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2.

El nuevo ritual

El nuevo ritual ya no contempla solamente a los monjes, sino también a todos los
religiosos. Así también lo afirmo el Concilio Vaticano II con la promulgación del
nuevo ritual el 2 de febrero de 1970:
“Revísese el rito de la consagración de las vírgenes, que forma parte del pontifical
romano. Redáctese, además un rito de profesión religiosa y de renovación de votos,
que contribuya a una mayor unidad, sobriedad y dignidad con el fin de ser
adoptado por aquellos que realizan la profesión o renovación de votos dentro de la
Misa, salvo derecho particular”
A) Ritos para las diversas etapas de la vida religiosa
Las etapas por las que los religiosos se entregan a Dios y a la Iglesia son: noviciado,
primera profesión, u otros sagrados vínculos, y profesión perpetua.
- El noviciado, por el que comienza la vida religiosa, es tiempo de experiencia,
tanto para el novicio como para la familia religiosa. De manera que ha de
empezar con un rito para pedir a Dios la gracia de alcanzar el fin especifico.

- La primera profesión comprende los votos temporales. La emisión de los votos


temporales puede hacerse dentro de la Misa, pero sin especial solemnidad. Este
rito comprende la entrega del habito y de las demás insignias de la vida
religiosa.

- En la profesión perpetua el religioso se entrega al servicio de Dios y de la


Iglesia. Este rito se celebra muy oportunamente dentro de la Misa, ante los
religiosos y el pueblo, este comprende los siguientes elementos.

B) Renovación de votos
Dado que es costumbre la renovación de votos en varias familias religiosas,
conviene que se realice la renovación de los votos según la prescripción de cada
institución religiosa. Se puede realizar dentro de la Misa, pero sin especial
solemnidad, sobre todo si los votos se renuevan frecuentemente o todos los años.
C) Misa del rito de la profesión religiosa
La profesión religiosa, sobre todo la profesión perpetua, se celebra dentro de la
Misa, es conveniente recoger el formulario de una de las llamadas Misas rituales “en
el día de la profesión religiosa”.
De coincidir con la celebración de una solemnidad o un domingo de Adviento,
cuaresma, o Pascua, el miércoles de Ceniza o la semana Santa, se dice la misa del
día añadiendo oportunamente las fórmulas propias en la oración eucarística y en la
bendición final.
Dada la importancia de la palabra de Dios, para subrayar la naturaleza y función de
la vida religiosa, puede tomarse una de las lecturas del leccionario de la profesión o
no ser que se trate de los días del triduo pascual o las solemnidades del Señor o las
solemnidades de precepto.
D) Adaptaciones propias de cada instituto
Con viene que las familias religiosas adapten convenientemente el rito de forma que
exprese mejor la naturaleza y el espíritu de cada instituto. Por eso se les concede la
posibilidad de adaptar el rito debiendo confirmar la Sede Apostólica las decisiones
tomadas.
Teniendo en cuenta lo siguiente:
a) El rito ha de realizarse inmediatamente después de la proclamación del
evangelio.
b) No se puede cambiar de ningún modo la distribución de las partes, si bien no
hay inconveniente en omitir lo que sea conveniente.
c) Ha de diferenciarse cuidadosamente la profesión perpetua de la profesión
temporal.
d) Pueden cambiarse muchas formulas del rito de la profesión, e incluso hay que
hacer ese cambio si con ello aparece mas clara la naturaleza y el espíritu del
propio instituto.
E) Partes del ritual
El ritual consta de siete partes, a saber:
1. Está dedicada a los religiosos y contiene las normas para el rito de la iniciación
en la vida religiosa; el rito de la profesión temporal; el rito de la profesión
perpetua; el rito de la renovación de los votos; y textos diversos que se pueden
utilizar en los ritos de la profesión religiosa.
2. Dedicada a las religiosas y tiene el mismo contenido que el caso de los
religiosos.
3. Contiene el rito de la promesa para religiosos y religiosas, bien en una liturgia de
la palabra, o en una ora del Oficio divino, o dentro de la Misa, incluyendo
también el rito de la renovación de la promesa.
4. Esta parte esta constituida por los textos para la Misa de las profesiones
religiosas, renovación de votos y consagración de vírgenes.
5. Contiene el leccionario y los salmos responsoriales para cada celebración.
6. Presenta los textos del prefacio propio y las cuatro plegarias eucarísticas.
7. Esta destinada al ritual de la consagración de las vírgenes.

F) Contenido doctrinal de las fórmulas del ritual.


