Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El camino de mágicos
guerreros
Guadalupe Miranda
Sandra Morales
Natali Martínez
Héctor Ramos
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
DESAFÍOS
Guadalupe Miranda
Sandra Morales
Natali Martínez
Héctor Ramos
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida
o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico,
incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y
recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright, y sin el previo
consentimiento de la editorial, excepto cuando se utilice para elaborar reseñas de la
obra, críticas literarias y/o ciertos usos comerciales dispuestos por la ley de
Copyright.
Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan
necesariamente las opiniones del editor.
Este libro fue impreso en los Estados Unidos de Norteamérica.
vi
DESAFÍOS
ÍNDICE
PRÓLOGO………………………………………………1
INTRODUCCIÓN……………………………………….3
REFLEXIÓN………………………………………………..26
ACERCA DEL AUTOR……………….…………………….27
vii
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
REFLEXIÓN…….…………………………………………64
ACERCA DE LA AUTORA………………………………..65
viii
DESAFÍOS
REFLEXIÓN………………………………………………113
ACERCA DE LA AUTORA……………………………….115
ix
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
REFLEXIÓN………………………………………………140
ACERCA DE LA AUTORA……………….……………….141
EPÍLOGO…………………………………………….……………...145
ALEJANDRO C. AGUIRRE PUBLISHING/EDITORIAL, CORP...147
x
DESAFÍOS
xi
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
xii
PRÓLOGO
Equipo Editorial
1
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
2
DESAFÍOS
INTRODUCCIÓN
3
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
4
DESAFÍOS
5
6
DESAFÍOS
DEDICATORIA
7
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
8
DESAFÍOS
AGRADECIMIENTOS
9
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
10
DESAFÍOS
11
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
13
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
14
DESAFÍOS
15
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
16
DESAFÍOS
17
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
18
DESAFÍOS
19
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
20
DESAFÍOS
21
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
22
DESAFÍOS
23
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
24
DESAFÍOS
25
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
REFLEXIÓN
26
DESAFÍOS
27
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
28
DESAFÍOS
29
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
30
DESAFÍOS
DEDICATORIA
31
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
32
DESAFÍOS
AGRADECIMIENTOS
33
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
34
DESAFÍOS
35
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
36
DESAFÍOS
37
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
Pensamiento:
Valore cada detalle de la vida, por muy pequeño que sea. Tiene
la oportunidad de vivir, tal vez no pueda cambiar alguna
circunstancia, pero sí puede aprender de ella.
Todo con amor.
EL ABUSO
El cerebro es un cajón que se divide en muchos
depósitos, cada uno tiene su propia llave y en la vida,
desde niños, vivimos situaciones difíciles tanto de
entender como de superar y, muchas veces, por miedo,
falta de atención o no encontrar a la persona correcta para
hablarlo, decidimos depositar esa situación en uno de
ellos, echarle doble llave y seguir, sin imaginar que,
mientras viva, la vida se encargará de mostrarle situaciones
similares para que usted sea libre de esa atadura y pueda
disfrutar de una vida plena. ¿Por qué lo digo de esta
manera?
Sufrí abuso sexual por parte de una de mis hermanas
justo entre mis ocho y nueve años de edad. Fue un
proceso muy difícil de entender a esta edad. ¿Por qué?
Porque estaba llena de confusión, no sabía si era correcto
o no, muchas veces quise hablarlo con mi madre, pero
nunca me puso la atención necesaria para yo poder salir
de esa situación.
38
DESAFÍOS
39
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
40
DESAFÍOS
41
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
EL PERDÓN
Sanarlo fue como volver a vivirlo, fue recordar cada
una de aquellas veces en las que me hubiera encantado que
mi madre o mi padre preguntaran: ¿Estás bien?, ¿todo está
bien?, ¡sabes que puedes decirme lo que sea! Pero no
pasaba así.
¡Lloré como no tiene una idea! Mientras las chicas
hablaban del tema, mi mente estaba llena de recuerdos y
quería sacarlo todo a la misma vez, fue un proceso no solo
de un día, pude sanar y perdonar a mi hermana en un
retiro de mujeres llamado Kairos (tiempo con Dios).
En ese retiro fue como tener a Dios de frente, se
acercó, me abrazó y dijo a mi oído: Perdonar no es olvidar,
perdonar es la decisión de dar una nueva oportunidad, yo
siempre he estado contigo, nunca te he dejado sola.
