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Resumen del Capítulo II, parte II

La cultura maya
“. . . El refinamiento estético del arte y de la arquitectura maya, la exactitud de su sistema
astronómico, lo complicado de su sistema calendárico, la habilidad y elaboración de sus sistemas
matemático y de escritura, no han sido superados por ninguna otra cultura en el Nuevo Mundo y
han sido igualados por muy pocas en el Viejo Mundo. Los mayas pueden muy bien emerger hacia
una comparación desapasionada, entre las grandes culturas del mundo . . . ” Silvanus Griswold
Morley en The Ancient Maya, 1946.

Ubicación geográfica

El territorio que comprendía la civilización maya abarca alrededor de 400 000 km2 y corresponde
hoy a los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, gran parte de Tabasco y la
mitad de Chiapas; así como la República de Guatemala, Belice y los extremos occidentales de
Honduras y de El Salvador. Sus características geográficas permiten determinar tres áreas:
meridional, central y septentrional, cuyo desarrollo histórico y cultural ofrece marcadas diferencias.

Área meridional

La constituyen las tierras altas de Guatemala y El Salvador, así como el litoral del Pacífico. Entre su
fauna encontramos el jaguar, el ocelote, el puma, el venado, el conejo, numerosas aves, en especial
el quetzal y serpientes. En las tierras altas abundan los minerales, algunos de ellos fueron utilizados
por los mayas como: jadeíta, pirita de hierro, hematites y cinabrio; además, el carácter volcánico de
las montañas proporcionaba a los mayas lava, toba, obsidiana y ceniza.

Área central

La forma el norte de Guatemala, parte de Tabasco, el sur de Campeche y Quintana Roo, Belice y el
occidente de Honduras. La atraviesan varios y caudalosos ríos, entre los que destacan: el
Usumacinta, Grijalva, Candelaria, Hondo y Motagua. Además, numerosos lagos, lagunas y zonas
pantanosas completan su hidrografía. La precipitación pluvial es elevada, alcanza casi cuatro metros
en ciertas regiones durante la época de invierno. El clima es caluroso y húmedo. Gran parte del área
está cubierta por flora alta, compuesta principalmente de caoba, cedro, chicozapote, ceiba, ramón y
numerosas variedades de palmas. Su suelo es fértil y propicio para los cultivos, salvo las sabanas.

Área septentrional
Comprende la mitad norte de la península de Yucatán, la mayor parte de Campeche y Quintana
Roo. La constituyen tierras bajas atravesadas de oeste a este por cadenas de colinas. Sólo la recorren
tres pequeños ríos: Champotón, Lagartos y Xelhá. Tiene pocos lagos y lagunas.

Población

Como toda la población del continente americano, los lejanos antepasados de los mayas vinieron de
Asia a través del estrecho de Bering. Las corrientes migratorias, que se sucedieron durante miles de
años, se esparcieron por todo el continente hasta entonces desconocido para el hombre. Procedían
de diferentes regiones asiáticas y hablaban distintas lenguas. Evolucionaron y se diferenciaron cada
vez más; numerosos grupos se mezclaron hasta formar un verdadero mosaico de pueblos.

El hombre maya

Los mayas muestran características somáticas que varían según las regiones; no existe un tipo físico
maya uniforme y con un origen común. En el ángulo cefálico hay variantes de 9 cm para los
varones y 11 para las mujeres. Además, otras peculiaridades son notorias en los rasgos faciales
(caras anchas o angostas) y particularmente en las nasales (nariz chata o aguileña).

