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El Acuífero Guaraní como Recurso Vital y Estratégico, en el marco de la Defensa Nacional con vista hacia una

problemática en el futuro

RESUMEN: La temática de los recursos naturales no renovables constituye en el la actualidad, uno de los ejes de
disputa geopolítica y económica más acuciantes en el orden global. Específicamente, la cuestión del agua hoy
merece un tratamiento particular, dada su creciente gravitación como recurso natural en múltiples campos de la
vida de las comunidades humanas, convirtiéndose en Recurso Estratégico.

La demanda por el agua en Latinoamérica crece conjuntamente con su expansión demográfica. El bombeo de
acuíferos supera la cantidad de agua que ingresa en las recargas, siendo esté el mayor factor de agravamiento del
problema.

Los principios de dependencia recíproca, uso razonable y equitativo, sustentabilidad de recurso y el no perjuicio
sensible más allá de la jurisdicción nacional, se tornan normas necesarias y más aún, en lo que refiere a los Recursos
compartidos, como es el caso del Sistema Acuífero Guaraní (SAG), uno de los reservorios de agua subterránea más
grande del mundo, con aproximadamente 1.190.000 kilómetros cuadrados.

La consecuente investigación permitirá verificar si este Recurso Estratégico, siendo vital su utilidad como motor para
el desarrollo humano, se encuentra lo suficientemente protegido debido a la necesidad pública de operar como
movilizador de actividades productivas. Es por ello que es pertinente analizar, si cuenta con las herramientas de
control y salvaguarda que cada Estado necesita.

En otras palabras, en el presente escrito se intentará subrayar la importancia de un marco jurídico regulatorio, en lo
que compete a la Defensa del Estado Nacional en relación al Acuífero Guaraní.

Para ello, se analizarán los distintos elementos constituyentes que nutren estas variables en cada uno de los países
que se comparte este Recurso Transfronterizo, haciéndose especial hincapié en lo que respecta a la República
Argentina y su posición en relación a los países limítrofes.

INTRODUCCIÓN

Observación

La denominación Guaraní corresponde a la superficie que ocupó la población guaraní en la región.

Se denomina acuífero a las capas del terreno que son capaces de alojar aguas en sus poros y fisuras y que puede ser
extraída en cantidades económicamente apreciables calcula que se ha formado desde hace unos 245 y 144 millones
de años atrás. Principalmente está formado por un conjunto de rocas arenosas.

Se extiende desde la cuenca sedimentaria del Paraná a la cuenca Chaco-Paranaense. Subyace cuatro países:
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Tiene una extensión aproximada de 1,2 millones de km², de los cuales
840.000 km² se encuentran en Brasil, 225.500 km² en el territorio Argentino, 71.700 km² en Paraguay y 45.000 km²
en Uruguay. Se estima que las reservas permanentes del acuífero son del orden de los 25.000 km³.

Hoy en día, la preocupación principal es restaurar y preservar los bosques para proteger los ríos y el agua que
proviene de las profundidades de la tierra.

Frente a la escasez que amenaza al mundo, las Naciones Unidas (ONU) propuso oportunamente que el Acuífero
Guaraní sea declarado Patrimonio de la Humanidad. Por ahora, es sólo una propuesta.

Las aguas subterráneas son un activo que puede generar riqueza adicional. Pero los científicos advierten: este
recurso renovable y vital para los seres humanos, no es infinita. Sólo el uso racional, con el cuidado del medio
ambiente, puede asegurar una larga vida de nuestras reservas de agua.

Planteo del problema

El Acuífero Guaraní puede ser una herramienta valiosa para el crecimiento de Argentina.

“Quienes creyeron que la época en que el saqueo de los recursos naturales era la causa de guerras e invasiones
había pasado, se equivocaron. El credo neoliberal de que carece de sentido luchar y matar por algo que se puede
comprar, no funcionó.
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Las guerras por el petróleo en Irak y Afganistán, la agresividad frente a Venezuela, las maniobras para controlar el
gas boliviano y más recientemente los empeños por ubicar fuerzas militares sobre el Acuífero Guaraní, revelan que
las riquezas naturales con significado estratégico son un dato esencial para apreciar la situación mundial
contemporánea.

De un bien ofrecido generosamente por la naturaleza, limpio, barato y prácticamente inagotable, el agua ha pasado
a ser un recurso estratégico, comparable únicamente con el petróleo. Sin petróleo la humanidad pudiera sobrevivir,
sin agua, no.

El primer estudio global sobre la problemática del agua se publicó en 1998 y reveló que del total de agua existente
en la Tierra el 90 % es salobre, el 2 % está congelada en los polos, y sólo el 1 % es potencialmente utilizable para el
consumo humano y que el agotamiento de los acuíferos subterráneos representa una seria amenaza para la
seguridad de todos los países y para la salud del Planeta en su conjunto.

El más preciado de los líquidos se ha convertido en un factor de sensible importancia en las relaciones
internacionales, entre otras cosas porque cerca del 50 % de la población mundial se abastece de cuencas
compartidas entre varios países y, dado que los acuíferos y sistemas hídricos, forman complejos sistemas, los países
integrados a ellos, se benefician del sistema en su conjunto y deben asumir obligaciones para su adecuado manejo y
protección.

Estas y otras circunstancias están presentes en el extraordinario interés del mundo desarrollado, especialmente de
los Estados Unidos por el Acuífero Guaraní que además se encuentra en la llamada "Triple Frontera”, un punto de la
geografía sudamericana en el que confluyen: Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina y que es eje de otras tensiones.

Guiados por sus propios intereses y aconsejados por organizaciones tan poco confiables como la OEA y el Banco
Mundial, los gobiernos concernidos han aprobado un proyecto para la protección ecológica del Acuífero y su manejo
sustentable.

A esos intereses de naturaleza científica últimamente se han sumado los de naturaleza geopolítica y carácter militar,
expresado sobre todo en la presencia de tropas del Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses, que
recientemente se masificaron en Paraguay. El punto elegido por los militares para desplegarse, le otorga una
posición privilegiada para controlar los hidrocarburos de Bolivia y el Acuífero Guaraní.

Obviamente Estados Unidos está interesado en el control de esa importante reserva de agua dulce, no para
beneficio de los países latinoamericanos, sino para su propia seguridad y no dejará de utilizar ninguna de las vías
para controlar y eventualmente apoderarse del manto”.

A lo largo de la historia la relación hombre-naturaleza ha tomado distintas posiciones, pero desde la revolución
industrial se produjo un quiebre con el entorno, la raza humana recurre a los grandes avances tecnológicos y utiliza
la naturaleza únicamente como un recurso a extraer sin prever ni buscar una manera de reponer. Llevamos más de
200 años estableciendo una relación utilitaria con la naturaleza donde el agua dulce también se ha convertido en un
mero bien cuya disposición se encuentra al servicio de la producción.

Y a lo largo de los años y cada vez más, la Defensa Nacional sobre los Recursos Vitales se ha vuelto un tópico de
carácter prioritario en la agenda de los Estados con bajas concentraciones de agua potable (stress hídrico). Sin
embargo, nunca llega a ser establecido como tema de debate, no con la fuerza necesaria para que de ello puedan
estructurarse políticas coherentes, acordes y sostenidas en el tiempo.

Entre los reservorios de este agua dulce subterránea, el que a nosotros nos ocupa analizar en el presente trabajo es
el Acuífero Guaraní, recurso compartido por otros cuatro países (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que ubicado
en la zona de la triple frontera, resulta ser un importante objetivo estratégico. Cada Estado soberano, deberá tomar
medidas preventivas y ejecutar políticas a mediano y largo plazo, que permitan que este recurso se mantenga para
bien no sólo de los territorios que lo disponen, sino también para el resto de la población mundial.

