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Seminario de Silencio Biografía del Silencio

Frutos de la meditación

Casi todos los frutos de la meditación se perciben fuera de la meditación. Algunos de estos
frutos son, por ejemplo, una mayor aceptación de la vida tal cual es, una asunción más cabal de los
propios límites y de los achaques o dolores que se arrastren, una mayor benevolencia hacia los
semejantes, una más cuidada atención a las necesidades ajenas, un superior aprecio a los animales
y a la naturaleza, una visión del mundo más global y menos analítica, una creciente apertura a lo
diverso, humildad, confianza en uno mismo, serenidad… La lista podría alargarse.
En la práctica constante de la meditación se comprueba que, si has roturado tu conciencia a
conciencia y te has abonado bien, todo crecerá espléndidamente. Vivir es prepararse para la vida.
Todo esfuerzo que se invierte en uno mismo da fruto tarde o temprano. Claro que los frutos suelen
tardar en cosecharse, pero se cosechan, ¡vaya que se cosechan! Que se lo digan a los artistas que,
tras largos años de formación, dan a luz, graciosamente, como si nada, una obra maestra. No ha
sido graciosamente, no ha sido como si nada. El tronco tenía raíz, la fruta estaba madura.
(P.d, BdS, 39)

TRÍADAS

 ¿Qué frutos de la meditación crees percibir en tu vida ordinaria? ¿Compartes alguno de los
muchos que aquí se mencionan?
 ¿Tienes algún propósito al meditar o más bien lo haces sin ninguna expectativa?
 La realización humana consiste en la armonía entre la experiencia y la expresión, entre lo
que sentimos y pensamos con lo que decimos y hacemos. De cara al exterior, ¿eres quien
realmente eres por dentro?

Extracto de Biografía del Silencio de Pablo d’Ors para la Asociación Privada de Fieles Amigos del Desierto
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