Lenguas mayences

Se considera que hay en la actualidad cerca de 30 lenguas mayences clasificadas en los siguientes
grupos:

1. Huastecano (huasteco-veracruzano y potosino), el más alejado del tronco común.

2. Cholano (chol, chontal, chortí).

3. Tzeltalano (tzeltal, tzotzil, toholabal).

4. Chuh.

5. Kanhobalano (kanhobal, yacalteco, solomeco).

6. Motozintleco.

7. Mameano (man, aguateco, ixil).

8. Quicheano (quiché, rabinal, uspanteco, cakchiquel, tzutuhil).

9. Kekchiano (kekchí, pokonchí, pakomán).

10. Maya (yucateco, lacandón, itzá, mopán).

Agricultura

El cultivo básico fue el maíz mediante la técnica conocida como “roza”; ésta consiste en la corta y
quema del monte antes de sembrar, por lo que tiene como gran inconveniente agotar rápidamente la
tierra y obliga al campesino a buscar nuevos terrenos. Los cultivos más comunes de los mayas
fueron; frijol, calabaza, chile, chayote, chaya, tomate, vainilla, cacao, henequén y tabaco; también
plantaban árboles frutales en sus huertas.

Recolección, caza, pesca y domesticación de animales

La recolección, la caza y la pesca fueron actividades complementarias.

La industria

Sus industrias artesanales tuvieron un desarrollo importante, sobre todo la alfarería, la cestería, la
cantería, la fabricación de objetos de piedra tallada y pulida, así como la fabricación de algunos
tejidos de fibra vegetal.

Comercio

Las distintas regiones del mundo maya intercambiaban sus productos básicos, tanto los cultivados
como los elaborados. El trueque lo efectuaban tanto dentro del área y como con los pueblos del
centro de México, del golfo Atlántico y del resto de América Central. Las

transacciones mayores implicaban el uso de algunos artículos como moneda, por ejemplo, granos de
cacao, cuentas de jade, conchas rojas del mar y, en la época del Posclásico tardío, pequeñas
hachuelas planas de cobre.

Alimentación

Era muy sencilla, se basó en el consumo del maíz el cual lo preparaban de diferentes formas. La
carne sólo era consumida en festividades, el uso de bebidas alcohólicas extraídas de la corteza de
ciertos árboles, como el balché, o de maíz tostado estaban restringidas para las ceremonias
religiosas.

Habitación

La población vivía en chozas, generalmente compuestas de una sola pieza, paredes de postes y
enramadas amarradas con bejucos, revestidas o no con un aplanado de cal. Los palacios eran para
los jefes, sacerdotes, funcionarios de lo alto etc.

Vestuario

Los bajos relieves, las pinturas de los centros ceremoniales y las descripciones de los cronistas nos
permiten tener una visión de la indumentaria de los señores, sacerdotes y jefes militares de toda el
área maya; al igual que de los campesinos, los mercaderes y el resto de miembros del grupo social.
El hombre del pueblo usaba el taparrabo hecho de una tira de tela vegetal que pasaba entre los
muslos y se amarraba sobre la cintura. La mujer común se vestía generalmente con un huipil. Para
dormir, o en caso de frío, hombres y mujeres se protegían con una manta de algodón.

Tenencia de la tierra
Existían dos formas generales de propiedad: colectiva y privada. La propiedad de uso colectivo eran
las tierras de los pueblos y de los barrios. La propiedad privada correspondía a la ciudad-Estado, a
ciertos grupos familiares (linajes), a miembros de la nobleza por herencia.

Estratificación social

Una clase minoritaria y privilegiada estaba compuesta por la nobleza que abarcaba a los sacerdotes
y a los señores. Eran conocidos como los del Sol o los que tienen padre y madre. Los mercaderes
formarían un estrato intermedio entre los nobles y la gente común. La gran masa trabajadora de
campesinos y artesanos no especializados forman la base de la estructura social.

Gobierno

El área maya estaba dividida en entidades políticas autónomas, Estados-provincias o cacicazgos


independientes.

Conocimientos científicos

Los pueblos agricultores, al observar el curso de los astros, relacionaron fenómenos celestes con sus
propias necesidades, y se dieron cuenta de que la posición de algunos cuerpos en el firmamento
coincidía con momentos importantes de sus actividades.