Un versículo que me fortaleció en ese momento fue
Filipenses 4: 5-7 que dice:
42
DESAFÍOS
ENFRENTANDO LA VIDA
¿Qué está dispuesto hacer usted para brindarle un
futuro mejor a los suyos?
¡Callarse en la situación que esté enfrentando no es la
mejor opción!
Tengo treinta y cinco años de edad y, a través de estos
años, he tenido que enfrentar diferentes procesos,
diferentes situaciones en las que me ha tocado decidir,
¿qué quiero hacer?, ¿en verdad es esto lo que quiero para
mí? ¿cómo lo voy a enfrentar?
¡Claro! No es nada fácil. Hay un dicho que dice: No es
lo mismo verlo que vivirlo.
43
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
Dios nos dio libre albedrío, pero ¿qué quiere decir esto?
Que nada ni nadie es culpable ni responsable de lo que
nosotros mismos decidimos vivir.
LAS DECISIONES
Recuerdo mi primera mala decisión a lo que me llevó.
Tenía solo diecinueve años de edad, estaba en mi
segundo año de bachillerato, estudiaba secretariado,
anhelaba ser secretaria. Una noche, mi madre se molestó
conmigo por una discusión entre una de mis hermanas y
yo, mi madre me dio una golpiza horrible, por lo que tomé
la decisión de irme de la casa de mis padres.
44
DESAFÍOS
DEPRESIÓN PROFUNDA
Comenzaron a pasar los días y me comencé a sentir
sola, mis amigas del colegio desaparecieron, no podía
volver al colegio al menos que fuera con mi madre. Mi
novio solo pasaba tiempo con sus amigos. Mi madre y mi
familia no querían saber nada de mí y comencé a caer
lentamente en una depresión que se convirtió en
esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que
afecta la forma en que una persona piensa, siente y se
comporta. Las personas con esquizofrenia pueden parecer
como si hubieran perdido el contacto con la realidad.
(National Institute of Mental Health, 2021).
Comencé a escuchar voces que me decían: mátate, ya
nadie te quiere, mátate. Esto llegó al punto en el que
intenté quitarme la vida de tres maneras diferentes. En la
última, terminé en un hospital por muchos días y
perdiendo un bebé que no sabía que existía en mi vientre.
Al salir del hospital, terminó la relación con mi novio, él
se regresó a la casa de su familia y yo me quedé sola.
45
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
46
DESAFÍOS
47
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
48
DESAFÍOS
49
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
50
DESAFÍOS
VENCIENDO EL MIEDO
Pensamiento:
51
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
52
DESAFÍOS
53
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
54
DESAFÍOS
55
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
56
DESAFÍOS
REDESCUBRIENDO MI PASIÓN
Comencé trabajando de housekeeping en un hotel, luego,
en limpieza en una compañía de construcción, en esta
duré mucho. Después de ésta, me cambié de compañía y
ahí fue más intenso, porque mi jefe se convirtió en el que
ahora es mi esposo, pero esa es otra historia.
57
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
59
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
60
DESAFÍOS
61
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
EL DOLOR
Algunas de ellas como el maltrato físico y verbal de
parte de mis padres, en algún momento más de mi madre,
palabras que marcaron mi identidad al punto que yo no
creía en mí, no era capaz de hacer muchas cosas porque
creí que no era buena para nada, que tenía dos manos
izquierdas y muchas cosas más, golpes, moretones
y cicatrices que no puedo ocultar.
Tuve un padre que, llegué a mi adolescencia y
él no sabía cuál era mi nombre. Jamás me dijo: Hija, estoy
orgulloso de ti, ¡feliz cumpleaños!, ¡feliz Navidad!, nunca tuve un
consejo de mi padre, un tiempo de calidad con él.
En algún momento le reclamé a Dios que ¿por qué me dio
unos padres así?, ¿por qué permitía que nos maltrataran tanto?
LA DECISIÓN ESTÁ EN MÍ
Pero, ¿sabe algo? La decisión estaba en mí, yo no
puedo juzgar a mis padres porque, como se lo dije antes,
¡yo no soy nadie para juzgarlos!
Sin embargo, aprendí a honrar a mis padres, tal vez mi
madre estaba frustrada por todo lo que le tocó vivir desde
niña y, a parte, lo que vivió con mi padre. No puedo decir
que todo lo hizo mal porque, si ella no hubiera luchado
para darnos lo necesario, yo no hubiera estudiado.