La vida religiosa se contempla en la perspectiva del designio salvífico divino sobre
el hombre, designio que se realiza a lo largo de la historia de la salvación.
Como es común la liturgia, siempre que es posible presenta las escenas del Antiguo
Testamento o personajes del mismo que ilustran muchos aspectos de la vida de la
Iglesia, y muestran la unidad de todas las etapas de la historia salvífica.
También se advierte la impronta trinitaria en la primera bendición o consagración
del profeso y en otros muchos formularios litúrgicos. El mismo echo de que se
celebra la profesión religiosa después del evangelio indica la relación del religioso
como ofrenda con el sacrificio eucarístico.
III. BENDICION DE UN ABAD Y DE UNA ABADESA
1. Aspecto histórico
El abab es una figura venerable del antiguo monacato. Significa padre y ejercía una
paternidad espiritual antes que jurisdiccional.
En los primeros tiempos del monacato estos ni siquiera era elegidos: era abab el que
ejercía paternidad espiritual sobre algunos monjes y destacaba por su vida espiritual
que a su vez podía aconsejar y dirigir almas.
En la regla de San Benito aparecía el abab con la dignidad de superior religioso en el
sentido actual de la palabra, del mismo modo existían abadesas, pero estas a su vez
no tenían ninguna insignia pontifical.
El báculo nació propiamente como una insignia monástica usada por todos los
monjes, este signo cobro luego el significado de superioridad, y que luego
posteriormente se constituyo como una insignia pontifical.
En el siglo VI ya existía una formula simplísima de bendición abadicial. La regla de
San Benito se contempla la ordenación del abab, claro no al mismo nivel
sacramental del sacerdocio ministerial, sino más bien en orden al ministerio pastoral
que ejercía sobre la abadía, esta ordenación venia celebrada por el obispo de la
jurisdicción en la que se encuentra la abadía.
Del mismo modo podemos hablar de la bendición de un abab de un monasterio
corriente que no es la misma bendición que recibe un abab con jurisdicción
territorial. Tales como las abadías de Montecassino, Subiaco, Nueva Nursia,
Monserrate entre otros.
2. El nuevo rito
El nuevo rito nacerá con el papa Pablo VI el 19 de octubre de 1970 y promulgado
por la congregación para el culto divino el 9 de noviembre del mismo año.
Esta bendición se realiza con la participación del los fieles y religiosos por derecho
propio corresponde al obispo diocesano realizar la bendición en el mismo
monasterio, pero puede permitir con justa causa que la celebre otro obispo o un abab
ya bendecido.
El abab llevara la cruz pectoral y la dalmática debajo de la casulla la bendición del
báculo, el anillo y la mitra se realizarán antes del rito de bendición.
Poseer el nuevo abab territorio jurisdiccional, en el rito se ha de contemplar el
interrogatorio y en la entronización se ha de tener en cuenta las normativas
correspondientes.
La bendición de una abadesa es muy similar, pero en lugar de las insignias
pontificales, recibe la regla monástica y el anillo a no ser que ya lo haya recibido en
la profesión religiosa.
IV. CONSAGRACIÓN DE VÍRGENES
1. Aspecto histórico
La existencia del grupo de las vírgenes data de los primeros siglos del cristianismo;
sin embargo, hasta los siglos IV-V no existe una mención explicita del rito de
consagración de las mismas. Por testimonio de San Ambrosio sabemos que su
hermana Marcelina fue consagra en la basílica de San Pedro, la celebración la oficio
el Papa San Liberio, en la Navidad del año 353.
De esto el sacramentario Veronense contiene algunas formulas con el título “Ad
virginis sacras”, que el Galesiano modifica en “Consegratio sacrae virginis” entre
otros títulos de la liturgia antigua.
La designación como tal se debe a la importancia ritual que tenía la velación de las
vírgenes que se consagraban a Dios. Se trata de un rito tomado de la liturgia
matrimonial y se le daba en ese sentido, pues la virgen se desposa con el Señor. Esta
idea influyo mucho en el concepto patrístico de la virginidad en el cristianismo.
En la edad media se incluyo unos ritos funerarios para significar de esta manera la
muerte mística al mundo, incluso con el féretro, el paño mortuorio y los dobles
fúnebres de las exequias.
En las Galias, en el siglo IX, introdujo la practica de que las vírgenes llevaran
consigo la eucaristía y auto comulgaban durante ocho días durante después de su
consagración. El rito de consagración de las vírgenes cayo en desuso en el siglo XV.
2. El nuevo ritual de la consagración de las vírgenes
Este ritual fue promulgado en 31 de mayo de 1970 y entro en vigor el 6 de enero de
1971. Expresa de un modo muy preciso la naturaleza y significado de la
consagración de las vírgenes.
Atreves de este rito la Iglesia expresa su amor a la virginidad, implora la gracia
sobrenatural de Dios sobrenatural de Dios sobre las vírgenes y pide insistentemente
la efusión del Espíritu Santo.
A) Principales funciones de las vírgenes
Cumplen en la Iglesia un ministerio oracional, se les aconseja vehementemente a las
vírgenes sagradas que reciten diariamente el oficio divino, principalmente laudes y
vísperas; así, uniendo su voz con Cristo, Sumo Sacerdote, y Santa Iglesia, alabarán
sin cesar al Padre e intercederán por la salvación de todo el mundo.
B) Quiénes pueden recibir la consagración virginal
A la consagración virginal pueden ser admitidas tanto las religiosas como las
mujeres seglares.
Para las religiosas se requiere:
a) que nunca hayan celebrado nupcias que no hayan vivido publica o
manifiestamente un estado opuesto a la castidad.
b) Que hayan hecho la profesión perpetua previamente o lo hagan en el mismo rito.
c) La congregación religiosa utilice este rito de acuerdo con antiguas costumbres o
por un nuevo permiso de la autoridad competente.
Para las vírgenes que viven una vida seglar se requiere:
a) Que, nunca hayan celebrado nupcias y no hayan vivido públicamente o
manifiestamente en un estado opuesto a la castidad.
b) Que, por su edad, prudencia, y costumbres comprobables por todos, vivan
fielmente la castidad y puedan perseverar dedicadas al servicio de la Iglesia y
del prójimo.
c) Que sean admitidas a la consagración por el obispo ordinario del lugar.

