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El Testamento Marítimo

Generalidades.-
El testamento marítimo está contemplado en el artículo séptimo “Testamento
marítimo”, del título II, “Formalidades de los testamentos” de la sección segunda
“Sucesión testamentaria”, del libro IV “Derecho Sucesorio” del código civil, en los
artículos 716 al 720.
El testamento marítimo es aquel otorgado durante la navegación acuática.
Según León Barandiarán, el testamento marítimo es el que se hace durante la
navegación en un buque, es testamento de emergencia, transitorio y eventual; es
decir, de transitoria validez porque se requiere procede, a la protocolización1.
Según Ferrero, el testamento marítimo es el acto jurídico que pueden otorgar los
navegantes en un buque durante la travesía acuática. Esta clase de testamento puede
ser empleado igualmente en la navegación fluvial y lacustre, respectivamente2.
Lohmann Luca de Tena, dice que el testamento marítimo; es todo aquel que se
otorgue durante la navegación por quien este embarcado en buque de guerra peruano,
o barco mercante, bien de travesía o de cabotaje, o bien dedicado a faenas
industriales o fines científicos3.
Por lo tanto, queda excluida la posibilidad de otorgar testamento marítimo en
embarcaciones distintas, como son las de recreo o las destinadas a propósitos.

Personas Aptas para Otorgar Testamento Marítimo:

Lo atinente a las personas aptas para otorgar testamento marítimo es objeto de


regulación legal en el artículo 716° del código civil, según el cual:
Pueden otorgarse testamento, durante la navegación acuática, los jefes, los oficiales,
tripulantes y cualquier otra persona que se encuentre embarcada en un buque de
guerra peruano. Y que se encuentren a bordo de un barco mercante de bandera
peruana, de travesía o de cabotaje, o que este dedicado a faenas industriales o a fines
científicos.

Persona Ante Quienes puede Otorgarse el Testamento Marítimo:


En aplicación del primer párrafo del artículo 717 del código civil:
a) El testamento marítimo será otorgado ante quien tenga el mando del buque o
ante el oficial en quien este delegue la función y en presencia de dos testigos.
b) El testamento del comandante del buque de guerra o del capitán del barco
mercante será otorgado ante quien le siga en el mando.

1
León Barandiarán, 1995, tomo VII, pág. 159
2
Ferrero, 2005, pág. 395
3
Lohmann Luca de Tena, 1996, Tomo II, pág. 402-403
Formalidades Exigibles en el Testamento Marítimo:
Conforme se desprende del segundo párrafo artículo 717° del código civil constituyen
formalidades del testamento marítimo que conste por escrito y que sea indicadas por
el testador, por la persona ante la cual es otorgado “que debe ser una de las indicadas
en el primer párrafo del artículo 717° del código civil”, lo que fue expuesto en el punto
6.3 de este capítulo del libro”, y por los testigos que dicho, sea de paso, deben ser
dos, según el primer párrafo del artículo 717° del código civil. Se extenderá, además,
un duplicado con las mismas firmas que el original.
El testamento será anotado en el diario de bitácora, de lo cual se dejara constancia en
ambos ejemplares con el visto bueno de quien ejerce el mando de la nave, y se
conservara con los documentos de este. Así lo ordena el último párrafo del artículo
717° del código civil.

Tramitación a Seguir en Caso de Otorgamiento de Testamento Marítimo:


La tramitación a seguir en caso de otorgamiento de testamento marítimo se encuentra
regulada en los artículos 718° y 719° del código civil, los cuales citamos
seguidamente:
- Artículo 718°.- si antes de regresar al Perú la nave arriba a un puerto extranjero
donde hubiera agente consular, el comandante o capitán de la nave le
entregara, bajo cargo, uno de los ejemplares del testamento. El referido agente
lo remitirá al Ministerio de Marina, si el testamento hubiere sido otorgado en un
buque de guerra, o a la Dirección General de Capitanías, si fue otorgado en un
barco mercante, para los fines a que se refiere el artículo 719° del código civil.
- Artículo 719°.- Al retorno de la nave al Perú los dos ejemplares o el ejemplar
restante en el caso del artículo 718°, serán entregados al Ministerio de Marina,
si el buque es de guerra; o la capitanía del Puerto de destino para su remisión
a la Dirección General de Capitanías, si el barco es mercante. En uno u otro
caso, la autoridad respectiva enviara un ejemplar al juez de primera instancia
de la provincia donde el testador tuvo su último domicilio y archivara el otro. Si
el testador fuere extranjero y no estuviera domiciliado en el Perú, un ejemplar
será remitido al Ministerio de Relaciones Exteriores.
En caso de muerte del testador durante el viaje, se agregara a cada ejemplar una
copia certificada del acta que acredite la defunción. En igual caso, si se encuentra
entre las prendas del difunto un testamento ológrafo, este será guardado con los
papeles de la nace, agregándosele copia certificada del acta que acredite la
defunción y se le dará el mismo curso indicado en el párrafo anterior.

