Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FRANCISCO MORAZÁN
CENTRO UNIVERSITARIO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
TAREA #1
1319199600060
TEGUCIGALPA
CAPITULO II
Egipto
1. Los primeros documentos. La Edad de Piedra, ese largo período que precedió al
uso de los metales, no tuvo un final abrupto y definido; de hecho el tipo de
cultura que representaba tuvo una duración mucho más larga en Europa que
en algunas regiones de Asia y Africa. Los registros cronológicos
correspondientes a las civilizaciones de los valles de los ríos Indo y Yangtze son
muy inseguros, pero en cambio se dispone de una información bastante fiable
acerca de los pueblos que vivieron a lo largo del Nilo. Antes de que finalizara en
cuarto el cuarto milenio a.C ya se utilizaba una forma primitiva de escritura
tanto en Mesopotamia como en el valle del Nilo.
2. El sistema de notación jeroglífica. Los documentos escritos egipcios tuvieron
más suerte que los babilonios en cierto sentido, ya que la Piedra de Rosetta,
trilingüe también y que jugó un papel análogo al que desempeñaría más tarde
el Behistum Cliff, había sido descubierta ya en 1799 durante la expedición
napoleónica a Egipto. El sistema de numeración jeroglífico Egipcio fue
descifrado fácilmente; el principio en que se basa, tan antiguo como as
pirámides por lo menos, data de hace unos 5,000 años y está estructurado,
como podría esperarse, en una escala numérica de base 10.
3. El papiro de Ahmes. La matemática consiste en muchas otras cosas que el
contar y medir, que son justamente los aspectos que se destacan en las
inscripciones jeroglíficas. Hay un cierto número de papiros egipcios que, de una
manera o de otra, han conseguido sobrevivir a los estragos del tiempo durante
más de tres milenios y medio. El más extenso de los que contienen información
matemática es un rollo de papiro de unos 30 cm. de alto y casi 6 m. de largo. El
material se deriva de un prototipo del Imperio Medio, de entre 2000 y 1800 a.C
y es posible que parte de estos conocimientos provengan en realidad de
Imhotep, el casi legendario arquitecto y médico del faraón Zoser, que dirigió la
construcción de la pirámide hace casi 5000 años.
4. Las fracciones unitarias. Los hombres de Edad de Piedra no tenían necesidad de
usar fracciones, pero al alcanzarse un nivel cultural más avanzado durante la
Edad del Bronce, parece haber aparecido por primera vez la necesidad de un
concepto más o menos vago de fracción y de un sistema de notación capaz de
representar fracciones. En las inscripciones jeroglíficas egipcias nos
encontramos, en efecto, con una notación especial para las fracciones
unitarias, es decir, para las fracciones que tienen como numerador la unidad.
5. Las operaciones aritméticas. La tabla de 2/n en el Papiro de Ahmes viene
seguida por una breve tabla de n/10 para n de 1 a 9 en la que de nuevo estas
fracciones se expresan en términos de las fracciones favoritas unitarias y de la
fracción 2/3; por ejemplo, la fracción 9/10 aparece descompuesta en 1/30, 1/5
y 2/3.
6. Problemas algebraicos. En este método se supone un valor concreto para el
montón, lo más probable es que sea incorrecto, y se efectúan con dicho
número las operaciones indicadas en el miembro de la izquierda de la igualdad.
7. Problemas geométricos. Se ha dicho frecuentemente que los antiguos egipcios
estaban ya familiarizados con el Teorema de Pitágoras, pero lo cierto es que en
los papiros que han llegado hasta nosotros no hay ningún indicio de ello. Si hay,
sin embargo, varios problemas geométricos importantes en el Papiro de
Ahmes. En la matemática Egipcia no nos encontramos con ningún teorema ni
demostración formal, pero lo que si es cierto es que algunas de las
comparaciones geométricas que se hicieron en el valle del Nilo, tales como las
que se refieren a las áreas y perímetros de círculos y cuadrados que hemos
visto, están entre las primeras propiedades exactas relativas a figuras
curvilíneas que se han formado a lo largo de la historia.
8. Una razón trigonométrica. En la construcción de las pirámides un problema
esencial era el de mantener una pendiente uniforme en cada cara y la misma
en las cuatro, y puede haber sido este problema el que llevó a los egipcios a
introducir un concepto equivalente al de la cotangente de un ángulo. En la
tecnología moderna se acostumbra medir la pendiente de una línea recta por
medio de la razón entre ``la subida`` y ``el avance``; en Egipto, en cambio, se
solía utilizar la inversa de esta razón, denominándola por la palabra ``seqt`` y
que significa la separación horizontal de una recta oblicua del eje vertical por
unidad de variación en la altura.
9. El Papiro de Moscú. Es casi tan largo como el Papiro Rhind, cerca de seis
metros, pero su anchura es sólo la cuarta parte, unos siete centímetros y
medio; está escrito por un escriba desconocido de la dinastía XII (ca. 1890 a.C)
de una manera más descuidada que la obra de Ahmes, y contiene veinticinco
problemas resueltos, la mayor parte de ellos de la vida corriente y que no se
diferencian mucho de los de Ahmes excepto en dos casos que tienen una
importancia especial.
10. Las deficiencias de la matemática egipcia. Es muy probable que los griegos
tomaran prestadas algunas partes de la matemática elemental de Egipto, ya
que, por ejemplo, el uso de las fracciones unitarias fue persistente en Grecia y
Roma, para llegar hasta el periodo medieval, pero evidentemente los griegos
exageraron su deuda para con los egipcios, en parte sin duda por su respeto
casi reverencial a la antigüedad de la cultura egipcia.
CAPÍTULO III
Mesopotamia
1. Los documentos cuneiformes. El cuarto milenio antes de nuestra era fue un
período de gran desarrollo cultural, que trajo consigo el uso de la escritura, de
la rueda y de los metales. Al igual que en Egipto durante la primera dinastía,
que comenzó hacia finales de este maravilloso milenio, también en el valle de
Mesopotamia había ya por esa época un alto nivel de civilización. Las
civilizaciones mesopotámicas de la antigüedad suelen llamarse de una manera
ambigua y genérica babilónicas, a pesar de que tal designación no es
estrictamente correcta.
2. La numeración posicional. El sistema de numeración cuneiforme de los
babilonios procedía, para los números enteros pequeños, según el mismo
esquema de la jeroglífica egipcia, repitiendo tantas veces como fuese necesario
los símbolos para el 1 y para el 10 y, al igual que un arquitecto egipcio podía
hacer tallar en la piedra el número 59.