C) Ministro y forma del rito


El ministro del rito de consagración de vírgenes es el obispo ordinario del lugar.
Para la consagración de vírgenes seglares debe emplearse el rito que se describe en
el capítulo primero del Ritual.
Para las religiosas se ha de seguir el rito que se propone en el capitulo segundo del
Ritual, en las que están unidas convenientemente la profesión religiosa y la
consagración virginal.
Las partes del rito:
a) Llamada de las vírgenes
b) Homilía o alocución, en la que el pueblo y las vírgenes son exhortadas sobre el
don de la virginidad.
c) Escrutinio, en el que el obispo pregunta a las vírgenes sobre su propósito de
perseverar en la virginidad y su deseo de recibir la consagración.
d) Suplica litànica, el que la oración se dirige a Dios Padre y se pide la intercesión
de la Virgen María y de todos los santos.
e) Renovación del voto de castidad.
f) Solemne consagración de las vírgenes, en la que la Madre Iglesia pide al Padre
del cielo que derrame abundantemente sobre ellas los dones del Espíritu Santo.
g) Entrega de las insignias de la consagración, por las que se manifiesta
externamente la consagración interna.

D) Misa del rito de la consagración de las Vírgenes


Cuando coincide con una solemnidad o domingo del tiempo ordinario del tiempo de
Adviento, Cuaresma o Pascua, se dice la misma del día, conservando,
oportunamente, las formulas propias en la Plegaria Eucarística en la bendición final.
Cuando se prohíbe la celebración de la Misa Ritual, se puede tomar una lectura de
las propuestas en el leccionario particular, salvo en los días allí señalados.
Las insignias de las vírgenes corresponden al anillo, no el velo. De hecho, este
puede suprimirse, en el caso de las vírgenes seculares, como son las pertenecientes a
Institutos Seculares.

V. DEDICACION DE LAS IGLESIAS


1. Evolución histórica
En la antigua Roma Pagana existía un rito peculiar. En la historia de Israel tuvo gran
importancia la dedicación y consagración del Templo de Jerusalén, con las fastuosas
ceremonias celebradas por salomón.
La mención más antigua relativa a un rito de dedicación del lugar de culto cristiano
se encuentra en la historia eclesiástica de Eusebio de Cesárea, se habla de la
consagración de la catedral de Tiro, erigida por el obispo Paulino en el año 314.
Al principio se requería permiso del emperador para realizar el rito de consagración
de la Iglesia, sobre todo por motivos de orden publico dada la gran afluencia de
personas que participaban.
También se tenia la costumbre de colocar reliquias debajo del altar lo que daba lugar
a la celebración de una vigilia antes de la inauguración del templo. También se
encerraba en el altar partículas de la Eucaristía, esta costumbre poco a poco cayo en
desuso, pero fue en el siglo XIV cuando se prohibió terminantemente.
Este ritual comprendía unciones del altar, de muros de la iglesia de su puerta;
también múltiples incensaciones, recitación, cantos de salmos, antífonas y
oraciones.
2. El ritual del Pontifical Romano anterior al Vaticano II

A) Purificación y toma de posesión del edificio


Esta celebración comprendía: recitación de salmos penitenciales con las letanías de
los santos, bendición del agua lustrual, triple aspersión del edificio.
B) Bendición y mezcla de los elementos.
Seguía la bendición y mezcla de los elementos del agua llamada gregoriana
atribuida a San Gregorio: agua, ceniza y vino; siete aspersiones del altar con esta
agua mientras se cantaba el salmo el salmo cincuenta, dividido en tres partes,
acompañadas cada una de ellas con una antífona, terminado se recitaba la oración
consecratoria de todo el edificio.
C)

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