Astronomía

Los mayas utilizaron instrumentos sumamente rudimentarios para llevar a cabo sus observaciones
astronómicas: un palo plantado verticalmente en el suelo para precisar el día en que el sol pasa por
el cenit de un sitio, varillas o hilos cruzados para trazar visuales hacia puntos de significación
astronómica. Hay edificios que se construyeron con fines astronómicos: los llamados “Caracol” y
“Observatorio” en Chichén-Itzá y Mayapán; la torre del Palacio, en Palenque; un conjunto del
Grupo E en Uaxactun, en éstos están determinados los puntos del horizonte en que sale el sol en los
equinocios y los solsticios.

La escritura

La escritura jeroglífica no tuvo sólo un carácter fonético, sino que, además, era de tipo ideográfico.

Calendario

El sistema calendárico maya comprende varios mecanismos sincrónicos, algunos basados en la


observación de fenómenos astronómicos y otros con carácter místico-religioso. Los primeros, son
los calendarios solar y lunar; y los segundos son el calendario religioso, tzolkin, el ciclo de los
nueve acompañantes y el de 819 días.

Religión

Eran politeístas, estimaban que unos dioses eran favorables al hombre, otros hostiles y muchos más
presentaban ambos caracteres.
Arquitectura

La arquitectura maya utilizó estructuras semejantes a las que construyeron los demás pueblos de
Mesoamérica: pirámides, templos, adoratorios, palacios, juegos de pelota, etc., pero supieron
imprimir en todas ellas un sello particular que las hace inconfundibles.

Escultura

La escultura maya refleja la sociedad que la hizo posible y que la utilizaba para asegurar su
funcionamiento y su continuidad. A través de las manifestaciones escultóricas comprobamos por
una parte la estratificación social y por otra el carácter dual de la minoría dirigente religiosa y civil.
Su temática abarca las representaciones de deidades, personificadas o simbólicas; escenas rituales,
tales como presentación de ofrendas o realización de auto sacrificios; personajes importantes en su
papel de gobernantes; individuos de clase inferior que siempre se encuentran en actitud de sumisión
o de víctima.

Cerámica

Los alfareros mayas fabricaron toda clase de objetos de barro: recipientes domésticos para
conservar líquidos, cocinar y comer; vasijas destinadas a la presentación de ofrendas a los dioses y a
los difuntos; máscaras y figurillas, etcétera.

A la vez se puede hablar que ellos tenían su propia música, bailes, teatro, literatura.

Copán
Su nacimiento, desarrollo y colapso como civilización fundada en un área tropical ha generado un
abanico de tesis, desde las sustentadas en prolongadas y exhaustivas investigaciones hasta las
interpretaciones de los glifos bajo conceptos ufológicos.

Las investigaciones de Herbert J. Spinden, Sylvanus G. Morley, J. Eric S. Thompson, Alfred


Maudslay, Gustav Stromsvik, Tatiana Proskouriakoff, Heinrich Berlin, Doris Stone, Ricardo
Agurcia, Linda Schele, William L. Fash, entre otros, han contribuido a rescatar, reconstruir,
descifrar, desmitificar e interpretar las grandezas y debilidades de la civilización maya.

Los inicios de la arqueología de Copán

Las primeras noticias de Copán llegaron a través de los escritos que Diego García de Palacio envió
al Rey Felipe II en el año 1576. En las descripciones que este autor hizo del sitio, aún estaban en pie
seis de las estelas de la Gran Plaza, así como una entrada formal al lugar: “. . . y una gran águila
grabada en piedra, llevando en su pecho un tablero de una vara cuadrada, y en él ciertos caracteres
que no se entienden . . . ”

En abril de 1834, el coronel Juan Galindo visitó el sitio bajo comisión del gobierno de
Centroamérica. Permaneció varios meses tomando apuntes y dibujos, vistas y detalles de las
inscripciones jeroglíficas, se le reconoce por haber sido el primero en hacer excavaciones en el
Patio Oriental de la Acrópolis, donde encontró una cripta funeraria que contenía varias vasijas de
cerámica llenas de huesos humanos.
Es hasta 1885, cuando Alfred Percival Maudslay se dedicó a hacer excavaciones, levantar planos,
mapas, secciones de detallados, tomar fotografías, hacer moldes y réplicas, así como elaborar
hermosos dibujos con la ayuda de la dibujante Annie Hunter.

