Está en la página 1de 3

EL sacerdocio y el ministerio

El propósito divino es hacer de Jesucristo la Cabeza suprema sobre todas las


cosas.
La iglesia es el instrumento para la realización de este propó́sito. Debido a la
pobre situación en que se encuentra la iglesia,
Dios busca asegurarse para sí una compañía representativa
un fiel remanente
una vasija de vencedores
que lleve a cabo Su propó́sito por dentro de toda la iglesia.
Dios está procurando un testimonio que sea puro, un testimonio de creyentes
que estén marcados por la gloriosa simplicidad que hay en Cristo.

Dios está buscando una vasija que tenga su forma y conozca la cruz por su
propia experiencia y que esté construida en unidad sobre la base de la vida de
Dios.

El Señor desea ganar un pueblo en el que Cristo tenga la Preeminencia – en


forma corporativa y no individual.

El ministerio de la iglesia.
Podemos decir que hay cuatro aspectos referentes al llamado de Dios, con
respecto al ministerio. Estos aspectos están ilustrados en el Antiguo Testamento.

Los cuatro aspectos son:


Sirvientes, Reyes, Guerreros y Sacerdotes.

1- Como sirvientes, esperamos en Dios y servimos a los hombres.

2- Como reyes, representamos a Dios ante el hombre y poseemos autoridad de


gobernar.

3- Como guerreros entramos en la batalla de Dios y peleamos Su batalla.

4- Como sacerdotes representamos a los hombres delante de Dios.

De manera interesante, esos llamados son exclusivos.


Bajo la Antigua Alianza uno no podría ser rey y sacerdote a la vez.
Los sacerdotes no tenían nada, pero los reyes eran muy ricos.
A los sacerdotes les estaba prohibido pelear en las batallas, en tanto que los reyes,
peleaban frecuentemente en las batallas.
Los sacerdotes podían hacer sacrificios antes Dios en tanto que los reyes no
podían. Los reyes procedían de Judá en tanto que los sacerdotes descendí́an de
Leví. Sin embargo, bajo la Nueva Alianza aquellos que están en Cristo cumplen
todos esos llamados en forma simultánea.

Apocalipsis 1:6
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos. Amén.

Apocalipsis 5:10
Nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra

En Él, Cristo nos ha hecho reyes y sacerdotes. Somos reyes y sacerdotes a la vez.
Pablo describe al creyente como no poseyendo nada (sacerdotes) y a la vez Comentado [1]:
poseyendo todo (reyes). Comentado [2]:

2 Corintios 6:10
Como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo.
Así́ pues la iglesia es un sacerdocio real.

1 Pedro 2:9
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable.

En los capítulos que siguen, examinaremos las calificaciones, la preparación y el


trabajo de la iglesia en consideración al sacerdocio del Antiguo Testamento. Y a
la vez que miramos al Antiguo Testamento, buscaremos descubrir su significado
espiritual en lugar de apoyarnos sus implicaciones literales.
En el día de hoy, Dios quiere establecer Su sacerdocio. No está interesado en
restaurar el antiguo sacerdocio levítico de la administración mosaica. Así́ pues no
es la intención de Dios que restauremos el portar trajes especiales ni reactivar los
sacrificios de animales en un templo físico. Todas aquellas leyes ceremoniales
contenidas en el Antiguo Testamento, fueron simplemente dibujos que ilustraban
las realidades celestiales que ahora poseemos en Jesucristo.

Hebreos 8:4-5
Así́ que, si estuviera sobre la tierra, ni siquiera seria sacerdote, habiendo aún
sacerdotes que presentan las ofrendas según la Ley
5 Estos sirven a lo que es figura y SOMBRA DE LAS COSAS CELESTIALES,
como se le advirtió́ a Moisés cuando iba a erigir el Tabernáculo, diciéndole:
«Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el
monte.

Hebreos 10:1
La Ley, teniendo la SOMBRA DE LOS BIENES VENIDEROS, no la imagen
misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

Colosenses 2:16-17
Por tanto, nadie os critique en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días
de fiesta, luna nueva o sá́bados.
Todo esto es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

El sacerdocio y todo lo que está relacionado con él apunta a Jesucristo y a Su


gloriosa iglesia. Ellos son una “sombra de cosas venideras”. Por tanto, Dios nos
está llamando a administrar como sacerdotes espirituales, con sacrificios
espirituales en Su espiritual tabernáculo. Con este pensamiento en mente, Pedro
escribe:

1 Pedro 2:5,9
Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio
de Jesucristo.

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable.

También podría gustarte