Está en la página 1de 2

Realpolitik

El regreso a la escuela, una prueba para AMLO


Oscar Basave Hernández

Al final de cuentas la gran prueba para el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus
seguidores, que son muchos, no serán las elecciones pasadas en las que volvió a ganar su
partido, ni la que se avecina este domingo con la participación en la consulta popular; sino
el reto que lanzó en su conferencia matutina de este jueves, de que continuará pugnando por
el regreso a clases de los niños y adolescentes.
El jefe del Ejecutivo federal advirtió que el continuará dando el debate para el retorno a las
aulas, “no me importa que si la mayoría este pensando en no regresar. Yo voy a sostener
que es indispensable que se regrese a clases, por el bien de los niños, adolescentes, de los
padres de familia, la educación y el desarrollo del país”. El presidente señaló que México
junto con Bangladesh son los únicos países que llevan más tiempo con las escuelas las
escuelas cerradas.
El contexto en el que López Obrador insiste en el retorno a las actividades escolares es la
tercera ola de contagios del coronavirus, ahora con la variante Delta, predominantemente;
que comenzó a afectar a los niños y adolescentes, excluidos en la primera versión del virus.
Así como la información de que su hijo menor, Jesús Ernesto había sido positivo de la
enfermedad, y por último en su negativa de comprar vacunas para niños, para no fomentar
el consumismo.
En la misma conferencia, del 27 de julio, en la que informó que su hijo había dado positivo
al COVID- 19, el presidente a partir de 1 hora 16 minuto se puede revisar el video de la
conferencia, se refiere a pregunta expresa que su gobierno no cederá al chantaje de las
farmacéuticas para comprar las vacunas para los niños, “hay que tener cuidado, porque
como es lógico las farmacéuticas quieren hacer negocios, por eso van a decir se requiere de
una dosis, de una segunda dosis, una tercera dosis. Quisieran estar vendiendo vacunas para
todos, pero tenemos que priorizar su se requiere o no, y no estar sometidos a lo que las
farmacéuticas nos digan”.
También dijo “no hay que ser consumistas, no llegar como al supero o la tienda de
autoservicio de comprar por comprar, sino comprar lo necesario si se requiere o no”
En los otros datos con los que el Presidente cuenta no hay relación entre el contagio de su
vástago, las vacunas y el regreso a clases.
Ahora falta que esos datos y la ausencia de relación sea vista por sus seguidores y es aquí
donde va a resultar el gran examen a su palabra y a su posición. ¿Sus seguidores harán caso
al Presidente y enviarán a clases a sus hijos? ¿En caso de que los profesores se nieguen a
regresar a clases les exigirán que se presenten a laborar? Estas dos preguntas, que son
mucho más cercanas a la población que la que se realizará el domingo sobre si se enjuicia o
no a los expresidentes, al fin y al cabo las tropelías que hayan cometido los expresidentes
están mucho más lejanas a la población que el interés de lo que puede pasar por sus hijos.
Esta exigencia de López Obrador para que se regrese a clases en agosto ya ha sido
manifestada en otra ocasión anterior con la frase “llueva, truene o relampaguee”, porque ya
fue bastante tener las escuelas cerradas, dijo hace unos días en Veracruz.
Entre el hijo del presidente y los hijos de un beneficiario de los programas federales hay
una gran diferencia. Para Jesús Ernesto y sus padres resultaría muy fácil conseguir
medicamentos y condiciones para ser atendido por COVID- 19, pero para el hijo de Juan
Pérez sería extraordinariamente complicado conseguir lo mismo.
“No me importa que la mayoría este pensando en no regresar a clases”, dijo y reiteró que el
considera indispensable que sí se haga. Se trata de un reto presidencial cuya palabra para
muchos mexicanos es una instrucción de vida, por ello estriba una gran prueba de hasta
dónde son capaces de llegar los seguidores del Andrés Manuel López Obrador en esta
prueba de fe.
Pasó la elección intermedia, está a punto de enfrentarse a la prueba de la consulta popular,
pero la de agosto será la más importante, sí el presidente logra que los padres de familia
envíen a sus hijos a la escuela seguramente será la victoria más importante de su mandato
después de su triunfo electoral del 2018; porque aquí se verá la estima de los padres por sus
hijos o por el presidente.
Porque también los padres de familia le pueden decir: “Con los niños no señor Presidente”.

También podría gustarte