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Estamos en el 2017 y prácticamente los únicos municipios de Guerrero que tienen espacios
para el entretenimiento y el consumo cultural son cuatro, Acapulco, Chilpancingo, Taxco e
Iguala, podríamos hacer un ejercicio de imaginación y remitirnos a las condiciones de 1970,
nos encontraríamos con La Nada, salvo el caso de Acapulco o Chilpancingo, probablemente
por ser lugares de grandes concentraciones de población, la primera por ser lugar turístico y
el segundo por ser centro escolar de la entidad.
Sin embargo, en los 70 surgieron los grupos Acapulco Tropical y la Luz Roja de San
Marcos, quienes se convirtieron en un fenómeno y exportaron música, al hacer giras por
Estados Unidos, Centro y Sudamérica, en pleno periodo del modelo económico de la
sustitución de importaciones, del proteccionismo oficial a los productos mexicanos, la
música de acá se fue hasta allende las fronteras; una música en la que mayor parte de los
destinos servía de identificación, un rasgo de lo “latino”.
Pero en el caso de la música tropical, no tuvo muchos espacios, en los 70 estaba por
Pie de la Cuesta, Kamuri y El Aterrizaje, que fueron los primeros para los jóvenes
acapulqueños, posteriormente se abrió el Grupaca, en el centro, y El Ninas, en la Costera.
El consumo cultural
Los estudios de consumo cultural realizados muestran que éste depende de factores
muy distintos, entre ellos se relacionada el ingreso y la escolaridad. Se presupone que una
sociedad con mejores ingresos y escolaridad tiende a consumir más bienes y servicios
culturales que otras más acuciada por necesidades materiales (Nivón y Sánchez Bonilla,
2012, p. 65)
Auditorios 9
Bibliotecas 15
Teatros 7
Museos 3
Librerías 14
Galerías 2
Centros Culturales 5
Ferias del libro 1
Salas de cine 8
Zonas
arqueológicas 2
Festivales 6
Fuente: Sistema de Información Cultural (Conaculta, SF)
Auditorios 5
Bibliotecas 6
Teatros 5
Museos 3
Librerías 8
Ferias del libro 2
Salas de cine 2
Fuente: Sistema de Información Cultural (Conaculta, SF)
Auditorios 1
Bibliotecas 11
Teatros 3
Museos 2
Librerías 2
Galerías 1
Centros Culturales 1
Festivales 2
Ferias del libro 2
Fuente: Sistema de Información Cultural (Conaculta, SF)
Auditorios 4
Bibliotecas 3
Teatros 5
Museos 2
Librerías 5
Centros Culturales 2
Salas de cine 1
Fuente: Sistema de Información Cultural (Conaculta, SF)
Prácticas y hábitos culturales en Guerrero
De acuerdo a este Análisis… (Silva y Vázquez, 2010, pp. 17–18) para la población
guerrerense otorga un valor entre 8 y 10 (donde 0 es nada importante y 10 muy importante)
la asistencia a fiestas tradicionales (patronales, pueblos barrios, etcétera) por un 82.4 por
ciento de la población entrevistada; 65.8% para zonas arqueológicas, 65% para bibliotecas,
64.3% para música en vivo, 63.4% para librerías, 62.6% para museos, 57.4% para casas de
cultura o centros culturales, 55.2% para cine y 48.8% para teatros.
Pero entre considerarlo importante y asistencia hay una diferencia, de quienes le dan
importancia y quienes han asistido; así el 36% nunca ha ido al teatro y a zonas arqueológicas.
En cambio a las fiestas tradicionales ha acudido por lo menos una vez al año el 96.9 por
ciento de la población y a escuchar música en vivo el 84.8 por ciento.
Por otro lado, los espacios culturales que se perciben lejanos, en términos de distancia,
y por ello no asisten son las zonas arqueológicas, museos, cines y teatros, lo cual es
comprensible pues apenas 19 municipios cuentan con museos, 8 con zonas arqueológicas, 3
con salas de cine, y 4 con teatros, esto de acuerdo al Sistema de Información Cultural
(Conaculta, SF).
Entre las razones por las que no asisten a espacios culturales, el análisis menciona que
para las bibliotecas no tienen tiempo (5.2%) y no saber leer y escribir (4.8%); para librerías
en el mismo orden, pero con 5.1% y 4.3% respectivamente; para museos el estar muy lejos
(6.8%) y el no tener tiempo (6.2%); para obras de teatro no tener interés y no tener tiempo
(8% ambas); para cines el estar muy lejos (4.9%) y por falta de tiempo y dinero (4.8%); para
asistir a escuchar música en vivo el no tener tiempo (3.9%) y falta de tiempo y dinero (2.8%);
para casas de cultura y centros culturales el no tener tiempo (9.6%) y el no resultar interesante
(7.7%); para zonas arqueológicas el estar muy lejos (12.1%) y el no tener tiempo (6.3%).
Exposición a medios
Por otro lado, con respecto a la exposición a medios, el Análisis señala que de acuerdo
a la encuesta poco más de tres de cada diez personas lo leen todos los días; varias veces a la
semana 17.4%; mientras que 15.5% lo hace una vez a la semana; 16.2% una vez al mes y
16.8% con menor frecuencia. Otro hallazgo es que la lectura de periódicos disminuye
conforme la edad aumenta: La población de entre 15 a 24 años es la más asidua a la lectura
de este medio (26.9%), en segundo lugar se encuentra el rango de 25 a 34 años (18.6%) y el
tercer lugar lo ocupa la población de entre 35 y 44 años (14.1%).