El agua es elemento vital no sólo para la humanidad en cuanto a su consumo directo sino también para el resto de
los seres animados y allí la importancia que conlleva tanto su correcto control como su eficiente administración.
Contrario a ello, nos encontramos antes un situación un tanto diferente, un recurso que hoy sufre de contaminación,
de escasez ante el crecimiento demográfico, afectado por el calentamiento global que produce una mayor

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evaporización de aguas y perjudicado por las medidas que produce el hombre con sus industrias, son aspectos que
deben obligatoriamente comenzar a contemplarse con cautela y conciencia, en pos de preservar esta reserva.

Justamente por lo antedicho, se ha transformado el Recurso en estratégico, ya que se vuelve escaso y en


consecuencia, preciado y este cambio tiene su génesis desde fines de la década de los noventa, cuando el agua
comienza a considerarse como un Recurso Estratégico y en razón de ello, empieza a ser foco de atención para
aquellos especialistas que ya hablaban de la necesidad de incorporar a la “Talasopolítica”. La Talasopolítica o
“Hidropolítica” aludiría pues, al estudio de los conflictos que se generan en torno al agua, en la medida en que
contribuye a consolidar el poder relativo de un Estado. Dentro de esos probables escenarios, se señalan como
protagonistas aquellos países con stress hídrico o con una desigual distribución del recurso.

¿Qué podría pasar con el agua en Argentina en el futuro?

Hoy en día abundan los ejemplos de disputas por el control de los Recursos naturales estratégicos y pareciera que
las Leyes y/o Convenciones actuales entre los países que comparten el Acuífero Guaraní no son lo suficientemente
consistentes, no están adecuadamente diseñados ni articulados para prevenir la derrota ante un eventual
enfrentamiento. Todo queda en proyectos de ley o intencionalidades poco claras que podrían generar el día de
mañana escenarios de conflictividad antes que de cooperación.

A primera vista no se verifica una activa prevención sobre posibles usufructos de este Recurso Estratégico
compartido, sumado a que las Fuerzas Armadas de cada uno de estos países no actúan con políticas conjuntas, sino
que operan de manera autónoma. El ámbito legal también cuenta de una importancia transcendental, porque es el
ámbito que permite sancionar o prohibir acciones interestatales y el área donde se establecen los acuerdos, las
medidas conjuntas y las vinculaciones diplomáticas entre Estados.

Al respecto, los Estados Parte del Mercosur han intentado elaborar una respuesta desde la ciencia jurídica plasmada
en el “Proyecto de Declaración de Principios Básicos y Líneas de Acción para el Sistema Acuífero Guaraní”, cuyo
objeto radica en la efectiva protección y el uso sustentable del recurso, de manera tal que se contribuya a mejorar la
calidad del ambiente y de la vida cada la población.

Para lograr alcanzar estas metas buscadas por el Proyecto, resulta ineludible que las políticas comerciales y
ambientales sean complementarias y que exista activamente, la participación de la sociedad civil en la protección del
medio ambiente. Sin embargo y pese a lo interesante de la propuesta, este Proyecto se encuentra en su etapa
intermedia y no se ha establecido cuando continuará hacia las etapas siguientes, por lo que por el momento, es un
Proyecto estancado.

Para dar alerta sobre la importancia de una legislación adecuada sobre el tema, haremos una exhaustiva
investigación sobre el Agua y en particular, sobre el Acuífero Guaraní, en vistas de demostrar la conveniencia de que
se legisle rigurosamente sobre este tema, en lo que compete a cada país y como bloque que comparte un
significativo y preciado Recurso vital, debido a que como latinoamericanos, vislumbramos que los Recursos
Naturales Vitales y Estratégicos serán los objetivos geopolíticos de Estado en un corto o mediano plazo.

GEOPOLITICA DEL AGUA

Los cuatro países del Mercosur que se encuentran sobre el depósito de agua forman una gran potencia. Estos países
deben unirse para defender ese patrimonio, porque el futuro está en el agua. Los países que tienen agua en
abundancia dominarán el mundo, ya que será capaz de producir alimentos y vender el agua embotellada. Esto
depende de la determinación del gobierno en estos cuatro países en la defensa del Acuífero Guaraní.

El agua promete ser en el siglo XXI lo que fue el petróleo para el siglo XX, el bien precioso que determina la riqueza
de las naciones. Sin embargo, 160 gobiernos reunidos en la Haya –Holanda- en el 2000 acordaron definir el agua
como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. No es pura semántica... Un derecho no se compra.
En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se
especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de
este recurso vital para la vida en el planeta.

El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de
este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua
podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes ha los que hemos
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llegado se necesitaría ya un 20% más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un
comodita o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el
derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este
combate.

Para comprender el problema, hay que considerar un rosario de datos basados en la extracción, distribución y
consumo del agua – lo muestran la Biblia o el Corán- que poseen la edad del mundo; que han dado lugar a conflictos
de gran magnitud. Lo nuevo del caso es que, desde hace una década, se acumulan las cifras que presagian que el
planeta se encamina a una escasez cada vez más marcada.

El problema es que el agua es un recurso que se da sentado en muchos lugares, es muy escaso para los 1.100
millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que sumar otros 2.400 millones de
personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.

Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de
enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los
habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo
de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua.
Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la
muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento.

La mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y
distribución de los recursos hídricos y sus métodos. La mayor parte del agua dulce se utiliza para la agricultura,
mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan
de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se
evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus
propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meridional es el determinante fundamental
de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.

Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países en desarrollo se pierden por
filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita
más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.

CONTAMINACIÓN

El Acuífero Guaraní, uno de los reservorios más grandes de agua dulce, que abarca porciones territoriales del Brasil,
Uruguay, Argentina y Paraguay, está ubicado en las principales zonas de producción agropecuaria de estos países, y
pese a que los estudios han demostrado que sus aguas aún están limpias, el riesgo de contaminación es sumamente
elevado principalmente por el uso de agroquímicos en los cultivos, sostiene el comunicado. Así también, menciona la
situación del acuífero Patiño, principal proveedor de agua de Asunción, del Departamento Central y de varias
ciudades de Paraguarí, está contaminado en una gran parte de su extensión por cordiformes fecales y nitritos
provenientes de los fertilizantes nitrogenados.

EXPLOTACIÓN

El país que más lo explota es Brasil, abasteciendo total o parcialmente entre 300 y 500 ciudades; Uruguay tiene 135
pozos de abastecimiento público de agua, algunos de los cuales se destinan a la explotación termal. En Paraguay se
registran unos 200 pozos destinados principalmente al uso humano. En la Argentina hay en explotación 5
perforaciones termales de agua dulce y una de agua salada, ubicadas en el sector oriental de la provincia de Entre
Ríos, en tanto que hacia el Oeste de la misma se ha alumbrado sólo agua salada termal, con la consiguiente
problemática del efluente salado. Se desconoce la existencia del acuífero en el resto de las provincias donde se
hallan en el subsuelo las unidades geológicas que lo podrían contener.

RECURSO NATURAL ESTRATÉGICO

La temática de los Recursos renovables y no renovables constituye en el presente, uno de los ejes de disputa
geopolítica y económica más acuciantes en el orden global. Específicamente, la cuestión del agua hoy merece un
tratamiento particular, dada su creciente gravitación como Recurso natural en múltiples campos de la vida de las
comunidades humanas, convirtiéndose en Recurso Estratégico. Reconocidos especialistas internacionales advierten
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que “La escasez de Recursos está ligada al germen y desarrollo de conflictos internacionales, lo que puede
comprobarse en determinadas regiones como África y Oriente Medio, escenario de la llamada crisis del agua. Este
Recurso, cada vez más escaso y vulnerable a la acción destructiva del ser humano, se ha convertido en un factor
determinante en muchos de los conflictos de fin de siglo.”.