Casos de Caducidad del Testamento Marítimo:


En cuanto a los casos de caducidad del testamento, marítimo, cabe señalar que
ello se ha previsto en el artículo 720 del código civil, de esta manera:
El testamento marítimo caduca a los tres meses de haber desembarcado
definitivamente el testador. Si muere antes del vencimiento de este plazo, sus
presuntos herederos o legatarios. Pedirán al juez en cuyo poder se encuentre, su
comprobación judicial y protocolización notarial, conforme a las disposiciones de
los artículos 707°, segundo párrafo a 711° del código civil.
Ahora si el testamento otorgado en las circunstancias a que se refiere el artículo
716°, entonces vale decir, durante la navegación acuática, en caso de que el
otorgante este embarcado en un buque de guerra o en un buque mercante de
bandera peruana, de travesía o de cabotaje, o que está dedicado a faenas
industriales o a fines científicos. “tuviera los requisitos del testamento ológrafo,
caduca al año contado desde la muerte del testador”.
Los artículos 707 al 711 del código civil, a que se hace referencia en el primer
párrafo del artículo 715 de tal cuerpo de leyes, regulan el testamento ológrafo y
establecen lo siguiente:
Articulo 707.- Son formalidades esenciales del testamento ológrafo, que sea
totalmente escrito y fechado y firmado por el propio testador.
Para que produzca efectos debe ser protocolizado, previa comprobación judicial,
dentro del plazo máximo de un año contado desde la muerte del testador.
Articulo 708.- La persona que conserve en su poder un testamento ológrafo, está
obligada a presentarlo al juez competente “en el proceso no contencioso de
comprobación de testamento” dentro de los treinta días de tener conocimiento de
la muerte del testador, bajo responsabilidad por el perjuicio que ocasione con su
dilación, y no obstante lo dispuesto en la parte final del artículo 707.
Articulo 709.- Presentado el testamento ológrafo con la copia certificada de la
partida de defunción del testador o declaración judicial de muerte presunta, el juez,
con citación de los presuntos herederos, procederá a la apertura si estuviera
cerrado, pondrá su firma entera y el sello del juzgado en cada una de sus páginas
y dispondrá lo necesario para la comprobación de la autenticidad de la letra y firma
del testador mediante cotejo, de conformidad con las disposiciones del código de
Procedimientos Civiles que fueran aplicables.
Solo en caso de faltar elementos para el cotejo, el juez puede disponer que la
comprobación sea hecha por tres testigos que conozcan la letra y la firma del
testador.
Artículo 710.- Si el testamento “ológrafo” estuviera escrito en idioma distinto del
castellano, el juez “en el proceso no contencioso de comprobación de testamento”
nombrara un traductor oficial. Además, si el testador fuera extranjero, la traducción
será hecha con citación del cónsul del país de su nacionalidad, si la hubiera. La
versión será agregada al texto original, suscrita por el traductor con su firma
legalizada por el secretario del juzgado. El juez autenticara también este
documento con su firma entera y con el sello del juzgado.
Esta disposición es aplicable también en la comprobación del testamento cerrado.
Articulo 711.- Comprobada la autenticidad del testamento “ológrafo” y el
cumplimiento de sus requisitos de forma, el juez mandara protocolizar el
expediente.
El Testamento Marítimo; circunstancias en que puede otorgarse:
“En España”
El segundo de los testamentos especiales regulados por el código es el llamado
“testamento marítimo”, que es aquel que puede otorgarse por quienes “durante un
viaje marítimo vayan a bordo”.
Los precedentes históricos de esta forma testamentaria son muy escasos, lo cual
se comprende porque la necesidad de su regulación no fue sentida hasta la época
en que los viajes por mar se hicieron frecuentes y normales. Suele citarse con
poca fortuna, como antecedente remoto de este tipo de testamento un texto del
Digesto (37, 13,1) que hacia extensivo a los pilotos y tripulación de naves el
beneficio del testamento militar. En nuestra patria, la introducción de naves el
beneficio del testamento marítimo fue obra de las Ordenanzas de la Armada de