Herbert J. Spinden estudió el progreso estilístico de las estelas como parte de su investigación
doctoral; su análisis demostró claramente que el desarrollo estilístico de las estelas podía utilizarse
como un cuerpo independiente de datos, útil para evaluar su fechamiento.

El primero que realmente se dio cuenta de que Copán había sido una ciudad cuya influencia se hizo
sentir hasta Quiriguá, fue el incansable arqueólogo Sylvanus Griswold Morley, explorador y
epigrafista mayista; con él se inaugura la edad de oro de la arqueología maya.

La antigua ciudad de Copán

Copán, ubicada en la región occidental de Honduras, es reconocida debido a la cantidad de


esculturas, estelas y altares. Tiene en su Acrópolis, el texto escrito más extenso, conocido como la
Escalinata Jeroglífica. Su escultura de alto relieve, con un diseño casi redondo, le ha dado mayor
dinámica y vivacidad a sus fi guras. La forma humana como principal modelo en la escultura
copaneca es muy apreciada y resalta su carácter “renacentista” con escuelas y tradiciones de
maestros escultores con un alto grado de conocimiento en anatomía y matemáticas. La expresión
artística se aprecia en los minuciosos detalles, ornamentos, entretejidos e inscripciones talladas en
diversos materiales originarios de la región. Sus talleres de especialistas en obsidiana, fábricas de
piedras de moler, confecciones de bordados, tejidos y sandalias con tacón, espejos de pirita,
agricultura diversificada, la industria para la guerra y el rito, muestran una economía vital y de
crecimiento. En Copán hay el mayor número de enterramientos funerarios con adornos en jade de
inestimable y cerámica polícroma.

Descripción

Definida como la segunda ciudad maya de mayor importancia, por su escultura y desarrollo
científico. Está ubicada en la margen norte del río Copán, que forma un valle natural propio para la
agricultura intensiva. Su posición en la parte occidental de Honduras le permitió establecer una
estrecha comunicación con otras ciudades mayas localizadas en Guatemala y la zona de Yucatán.

El parque arqueológico

El parque, como tal, consta de tres lugares esenciales: 1. La zona residencial de El Bosque. 2. El
Grupo Principal. 3. La zona residencial de Las Sepulturas.

La Escalinata Jeroglífica consta de 63 escalones, de nueve metros de anchura, preciosamente


esculpidos. Quince de los escalones se encontraron en el lugar, más cinco parcialmente destruidos.
El resto de la escalinata fue restaurada al azar, pero recientes investigaciones ayudan a ubicar las
piezas en el lugar adecuado, lo que permitirá conocer el contenido completo de esta obra escrita.

Otros grupos humanos en Honduras


Chortís

Probablemente, antes de la llegada de los españoles, el área de ubicación de los chortí era mucho
más extensa, pues los nombres chortí para designar lugares aún se emplean fuera de los límites de la
actual región, incluso a considerable distancia. Así, el antiguo territorio chortí era la frontera
sudeste del viejo imperio. Ocupaban el ángulo suroeste del actual territorio de Honduras y,
probablemente, se extendían hacia el este de la actual ciudad de Copán. Estaban establecidos en los
flancos orientales del sistema montañoso de El Merendón y seguramente se internaban hasta el valle
de Sensenti, en el actual departamento de Ocotepeque.

Delimitación poblacional

Geográficamente, los Chortís se ubican en la sección central del oriente de Guatemala,


principalmente en el departamento de Chiquimula y, en territorio hondureño, en el departamento de
Copán.