“Entre 300 y 400 millones de habitantes de la Tierra carecen en la actualidad de agua potable. En 1950 esos
carenciados eran 200 millones. Si continúa el ritmo actual de consumo de agua potable y de crecimiento
demográfico, en el año 2025 la existencia de 1200 a 1500 millones de personas se verá amenazada por una grave
escasez de agua y dos terceras partes de la humanidad tendrán dificultades para acceder a ella”. Más recientemente,
la OMS dio a conocer que “Cerca de 1.100 millones de personas alrededor del mundo no tienen acceso a fuentes
mejoradas de suministro hídrico mientras que 2.400 millones no tienen acceso alguno a instalaciones mejoradas de
higiene y salubridad”.

La demanda por el agua en Latinoamérica crece conjuntamente con su expansión demográfica. El bombeo de
acuíferos supera la cantidad de agua que ingresa en las recargas, siendo esté el mayor factor de agravamiento del
problema por lo que consideramos que “se requiere una Política Hídrica adecuadamente diseñada, con participación
de las provincias; desarrollo de los proyectos regionales preservando los ecosistemas; capacitación en material
ambiental; financiamiento de los proyectos; una extendida conciencia sobre el uso racional del agua; una legislación
madura que asegure el abastecimiento. El agua de la República Argentina debe ser considerada un bien nacional y
como tal protegida”.

Tanto los “principios de dependencia recíproca, uso razonable y equitativo, sustentabilidad de Recurso y el no
perjuicio sensible más allá de las jurisdicción nacional”, se tornan normas necesarias y más aún, en lo que refiere a
los Recursos compartidos, como es el caso del Sistema Acuífero Guaraní: “uno de los reservorios de agua
subterránea más grande del mundo, con aproximadamente 1.190.000 Km2, abarca el 9.9% del territorio de Brasil, el
7.8% de la Argentina, el 17.2 de Paraguay y el 25.5% de Uruguay”. “Para esto habrá que tener en cuenta las
necesidades presentes y futuras a partir de la explotación actual, la oferta y la demanda (con sus respectivas
tendencias) y las reservas disponibles”.

En el marco de una coyuntura cada vez más desfavorable para el Recurso agua, se hizo necesaria la incorporación del
Capítulo 18 sobre tratamiento de Aguas a la Agenda 21 de la Conferencia de Río en 1992.

“La proclamación del año 2003 como el Año Internacional del Agua Dulce, demuestra en este mismo sentido que la
preocupación en el ámbito internacional en torno a los Recursos hídricos de consumo potencial no es en absoluto un
tema resuelto (…). El agua y otros Recursos Naturales por supuesto, comenzaron a ser considerados como bienes de
alto valor económico, social y ambiental para toda la sociedad”.

LEGISLACIÓN ESPECÍFICA

Como primer escenario de cooperación y dentro de lo que denominamos marco legal general, debido a que atañe a
los cuatro países, encontramos el en año 1994 al Tratado de Asunción, cuyos artículos claves dentro del capítulo
uno, son los Propósitos, principios e instrumentos.

Artículo 1: “El compromiso de los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr
el fortalecimiento del proceso de integración”.

Artículo 2: “El Mercado Común estará fundado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados
Partes”.

Este articulado demuestra, que el Tratado intenta forjar un sistema que se funda con características de
intergubernamentalidad y que presenta necesaria la reforma constitucional de los Estados parte dado que el Tratado
cumple con todos los requisitos para ser un acuerdo de este tipo: está abierto a la adhesión de los demás países
miembros de la ALADI (artículo 20), contiene las cláusulas de convergencia (artículo 8), el artículo 6 cumple lo
previsto en cuanto a los tratamientos diferenciales para los Estados parte, su duración es indefinida (artículo 19) y,
por último, contiene normas en materia de origen, cláusulas de salvaguardia (artículo 3), denuncia (artículo 21) y
coordinación y armonización de políticas (artículo 1). Las obligaciones contenidas y los derechos que reconoce son
jurídicamente obligatorios para los Estados parte desde el momento en que el mismo entra en vigencia y rigen por
tanto los clásicos principios de buena fe, (los tratados producen efectos sólo para las partes), de pacta sunt
servandæ rebus sic stantibus (los pactos deben ser cumplidos, en tanto no cambien de manera sustancial las
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condiciones que le dieron origen). Sin embargo, esto es un acuerdo general en el cual se enmarcar estos cuatros
países. En el siguiente apartado, nos detendremos a puntualizar en lo que corresponde a las legislaciones que cada
uno de ellos.

Argentina:

La importancia de los Artículos 41 y 124 de la Constitución Nacional de 1994. Sobre este punto el artículo 41º de la
Constitución Nacional, determina los derechos de los habitantes con relación al ambiente y establece que "Las
autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la
preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación
ambientales. Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a
las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales".

Mientras el Artículo 124º "in fine” establece que "Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos
naturales existentes en su territorio". Además, nuestro país cuenta con un Acuerdo Federal del Agua, el cual
establece los Principios Rectores de Política Hídrica y los fundamentos de una política hídrica nacional y racional.

Principios Rectores:

Artículo 1°: “El agua es un recurso renovable, escaso y vulnerable”

Artículo 2°: “Toda el agua que utilizamos, ya sea que provenga de una fuente atmosférica, superficial o subterránea,
debe ser tratada como parte de un único recurso, reconociéndose así la unicidad del ciclo hidrológico y su
importante variabilidad espacial y temporal. La conectividad hidrológica que generalmente existe entre las distintas
fuentes de agua hace que las extracciones y/o contaminaciones en una de ellas repercutan en la disponibilidad de las
otras”.

Puntos importantes:

a) Instalar nuevas conductas y actitudes de la sociedad en relación al agua, con el objeto de posibilitar una mejor
comprensión de las cuestiones hídricas.

b) Impulsar la participación comprometida e informada de la sociedad, en la gestión de los recursos hídricos, en


todos sus niveles.

d) Fortalecer los fundamentos de una política hídrica aglutinante de todos los actores, en todo el país. A su vez,
contamos con un Régimen de gestión ambiental de aguas, que es la Ley N° 25688 sancionada en 2002, la cual
establece los presupuestos mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso
racional, la cual establece:

Artículo 2°: “Se entiende por agua, aquélla que forma parte del conjunto de los cursos y cuerpos de aguas naturales
o artificiales, superficiales y subterráneas, así como a las contenidas en los acuíferos, ríos subterráneos y las
atmosféricas”

Artículo 7°: La autoridad nacional de aplicación deberá:

*Definir las directrices para la recarga y protección de los acuíferos;

*Fijar los parámetros y estándares ambientales de calidad de las aguas;

*Elaborar y actualizar el Plan Nacional para la preservación, aprovechamiento y uso racional de las aguas, que
deberá, como sus actualizaciones ser aprobado por ley del Congreso de la Nación. Se hace evidente que la Ley
mencionada, da presupuestos mínimos en materia de gestión ambiental de aguas, pero adolece de no fijar los
objetivos nacionales, ni las metas o modos de alcanzarlos. Por su parte, los “Principios Rectores la Política Hídrica de
la República Argentina” aún no han sido normalizados, sin embargo, es doble mencionar que constituyen una suerte
de derecho blando aceptado en la mayoría de las jurisdicciones y destacamos, que nuestro ordenamiento jurídico
carece de una Ley Federal de aguas, herramienta necesaria para garantizar la gestión de los recursos hídricos en el
país. También encontramos pertinente mencionar las leyes provinciales, que se ocupan de la legislación puntual
sobre el Acuífero y que es menester para la preservación de este Recurso Estratégico en tiempos actuales de escasez
y un futuro con estrés hídrico en aumento.
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Ley Nº 5.641/2004 de la Provincia de Corrientes:

Artículo 1°: REAFIRMASE la plena jurisdicción de la Provincia de Corrientes sobre las aguas subterráneas que
conforman el Acuífero Guaraní en su ámbito territorial, atendiendo a su carácter de recurso perteneciente al
dominio público en concordancia con lo dispuesto en el Art. 124 de la Constitución Nacional y declárase de interés
provincial la protección ambiental y uso racional con el objeto de asegurar el uso sustentable y la preservación de
este recurso hídrico y estratégico en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Artículo 4°: DECLARASE al Acuífero Guaraní en la porción que le comprende a la Provincia de Corrientes el carácter
de recurso estratégico y promuévase en forma conjunta y coordinada entre las Provincias de la región, un marco de
gestión para el Acuífero, con criterio de sustentabilidad y preservación medioambiental para lo cual invitase a los
estados provinciales con quienes se comparte el recurso a suscribir un tratado al efecto.

Ley N°: 4326/2007 de la Provincia de Misiones:

Artículo 1°: RATIFICASE la plena jurisdicción y el dominio de la Provincia de Misiones sobre las aguas subterráneas en
todo su ámbito territorial, en especial, las que conforman el Sistema Acuífero Guaraní, atendiendo a su carácter de
recurso hídrico perteneciente al “dominio público” y “originario” de la Provincia; conforme a lo dispuesto en el
artículo 124 de la Constitución nacional, en los artículos 2339, 2340 inc. 3) y 2341 del Código Civil y lo establecido en
la Ley nacional Nro 25.688 “Régimen de Gestión Ambiental de Aguas”.

Artículo 2°: DECLÁRESE de Interés Provincial la protección ambiental y el uso óptimo, responsable y racional del
Sistema Acuífero Guaraní y aguas Subterráneas con el objeto de garantizar el aprovechamiento sustentable y la
preservación de este recurso hídrico y estratégico en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Brasil:

La Constitución Brasil de 1988, en el Título III: De la organización del Estado, Capítulo I: De la organización Político-
Administrativa, el Artículo 22 hace referencia al recurso ya el punto IV sostiene que Compete privativamente a la
Unión legislar sobre:

I derecho civil, comercial, penal, procesal, electoral, agrario, marítimo, aeronáutico, espacial y del trabajo; II
expropiación; III requisas civiles y militares, en caso de inminente peligro y en tiempo de guerra; IV aguas, energía,
informática, telecomunicaciones y radiodifusión (…).

Este país sí cuenta con un Código de Aguas, sancionado en el año 1934 (Decreto 24643) y en 1997 lo complementa,
mediante la creación de la Ley 9433, que da origen al Sistema Nacional de Gerenciamiento de Recursos Hídricos,
conjuntamente cuando se instituye el Plan Nacional de Recursos Hídricos cuyos principios son:

Artículo 1°: El agua es un bien de dominio público.

Artículo 2°: “Utilización racional e integrada de los recursos hídricos con vistas al desarrollo sustentable”.

Años más tarde, se crea la agencia Nacional de Aguas ANA (Agencia Nacional de Aguas), mediante la Ley 9984 del
año 2000, entidad reguladora de utilización de los ríos de dominio de la Unión, que integra el

Sistema Nacional, siendo una de sus políticas:

* Promover la articulación y planeamiento de recursos hídricos coordinando la política nacional, regional y estadual.

A este acabado andamiaje legislativo, a su vez se hallan vigentes la Resolución Nº 1572001 Consejo Nacional de
Recursos Hídricos:

Artículo 1°: Menciona a los acuíferos, a la necesidad de prevenir la explotación inadecuada de los mismos que puede
provocar la alteración de la calidad, cantidad y la disminución del almacenamiento y como consecuencia de ello la
reducción de los volúmenes disponibles de las aguas superficiales.

Artículo 5°: Establece que en el caso de acuíferos transfronterizos la aplicación de los instrumentos de Política
Nacional de Recursos hídricos debe ajustarse con conformidad de las disposiciones “constantes” de los acuerdos
firmados con países vecinos.

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Este país es el que mayor cantidad de legislación sobre Agua Potable y Acuíferos posee, siendo sus leyes claras y
concientizadoras, para la población, mostrando la necesidad del cuidado, la preservación y el buen uso del Recurso.

Uruguay:

La Constitución de la República Oriental del Uruguay de 1997, Sección I: De la Nación y su Soberanía, Capítulo IV -
Artículo 6° y 7° hacen referencia al agua:

Artículo 6º: “La República procurará la integración social y económica de los Estados Latinoamericanos,
especialmente en lo que se refiere a la defensa común de sus productos y materias primas”.

El Artículo 7 º dispone: “Los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor,
libertad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino conforme a las leyes que se
establecieren por razones de interés general.

Cuenta además, con la Ley Nº 14.858, que da origen al Código de Aguas de este país.

Artículo 2º: El Estado promoverá el estudio, la conservación y el aprovechamiento integral simultáneo o sucesivo de
las aguas y la acción contra sus efectos nocivos.

Artículo 3º: El Poder Ejecutivo es la autoridad nacional en materia de aguas, formular la política nacional de aguas y
concretarla en programas correlacionados o integrados con la programación general del país y con los programas
para regiones y sectores.

Sin embargo, Uruguay no cuenta con leyes complementarias, ni Decretos posteriores, siendo el país que menos ha
legislado sobre este Recurso.

Paraguay:

Su Constitución Política es 1992 y es relevante la Sección II: Del Derecho a un ambiente saludable.

Artículo 7°: Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado.
Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservación, la conservación, la recomposición y el
mejoramiento del ambiente, así como su conciliación con el desarrollo humano integral. Estos propósitos orientarán
la legislación y la política gubernamental pertinente”.

A diferencia de los ya analizados, este país que no cuenta con una Ley Nacional sobre Recursos hídricos pero ha
logrado implementar:

*El Sistema Nacional del Ambiente para coordinar las políticas ambientales.

*Ley N° 3001/2006 de valoración y retribución de los servicios ambientales (SEAM): En ella se destaca expresamente
el cumplimiento de los compromisos internacionales que adquirió el Paraguay a través de los Tratados de protección
del medio ambiente, del cual es parte y su misión principal es organizar, liderar y consolidar una institución eficiente
participativa y de liderazgo dentro del Sistema Nacional Ambiental, con el fin de contribuir al mejoramiento de la
calidad de vida de sus ciudadanos.

También cuenta con una Resolución, número 170 del año 2006, que crea los Consejos de Aguas por Cuencas

Hídricas que instrumenta:

* Aprobar el Plan de Cuenca Hídrica.

* Proponer criterios a ser establecidos para el otorgamiento del derecho del uso del agua.

* Proponer a las autoridades competentes la infraestructura necesaria para la planificación de uso y mantenimiento
del recurso.

Los artículos enumerados en las constituciones de cada país, respaldan la idea de que existe una conciencia en cada
uno de los actores acerca de la necesidad de reglamentar el Acuífero (sumado a las Leyes, Decretos y Reglamentos
que se han enumerado), ya que cada uno de estos cuatro países considera como regla general que el agua es un bien

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de dominio público y es el Estado quien gerencia dicho recurso, bajo la lógica del uso razonable y equitativo, con
vistas a la sustentabilidad.

