Tales de Mileto

Tales (Mileto, actual Turquía, 624 a.C. – 548 a.C.)

Filósofo y Matemático griego. Iniciador de la escuela
de Mileto, la primera de las escuelas filosóficas de la
antigua Grecia, es considerado como el primero de los
siete sabios de Grecia.
Tales fue un ilustre geómetra griego que vivió aproximadamente entre los años 624 a 548 a.C. a
quien se le conoce como el «Padre de las Matemáticas Griegas».
Es considerado además uno de los «Siete Sabios de Grecia»; se destacó en dos campos bien marcados:
la Filosofía y las Matemáticas. A Tales se le atribuye muchos trabajos matemáticos que no son
familiares y que elevan a verdades generales lo que para los egipcios eran resultados de simples
mediciones.
De joven fue un próspero mercader de Mileto, cuyos negocios le permitieron viajar por diversos
lugares. Estando en Egipto le fascinaron la Aritmética y la Geometría practicada por los sacerdotes y
fue allí donde se ideó un método para hallar la altura de las pirámides mediante la sombra que estas
proyectaban.
Luego se cuenta que se retiró del comercio para dedicarse al estudio de las matemáticas y de la
filosofía.

Aportes de Tales en Geometría

Se le conoce así a las primeras demostraciones de teoremas geométricos mediante el razonamiento
lógico, entre ellos podemos citar:
• Todo diámetro biseca a la Circunferencia.

• Los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales.

• Los ángulos opuestos por el vértice son iguales.

• Dos triángulos que tienen dos ángulos y un lado respectivamente iguales son iguales.

• Todo ángulo semi-inscrito en una circunferencia es recto.

• El famoso «Teorema de Tales»; quizá su máxima obra, recordada por miles de años.

Teorema de Tales
El Teorema de Tales es junto al teorema de Pitágoras los teoremas más famosos de la historia; tanto
así, que al día de hoy se siguen estudiando en las escuelas por su importancia en el cálculo de
longitudes y por ser una herramienta práctica y sencilla de usar.
El Teorema de Tales indica que:

«Los segmentos determinados por una serie de

paralelas cortadas por dos transversales son
proporcionales».
Gráficamente señala:
Esta relación de segmentos que se cumple en el teorema de Tales
ha servido de mucho por generaciones. Incluso se dice que fue
Tales quien halló por primera vez la altura de la pirámide de
Egipto (Keops) con su famoso teorema.

Altura de la Pirámide de Egipto

Tales de Mileto es recordado por su famoso teorema y quizá una de las aplicaciones que más se
recuerda fue el hallar en su tiempo la altura de la pirámide de Egipto, de forma muy ingeniosa.

¿Cómo lo hizo?
Aprovecho un día de sol donde tuvo la proyección de la sombra de
la pirámide hacia el piso. Además de tener un bastón de medida fija
con su respectiva longitud de sombra conocida, todo en un mismo
instante. Observe la siguiente figura:
De esta figura la altura de la pirámide es «H».

Aquí podemos aplicar el teorema de Tales

en los triángulos rectángulos semejantes,
así:

Donde las longitudes «a», «b» y «h» son todos conocidos. Así pues Tales, pudo calcular la altura de la
Pirámide en forma aproximada. Parece muy simple el razonamiento que hizo Tales; sin embargo, hay
que darle todo el crédito a este Sabio, ya que este cálculo se realizó hace más de 2500 años.

Anécdotas
Se cuenta muchas anécdotas acerca de tales. Según Plutarco, era el típico sabio distraído concentrado
en sus investigaciones astronómicas.
Se dice que predijo el eclipse solar del año 585 a.C. y el calculo exacto de número de días del año
(365 años). Tales por sus interesantes y múltiples trabajos adquirió gran fama popular.
Fue el famoso sabio que cayó en un pozo por mirar las estrellas cuando una anciana le dijo: «Pretendes
observar las estrellas y ni siquiera ves lo que tienes a tus pies».
También se atribuye a Tales la historia del mulo que cargaba sal y que se metía en el río para disolverla
y aligerar su peso; Tales le quitó esa mala costumbre cargándolo con esponjas.
Cuando le preguntaron a Tales qué recompensa quería por sus descubrimientos, contesto: «Me
consideraría bien recompensado si los demás no se atribuyeran mi hallazgos y que reconocieran
que son míos».