Está en la página 1de 2

Realpolitik

COVID- 19, gobernantes y gobernados


Oscar Basave Hernández

A poco más de un año que comenzó la pandemia de la enfermedad infecciosa del


coronavirus 2019 (COVID- 19, por sus siglas en inglés) las consecuencias que se han
tenido en los diferentes países han sido diferentes, en ello ha influido el tipo de gobierno y
las reacciones de los gobernantes y también de los gobernados´; así como las formas de
interacción social y religiosa. El número de contagiados y muertos ha tenido mucho que ver
las acciones de los gobierno pero también de los gobernados.
Para los países de corte autoritario, entre ellos China, sólo bastó una orden para mantener a
la gente en sus casas, aunque inicialmente el manejo permitió la expansión. En cambio en
otros países democráticos, salvo Nueva Zelanda, la posibilidad de mantener
En los países democráticos ha tenido una mayor incidencia de muertos y contagios,
precisamente debido a la libertad con la que cuentan los ciudadanos para moverse, aun
cuando en algunas partes fue considerado como un problema de salud pública y aplicaron
sanciones a quienes no acataron las recomendaciones de salud para contener los contagios.
Solamente tres o cuatro países fueron paradigmáticos por la respuesta de los gobiernos ante
el COVID- 19, la Gran Bretaña, Estados Unidos, Brasil y México, en donde los
gobernantes, a saber el primer ministro británico Boris Johnson; los presidentes
estadounidense Donald Trum, brasileño Jair Bolsanaro y mexicano Andrés Manuel López
Obrador, respondieron más a sus creencias que a la ciencia sobre las formas de atención
ante la pandemia.
La pandemia del coronavirus, que se trató de la primera enfermedad global del siglo, tuvo
resultados multifactoriales y respuestas diversas; pero también que no sólo se difundió
información maliciosa, con teorías de las conspiraciones y complots, a las que incluso las
redes sociales como Facebook y Twitter hicieron esfuerzos por limitar, pero en lo que se
confirmaba la veracidad de una información esta era compartida; la red social y de
comunicación menos limitada fue la de WhatsApp.
Frente a la desinformación maliciosa, se añadió la malinformación por cuestiones políticas
derivadas de las creencias. En México, el subsecretario Hugo López- Gatell excusó al
presidente López Obrador de ser portador de contagios y de ser inmune a estos; mientras
que el Ejecutivo mostraba su medalla de detente en una mañanera.
A más de un año muchas malas decisiones se han tomado desde el gobierno, algunas
equivocadas y otras tardías; otras pésimas estrategias. Sin embargo, esta tercera ola de
contagios con otra variante del coronavirus, conocida como Delta (hay otras variantes más),
ha incrementado el número de casos más y el de fallecimientos en las últimas semanas.
¿A quién corresponde la irresponsabilidad de los incrementos? ¿Al gobierno? ¿A qué
gobierno? ¿federal? ¿estatal? ¿municipal? Los colores partidistas de los gobiernos han
cambiado y la responsabilidad por acciones y omisiones es diversas. Efectivamente, como
se ha dicho los gobiernos han tenido una respuesta confusa, errónea y equívoca,
ponderando otro tipo de factores, como es la economía, entre otras cosas.
Pero ¿y la población? La población responde a sus propios intereses, y sin duda alguna
muchos también han contribuido con el alza de los contagios por su comportamiento, en el
que no haber un gobierno autoritario que los obligue a respetar las medidas han hecho lo
que han querido.
El gobierno se ha visto rebasado en su capacidad hospitalaria para la atención de los
enfermos, pero tampoco esto ha sido impedimento para que quienes no han sido
contagiados decidan adoptar medidas preventivas. Ni el número de muertes ni de
infecciones han sido motivo de contención.
Aun a estas alturas en que se han perdido familiares o amistades cercanas producto del
coronavirus ha servido para que la población, una buena parte de ella, sirva para contenerse
y cuidarse. Seguramente esperan con ansias el día en que les toque a ellos.

También podría gustarte