Es notoria la intencionalidad de los actores por regularlo, motivo por el cual a la largo de todas esta legislación sobre
el agua (que no son las únicas leyes con las que cada país cuenta, pero si las más importantes), si bien encontramos
similitudes en cada país sobre la idea de protección, el cuidado y la demarcación del mismo, lo cierto es que no
hallamos una legislación común que unifique todas estos esfuerzos que se hallan por separado y de manera local
únicamente.

SISTEMA ACUIFERO GUARANI

Lozano sostiene: “No existe a nivel internacional un documento de carácter mandatario respecto al agua. Sin
embargo, ha sido centro de preocupación de diversas conferencias internacionales de tipo específicas o ambientales
como la de Dublin en 1992, Cumbre Río 1992, I Foro Mundial del Agua De Marruecos en 1997, II Foro Mundial del
Agua de La Haya 2000, Cumbre de Johannesburgo 2002, III Foro Mundial del Agua en Kyoto 2003, IV Foro Mundial
del Agua México 2006. En todas ellas se ha intentado conjugar las diferentes dimensiones de la problemática del
agua, desde la pobreza y la seguridad hasta la energía y la definición del precio”.

A través de los años, aparece la necesidad de tratar el tema del agua potable y los países comienzan a tratar el
recurso a nivel local e internacionalmente en el caso de Cuencas compartidas. En el caso del Acuífero Guaraní, los
países que lo comparten acuerdan crear el “Proyecto de Declaración de Principios Básicos y Líneas de Acción para el
Sistema Acuífero Guaraní” cuyo principio primero manifiesta:

“El Sistema Acuífero Guaraní es un Recurso hídrico transfronterizo que integra el respectivo dominio territorial
soberano de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en tanto que únicos titulares de dicho Recurso”. Por medio del
mismo, dichos gobiernos han convenido en llevarlo adelante con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente
Mundial (GEF) y del Banco Mundial (BM) como Agencia de Implementación de los fondos GEF. “Para ello las partes
han acordado que la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (SG/OEA), actúe como agencia
ejecutora internacional del Proyecto. La SG/OEA ejecuta técnica y administrativamente el Proyecto a través de su
Departamento de Desarrollo Sostenible (DDS-OEA) y con el apoyo administrativo de las oficinas localizadas en cada
país”

El Proyecto se estructura con base en 7 componentes:.

I) Expansión y consolidación del conocimiento científico y técnico del Sistema Acuífero Guaraní,

II) Desarrollo e implementación conjunta de un marco de gestión,

III) Fortalecimiento de la participación pública, la comunicación social y la educación ambiental,

IV) Evaluación, seguimiento y diseminación de los resultados del Proyecto,

V) Desarrollo del adecuado manejo del acuífero y medidas de mitigación en áreas críticas identificadas,

VI) Análisis del potencial geotérmico del acuífero y

VII) Coordinación y gestión para la ejecución del Proyecto”.

Y tiene como propósito “apoyar a los cuatro países para elaborar conjuntamente e implementar un marco común
institucional, legal y técnico para manejar y preservar el Sistema Acuífero Guaraní para las generaciones futuras”.
Dicho proyecto surge en este contexto como un intento de protección del recurso del agua en forma preventiva y
desde los organismos internacionales que lo financian, este hecho aparece como fundamental.

Consecuencia de esto es también que la UNESCO haya organizado una conferencia internacional con la finalidad de
reflexionar sobre los resultados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que se celebró el mismo año en
Johannesburgo y sus impactos en la gestión sostenible de las aguas transfronterizas.

“Su finalidad era profundizar el conocimiento de las causas subyacentes de los conflictos y alcanzar una mejor
comprensión de los mecanismos de cooperación y herramientas de resolución de conflictos”.

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Sin embargo, independientemente de la importancia que el tratamiento del tema de aguas compartidas, Recursos
escasos y cooperación como reemplazo de la idea de enfrentamiento merece (tanto por Organismos
Latinoamericanos como Internacionales), lo cierto es que “según UNICEF y la Organización Panamericana de Salud, el
21.5% de los argentinos carece de agua segura, 67% se abastece por fuentes confiables y el 11.5% tiene acceso a una
fuente pública cercana a su domicilio”. Ergo, la lucha por este Recurso pareciera inevitable.

Hipótesis

El agua es el único recurso que siendo no renovable, es vital para la población y la legislación que gobierna este suelo
y los vecinos, parecieran no darse cuenta lo importante que es contar con un Recursos Estratégico como lo es el
Acuífero Guaraní y lo imprescindible que es tener leyes claras y arraigadas, para evitar en un futuro no muy lejano,
apropiaciones o conflictos por la obtención del mismo.

“Tras el fin del enfrentamiento ideológico, la nueva competencia económica rige las relaciones internacionales, lo
cual ha intensificado la competencia por el acceso a Recursos vitales: petróleo y gas, agua, minerales y alimentos,
entre otros. Esa puja está produciendo ‘una nueva geografía de conflictos’, una cartografía reconfigurada en la que
los flujos de Recursos y no las divisiones políticas e ideológicas constituyen las principales líneas de falla”.

Quizás por todos los motivos expresados o porque ya es visible la intencionalidad de algunos actores por nuestro
recurso, que el Parlamento del Mercosur ha redactado la “Recomendación al Consejo de Mercado Común el diseño
de un política común respecto al uso de los Recursos del Acuífero Guaraní”, en el cual de manera introductoria,
sostiene:

“Por lo antedicho, visto que no existe aún una Política, ni legislación común que regule la explotación sustentable de
las agua superficiales y subterráneas transfronterizas, que la misma deberá contemplar la legitimación activa de las
generaciones futuras, el control social y la participación ciudadana que son herramientas fundamentales para la
preservación y el mantenimiento del mencionado recurso”.

Y teniendo en cuenta lo sostenido por el especialista en integración y geopolítica Roberto Bloch, quien afirma: “El
costo total del Proyecto, con una duración estimada en cuatro años, fue calculado en U$ 426.760.000 y una de las
dificultades que presenta el proyecto es que tanto la ejecución de este plan en particular como el resto de las
iniciativas del Mercosur, pueden verse obstaculizadas por la disparidad presentada por las respectivas legislaciones
nacionales, que se derivan de sus propias características políticas”, pareciera que el Proyecto es tan sólo eso,
mientras el tiempo se agota como así también el agua potable, generándose día a día más stress hídrico.

Ante esta situación “Argentina debe ejercer sus derechos sobre el Acuífero, tanto en la explotación como en el
control del sistema, en consideración a las necesidades de agua dulce que la región tiene y tendrá. Debiera
retomarse, a través de los gobiernos nacionales y de los órganos del Mercosur, la administración directa del Acuífero
Guaraní, para el beneficio de los habitantes de la región donde se utiliza” pero lo cierto es que sería imposible
costear valores insostenibles para una economía como la nuestra y a esto se suma que ni siquiera existe una
legislación nacional de aguas que abarque todo el territorio nacional, aunque se haya publicado un documento base
de: “Principios Rectores (2003), una ley de Gestión Ambiental de Aguas (2002 - no reglamentada) y se trabaje en el
nivel de los Comités de Cuenca”. La realidad es que hoy en día, convivimos con países que ya sufren de escasez de
agua potable y cada día, esto aumentaría en considerablemente. Bloch simplifica diciendo: “La explicación es
sencilla. En el año 2050 la humanidad, podrá llegar a 9000 millones de habitantes: un aumento del 50% de la
población del año 2000 y 30 años antes, en el año 2020, el agua potable no alcanzará para todos. Hoy, ya escasea en
varias partes del mundo y se habla de inminentes luchas o guerras por el agua”.

