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PRESENTADO POR:
ASESOR
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 2
JUSTIFICACIÓN ................................................................................................. 3
HISTORIA ........................................................................................................... 6
CONCLUSIÓN .................................................................................................. 17
INTRODUCCIÓN
Esperamos que a todos los que lo lean puedan obtener nuevos conocimientos o
les refresque los conocimientos que tenían sobre el tema.
JUSTIFICACIÓN
Por las razones antes enunciadas, las normas jurídicas se acomodan a cada
época, al menos es lo que se espera, cuando el legislador no lo hace, entonces
deviene el distanciamiento entre la norma jurídica prevaleciente y
el comportamiento social respecto de un hecho o situación determinada. Caso
especial merecen los regímenes matrimoniales, cuyo eje central, la familia, se
ha transformado casi por completo durante las últimas décadas, no así el
régimen regulatorio que la sustenta. Mucho menos, y por vía de consecuencia,
el aspecto contractual del matrimonio en el cual se enuncian las características
y condiciones del contrato o se decide la presunción de un determinado tipo de
contrato.
HISTORIA
Trazar una línea divisoria entre el antes y el después del nacimiento de los
regímenes matrimoniales es cuestión difícil. Indicar ese punto inicial donde estos
aparecen, podría ocasionar dudas sobre la evolución paulatina de la sociedad.
Esta no da saltos, va transformándose lenta pero continuamente. Así
sus instituciones las cuales van anexando o quitando detalles que parezcan
importantes o que, por el contrario, resulten ya innecesarios.
Otra cuestión básica de este punto inicial y aun del evolutivo, es la diversificación
de sociedades, cada cual con sus rasgos propios y a veces con una concepción
de la familia que difiere con las demás comunidades humanas. Lo cierto es que,
desde el inicio de la vida en comunidades humanas organizadas, comienzan a
aparecer rasgos distintivos de la unión intima entre personas y el interés de
mantener ciertos lazos de unidad pero, restringidos a terceros.
Como bien sostiene Ferrer (1993) en aquella época, "existía siempre una unidad
de consenso, no de lazos establecidos mediante un pacto legal o escrito entre
las partes, sino sencillamente un gusto entre las partes". Y agrega que "hasta el
estado medio de barbarie, la riqueza se limitaba más o menos a la habitación y
los pocos enseres existentes en el lugar donde habitaban". Pero el sedentarismo
y el trabajo del hombre, hicieron posible que este se posesionara
del control familiar y económico y en consecuencia, "si era él el hombre, el
marido, el pastor de oveja, quien cazaba y quien las mantenía y cuidaba, y este
solo tenía una especie de lazos poco profundo con la mujer, esta riqueza de
Es, con estas ideas primitivas, que se inician las primeras creaciones del régimen
matrimonial, del establecimiento de normas o disposiciones aun no escritas,
mediante las cuales se establecían parámetros o condiciones para la unión del
hombre y la mujer y por ende para la descendencia de estos.
Refiere Pedit (1997) "el interés político y el interés religioso hacían necesaria la
continuación de la familia o gens, para los hijos sometidos a la autoridaddel jefe"
(Pág. 102) continúa diciendo el referido autor que "en cuanto a los bienes de los
esposos, el matrimonio, en los primeros siglos ha estado frecuentemente
acompañado de la manus. Esta potestad pone a la mujer en la condición de una
hija de familia, en relación con el marido, que se hace entonces propietario de
todos sus bienes. Pero en caso de matrimonio sin manus, cada esposo conserva
su propio patrimonio. Desde luego, es justo que la mujer contribuya a las cargas
de la familia, que gravitan sobre su marido". (Pág.107).
Ya en esta época, como se aprecia por lo antes enunciado, existían los primeros
pasos para la existencia de regímenes matrimoniales. Existían en forma primitiva
el régimen de comunidad y el régimen de separación de bienes. Lo que ha
pasado posteriormente con estos ha sido la reorganización o ampliación. Aunque
claro está, estos regímenes tenían condiciones rudimentarias.
Planiol et Ripert (1997), niegan la existencia per sed, del régimen de comunidad
en el sistema romano, afirmando que "conociendo bien, por numerosos textos,
las costumbres de los antiguos, para estar seguros de este empleo de la
sociedad entre esposos debió ser raro, y que la mayoría de las personas
contraían matrimonio bajo el régimen dotal, que es un régimen de separación de
bienes". Indudablemente que de comunidad o de separación de bienes, ya en
el derecho romano se conocen elementos concretos sobre los regímenes
matrimoniales" (Pág.1373).
RÉGIMEN MATRIMONIAL
RÉGIMEN DE COMUNIDAD
De un análisis extraído del artículo 1399 del Código Civil Dominicano, se pude
establecer que, La comunidad, en su forma legal o convencional, empieza desde
el día de la celebración del matrimonio ante el Oficial del Estado Civil. En tal
RÉGIMEN CONVENCIONAL
De una lectura integral del artículo 1497 del Código Civil Dominicano, se puede
definir este régimen como, aquel que faculta a los esposos a modificar la
comunidad legal por cualquier clase de convenio que no sean contrarios a las
buenas costumbres y no podrán estipular en sentido general, que su matrimonio
se regule por ley alguna que no esté en vigor en la República Dominicana.
Aquel en el cual los esposos estipulan que no habrá entre ellos sino una
comunidad de gananciales, excluyendo de ella las deudas respectivas, actuales
y futuras, y su mobiliario respectivo, presente y futuro. En este caso, y después
que cada uno de los esposos ha tomado lo que aportó debidamente justificado,
se limita la partición a los gananciales hechos por los esposos, juntos o
separados, durante el matrimonio, y procedente tanto de la industriacomún como
de las economías hechas con los frutos y rentas de los bienes de los dos esposos
(Art. 1498 del Código Civil Dominicano).
