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Realpolitik

El regreso de El Tapado
Oscar Basave Hernández

Fiel a la actitud de traernos de vuelta al pasado, el presidente Andrés Manuel López


Obrador nos remite de nueva cuenta a la muy vieja y desaparecida fórmula de El Tapado,
que consiste en colocar a figuras del gabinete que pueden sucederlo en las próximas
elecciones presidenciales. En la conferencia mañanera López Obrador mencionó a los
secretarios Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier, Juan Ramón de la Fuentes, Esteban
Moctezuma y Rocío Nahle, así como a la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia
Sheinbaum. En esa lista, López Obrador omitió al senador Ricardo Monreal.
Cada que tiene oportunidad el presidente alega que el no es como los otros gobernantes que
ha tenido el país, aunque cada hecho lo desmienta. La lista presentada el pasado 5 de julio,
fue acompañada con la aseveración de que “no hay tapados” para ser el candidato
presidencial de Morena en la elección del 2024. Eso del Tapado, dijo es historia, y
preguntaba “¿quiénes pueden sustituirme? Bueno pues primero hay que tomar en cuenta
que va a ser el pueblo el que va a decidir”, es decir lo mismo que decían los antiguos
gobernantes a los que dice no parecerse.
José Woldenberg en un ensayo publicado en el libro de Enrique Florescano, “Mitos
Mexicanos”, habla precisamente de la figura de El Tapado y señala que se trata de un
símbolo popular, este, indica, es una figura “del círculo primero del Presidente, no se trata
de un Don Nadie sino de un hombre del gabinete, alguien visto –y mucho—pero que puede
ser nominado o no, que puede quedar congelado para siempre o descongelarse hasta
convertirse en el Mero Mero”.
Su selección se produce, dice Woldenberg citando a Daniel Cosío Villegas, dentro de la
oscuridad y en el silencio del pasillo y la cámara real.
La tradición mexicana de El Tapado fue parte de la picaresca política, pero el trabajo más
completo al respecto lo hizo Jorge G. Castañeda en su investigación titulada “La Herencia.
Arqueología de la sucesión presidencial en México”, que en la entrevista sobre el tema,
José López Portillo, a quien le pregunta cómo se arma la lista de presidenciables y este
responde:
“… el próximo Presidente va a salir (del) gabinete, de acuerdo con la forma de tomar
decisiones que tuvimos los presidentes presidencialistas a partir de la fórmula de Ruiz
Cortines. Fue él quien culminó el proceso que después siguió con los que resultamos y
ahora estamos asistiendo a su terminación. Sabíamos que al designar secretarios de Estado,
uno de ellos o alguien del gabinete, de los cuadros inferiores (porque hay que preverlo todo;
la nominación del gabinete es una cosa muy complicada), va a ser Presidente”.
La figura del Tapado entró en crisis durante la postulación de Carlos Salinas de Gortari, integrante
de la lista de presidenciales conformada por Manuel Bartlett, Alfredo del Mazo, Ramón Aguirre,
Miguel González Avelar y Sergio García Ramírez. El enredo provocado por el hijo del presidente
Federico de la Madrid confió que el candidato sería SG, y se fueron a felicitar a Sergio García y
entonces se tuvo que adelantar el destape a favor de Salinas de Gortari.

El segundo drama fue en la sucesión de Salinas de Gortari, cuando al destapar a Luis Donaldo
Colosio, el otro presidenciable Manuel Camacho Solís se inconformó y la molestia se trasladó a los
trabajos de pacificación en Chiapas.

Entrada en crisis la figura del Tapado, el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, declaró que se
cortaría el Dedo y que no intervendría en la selección de candidato presidencial. Posterior a él,
arribó el PAN, con Vicente Fox y la figura del Tapado se perdió en la historia.

Hasta ahora, que un presidente que niega ser igual a sus antecesores neoliberales la rescata para
parecerse a los presidentes nacionalistas del PRI.

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