Sin dudas es un elemento esencial para el desarrollo de la sociedad, su importancia ha ido en aumento a
consecuencia de la situación global planteada a raíz del stress hídrico en algunas regiones. La posesión de reservas y
la facilidad a su acceso, se ha transformado en la causa donde ubicar a los futuros escenarios de probable conflicto,
que pueden transformarse en enfrentamientos abiertos por su explotación o dominio.

Interpretación y análisis de datos

Se podría sostener entonces, que en torno al agua se genera una gran paradoja, dado que es el elemento más
abundante en la superficie del planeta pero a su vez, es el que más escasea en algunas regiones del mismo.

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“Una legislación nacional argentina (de carácter federal), que regule el agua dulce de nuestro país, armonizada con la
legislación provincial ya existente al respecto y un marco jurídico regional en el Mercosur referido al agua dulce,
aparecen como imprescindibles desafíos para los juristas y diplomáticos de los cuatro Estados Parte del
bloque”(BLOCH, 2005b). Debido a esto, siempre ha existido la intención de sistematizar regulaciones y lograr
acuerdos sobre las aguas subterráneas compartidas, pero la gran la mayoría ha sido sólo eso, intenciones traducidas
en proyectos a futuro, por lo que nos encontramos con un escenario en donde no hay leyes fuertes y conjuntas que
protejan el recurso compartido. Si a esta carencia, le agregamos que el área más importante del Acuífero en
cuestión, de recarga y descarga es el corredor transfronterizo entre Paraguay, Brasil y Argentina está ubicado en la
zona de la triple frontera, pareciera ser un contexto ideal para que en muy poco tiempo, Estados Unidos lo utilice
como excusa, con el afán de posicionarse cerca de este Recurso indispensable y escaso hoy en día para parte de la
población: “Este escenario requiere un imprescindible análisis crítico sobre el verdadero interés de Estados Unidos
para determinar si la preocupación que posee el país, se basa en la intención de conservar y mantener la seguridad
en la zona, u oculta una causa mayor de la real influencia de ese país en la región: el control del agua dulce”.

No es casual que EEUU ejecute ejercicios militares o mantenga bases con tropas en esta área del planeta, ya que los
lugares elegidos, guardan directa relación con la ubicación de importantes zonas explotables desde el punto de vista
de los recursos (gas, petróleo), la biodiversidad (Amazonía) y tanto del agua potable como de las cuencas
subterráneas (Acuíferos).

Para las próximas décadas se predice, que podrían desencadenarse conflictos al aumentar el número de países cada
vez más populosos que enfrentan tensiones hídricas (cuando el suministro anual de agua desciende a menos de
1.700 m3 por persona) y franca escasez de agua y, una el Acuífero Guaraní, cuenta con particularidades tales como
contener el corredor bi-oceánico norte, la Cuenca del Plata, el gasoducto Bolivia- Brasil y como ingrediente
agregado, la Triple Frontera Argentina previamente mencionada, que ya ha sido considerada en varias ocasiones
como un importante núcleo de gestación de actividades terroristas.

CONCLUSIONES

El agua es un recurso esencial para la humanidad y los seres vivos. Pero sino cuidamos bien este recursos podría
generar desastres tanto como discusiones o incluso guerras y también enfermedades y no tener una vida digna
debido a la falta de agua. En Argentina está situado geográficamente en un lugar favorecido porque tiene un suelo
muy rico para la producción y también por la cantidad de agua que posee a su poder. Pero esta cantidad de agua
está mal distribuida como por ejemplo el acuífero Guaraní que es la tercera reserva natural más grande del mundo y
al lado de la reserva hay una ciudad donde las mujeres tienen que recorrer más de 20 km para contar con el agua
que necesitan. Además las potencias mundiales ya pusieron la mira en Argentina donde sobra el agua pero no para
todos. También el estado Argentino es tan inconsciente de este privilegio que no lo aprovecha y además no están
poder suyo sino que a empresas extranjeras y entonces para las potencias sería más fácil conseguir el poder del agua
en Argentina.

La historia del agua en el mundo registra una gran cantidad y variedad de enfrentamientos, crisis, conflictos y
guerras, todas de diferentes escalas y características, eso, en uno de sus tantos aspectos, demuestra la gran
importancia que ha alcanzado el agua en la vida del hombre. El agua ha estado siempre tan ligada al hombre, que su
presencia, ha pasado hasta casi inadvertida.

En cuanto al régimen jurídico del agua, encontramos hoy día que puede considerarse como uno de los aspectos
menos considerados tanto a nivel nacional, regional o internacional o que mayormente las legislaciones vigentes
carecen de autoridad o no son enteramente aplicables, ya que en su mayoría constituyen recomendaciones, no
tienen fuerza, no castigan o no penalizan.

El hombre ha utilizado inicialmente las aguas superficiales, y por ello, los mayores asentamientos de poblaciones
están ligados al fácil acceso de este recurso. Pero la población mundial ha crecido enormemente y obligado a ocupar
otras tierras, sumémosle a esto la necesidad de ampliar sus áreas de cultivo para producir mayor cantidad de
alimentos y la creciente contaminación, todo esto ha obligado a recurrir a las aguas subterráneas. Su extracción y
administración ha sido casi siempre fruto de la iniciativa privada, de los pequeños municipios o de las industrias, esta
particularidad ha ocasionado que el uso de esta agua no se encuentre reglamentada y consecuentemente fuera del
control gubernamental.

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La documentación sobre el uso de las aguas subterráneas suele ser confusa e irregular. Al ser tan deficiente la
información sobre el uso del agua en general, y de la subterránea, en particular, no se ha avanzado mucho en cuanto
a reglamentaciones que regulen su uso, especialmente el uso compartido.

Algunos de los principales obstáculos que han tenido las aguas subterráneas en este sentido son: la falta de
educación y conocimiento hidrogeológica, mayores incentivos o subvenciones para las aguas superficiales y la
invisibilidad del agua subterránea. A pesar de ello, en las últimas décadas, el desarrollo del agua subterránea ha
experimentado un notable aumento, especialmente en los países áridos y semiáridos, y los países del primer mundo
por estar en condiciones económicas de financiar los estudios y proyectos.

Pero la otra cara de la moneda en el uso de las aguas subterráneas hoy en día, son los conflictos internos, regionales
e internacionales que van surgiendo día a día, y, considerando el aumento de las poblaciones, el aumento de la
agricultura irrigada y la contaminación, se puede llegar a pensar que en el futuro, las guerras serán por el agua. Es
probable que en muchos casos sólo alcancen el nivel de crisis, pero aun así, será un gran escollo a salvar en las
relaciones internacionales y que en algunos casos tomaran años hacerlo, que bien pudieran ser utilizadas en el
avance de una cooperación más beneficiosas para los países.

El Acuífero Guaraní, es una de las mayores reservas mundiales de agua subterránea y un recurso compartido entre
cuatro países que abre una nueva área de cooperación en la región, que deberán intentar acordar, reglamentar,
proteger y usar en una perspectiva autosustentable es una tarea urgente, bajo riesgo de futuros desastres ecológicos
o aun de foco de conflictos, buscando estrategias que apunten a sistemas que promuevan la igualdad, la eficiencia y
la preservación.

Independientemente de las acciones conjuntas que se puedan tomar dentro del MERCOSUR, los países beneficiarios
del Acuífero Guaraní, deberían tomar mayor conciencia de este desafío e iniciar acciones que contribuyan con los
fines ulteriores, estar listos, y, facilite una integración regional posterior de las aguas subterráneas. No debemos
olvidar la particularidad de la contaminación que amenazan los acuíferos, pueden estar ya en camino o próximos a
iniciarse.

