“Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero,
en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello. Lo que ustedes aprendieron y recibieron de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de paz estará con ustedes” Según Dr. A. Hart (Senior Professor of Psychology & Dean Emeritus Fuller Theological Seminary) es necesario tres semanas de esfuerzo constante para que un hábito nuevo reemplace uno viejo.
Este concepto es válido también para las creencias; es decir,
cuando decides tomar una creencia y durante tres semanas consecutivas le contrapones una Palabra de Verdad, puedes esperar un cambio de pensamiento. Por ejemplo: Cuando pequeño un día te dijeron, “nunca podrás terminar nada” al identificar esta creencia, declaras :
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Filipenses 4:13
“En mi corazón he atesorado tus palabras,
para no pecar contra ti”. Salmo 119:11 Existen tres factores importantes que pueden acelerar el proceso de implantar una creencia nueva en tu corazón y liberarte de las nocivas. Estos factores son: la entrega, la pasión y la inmersión diaria. Entrega Al hablar de entrega, nos referimos a tres aspectos que debemos ofrecer intencionalmente a Dios con todo el corazón y son: Entregarte a Dios día a día: Es importante meditar en la Palabra diariamente pues la tendencia natural será regresar a las viejas creencias. Entregarle tu mente: tu mente es tierra fértil, por eso es necesario que la abones diariamente con la Palabra de Dios. Entregarle tus expectativas: No te crees falsas expectativas. Entrega a Dios tus planes. Pasión
Aquello que consume tu vida es tu pasión, y con frecuencia nos
apasionamos por cosas que nos hacen daño. Por eso es tan importante examinar nuestras creencias más profundas y descubrir si lo que valoramos en nuestro corazón, es en realidad digno de nuestra pasión. Inmersión diaria
Sumergirte en la Palabra. Tener intimidad con Dios día a día.
Cinco pasos para cambiar las creencias que no reflejan el carácter de Dios 1. Identifica la creencia que necesita ser reemplazada:
El propósito de todo ser humano nacido de nuevo, es ser
transformado a imagen de Dios.
2. Admite las creencias de tu vida que no se alinean con
la voluntad de Dios:
La única manera de liberarte de las creencias que te esclavizan,
es aceptando que existen, que son perversas y que de ninguna manera reflejan la naturaleza de Dios. Cuando las identifiques, debes presentarlas a Dios sin demora alguna. 3. Localiza en la Biblia versículos referidos sobre esa creencia.
La Palabra de Dios es viva, poderosa y más cortante que una
espada de dos filos. Es verdadera, con poder para redargüir la verdad en el corazón del hombre. 4. Memoriza los pasajes bíblicos que escogiste.
Del corazón brotan los pensamientos, palabras y acciones. Dado
que las creencias se guardan allí, cuando las mismas cambian, también cambian tus palabras, tus pensamientos y acciones.
Necesitamos plantar la Palabra en nuestro corazón y estas se
convertirán en nuestras nuevas creencias. 5. Profundiza en la Palabra de Dios.
Para que los principios de Dios se conviertan en creencias sólidas
capaces de transformar tu vida, necesitas pasar tiempo meditando en Su verdad.