Mi padre decía: Yo no estudié y, si ellas quieren estudiar, que
trabajen. Mi madre, vendiendo comida, ropa, fruta,
haciendo préstamos aquí y allá, nos sacó adelante. Hubo
una señora que le decía que se la traía para los Estados
Unidos y ella siempre dijo que no, porque no podía
abandonarnos.
62
DESAFÍOS
63
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
REFLEXIÓN
64
DESAFÍOS
ACERCA DE LA AUTORA
65
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
66
DESAFÍOS
67
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
68
DESAFÍOS
DEDICATORIA
69
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
70
DESAFÍOS
AGRADECIMIENTOS
71
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
72
DESAFÍOS
73
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
P ensamiento:
EL COMIENZO DE LA VERDAD
En estos tiempos de pandemia y sufrimiento para
muchas personas que perdieron sus seres queridos,
pasaron por enfermedades extremas y situaciones difíciles;
me ha llegado una inspiración profunda para compartir mi
vida.
Siempre seré soñadora, guerrera y daré lo máximo a la
vida. Desde hace años, tuve la inquietud de compartir
algunos valores y miedos de los cuales soy testigo por la
incertidumbre del futuro al tener miedo de no participar
en el cambio del mundo siendo una motivación para los
demás con mi historia.
Sin embargo, reconozco que el miedo nació de la
incertidumbre que viene por la duda significada por
opciones y circunstancias de la vida.
Mi nombre es Sandra Morales, nací el 25 de diciembre
en Fort Worth, Texas. Parte de mi vida infantil fui criada
en México después fui enviada a mi país original.
En el año de 1991, mis padres se casaron en El Saucillo,
Zacatecas, México. Un año después, se mudaron a Fort
Worth, Texas, donde yo nací.
Fui la primera hija y ése fue el inicio de nuestra familia.
Hicimos nuestra vida en los Estados Unidos, mis padres
se mudaron temporalmente a la casa de mi abuelita, la
mamá de mi padre, todos ellos vienen de una familia
numerosa.
74
DESAFÍOS
76
DESAFÍOS
MI NACIMIENTO
Tiempo después, mi mamá salió embarazada, 9 meses
más tarde, dio a luz en el hospital John Peter Smith, en
Fort Worth, Texas, justo el día de Navidad. Yo fui el
mejor regalo para mis padres. Ellos me comentan que,
horas después de salir del hospital, mi abuelita ya había
puesto un bello Nacimiento.
77
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
78
DESAFÍOS
80
DESAFÍOS
81
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
82
DESAFÍOS
83
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
EN UN PAÍS DESCONOCIDO
Después de la separación de la familia, mi padre en
Estados Unidos, mi mamá y yo en México, la realidad
superaba la ficción, tenía que adaptarme a un estilo de vida
muy difícil.
En ese humilde ranchito, todo era muy pobre, yo tenía
muy poca ropa y solo un par de zapatos. Mis abuelos no
tenían baño, ni mucho menos una regadera para bañarse,
lo que utilizaban eran cazos. Había que caminar un
montón para ir por el agua y era muy cansado cargar los
barriles que se utilizaban para beber y limpiar.
Ahí conocí la verdadera pobreza, porque incluso,
algunas veces, caminaba descalza entre las piedras, con el
riesgo de cortarme, porque ya no me quedaban los zapatos
y mis abuelos eran muy pobres para ir a los pueblos para
comprarlos.
Mi madre juntaba lo poco que ganaba para
mantenerme alimentada. Ella nos visitaba a veces, hacía
un gran sacrificio, pero yo me sentía contenta de verla,
aunque fuera unos pocos días cada mes.
Años después, mientras yo estaba creciendo, mis
abuelos me enseñaron cómo vivir esa vida tan única, a la
que me fui adaptando con el tiempo. En las mañanas,
trabajaba temprano acompañada de mis abuelos, pero
nunca lo consideré como explotación infantil.
Aprendí a hacer todas las cosas del campo: a montar en
burro, ordeñar vacas, cortar tunas, sembrar elotes.
84
DESAFÍOS
LA POBREZA
Me sentía muy frágil y tenía pocos ánimos por la mala
alimentación. No era porque no me hicieran mi lonche, si
no que eran tan pobres para alimentarme, que apenas
tenían lo justo. A veces no podía esperar a llegar a casa de
mis abuelos para ver qué podía encontrar de comida y lo
poco que me sobraba, se los daba a las gallinitas, que era
mi parte favorita.