Después de este extenso recorrido, podríamos determinar que la elaboración de modelos de Gestión y preservación
del recurso agua, en regiones como el nuestro, donde encontramos relativa abundancia; el problema no sería tanto
la cantidad de Reglamentaciones o Leyes que pudieran implementarse sino los mecanismos que hagan que estos
tengan verdadero “peso” y tengan que ser cumplidas irremediablemente por cada país, caso contrario ser
penalizado.

El Acuífero Guaraní toma real importancia al punto que hoy en día el agua potable puede asemejarse al petróleo,
debido a su escasez futura. Sin embargo, este paralelismo deja aún al descubierto el terrible problema de los
recursos no renovables porque lo cierto es que el agua potable no tiene sustitutos como los tiene el petróleo, así que
quien lo controlé hará lo propio con la economía universal y la salud del planeta.

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En el futuro, ¿será el agua?

En el documental Sed, invasión gota a gota, Mausi Martínez –quien investigó y dirigió el largometraje– da
cuenta de cómo será el mundo cuando el agua escasee o directamente falte. Apenas 20 años podrían
separarnos de esa desesperación difícil de imaginar, pero que ya está golpeando las puertas argentinas: en
este país se supone que hay reservas suficientes para abastecer al mundo durante 200 años más y están en el
Acuífero Guaraní, muy cerca de la Triple Frontera.

Odisea 2025. Siete mil millones de personas conocen ese nudo en la garganta.
Tragan saliva. Hasta que la propia lengua se convierte en desierto o sequía. Sed.
Tienen sed. Casi el 80 por ciento de su cuerpo es de agua, como todos los cuerpos,
como en todas las épocas. Pero ahora el agua no abunda, no sobra, no hay. El
agua se convirtió en desierto. Y la sed, en un instinto tan natural como tragar
saliva. El agua –como la sal, el oro o el petróleo– ya no es marea sino sorbo y se
vuelve tan codiciada como para usurpar la que queda. El agua –la dulce– barre
como un tsunami sobre la gente, los tratados, las fronteras. El mundo vuelve a
reducirse a la ley del más fuerte. Y sólo los fuertes pueden abrir la garganta para calmar la sed, para desanudar la
garganta. Para tomar agua.

Argentina 2005. El país tiene bajo su suelo, bajo su agua, más agua. Mucha. Junto con Brasil, Paraguay y Uruguay
comparte el Acuífero Guaraní, el tercer reservorio de agua potable más importante del planeta. La capacidad y
calidad de la potencialidad del agua argentina la están evaluando organismos internacionales. Mientras, nadie habla
del agua y todos, del terrorismo; se acusa a la Triple Frontera –de Argentina, Paraguay y Brasil– de albergar
terroristas. La acusación sería un trampolín para que en un futuro no tan lejano tropas –no tan inimaginables–
ingrese a la Argentina con el objetivo declarado de combatir el terrorismo y el interés –no asumido– de apropiarse
del agua.

Sed. Todo lo que usted acaba de leer no es mera coincidencia con una película futurista de ciencia ficción. Es la
película que muchos ya se imaginan en la Argentina 2005 y, creen, nos pueden llevar a la Odisea 2025. Es la película
documental que filmó la directora Mausi Martínez (producida por la cooperativa Kaos) realizada para denunciar, y
estrenada –finalmente– en un circuito comercial el jueves 25 de agosto después de ganar la Mención de Honor por
Derechos Humanos en el Festival Internacional de Mar del Plata 2005 y de ser declarada de interés por la Cámara de
Diputados de la Nación. Sed, invasión gota a gota, se llama la película.

Una película que se presenta así: “El planeta Tierra está rodeado de agua. Sin embargo, en nuestro planeta uno de
cada cinco habitantes no tiene agua potable. El 97,5 por ciento de agua disponible en el planeta es salada. El 2,5 por
ciento del agua del planeta es dulce y está en proceso de pérdida. Pero en América del Sur, abarcando los cuatro
países del Mercosur, duerme silencioso el Acuífero Guaraní: una reserva subterránea capaz de abastecer de agua
pura a todo el planeta por los próximos 200 años. Un recurso que ha sido detectado por quienes ya han extinguido
sus recursos acuíferos. En ese marco, de todos los escenarios posibles, los especialistas predicen dos estrategias: la
instalación de bases militares estadounidenses en puntos estratégicos de recursos naturales, amparados en el
reformateo mundial del concepto de lucha antiterrorista; o la privatización de las aguas y el servicio de
potabilización impulsados por el Banco Mundial y los organismos internacionales de financiación. Desde el pantanal
brasileño hasta la pampa argentina... desde la Triple Frontera, con el fantasma de la invasión terrorista, hasta la Casa
Rosada. Una investigación siguiendo la ruta abierta por quienes vienen por el agua”.

No bombardeen Buenos Aires

“Las próximas guerras no van a ser por el petróleo, como Irak... las próximas guerras van a ser por el agua”, sostiene
el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Desde un perfil más mesurado, el director general de la Unesco, Koichiro Matsura, el 22 de marzo –Día Mundial del
Agua– de este año también advirtió sobre los futuros enfrentamientos que va a traer la escasez de agua potable.
“Jamás se insistirá lo bastante en que ‘el agua es vida’ ni en que la sociedad humana afronta una crisis del agua ante
la que se impone actuar desde ahora mismo para evitar privaciones, sufrimientos y tal vez conflictos en el futuro”. La
advertencia no es global sino que nos toca a la puerta. Argentina tendría en su territorio una gran mina de oro o un
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enorme pozo de petróleo: el agua. Se llama Acuífero Guaraní y podría llegar a abastecer de agua durante 200 años a
casi toda la población mundial.

Es inimaginable pensarse sin agua (o sus derivados) para brindar o calmar la sed, para hundirse entre el calor
asfixiante del verano o para desempolvarse la noche o amanecer el día bajo la sensación de escoba de una ducha.
Claudia Sobrero, de 41 años y presa desde los 19, le contó a Marta Dillon, en el libro Vivir con virus, relatos de la vida
cotidiana que la sequedad es la mayor distancia entre ella y la libertad. “Lo que más extraño es sumergirme, meter la
cabeza en el agua”, soltó Claudia. Como uno puede soltar el cuerpo, liberarse del peso demoledor de uno más el
aire, suspenderse sobre un colchón sin asperezas. Es inimaginable entender que esa agua parece destinada a faltar.

Ya en el año 2000 se advertía que el agua iba a ser la gran ausente durante el siglo XXI. En el documento “¿Hay
suficiente agua?”, elaborado por la Unesco y la Organización Meteorológica Mundial, se subrayaba: “La
disponibilidad de agua dulce es uno de los grandes problemas que se plantean hoy en el mundo y, en algunos
aspectos, es el principal. Durante los próximos 50 años los problemas relacionados con la falta del agua o la
contaminación de masas de agua afectarán prácticamente a todos los habitantes del planeta”.

En realidad no es que el mundo se vaya a convertir en una multiplicidad de arena sin oasis, sino que el 97,5 por
ciento del agua es salada, el 2,5 por ciento del agua dulce está congelada y apenas el 0,26 por ciento del agua dulce
es accesible para el consumo, según datos de Unesco. Mientras que el actual consumo de agua es desaforado y
desequilibrado –porque en Estados Unidos el consumo medio de la población es de 600 litros diarios y en los países
del sur, de 20 litros, según estimaciones del Primer Foro Alternativo del Agua– se calcula que en el 2025 entre 3500 y
7000 millones de personas (en una población proyectada de 8 mil millones de habitantes) sufrirán la falta de agua.