Esta relación según Ossorio (1930) no es más que: "La comunicación o trato de
un hombre con su concubina, o sea con su manceba o mujer que vive y cohabita
con él como si fuese su marido" (p.205).
Es así como el Código Civil Dominicano dedica su Capítulo II del Título IV, al
régimen de la comunidad, y en consecuencia, para poder hablar sobre el
régimen de comunidad de bienes como una sociedad universal, debemos antes
estudiar los diferentes regímenes existentes y plasmados en esta parte del
Código.
Esto se debe a que para la conformación del patrimonio existen “dos grandes
masas de bienes que son: los propios de cada uno de los esposos y los bienes
comunes, que stricto sensu, conforman la comunidad y son una variedad
particular de indivisión”.
a) En un primer plano, es importante distinguir sobre estos bienes, toda vez que
cuando hablamos de la administración de los mismos durante la existencia de la
comunidad, los poderes de disposición y enajenación de los bienes sobre los
que los esposos gozan, así como la posibilidad de que se tomen diferentes
acreencias que puedan afectar el patrimonio, lo cual se presentaría como una
obligación a cargo de la comunidad.
“1o. de todo el mobiliario que los esposos poseían en el día de la celebración del
matrimonio y también de todo el que les correspondió durante el matrimonio a
título de sucesión, o aun de donación, si el donante no ha expresado lo contrario;
2o. de todos los frutos, rentas, intereses y atrasos de cualquier naturaleza que
sean, vencidos o percibidos durante el matrimonio y provenientes de los bienes
que pertenecían a los esposos desde su celebración, o que les han
correspondido durante el matrimonio por cualquier título que sea;
De ahí que exista una presunción juris tantum, de la solidaridad existente entre
los esposos que conforman la comunidad, sobre los bienes que forman parte de
esta. En ese sentido, es importante que nos adentremos un poco en la suerte
con la que corre la comunidad, a raíz de la aparición de los acreedores en el
cobro de sus acreencias.
En este tenor, a partir de la promulgación de la Ley 855 del 1878 y 189-01 del
año 2001, podemos afirmar de que “las deudas contraídas por uno de los
esposos, han sido hechas en interés de la comunidad, y por ende, los bienes
que la conforman responderán por dichas obligaciones”. Aquí encontramos un
principio de que la comunidad debe de soportar lo que se presente en ocasión
de una posible ejecución de una acreencia por parte de un acreedor.
De ahí que podamos de la misma forma determinar, que si bien es cierto que
existe una solidaridad ante los esposos que conforman la comunidad, no es
menos cierto que esta solidaridad puede verse atenuada por circunstancias
como las que presenta el artículo citado en el párrafo anterior; máxime, cuando
los gastos son manifiestamente excesivos.
No podemos dejar de destacar, que las disposiciones del Artículo 1315 del
Código Civil, el cual establece que “el que reclama la ejecución de una
obligación, debe probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe
justificar el pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”.
En ese orden, “y producto de una ejecución que recaiga sobre los bienes de la
comunidad uno o varios acreedores, bien de uno de los esposos o bien de la
comunidad, pretendiese reivindicar la propiedad de uno o más bienes, alegando
por ser propios no comunes, esto es, que quien así lo pretendiese ha de hacer
la prueba de esta propiedad exclusiva”.
mujer y, de acuerdo con el Artículo 1402 del Código Civil “se reputa todo
inmueble como adquirido en comunidad, si no está probado que uno de los
esposos tenía la propiedad o posesión legal anteriormente al matrimonio, o
adquirida después a título de sucesión o donación.”; que, además conforme al
párrafo segundo del Artículo 1409 la comunidad se forma pasivamente de las
deudas, tanto de capitales como de rentas e intereses, contraídas por el marido
durante la comunidad, o por la mujer, con consentimiento del marido, salvo la
recompensa en el caso de que procediese y por tanto la Corte a -qua procedió
correctamente a declarar en su sentencia que el automóvil, cuya reivindicación
demandaba la recurrida, pertenecía a la comunidad de bienes existentes entre
ella y su esposo, régimen que, por otra parte, constituye el derecho común en la
República Dominicana, y por consiguiente, no le asistía el derecho de
reivindicarlo del embargo trabado contra su esposo”.
En ese orden de ideas, ¿cuáles son los pasivos, las deudas, que forman parte
de la comunidad? A esto, el jurista Bialli Lama, ha establecido tres grandes
bloques, tales como:
En ese contexto, el Artículo 1419 del Código Civil establece lo siguiente, a saber:
“pueden los acreedores exigir el pago de las deudas contraídas por la mujer,
tanto sobre sus propios bienes, los del marido o de la comunidad, salvo la
recompensa debida a la comunidad o la indemnización que se le deba al marido”.
Por tal sentido, “conforme a lo establecido por el Artículo 1409 del Código Civil,
la comunidad está obligada a pagar una deuda garantizada por una hipoteca
sobre un inmueble, aun cuando este sea propio de uno de los esposos”.
Por tales razones, los bienes que conforman la comunidad son la prenda común
de los acreedores y, en consecuencia, estos van a responder ante el eventual
ejercicio de una acción en contra de uno de los esposos por separado, ya que
De tal forma, si uno de los esposos que conforman parte de la comunidad desea
alegar, que el bien embargado no forma parte de la misma, estos se verían en
la obligación de probar que no forma parte de la comunidad y que por
consiguiente, es un bien personal o un bien que ha sido adquirido con
anterioridad al matrimonio para poder verse liberado de la ejecución realizada
por el acreedor.
CONCLUSIÓN