestra conciencia
más honda lo sabe.
Cuesta mucho bajar a esas profundidades donde late esta sabiduría; la mayoría de las
personas que conozco no frecuenta esta zona de su ser jamás. Hasta ignoran que exista algo así.
También hay quien se mofa de quienes hablamos en estos términos. Estos últimos son, por lo
general, ratas de biblioteca; sólo han leído, no han vivido; piensan que el mundo cabe en una
categoría mental.
La meditación en silencio y quietud es el camino más directo y radical hacia el propio interior
(no recurre a la imaginación o a la música, por poner un par de ejemplos, como sucede en otras
vías), y eso requiere un temple de soldado y una firme determinación. No es excepcional que quien
se decida por una meditación tan dura y seca como aquella de la que estoy hablando haya pasado
por otras muchas disciplinas espirituales de búsqueda interior; y tampoco es excepcional, según he
podido constatar, que muchos salgan espantados tras las primeras sentadas. ¿Por qué? Porque se
trata de algo muy físico y muy sobrio.
Es cierto que son muchos los intelectuales que, sin haberse sentado a meditar ni una sola
vez, se han sentido atraídos por el silencio; pero tal fascinación, si no va acompañada por la práctica,
sirve de muy poco. En la meditación silenciosa y en quietud no hay adornos ni florituras: basta una
habitación que no esté demasiado caldeada ni demasiado fría; basta un banquito o un cojín para
sentarse y una esterilla; acaso incienso muy suave, o incluso un pequeño altar con una vela
encendida… Todo está al servicio del recogimiento; todo invita a la interiorización.
(P.d, BdS, 35)

TRÍADAS

 ¿Quieres estar contigo mismo? ¿Te gusta la soledad, es decir, tu propia compañía?
 Todo lo que has leído de meditación, ¿te ha ayudado para la práctica? ¿Crees que ha podido
perjudicarte en algún sentido?
 La meditación requiere un temple de soldado y una firme determinación, se dice aquí.
¿Tienes tú ese temple y esa voluntad? ¿Los ves necesarios?

Extracto de Biografía del Silencio de Pablo d’Ors para la Asociación Privada de Fieles Amigos del Desierto
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