En este contexto, apenas en 15 años la posesión de agua va a ser más valiosa que el trigo, la carne, la leche, la soja y
hasta que el petróleo o el gas. La Argentina pareciera estar en el mapamundi de los afortunados países con más
recursos de agua potable, aunque hasta ahora no se conoce exactamente si esa predicción es cierta y, si es cierta,
con cuánta agua dulce estamos contando. Aunque, a veces, ser afortunados en recursos no quiere decir que
podamos aprovechar esa fortuna. Pero, si esa bendición dulce existe, está en el Acuífero Guaraní.

“Los estudios realizados hasta hoy sostienen que el Sistema Acuífero Guaraní (SAG) tiene una superficie aproximada
de 1.194.000 kilómetros cuadrados de los cuales 839.000 corresponden a Brasil (10 por ciento de su territorio),
226.000 a Argentina (6 por ciento), 71.700 a Paraguay (18 por ciento) y 59.000 a Uruguay (25 por ciento). En
Argentina, sus aguas corren por debajo de las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes y Entre
Ríos. La extensión del SAG es similar a la de los territorios de España, Portugal y Francia juntos. Su volumen se estima
en unos 55.000 kilómetros cúbicos de agua potable y su nivel de recarga anual es de entre 160 y 250 kilómetros
cúbicos”, explican los periodistas Maximiliano Martínez y Martín Latorraca en la nota “La sed de apropiarse del
agua”, de Le Monde Diplomatique, de agosto del 2005.

“El Acuífero Guaraní tiene estimativamente un volumen de agua almacenada de 40.000 kilómetros cúbicos, es como
si una cisterna de agua tuviera como base el equivalente en su superficie a la Capital Federal. Por eso, se calcula, que
podría darle agua a 6000 millones de habitantes durante 200 años, a un ritmo de 100 litros por día”, gráfica Miguel
Auge, doctor en geología y profesor de hidrogeología de la UBA.

En 1994, Auge junto a otros investigadores de la UBA, de la Universidad del Litoral y de facultades de Brasil y
Uruguay, comenzaron a pedir fondos para investigar un dilema que la Argentina todavía no conoce: ¿cuál es
exactamente la capacidad de agua potable del Acuífero Guaraní? “Necesitábamos seis millones de dólares (un millón
y medio por país), pero los gobiernos no nos dieron los fondos y en el 2000 apareció el Banco Mundial con 27
millones de dólares. Ahí nos dieron una patada y nos dejaron de lado. Ahora ellos se van a quedar con la información
y hacen lo que quieren”, critica.

En noviembre del 2001 comenzó el proyecto financiado por el Banco Mundial con la participación de universidades
públicas y privadas y otros organismos. Leticia Rodríguez, directora del programa Desarrollo Metodológico para la
evaluación de la recarga y la vulnerabilidad del Sistema Acuífero Guaraní en Argentina y Uruguay, desmiente que la
riqueza en agua de Argentina sea tan alta. “Se ha difundido que este acuífero constituye una reserva de agua dulce
de excelente calidad capaz de abastecer a la población mundial. Estas cifras están siendo desmitificadas por el
avance de las investigaciones en curso y la información que en ellas se genera. En Argentina se han encontrado
aguas con buena calidad en algunas perforaciones, en cambio otros sectores del mismo acuífero contienen aguas
con altos contenidos de sales”, le dijo a Le Monde Diplomatique. El geólogo Auge refuta el fin del sueño del Acuífero

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Guaraní. “De cualquier manera, aunque nos hayamos equivocado mucho, el Acuífero Guaraní tiene un enorme valor
en el siglo del agua, en donde los pueblos que tengan agua se van a desarrollar y los que no van a quedar
subordinados”.

Con las patas en el agua

“El conocimiento es poder –remarca Mausi Martínez–. Nosotros tenemos grandes problemas económicos y de
repente aparece el Banco Mundial con plata para trabajar en un proyecto hídrico, pero piden ciertas modificaciones
en las leyes a favor de inversiones privadas y de privatizaciones. Es mentira que nos donen dinero
desinteresadamente. Es muy difícil meterse con ellos y suponer que eso no va a generar futuras presiones.”

–Hay investigadores que dicen “paren, a lo mejor el potencial del Acuífero Guaraní no es tan maravilloso como
ustedes dicen”.

–Esas son pavadas. De una manera o de otra, ese recurso sirve. Hay zonas donde el agua es dulce y, si no lo es, por
la potencia que tiene (sale como un chorro de soda) se puede usar como energía.

–La acusación es que se exagera el valor del acuífero y, por lo tanto, también el peligro de que puedan venir a
usurparlo.

–Como dice el maestro Charly García: “Si no estás paranoico es porque estás desinformado”. Yo vengo de Paraguay
y ahí ya están las tropas norteamericanas con inmunidad diplomática. Los funcionarios dicen que los militares vienen
a hacer tareas sociales, como combatir el dengue. ¿Por qué? ¿Qué saben los norteamericanos más que nosotros del
dengue? ¿Qué va a hacer un yanqui armado? ¿Les va a tirar un tiro a los mosquitos? ¿Ellos están dispuestos a que los
soldados argentinos los ayuden a combatir las hamburguesas que les provocan una epidemia como la obesidad? Es
una locura. No creo que los ejercicios militares estén destinados exclusivamente a saquearnos el agua, nunca las
cosas son tan directas ni tan obvias. Pero sí creo que es una manera de tener controlada la región.

“Yo soy una mujer con las patas en el agua”, moja el territorio sobre el que acaba de filmar Mausi Martínez, Sed,
invasión gota a gota, una película a la que ideó, dirigió, investigó, escribió el guión, preguntó, hizo cámara y también
le puso la voz en off de los relatos. Tal vez, es porque concibe al cine desde distintos lugares. De hecho, tiene 41 años
y hasta ahora su carrera siempre fue como actriz. Salvo, en la realización del telefilm Puig, 95% de humedad. Nada
extraño en una mujer para la que la infancia es un recuerdo mojado de Formosa. Pero que, sin embargo, escuchó
hablar del agua argentina en Europa: “Hace dos años estábamos en España coproduciendo un largo de Luis Barone,
basado en un texto de ficción de Juan Sasturain, de un superhéroe que se enfrenta en un futuro al poder
hegemónico que controla el agua. Entonces los españoles nos dicen ‘pero esto ya les está pasando a ustedes con el
Acuífero Guaraní’. ¿Qué? Nosotros ni sabíamos”, confiesa Mausi.

-¿Qué es para vos el agua?

–Toda la vida resultó el lugar más natural donde me moví. Nosotros éramos chicos, a los 13, y hacíamos
competencia desde el puerto hasta Paraguay nadando 10 kilómetros con pirañas y todo. Nuestra vida de juegos fue
en el agua siempre. Me acuerdo de Formosa inundada por unas lluvias tremendas que ya no existen más, de tener 7
años, levantarme y que el agua me llegue hasta la rodilla y largarme a llorar porque no sabía qué pasaba. Mi papá
nos venía a levantar, nos ponía en la mesa de la cocina y esperábamos ahí hasta que bajara el agua.

Por Luciana Peker

Publicado en Página 12

17 de octubre de 2005

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INDICE

Introducción……………………………………………………………………………………………………………………………………………PÁG 2

¿Qué podría pasar con el agua en Argentina en el futuro?..........................................................................PÁG 3

Legislación Específica………………………………………………………………………………………………………………………………PAG 5

Sistema Acuífero Guaraní……………………………………………………………………………………………………………………….PÁG 9

Conclusión………………………………………………………………………………………………………………………………………………PÁG 11

El Tesoro del Acuífero Guaraní……………………………………………………………………………………………………………….PÁG 13

Un riquísimo yacimiento bajo tierra………………………………………………………………………………………………………..PÁG 14

Recorte periodístico: En el futuro, ¿será el agua?.........................................................................................PÁG 15

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