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I.- INTRODUCCIÓN.
El presente artículo intenta mostrar las razones que han movido al Papa Francisco a
modificar el canon 838 del Código de Derecho Canónico a través del Motu proprio Magnum
Principium que firmó el 3 de setiembre de 2017 y entró en vigor el 1 de octubre del mismo
año. Además, trata sobre el significado del término confirmatio y presenta las nuevas
competencias en materia litúrgica de los distintos estamentos eclesiales: la Sede Apostólica,
las Conferencia Episcopales y el Obispo diocesano.
10
Cf. INCITTI, G., In margine al motu proprio “Magnum Principium”. Il coraggio di ritornare al Concilio, pág.
168.
11
CONGREGACIÓN PARA LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS Y EL CULTO DIVINO , Instrucción Liturgiam
authenticam, en: AAS 93 (2001) 685-726
competencia, le corresponde dar normas §4. Ad Episcopum dioecesanum in Ecclesia
obligatorias para todos sobre materia sibi commissa pertinet, intra limites suae
litúrgica. competentiae, normas de re litúrgica dare,
quibus omnes tenentur.
Con la reforma introducida por el motu proprio que nos ocupa, el § 2 se ocupa de las
necesarias adaptaciones, que requerirán la recognitio, y, por su parte, el § 3 se refiere a las
versiones en lengua vernácula de los libros litúrgicos, que requiere en adelante solamente la
confirmatio. Ahora el canon 838 dice así:
§ 1. Regular la sagrada liturgia depende § 1. Sacrae liturgiae moderatio ab
únicamente de la autoridad de la Iglesia: Ecclesiae auctoritate unice pendet: quae
esto compite a la Sede Apostólica y, según quidem est penes Apostolicam Sedem et, ad
el derecho, al obispo diocesano. normam iuris, penes Episcopum
§ 2. Es competencia de la Sede Apostólica dioecesanum.
ordenar la sagrada liturgia de la Iglesia § 2. Apostolicae Sedis est sacram liturgiam
universal , publicar los libros litúrgicos, Ecclesiae universae ordinare, libros
revisar[1] las adaptaciones aprobadas según liturgicos edere, aptationes, ad normam
la norma del derecho por la Conferencia iuris a Conferentia Episcoporum
Episcopal, así como vigilar para que en approbatas, recognoscere, necnon
todos los lugares se respeten fielmente las advigilare ut ordinationes liturgicae ubique
normas litúrgicas. fideliter observentur.
§ 3. Corresponde a las Conferencias
Episcopales preparar fielmente las versiones § 3. Ad Episcoporum Conferentias spectat
de los libros litúrgicos en las lenguas versiones librorum liturgicorum in linguas
vernáculas, adaptadas convenientemente vernaculas fideliter et convenienter intra
dentro de los límites definidos, aprobarlas y limites definitos accommodatas parare et
publicar los libros litúrgicos, para las approbare atque libros liturgicos, pro
regiones de su pertinencia, después de la regionibus ad quas pertinent, post
confirmación de la Sede Apostólica. confirmationem Apostolicae Sedis, edere.
§4. Al obispo diocesano en la Iglesia a él
confiada corresponde, dentro de los límites § 4. Ad Episcopum dioecesanum in Ecclesia
de su competencia, dar normas en materia sibi commissa pertinet, intra limites suae
litúrgica, a las cuales todos están obligados. competentiae, normas de re liturgica dare,
quibus omnes tenentur.
El § 2 atañe ahora a las aptationes, no se nombran ya las “versiones”, materia del § 3,
o sea textos y elementos que no aparecen en la editio typica latina, como asimismo las
profundiores aptationes contempladas en Sacrosanctum Concilium 40 y reguladas por la
Instrucción Legitimae varietates; aprobadas por la Conferencia Episcopal, las aptationes
deben tener la recognitio de la Sede Apostólica. La referencia es Sacrosanctum
Concilium 36 § 3. El § 2 retocado conserva, entre sus fuentes, el canon 1257 del Códex de
1917, y añade la referencia a la Instrucción Legitimae varietates, por la cual se solicita una
verdadera y propia recognitio. El § 3 trata de las “versiones” de los textos litúrgicos que,
como se especifica mejor, debe hacerse fideliter y aprobadas por las Conferencias
Episcopales. La referencia es Sacrosanctum Concilium 36 § 4 y, además, la analogía con el
canon 825 § 1 acerca de la versión de la Sagrada Escritura. Dichas versiones se editan en los
libros litúrgicos después de haber recibido la confirmatio de la Sede Apostólica, como
dispone el Motu Proprio Sacram Liturgiam IX. El § 3 retocado se funda sobre Sacrosanctum
Concilium 22 § 2; 36 §§ 3 - 4; S. Congr. pro Sacramentis et Cultu Divino, Epist. Decem iam
annos (5 jun. 1976); S. Congr. pro Doctrina Fidei, Ecclesiae pastorum (19 marz. 1975), art. 3,
con la referencia añadida a los 391 y 392 de la Institutio Generalis Missalis Romani (editio
typica tertia), evitando sin embargo el término recognoscere, recognitis, de manera que el
acto de la Sede Apostólica relativo a las versiones preparadas por las Conferencias
Episcopales con una fidelidad particular al sentido del texto latino (véase el añadido del
fideliter), no pueda ser equiparado a la disciplina canon 455, sino que pertenezca a la acción
de una confirmatio (como se expresa sea en Decem iam annos sea en Ecclesiae pastorum 3)12.
El Papa señaló que la confirmatio no supone pues un examen detallado palabra por
palabra, excepto en los casos evidentes que pueden ser hechos presentes a los Obispos para su
posterior reflexión. La confirmatio además tiene en cuenta la integridad del libro, es decir
verifica que todas las partes que componen la edición habitual hayan sido traducidas.
Además, indicó Francisco:
VI.- CONCLUSIÓN.
La nueva formulación del canon 838 hace una distinción más adecuada del papel de la
Sede Apostólica, entre el ámbito propio de la recognitio y de la confirmatio, respetando
cuanto compete a las Conferencias Episcopales, teniendo en cuenta su responsabilidad
pastoral y doctrinal, así como sus límites de acción 15. Parece que se le da más autoridad a
estas últimas como claramente lo establecía Sacrosantum Concilium 36.
12
Cf. Nota sobre el can. 838 del C.I.C. El can. 838 a la luz de fuentes conciliares y posconciliares, en: REDC 74
(2017) 493-494.
13
Carta de SS Francisco al Cardenal Robert Sarah, 15 de octubre de 2017.
14
Ibídem.
15
Cf. Nota sobre el can. 838 del C.I.C, en: REDC 74 (2017) 496.
Sin embargo, el cambio no resulto de fácil asimilación o aceptación para algunos,
especialmente en ámbitos tradicionalistas o favorables al centralismo romano.
La nueva práctica impuesta por Francisco evita a las Conferencia Episcopales, en
adelante, idas y vueltas que dilatan la concreción de las nuevas versiones de los libros
litúrgicos como muchas veces se ha sufrido.