Vivienda

Las viviendas chortís son de una sola pieza y están construidas de bahareque y techo de manaca,
con puertas y ventanas hechas de madera rústica y pisos de tierra.

Situación socioeconómica y productiva

Toda la familia se involucra en el trabajo agrícola: limpia el terreno, siembra, mantiene los campos
y recoge las cosechas. En determinadas épocas del año, en los meses de marzo, abril y mayo, los
campesinos con tradición chortí necesitan importar alimentos, ya que su área de cultivo es reducida
y su producción insuficiente.

Lencas

La población lenca se localiza en los departamentos de La Paz, Intibucá y Lempira, también se


encuentran en número reducido en los departamentos de Santa Bárbara, Comayagua, Francisco
Morazán y Valle; viven en un total de más o menos 100 comunidades constituidas por aldeas,
caseríos y pueblos. La mayoría de las comunidades lencas se ubican en las zonas más altas de
Honduras, a 1 650 metros sobre el nivel del mar, en tierras improductivas, donde el clima es
templado durante casi todo el año. Se estima la población lenca de Honduras en unos 100 000
habitantes.

Delimitación poblacional

Departamento de Lempira: La Iguala (con 14 aldeas y 56 caseríos); Belén (con dos aldeas y 76
caseríos); La Campa (con siete aldeas y 69 caseríos); San Manuel Colohete (con ocho aldeas y 89
caseríos); Santa Cruz (con cinco aldeas y 53 caseríos); Erandique (con 14 aldeas y 120 caseríos);
San Andrés (con siete aldeas y 121 caseríos); y Gualcince (con 11 aldeas y 73 caseríos).
Departamento de Intibucá: Yamaranguila (con 22 aldeas y 62 caseríos); las aldeas de Azacualpa y
Chiligatoro, Togopala, Quebrada Honda, Monquecagua, Manazapa, Río Grande, Malguara y
Ologos, y San Marcos de la Sierra (con tres aldeas y 38 caseríos); y las aldeas de San Nicolás y Río
Blanco en el norte del departamento. Departamento de La Paz: Marcala (principalmente en dos
aldeas y 55 caseríos); Yarula (con tres aldeas y 31 caseríos); Santa Elena (con cinco aldeas y 82
caseríos); Chinacla (cinco aldeas y 24 caseríos); Guajiquiro (con 13 aldeas y 111 caseríos) y
Opatoro (con dos aldeas y 23 caseríos).

La lengua

Se extinguió en las últimas décadas del siglo pasado y las primeras del presente. Pueden encontrarse
aún algunos ancianos que recuerdan palabras lencas que oyeron de sus padres o abuelos, pero el
idioma vivo ha dejado usarse; aunque existe la posibilidad remotísima de que algunos ancianos
hablen la lengua, muestran gran celo para revelarlo, por lo que la probabilidad de rescatar una
lengua estructurada es casi imposible.

Tolupanes

Los tolupanes se localizan en los municipios de Yorito, El Negrito, Morazán, Victoria y Olanchito,
en el departamento de Yoro y en los municipios de Orica y Marale en el departamento de Francisco
Morazán.

Delimitación poblacional Los tolupanes están constituidos en 28 tribus distribuidas en seis


municipios del departamento de Yoro, más dos grupos que emigraron el siglo pasado hacia la
Montaña de la Flor, municipio de Orica, Francisco Morazán.

Aspecto religioso

Los tolupanes no son extremadamente religiosos, tal vez porque lo han olvidado por falta de
práctica o, simplemente, como una reacción a su situación de sometimiento Detalle de una casa
Tolupan. La mayoría de las tribus tolupanes se denominan católicas, a excepción de los de la
Montaña de la Flor.

Educación

En Yoro, la mayoría de las tribus cuentan con escuelas, pero es notorio el ausentismo de los
tolupanes por la discriminación de que son objeto por parte de los ladinos.

