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Discipulado introductorio Alabanza y Adoración Betel

TALLER #4

I. Nuestra función Sacerdotal de alabanza.

Así como Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, nosotros compartimos Su sacerdocio.


Cada creyente es un sacerdote para Dios. (Apocalipsis 1:6)

Sacerdocio Real:

Melquisedec:

Era el Rey/Sacerdote de Salem (la ubicación actual de Jerusalén) En contraste con el


sacerdocio Aarónico (primer Sacerdote), Melquisedec no tenía genealogía registrada.
Era un Sumo Sacerdote escogido por Dios, no uno nombrado por la ley.

El escritor del libro de Hebreos revela el ministerio sacerdotal de Jesús como el de un


Rey/Sacerdote que permanecerá para siempre como un sacerdote según el orden de
Melquisedec. (Hebreos 7:1-3, 17)

La función del sacerdocio de Melquisedec era el de “acercar a Dios”. La palabra


sacerdote significa “acercar”. (Hebreos 7:19)

David:

Como Rey, también operó como Sacerdote. Mientras David funcionó en su sacerdocio
al estilo de Melquisedec, él tipificó el ministerio sacerdotal venidero de Jesús.
Mientras David dirigía al pueblo en alabanza y adoración, lo estaba dirigiendo para
acercarse a Dios.

Cumplido en Jesús:

Debido al ministerio sacerdotal de Jesús, nosotros como Sacerdotes podemos entrar


con confianza en la Presencia de Dios y acercarnos a Él en nuestra alabanza y
adoración.
II. Viviendo como Sacerdotes.

Como creyentes/sacerdotes que ministran al Señor en alabanza y adoración, debemos


conocer nuestro llamado, nuestro comportamiento, nuestras vestiduras y nuestras
ofrendas. 1 Pedro 2:5,9.

Caminando como personas dignas de nuestro llamado:

Pablo nos animó a que viviéramos una vida digna de nuestro llamado, Efesios 4:1.

 Un pueblo Santo: Hebreos 12:14, 1 Pedro 1:15-16, Efesios 5:27.


 Una conciencia limpia: Los requisitos para la adoración no han cambiado. Así
como Dios requería ciertas cosas de los sacerdotes, las requiere de nosotros.
Hebreos 10:22.
 Un corazón concentrado: Salmos 88:11. “Concentra mi corazón para que tema
tu nombre”, significa traer todo pensamiento a la unidad en la adoración.
Santiago 4:8,10.
 Un corazón puro: Salmos 24:3-4. Debemos examinar nuestras motivaciones
ante Dios.
 Un espíritu quebrantado: Salmos 51:17. Un espíritu quebrantado es un espíritu
que ha aprendido disciplina y obediencia, y que está rendido al Señorío de
Jesús.
 Reverencia hacia Dios: Salmos 89:7.
 Separados del mundo: Colosenses 1:13.

Tarea

a) Escriba un ensayo sobre “¿Qué es adoración?”, con sus ideas y argumentos


personales, según lo aprendido en los talleres de inducción al ministerio. (Una
página mínimo) Enviarlo al correo: betel.cenfolccs@gmail.com

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