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Las deformidades angulares pueden tener un origen fisiológico (variaciones) que son las
más frecuentes o patológico (deformidades), siendo característica la forma de las piernas,
en varo o en valgo, con mejoría espontánea, generalmente, las de origen fisiológico o de
desarrollo.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con el raquitismo, con la tibia vara (enfermedad de
Blount: la angulación es a nivel de la unión del tercio proximal y hay antecedentes
familiares), di-404 sostosis metafisarea y trastornos. asimétricos del crecimiento de las
fisis.
Tratamiento
No se requiere tratamiento especial; se puede asegurar que se corregirá de manera
espontánea hacia los 2-2,5 años, y que probablemente hacia los tres años desarrollará de
manera temporal un genu valgo que se corregirá hacia los 7 años.
Están contraindicadas de manera definitiva las férulas de Denis Browne, pues exageran el
genu valgo fisiológico y la pronación de los pies que ya tienen estos niños. En el niño
mayor con pronación notable y persistente del pie ,está indicado un arco longitudinal de
sostén como prótesis en el calzado, indicando a los padres que de manera temporal
puede incrementarse la desviación de los pies hacia adentro. El genu varo del desarrollo
no precisa osteotomía tibial, sí la necesitará la forma familiar grave de tibia vara.
Características clínicas
Es común en los niños de entre 2 y 6 años tener un genu valgo de unos 5° a la altura de
la rodilla; suele ser simétrico. Cuando es notable (unos 15°), la marcha es torpe, balancea
una pierna alrededor de la otra para evitar el choque de la rodilla. Puede presentar dolor
en la pantorrilla pantorrilla y superficie anterior del muslo, y se fatiga fácilmente. Los pies
están pronados y desviados hacia adentro. Si hay contractura del tríceps y cintilla ilio-
tibial, las desviará hacia fuera. En el genu valgo intenso, las rótulas pueden subluxarse
hacia fuera; como son inactivos suelen ser obesos; en los adultos, por desgaste excesivo
de las rodillas, puede producir artritis degenerativas. Alineando bien los pies, de modo
que las rótulas miren en línea recta hacia delante con las rodillas apenas tocándose, se
puede
medir la distancia entre maleolos internos y según la misma, clasificar en cuatro grados
(Fig. 6):
Grado 1. Distancia intermaleolar menor de 2,5 cm.
Grado 2. De 2,5 a 5 cm.
Grado 3. De 5 cm a 7,5 cm.
Grado 4. De 7,5 cm o más.
Cuando el genu valgo supera los 15° o es asimétrico, o el niño es bajo de estatura, debe
sospecharse una anomalía del crecimiento, por lo que deberían solicitarse radiografías
apropiadas de la rodilla.
Tratamiento
La mejoría progresiva y espontánea que comienza hacia los 2,5 años de edad, hace que
a los 6-7 años la mayoría se haya corregido, sobre todo el que desvía la punta de los pies
hacia adentro; si se desvían hacia fuera, hay que tratar las contracturas con ejercicios
pasivos y estiramientos .Si los pies están pronados, se puede añadir una cuña interna de
unos 3 mm al talón, que debe de ser fuerte para que resista la distorsión; un arco
longitudinal de sostén protegerá al pie de la fatiga. En los niños con genu valgo intenso de
unos 20° y si tienen antecedentes familiares, se puede usar un soporte de uso nocturno,
que consiste en una barra vertical única, recta y lateral, fijada al zapato, que a la altura
del muslo y pantorrilla se fija con unas cintas para acercar esas zona a la barra.