En cuanto a la preferencia por rangos de edad, la encuesta arroja que para todos los
grupos son las baladas‐románticas, pop, el género preferido, excepto para la población de 65
años y más, la cual opta por los Boleros como primera respuesta. Como segunda opción los
grupos de entre 15 y hasta 44 años colocan a la banda; en tanto que la población de 6 a 14
años prefiere la música infantil; los grupos de 45 a 64 años ubican a los boleros, y la población
de 65 años y más señala a la música ranchera (Silva y Vázquez, 2010, p. 100).
Sí esto ocurre en el 2010, ¿podríamos imaginar como estaría en 1970, hace 40 años?,
en el conjunto del estado podríamos encontrar nada. En Acapulco las discotecas y centros de
baile eran espacios de esparcimiento en general para el turismo, por lo costoso del acceso y
del consumo, y de los cuales hay mayor información de las discotecas y los centros de baile
anteriores a ella, incluso de centros que como La Huerta o El Nueve, que daban cierto
glamour y aire underground, el primero localizado en la zona de tolerancia, y en el que el
show principal era el de Mayambé, un travesti; el segundo un bar gay. Que al final de cuentas
eran lugares de convivencia de citadinos ricos o turistas extranjeros.
La señora Sofía Hernández Morales, apodada “La Gata”, se emociona al recordar esa
época en una entrevista3, señala que al kamuri o al Aterrizaje se iba “la chamacada” se iban
como podían por la tarde hasta Pie de la Cuesta, a las tardeadas para bailar en las pistas
cercanas a la playa de esos centros de baile, “íbamos muchos, pura chamacada”. Pero la
asistencia a esos lugares se interrumpió en cuanto abrieron el Grupaca. El centro de baile
exclusivo para música tropical, para grupos de cumbias, en el que los jóvenes acapulqueños
de los barrios históricos y de la colonia Zapata llegaban a divertirse.
Sofía Hernández refiere que cuando llegaban los de la Zapata gritaban “llegaron los
zapatistas”. Los de allá de la Zapata, como los del centro, de los barrios históricos, Cuerería,
Pinzona, Petaquillas, etcétera, vestían igual los hombres con sus pantalones entallados hasta
las rodillas y acampanados, con camisas hawaiianas, largas y sin fajar, zapatos en blanco y
negro. Las mujeres en vestidos, minifaldas, maxifaldas, pantalones también acampanados y
ombligueras, con zapatillas de plataforma.
En el Grupaca se bailaba con los de moda, Acapulco Tropical, Grupo Caribe, siempre
de dos grupos en vivo. En el amplio salón de fiesta que ocupa ahora el Elektra de la esquina
de Calzada Pie de la Cuesta y Aquiles Serdán. Las paredes pintadas con mujeres negras,
palmeras, con bongos, y negros tocando. Era el espacio de interacción social de los jóvenes
acapulqueños con menos recursos para ir a las discotecas.
2 De acuerdo a la entrevista de Misael Habana a Walter Torres el abrió El Grupaca, después de 10 años de
fundar el Acapulco Tropical (Habana de los Santos, 2016)
3 Entrevistada el 22 de noviembre del 2017 .
4 Entrevistado el 23 de noviembre del 2017.
La ventaja del Grupaca era que no había cadeneros, a diferencia de cualquier
discoteca de la Costera. Pero ello mismo, la reunión de jóvenes de los barrios bravos de
Acapulco terminaban en trifulcas.
Entre el Grupaca del Acapulco Tropical y el Ninas donde Macario Luviano era el
público, efectivamente en el segundo venía gente de fuera a disfrutar de la música tropical
en vivo, por lo que se refería a otro tipo de gustos, y el Grupaca era más popular, como
espacio de consumo cultural.
Tropicalizar lo latino
Las redes que se establecieron en esta interacción social fueron más amplia de lo que
se esperó. La frontera del Acapulco Tropical y de la Luz Roja de San Marcos no se
circunscribió al final de cuentas a los quince años, a las bodas, a las fiestas patronales o al
Grupaca, trascendieron allende la frontera del norte y del sur de América.
En sendas entrevistas con Misael Habana (1999) y Líbana Nacif (Nacif Heredia,
2017a, 2017b) los líderes de los grupos Acapulco Tropical, Walter Torres, y de La Luz Roja
de San Marcos, informaron de la grabación de los discos que se difundieron por Estados
Unidos y por Centro y Sudamérica. Los discos llegaron a donde ellos no pudieron estar
fisicamente, pero las giras se realizaron a nivel internacional.
En el caso del Acapulco fueron 23 discos de larga duración (LP), algunos de ellos, 5
LP´s hechos en España; 4 en Argentina; en Chile 6, y a pesar de no estar presentes en toda
América Latina sí lo estuvieron a través de sus discos (Habana de los Santos, 1999, p. 11).
Mientras que la entrevista con Marcos Cortés, vocalista de la Luz Roja de San Marcos,
informa que ese grupo grabó 37 LP´s. A diferencia del Acapulco, que no residió en Estados
Unidos, los integrantes de la Luz sí se instalaron a partir de 1986 en San Antonio, Texas,
(Nacif Heredia, 2017b)
En ambos casos señalan que eran seguidos por los latinos en Estados Unidos. Y “en
America Latina no hay latinos. Los latinos están aquí”, afirma José Tillan, viepresidente de
MTV Latin America (Martel, 2010, p. 301) y efectivamente en Estados Unidos Norteamerica
se reconocen con el génerico latino los originarios todas las nacionalidades de
hispanoamérica, pero no sólo eso sino que se encuentran dispersos en varios de los estados
de la Unión.