1748, si bien aparece como un privilegio personal otorgado a los que gozaren
fuero de marina. En cambio, el código, inspirado en el Proyecto de 1851, al regular
esta modalidad de testamento la autoriza con carácter general para todos los que
durante una travesía marítima se hallen a bordo. Se justifica esta especialidad por
el hecho de que quienes se encuentran en esas circunstancias no pueden otorgar
testamento con observancia de todos los requisitos que los testamentos comunes,
abierto y cerrado. Por lo que respecta al testamento ológrafo, su otorgamiento a
bordo de un buque puede hacerse en la forma ordinaria, sin especialidad alguna,
y el código se limita a regular su conservación en caso de muerte del otorgante.
El artículo 722° limita la posibilidad de otorgar este testamento especial a “los que
durante un viaje marítimo vayan a bordo”, debiendo entenderse que ha de tratarse
de un buque español. Y como esta norma tiene carácter excepcional y ha de
interpretarse restrictivamente, parece obligado eliminar su admisibilidad en los
viajes fluviales, si bien SHANCEZ ROMAN estima lo contrario. Tampoco parece,
según la opinión de CICU, que pueda utilizarse eta forma testamentaria mientras la
nave está en un puerto, sobre todo si se trata de un puerto español. En cambio, es
indiferente la clase de barco de que se trate, ya sea de guerra o mercante, y
pueden hacer uso de esta modalidad de testamento todos los que se encuentren a
bordo “sean o no marinos, tripulantes o pasajeros”, incluso los extranjeros, a los
que expresamente se refiere el artículo 728°.
Algunas legislaciones modernas, por ejemplo, el código italiano de 1942, hacen
extensivas a los testamentos otorgados durante un viaje aéreo las normas que
regulan el testamento marítimo “artículo 616°”. Pero en nuestro ordenamiento
positivo, no existiendo una previsión legal en tal sentido, no es posible admitir
semejante aplicación extensiva, aunque no cabe desconocer la similitud de
situaciones entre uno y otro supuesto, que haría deseable una regulación
semejante.
Sus Clases:
El testamento marítimo puede ser ordinario y extraordinario, pudiendo el ordinario
revestir forma abierta o cerrada.
A) Ordinario abierto o cerrado.- Tanto uno como otro han de otorgarse ante el
Contador o el que ejerza sus funciones, si el buque es de guerra, o ante el
capitán o el que haga sus veces, si el buque es mercante, con asistencia en
todo caso de dos testigos idóneos. Estos testigos se elegirán entre los
pasajeros, si lo hubiere; pero uno de ellos, por lo menos, ha de poder firmar, el
cual lo hará por sí y por el testador, si este no sabe o no pude hacerlo ”artículo
722”. Cuando se trate del testamento del Contador del buque de guerra o del
capitán del mercante, será autorizado por quien deba sustituirlos en el cargo
“artículo 723”.
En el abierto, se observaran las formalidades establecidas en el artículo 695
para el testamento abierto común, y en el cerrado las prevenidas en la sección
correspondiente “articulo 706 al 709” para el testamento cerrado común, con
exclusión de lo relativo al número de testigos y a la intervención de Notario
“artículo 722”. Cuando se trata de testamento otorgado en un buque de guerra
por consiguiente, ante el Contador o su sustituto, se exige también que el
Comandante del Buque, o el que haga sus veces, ponga en él, además, su
visto bueno, lo cual no es preciso ni puede cumplirse cuando el testamento se
otorga en buque mercante, porque en este no hay autoridad superior a la del
capitán.
Por lo que respecta a los testigos, el código, al referirse al testamento otorgado
en un buque de guerra dice que se hará en presencia de dos testigos idóneos,
que vean y entiendan al testador, mientras que cuando se refiere al que se
otorgue en un buque mercante exige simplemente la asistencia de dos testigos
idóneos. Pero no cabe duda de que también será necesario que estos vean y
entiendan al testador, como condición común a toda intervención de testigos en
los testamentos. Y en cuanto a que los testigos sean idóneos, no puede
naturalmente alcanzar esta exigencia a que los testigos tengan la calidad de
vecinos o domiciliados en el lugar del otorgamiento “artículo 681°, numeral 3”
circunstancias que nunca podría darse a bordo de un buque.