En ocasiones, falté a la escuela para ayudar y aprender
cómo sembrar en el campo con mi abuelito. Recuerdo que
nos íbamos por la mañana temprano en un burro, por el
lado de la carretera, con costales vacíos y poca agua con
intención de ir a cosechar.
Cuando había comida, iba a la escuela, cuando no,
estaba obligada a faltar y a ayudar a mi abuelo a sembrar,
con lo poquito que podía hacer. Así, de cualquier manera,
también lo acompañaba a diferentes áreas del monte a
sembrar y a darles de comer a las vacas que tenía en los
cerros. El tiempo fue pasando y repetía la misma rutina,
un día sí iba a la escuela y otros no.
85
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
UN ENCUENTRO INESPERADO
En una ocasión, llegué a la escuela justo cuando
empezaba el recreo. Un hombre muy extraño se acercó,
era muy raro, ocultaba su rostro, pero clarito lo escuché
decir: niña, ven para acá, te tengo algo, por favor, ven. A mí me
daba tentación ver quién era, pero mis abuelos me decían
que no hablara con ningún extraño. Que, si lo hacía, me
castigarían. Solo tenía curiosidad de saber por qué ese
hombre solo me vigilaba a mí, a escondidas, y se retiraba
cuando se acercaban más personas.
Un día de tantos, en el recreo, estaba jugando fútbol
con unos compañeros. Me tocó ir por el balón afuera de
la cancha y de pronto, al agacharme por la pelota, sentí
una sombra detrás de mí. Miré hacia arriba y me
sorprendí, él me dijo en voz baja: soy yo, hijita, te pido, por
favor, no digas nada. Me quedé muda, solo lo miré y se me
salían las lágrimas. Cuando él miró mis lágrimas, comenzó
a limpiarlas mientras, volteaba constantemente a todos
lados disimuladamente para que no lo reconocieran.
La separación familiar afecta a todos los miembros por
igual, no sabía cómo habíamos llegado a esa situación. A
pesar de todo, no perdía la esperanza de que, algún día,
volviéramos a reencontrarnos y recordar aquellos días de
separación como una experiencia negativa superada.
Yo lo veía y no lo podía creer, después de tanto tiempo
mi padre se escondía para llamar mi atención. Yo no sabía
si rechazarlo o abrazarlo. Me volvió a rogar que no le
dijera a nadie y me prometió que me visitaría otra vez.
Antes de irme, me tomó de la mano y me puso un anillo
de oro con forma de Mickey Mouse. Le di un abrazo,
agradecida y corrí a la cancha con la pelota.
Al regresar, mis compañeros me miraron extrañados y
me hicieron preguntas, yo no les contesté, uno de ellos
notó el anillo y justo en ese momento terminó el recreo.
86
DESAFÍOS
MI FAMILIA
A veces llegaba mi tía Alicia, venía a visitarme desde
lejos y me traía cositas para entretenerme. Tenía tres tíos
más, cada uno de ellos era muy diferente. Uno era muy
grosero con mi abuelita y me estiraba las orejas, el otro me
obligaba a comer y mi otra tía, se comía mis Sabritas.
¡Cómo extrañaba a mis padres! No sabía por qué
habíamos llegado a esa situación. A pesar de todo, mi
familia me quería mucho, los tíos me apoyaban, pero
éramos pobres.
Me acuerdo de que unas de mis tías era la más
trabajadora y cercana a mis abuelitos, ella hacía todo. Los
fines de semana me llevaba tempranito a lavar ropa en los
lavaderos de envases. Llevábamos los burros cargados de
costales, llenos de ropa sucia, íbamos hasta un pueblito
que se llama Gualterio, donde mucha gente de los ranchos
vecinos iba a lavar su ropa a mano.
87
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
88
DESAFÍOS
89
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
90
DESAFÍOS
91
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
RECONCILIACIÓN A LA VISTA
Mi madre se quedó unos días más en El Saucillo para
pensar bien las cosas y la decisión de sanar y perdonar.
Pasaron una semana mirándose, compartiendo,
platicando. Yo no estaba con ellos, para que le dedicaran
más tiempo a pensar. Poco a poco, fueron
reconciliándose, regresó su amor, como sucede en otros
matrimonios.