Vivienda

Los tolupanes viven en chozas, en su mayoría construidas de bahareque, techo de manaca (hoja
obtenida de una palma) y piso de tierra. Hay viviendas que sólo se sostienen con palos, no cuentan
con letrinas, agua potable ni luz eléctrica. En algunas comunidades, debido a campañas de
saneamiento básico, se llevaron a cabo proyectos de letrinización (caso reciente de la Montaña de la
Flor), pero son pocos los que las utilizan.

Pech o payas

Contexto histórico etnográfico: ubicación geográfica y número poblacional

Los pech se encuentran localizados en los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios.
Ocupaban la región central de La Mosquitia Hondureña y el noreste del departamento de Olancho, o
sea, la región situada entre los 83, 10 y 86 grados de longitud oeste del meridiano de Greenwich.

Misquitos

La región de Honduras conocida como La Mosquitia está ubicada en el departamento de Gracias a


Dios y su extensión territorial es de 16 630 km2 .

Geográficamente, las comunidades misquitos se extienden desde cabo Camarón hasta cabo Gracias
a Dios, a lo largo de los ríos Coco, Mocorón, Patuca y Plátano. La población total de todo el
departamento fue de 34 159 habitantes en 1992. La densidad poblacional es muy baja, alcanza
alrededor de 16 personas por kilómetro cuadrado. Actualmente hay registrados 40 000 misquitos.
La población en La Mosquitia se dedica en gran parte a la agricultura y vive concentrada en
pequeñas comunidades dispersas a lo largo de los principales ríos o cerca de las lagunas. El clima
de La Mosquitia está determinado por la circulación general de los vientos atmosféricos de la zona
del Caribe. En general, es un territorio bastante lluvioso, por lo que el periodo de sequía no tiene
características tan acentuadas como el algunas otras regiones del país.

Otros sitios arqueológicos en Honduras


Naco

El Valle de Naco, ubicado en la región occidental de Honduras, aproximadamente a 50 km de San


Pedro Sula, fue el centro de un complejo desarrollo sociopolítico y económico; la convergencia de
rutas comerciales en el lugar estimuló el intercambio entre grupos étnicos de diverso origen, como
también la difusión de estilos en cerámica y escultura. Es reconocido por su importancia en el
tráfico comercial prehispánico. Las investigaciones en el Valle de Naco brindan una serie de
hallazgos muy importantes y necesarios para entender la prehistoria de esta zona y, por lo tanto, de
Honduras. Como primer resultado se identificaron e inventariaron más de 400 sitios.

Los naranjos

El Proyecto Parque Arqueológico Ecoturístico Los Naranjos se diseñó para resolver dos problemas
recurrentes en la cuenca del lago de Yojoa: a) la degradación del ambiente y b) el deterioro de la
economía que afecta a la mayoría de la población local, la cual aplica estrategias de explotación que
ocasionan un costo inmediato sobre el ambiente.
La región arqueológica de El Cajón

Ubicada en la región del Valle Humuya-Comayagua, el sitio de El Cajón ha sido desde tiempos
inmemoriales un importante corredor de comunicación entre las tierras altas del sur y la planicie
costera del Valle de Sula. En el periodo prehispánico fue un sitio densamente poblado. Con una
arquitectura compleja y una sociedad estratificada, pues el acceso a los recursos y uso de espacios
está bien definida. Muchos sitios de la región tienen arquitectura residencial de élite. La ubicación
de edificios para actividades religiosas y ceremoniales demuestra una enorme actividad cultural
comparable al de las regiones circunvecinas no mayas de Honduras.

La región arqueológica del Valle de Sula

Se define el área arqueológica del Valle de Sula3 como una zona de amplia influencia e intercambio
cultural maya, del sur de México y culturas del centro de México, particularmente Olmeca. Fue
ampliamente poblada por un mosaico cultural compuesto por varios grupos étnicos como: chortíes,
jicaques y lencas; además de establecer contacto con pipiles, chontales y mayas. Fue un centro de
innovaciones en cerámica y modelos arquitectónicos residenciales.

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