B) Extraordinario.- es el que puede otorgarse cuando durante un viaje marítimo


exista peligro de naufragio, en cuyo caso tanto la tripulación como los
pasajeros de los buques de guerra o mercantes podrán otorgar testamento de
palabra ante dos testigos “artículo 731”, en forma análoga al testamento militar
extraordinario abierto.

Formalidades que han de observarse después de su otorgamiento:


Para garantizar la conservación de los testamentos marítimos, el código establece una
serie de formalidades que han de observarse después de su otorgamiento, las cuales
vamos a exponer sucintamente:
1. Si el testamento es abierto, será custodiado por el comandante o por el capitán
“según el buque sea de guerra o mercante”, lo cual no se exige para el cerrado
ni para el ológrafo, autorizándose así la posibilidad de que el testador lo
conserve en su poder o lo entregue a otra persona para su custodia. Pero ya
sea abierto, cerrado u ológrafo debe hacerse mención de el en el diario de
navegación “artículo 724”, si bien, en cuanto al ológrafo, solo podrá cumplirse
este requisito cuando el testado haya dado cuenta de su otorgamiento; de lo
contrario, según se deduce del artículo 729°, de lo que tendrá que hacerse
mención en el diario es de haberlo recogido al fallecimiento del testador.
2. Al arribar el buque a un puerto extranjero donde haya agente diplomático o
consular de España, el comandante del buque de guerra o el capitán del
mercante, entregara a dicho agente copia del testamento abierto o del acta del
otorgamiento del cerrado y de la nota tomada en el Diario. Esta copia deberá
llevar las mismas firmas que el original, si viven y están a bordo los que estén a
bordo de los que intervinieron en el testamento. El agente diplomático o
consular extenderá diligencia de la entrega, y cerrada y sellada la copia la
remitirá con la nota del Diario al Ministro de la Marina, “en la actualidad
conocido como ministro de Defensa”, en cuyo archivo se depositara. El
Comandante o Capitán que hiciera la entrega, recogerá del Agente diplomático
o consular certificación de haberla verificado y tomara nota de ella en el Diario
de navegación “artículo 725”. Según se deduce de cuanto antecede, el
testamento original queda en poder del Comandante o Capitán hasta que el
buque llegue a un puerto español, donde, como veremos inmediatamente,
habrá de entregarlo, y la entrega de la copia al Agente diplomático o consular
en puerto extranjero constituye tan solo una medida provisional.
3. Al llegar al buque a un puerto español, se entregara el testamento original,
cerrado y sellado, a la autoridad marítima local, con copia de la nota tomada en
el Diario, y si hubiere fallecido el testador, certificación que lo acredite, todo lo
cual será remitido sin dilación al Ministro de Defensa.
4. El Ministro de Defensa, si el testador hubiere fallecido y fuese abierto el
testamento, lo remitirá al juez del último domicilio del difunto, y no siéndole
conocido al Decano de los de Madrid para su elevación a escritura pública y
protocolización en la forma prevenida en la Ley de Enjuiciamiento civil. Todos
los comentaristas del código llaman la atención sobre el descuido con que el
artículo 727° está redactado, ya que solo se refiere a lo que ha de hacerse con
el testamento abierto, sin disponer nada para el caso del cerrado. Cabría
suponer aplicable al caso, en vista de ese silencio, el artículo 712°, que en
términos generales obliga a todo el que tiene en su poder un testamento
cerrado, a presentarlo a Juez competente, luego que sepa el fallecimiento del
testador, pero paree más lógico entender aplicable también el testamento
marítimo cerrado lo dispuesto en forma específica en el artículo 718°, relativo a
la remisión y apertura del testamento militar cerrado.
5. Si se trata de un testamento otorgado a bordo de un buque español por un
extranjero, el Ministerio de Defensa lo remitirá al Estado “de Asuntos
Exteriores” para que por la vía diplomática se le dé el curso que corresponda.
6. Si el testamento es ológrafo, en cuyo caso su otorgamiento no reviste ninguna
especialidad, y el testador fallece durante el viaje, el Comandante o Capitán lo
recogerá para custodiarlo, haciendo mención de ello en el Diario, y lo entregara
a la Autoridad Marítima local en la forma y para los efectos ya anteriormente
expuestos. Y lo mismo se practicara cuando sea cerrado el testamento, si lo
conserva se su poder el testador al tiempo de su muerte.
Su Caducidad:
Los testamentos marítimos caducan por el transcurso del tiempo. Pero, a diferencia de
lo que sucede con los testamentos militares, esa caducidad es aplicable tanto el
testamento abierto como el cerrado. En tal sentido dispone el artículo 730 que los
testamentos marítimos ordinarios, abiertos o cerrados, caducaran pasados cuatro
meses, contados desde que el testador desembarque en un punto donde pueda estar
en la forma ordinaria. En cuanto al testamento extraordinario, otorgado en peligro de
naufragio, queda sin eficacia si el testador se salva del peligro en cuya consideración
testo; y, aunque no se salvare, si los testigos no lo formalizan ante el funcionario
competente, lo mismo que sucede con el testamento militar extraordinario abierto.

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