Unos días después, mamá decidió quedarse algunos
días en la casa de mi papá. Recuerdo que mi padre se
despidió de nosotras para volver a los Estados Unidos,
dijo que regresaría en un par de semanas por nosotros.
92
DESAFÍOS
EL CRIMEN
Un día, antes de entrar a la escuela, me topé con una
situación horrible, hubo una tragedia en la casa de al lado
de mis padres. La curiosidad de una niña pequeña también
puede dejar un trauma por el resto de la vida. Estaba
caminando con una amiga de camino al colegio cuando,
unos gritos desgarradores retumbaron por el barrio. Nos
acercamos corriendo a la casa, pensaba que mis papás
podrían estar ahí.
El corazón me latía rápidamente, cuando llegamos,
pudimos ver que había ocurrido un terrible crimen, ahí
vivía el esposo de mi abuelita, ella vivía en Estados
Unidos. Entraron a robar y asesinaron al padrastro de mi
padre. Alguien del rancho trató de defenderlo y también
le dispararon.
Los criminales escaparon hacia la casa de mis padres,
bendito sea Dios no estábamos ahí. Al día siguiente, unas
compañeras y yo fuimos a ver qué había pasado, cuando
llegamos, las autoridades sacaban cuerpos muertos
cubiertos con sábanas blancas. De pronto, alcancé a ver la
cara del padrastro de mi padre, sentí horrible, era algo muy
gráfico para unas niñas. Los policías nos corrieron por
andar de curiosas.
Cuando llegué a la casa, pálida y traumada, me
regañaron por andar de curiosa. En realidad, todos
estábamos asustadas. Nunca había habido crímenes así.
Días después, la familia de la víctima que vivía en
Estados Unidos y otros conocidos, llegaron para velar a
los muertos.
93
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
DE VUELTA A LA RUTINA
Pasó el tiempo, yo seguí mi rutina, caminaba a la
escuela y a veces me iba con mi abuelo. Mi abuela materna
era muy trabajadora también, según decían, ahí nunca se
terminaban los quehaceres.
Mi abuelo me invitaba una vez al mes a acompañarlo a
los pueblos, ya que conseguía lo mínimo de mercancía
para vender los costales de frijoles, a penas alcanzaba para
pagar la gasolina y comprar algunas cosas.
Desde pequeña yo ya estaba acostumbrada a ayudar en
todo lo que podía.
Eso sí, el momento que más disfrutaba era cuando veía
a mi familia convivir, la cena que comíamos era lo más
valioso.
Para mí, era una distracción salir del rancho, a parte,
me divertía muchísimo. Llegaba a los demás pueblos,
caminaba al aire libre con mi abuelo, comprábamos un
helado y me sentía muy consentida. En una ocasión, iba
comiendo mi helado y una niña con una camisa rota y me
pidió probar un poco de mi helado porque tenía mucha
hambre y ¡claro que le di! Fue ahí cuando me di cuenta de
que no era la única que sufría de pobreza extrema y de
hambre.
Miré a mi alrededor, había niños vendiendo periódicos,
dulces y otros, pidiendo limosna. Eran de mi edad y
menores que sufrían tanta pobreza económica y
académica, no podían ayudar a sus padres con las
vendimias.
94
DESAFÍOS
95
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
96
DESAFÍOS
97
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
98
DESAFÍOS
LA GOLPIZA DE MI PADRE
Cuando mi padre lo vio me gritó, me insultó y me
aventó con toda su fuerza a la pared. Mi madre y abuela
escucharon los golpes desde la cocina y corrieron a la
habitación, gritaban a mi padre que me dejara, pero él las
ignoró y siguió golpeándome en todos lados.
Mi madre lo empujó para que me soltara, mi abuela se
sentía avergonzada de ver cómo me golpeaba mi papá. Se
detuvo de milagro, yo estaba moribunda, sin fuerza, con
99
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
El NACIMIENTO DE MI HERMANO
En el año 2000 nació mi hermano Antonio Jr. yo estaba
muy emocionada, fue como la cura emocional que
necesitaba, sentía el amor de una hermana mayor hacia su
hermano pequeño. Cuando lo trajeron a la casa estaba
encantada, no me cansaba de mirarlo, lloraba mucho
todos los días y en las noches también. Dicen que nació
moradito y tenía poco peso cuando, pero poco a poco fue
creciendo.
