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“LA LETRA MATA, EL ESPIRITU VIVIFICA”

“Si te atreves a sentirte y a mostrarte más allá del ego

y lo superficial hacia tu ser autentico, hacia tu centro.

Atreverse a sentir es ir hacia adentro, más allá de la

máscara. Todas tus emociones son manifestaciones de

quien eres tú y si les das espacio a que sucedan te permites

conocerte de verdad.

Meditar es precisamente volver a tu centro, crear espacio

entre tú y tu mente, convertirte en observador de tus

pensamientos y de todo lo que pasa dentro de ti.

Meditar es no hacer, simplemente ser. Meditar es

convertirte en el centro del universo. El ojo del ciclón. El

testigo desapegado de lo que pasa.

Por miles de años los grandes maestros de la humanidad

han propuesto la meditación como el método para crear un

centro dentro de ti” (1).

La gran mayoría de grupos o fraternidades místicas como la


Masonería y la Rosacruz entre otras, recomiendan en alguno de sus
grados medios o superiores, la meditación como un camino para
reencontrarse con la verdadera identidad; Esta técnica no es
exactamente una fuga de la realidad circundante cerrando los ojos e
inhibiendo el resto de los sentidos y toda actividad mental, sin
embargo, hacer lo anterior como principio de toda meditación, es muy
difícil, dado que nuestra mente está acostumbrada a pensar
constantemente, y pedirle que permanezca quieta, en silencio es para
ella, como cerrar la boca y la nariz sin respirar por largo tiempo y sentir
que se muere.

Quien nos dificulta encontrar nuestra propia y original


identidad… Es el mismo que la busca, nuestro propio ego.
El ego es como la medusa de Perseo, la cual posee tantas caras como
serpientes por cabello, y busca convertir en estatuas inmóviles de
piedra a quien se le enfrente, sin embargo, desea secretamente ser
igual o unirse al ser interior del hombre convirtiéndose en uno solo
para escapar de a la maldición de Atenea.
“No podemos nosotros, ni hay poder en el mundo fuera de

vos mismo, que pueda iniciaros en el ultérrimo secreto del

Gr. VXIII Caballero Rosa Cruz. En el silencioso santuario

de vuestro fuero interno cintila la luz y solo vos,

únicamente vos solo, podéis, con esfuerzo y voluntad

inquebrantable penetrar hasta ese lugar; El Gr. VXIII

señala al franc-masón el sendero de retorno y le

proporciona las herramientas del Cc. Rosa Cruz para que

pueda desbrozar su camino y posar sus plantas en él; Pero

cada quien tiene que hacer, en el silencio y soledad lo

demás” (2).
Estas herramientas son la concentración y meditación, como lo
sugiere más adelante la liturgia; Pero son pocos quienes se atreven a
tal propósito, la gran mayoría prefiere el confort del entendimiento
intelectual que solo les aporta palabras y conceptos estériles como lo
dice San Pablo: 2 Corintios 3:6 “Porque la letra mata, mas

el espíritu da vida”, y desgraciadamente no son pocos quienes


guardan palabras vacías de contenido y experiencia personal como
valiosos secretos de oropel.
Busca el espíritu de las palabras, porque las palabras por sí solas son
estériles y solo glorifican el ego,

La sociedad nos exige “roles” para ser aceptados, de tal


forma, que los vamos acumulando y la suma y repetición de estas
falsas identidades va formando el ego y una falsa personalidad,
palabra que quiere decir “mascara”, lo que es lo mismo que de decir
“falsa identidad”.
La meditación nos lleva al proceso de recuperación de esta identidad
perdida, porque de ningún modo podemos pretender comprender el
Arte Real de la Masonería, y menos al G,’, A,’, D,’, U,’ o Dios más allá
de las superficialidad de la palabras.

Para una gran mayoría de personas hablar de Dios es


hacerlo de religión, y no es así; Dios no tiene religión; Dioses
existen muchos, y todos ellos solo son caras de un solo prisma o Dios
único y universal; El alma del hombre es Dios como una proyección
del Dios único y cósmico, como lo dice la liturgia del Gr. XVIII
Caballero Rosa Cruz; como también, el ideal o anhelo más elevado y
perfecto que el hombre es capaz de imaginar, y como un anhelo
humano, es al hombre a quien le corresponde darle existencia y
manifestación “en” y “por” él mismo sobre la tierra.

La meditar no es reflexionar, ni tampoco es necesario adoptar


posiciones extrañas o esa serie de parafernalias tan importantes para
la cultura oriental, pero no para nosotros que somos occidentales con
diferentes raíces, cultura, e idiosincrasia.
La meditación consiste inhibir el efecto de todo “ruido” del mundo
exterior y de nuestra mente, e introvertir nuestra consciencia en
búsqueda de nuestra propia esencia, nuestro ser interior, y en ese
prístino estado de consciencia encontrar respuestas al motivo o
propósito de nuestra meditación.

“Meditar significa: Éxtasis de estar solo; Un viaje a

nuestro interior es un viaje hacia la soledad absoluta; ahí

no podéis llevarte a nadie con vos; No podéis compartir tu

centro con nadie; Desde el momento que entras en tu

interior, se rompe todas las conexiones con el mundo

exterior, se rompen todos los puentes; La meditación es

nada más que un artificio para que tomes consciencia de

tu verdadero ser, el que no creaste, el que no necesita que

vos lo crees, el que ya sois; Naces con él… ¡Lo sois! Y

necesita que lo descubras; Meditar es presenciar; Meditar


significa volverse un espectador” (3). Porque uno es el que
habla y otro el que escucha.

La meditación te lleva a la experiencia vivencial de la


revelación del misterio de la alegoría de la exaltación al Gr. De
Maestro Masón, y alcanzar la experiencia de observador de tu propia
mente y cuanto sucede subjetivamente en tu interior, es alcanzar el
grado de Maestro Secreto, el cual te revelara el misterio del resto de
los grados de la Masonería Escocesa.
“Buscamos fuera lo que existe dentro de nosotros desde el principio,
“La palabra perdida eres tú, tu alma, tu entidad

verdadera, tu ser autentico, el maestro secreto con la cual

debes ponerte en contacto y buscar la iniciación

trascendental” (2).

“La letra mata, el espíritu vivifica” 2 Co. 3:6


Pax Vobiscum.

Lázaharo Hael,’,
Nota:
El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente
representan la opinión de la orden.
No escribo para todos, pero, todos son invitados a leer.
Culiacán, Sinaloa. México. A 21 de agosto del 2013.

Bibliografía.
(1).- Liberando al esclavo.- Anand Dílvar.
(2).- Liturgia del Gr. XVIII Caballero Rosacruz.
(3).- Meditación: La Primera y la última libertad.- Osho.

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