101
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
102
DESAFÍOS
103
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
104
DESAFÍOS
PERDONAR
La verdad era que, con cada queja mía de la escuela, en
vez de hablar y corregir, me gritaba o pegaba. Los años
pasaron y traté de entender por qué era así, incluso la
familia de él intentaba explicarme por qué era así, pero
nunca lo entendí. Solo me quedó aceptarlo porque tenía
que hacerlo, me decían que debía perdonarlo.
Entonces empezó una nueva parte de mi vida en la
todo fue aprendizaje. Orgullosamente comencé a
cosechar logros, a pesar de todo lo oscuro que había
vivido y que a veces me faltaba mejor nutrición.
A pesar de todo lo que viví de pequeña, puedo decir
que tuve un techo dónde dormir, y gente que me quiso y
me ayudó.
BULLYING
La clase de P.E, que es la clase física de ejercicio y
deportes, era una de mis favoritas porque me gustaba ser
muy activa. Era la más divertida, pero también la más
impredecible porque había todo tipo de estudiantes.
Algunos no seguían las instrucciones de la coach mientras
jugábamos a dodgeball.
Normalmente yo siempre fui una de las más tímidas,
algunos jóvenes me empezaron a hacer bullying, pero
trataba de ignorarlos.
Yo no me defendía, solo les decía que por favor me
dejaran tranquila, pero hacían justo lo contrario. Eran
cuatro jóvenes que me trataban mal. Honestamente, hasta
tenía miedo de asistir a algunas clases por temor a que me
lastimaran.
Una vez estaba bajando las escaleras para ir a mi
siguiente clase y dos de ellas me venían siguiendo, una de
ellas me jaló el pelo y la otra me arrebató el CD player que
llevaba en la mano. Cuando les dije que me lo regresaran,
me lo aventaron y se hizo trizas. Me frustré y lloré porque
no me dejaban en paz. Quería cambiarme de escuela a una
donde no experimentara ese abuso.
106
DESAFÍOS
107
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
108
DESAFÍOS
109
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
110
DESAFÍOS
111
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
112
DESAFÍOS
REFLEXIÓN
113
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
114
DESAFÍOS
ACERCA DE LA AUTORA
115
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
116
DESAFÍOS
117
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
118
DESAFÍOS
119
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
120
DESAFÍOS
DEDICATORIA
121
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
122
DESAFÍOS
AGRADECIMIENTOS
123
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
124
DESAFÍOS
125
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
C
nada.
uando pensamos que lo tenemos todo, en un abrir
y cerrar de ojos descubrimos que no tenemos
126
DESAFÍOS
127
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
128
DESAFÍOS
129
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
130
DESAFÍOS
131
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
132
DESAFÍOS
133
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
135
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
136
DESAFÍOS
137
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
138
DESAFÍOS
139
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
REFLEXIÓN
140
DESAFÍOS
ACERCA DE LA AUTORA
141
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
142
DESAFÍOS
143
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
144
DESAFÍOS
EPÍLOGO
145
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
146
DESAFÍOS
¿QUIÉNES SOMOS?
Una Editorial Independiente que publica libros, con excelentes contenidos que
captan la atención y el interés del lector. Ofrecemos nuevos soportes y materiales,
una gran oportunidad para escritores y autores independientes.
Complementando este propósito contamos con nuestra revista neoyorquina
trimestral, «Re-Ingeniería Mental Magazine». Dirigida a la comunidad en general de
los Estados Unidos y orientada a la difusión de información relevante en temas de
interés social. La meta primordial es cumplir con las exigencias del mercado y la
satisfacción de nuestros amigos y clientes, con una importante plataforma para
promover sus productos o servicios al público.
DECLARACIÓN DE MISIÓN
«Una persona usualmente se convierte en aquello que cree que es. Si yo sigo
diciéndome a mí mismo que no puedo hacer algo, es posible que yo termine siendo
incapaz de hacerlo. Por el contrario, si yo tengo la creencia que sí puedo hacerlo,
con seguridad yo adquiriré la capacidad de realizarlo, aunque no la haya tenido al
principio».
147
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
148
DESAFÍOS
149
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
150
DESAFÍOS
151
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
152
DESAFÍOS
153
Guadalupe Miranda, Sandra Morales, Natali Martínez, Héctor Ramos
154
DESAFÍOS
155