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Unidad N°3: La literatura del periodo manierista

Bellini, G. (2003). Nueva historia de la literatura hispanoamericana


III. La voz de los nativos
Los nativos escribieron acerca de su mundo, siguiendo la línea de las crónicas
iniciada por los descubridores y conquistadores españoles. Puede afirmarse
que la literatura hispanoamericana propiamente dicha comienza con los
escritos de los nativos en la lengua importada, el castellano, pero también en
las lenguas indígenas.
Desde el punto de vista de la creación literaria, Garcilaso de la Vega el Inca
(1539-1615) es la figura de mayor relieve de este primer período «nativista» de
la literatura hispanoamericana de la época colonial. A la visión hispánica de los
vencedores se contrapone la de los vencidos o la de aquellos que, como el
Inca, no saben resolver el conflicto entre ambos mundos y terminan por gravitar
sentimentalmente hacia el mundo sometido.
Tres son las grandes zonas de la «memoria» indígena relativa a la conquista
española, que se corresponden con las tres áreas culturales y políticas de
mayor importancia del mundo americano: azteca, maya e inca.
Los textos indígenas del ámbito azteca coinciden, en el relato de los principales
acontecimientos de la conquista, con las relaciones de Cortés y con la
Verdadera historia de la conquista de México de Bernal Díaz del Castillo. El
clima de estos relatos es épico, propio de quien se propone celebrar la gesta
de héroes desdichados, entregados ya a la derrota por el peso de las
predicciones y por la fatalidad.
La memoria maya refiere los hechos que llevaron a los españoles a la
conquista de Yucatán y de los territorios que forman actualmente parte de
Guatemala y El Salvador. Pedro de Alvarado fue el protagonista principal de la
conquista de Guatemala y de los territorios limítrofes. Los acontecimientos
relacionados con estas conquistas, los contactos de los indígenas con los
españoles, están consignados en textos quiche y cakchiqueles por lo que se
refiere a las tierras altas de Guatemala, y en textos maya por lo que hace a las
campañas de Yucatán.
En los testimonios incaicos referidos a la conquista se encuentra por doquiera
un acusado desprecio por la avidez de los conquistadores, a los que se tuvo
también en esta zona, durante algún tiempo, por descendientes del dios
Wiracocha y, por consiguiente, se les consideró dioses. Por consiguiente, en el
mundo incaico se considera a los invasores auténticos enemigos. El sentido de
la fatalidad, la conciencia del fin domina todos los testimonios de estas zonas, a
pesar de que el imperio incaico resistió durante más de cuarenta años en el
reducto de Vilcabamba.
El primer prosista hispanoamericano: el Inca Garcilaso de la Vega
La visión de la conquista asume aspectos inéditos y dramáticos en la obra del
primer cronista hispanoamericano auténtico de la Colonia, el Inca Garcilaso de
la Vega (1539-1616). El escritor experimentó el contraste surgido entre dos
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mundos diferentes, el español y el indígena, que trató en vano de resolver


durante toda su vida. Era hijo de un conquistador, y de una prima de Atahualpa,
la princesa Isabel Chimpu Ocllo, que su padre había tomado como concubina.
El futuro escritor heredaba de su madre la sangre imperial de los Incas y de su
padre un apellido ilustre, emparentado con las figuras más importantes de la
España heroica y literaria. Garcilaso pasa los años de su primera juventud en
medio de la vida tumultuosa de la capital del antiguo imperio, entre el fragor de
las armas y el trasfondo pintoresco del ambiente, choque de dos mundos
antitéticos en busca de equilibrio.
Garcilaso vivió, participando activamente, el momento de las guerras civiles del
Perú. En la etapa sucesiva, establecida ya la calma en todo el país, el Inca
inició sus estudios, realizó diversos viajes a lo largo y ancho del imperio,
estrechó vínculos personales con sus parientes imperiales, a los que se acercó
todavía más cuando su padre repudió a su concubina para casarse legalmente
con la española Luisa Martel. El hecho habría de tener consecuencias
determinantes sobre el carácter del escritor, para quien el alejamiento de su
madre asume el aspecto de una auténtica tragedia.
Hacia 1564 Garcilaso se enrola en el ejército, donde se distingue bajo las
banderas de donjuán de Austria, alcanzando el grado de capitán. La muerte de
su madre, acaecida en 1571, agudiza su crisis espiritual y en un momento no
precisado el Inca abandona las armas, retirándose a Montilla, donde se dedica
al estudio y la lectura de sus autores preferidos (su cultura es claramente
humanista).
En los Comentarios Reales el Inca realizó su obra maestra y, al mismo
tiempo, dejó el testimonio de una tragedia personal sufrida con intensidad,
documentada por la ardiente nostalgia que sentía por el Cuzco, por el amor a la
patria peruana y, más allá de la fantasmagórica luz de los hechos narrados o
de las impresionantes tinieblas en que aparecen sumergidos. El mundo
americano estaba presente de manera constante en el pensamiento del escritor
exiliado.
La fama de Garcilaso se basa fundamentalmente en los Comentarios Reales
de los Incas. El proyecto del libro venía de muy lejos, arranca de la dedicatoria
de los Diálogos de amor a Felipe II; ahí puede leerse que Garcilaso tenía la
intención, después de la historia de la Florida, «de pasar adelante a tratar
sumariamente de la conquista de mi Tierra, alargándome más en las
costumbres y ritos y ceremonias della, y en sus antiguallas.
La obra es una grandiosa introducción a la historia de la conquista española y
de las guerras civiles que la siguieron. Fue justamente esta primera parte la
que suscitó a lo largo de los siglos las polémicas más ásperas. En ella trata
Garcilaso el origen de los Incas y la sociedad incaica, los hábitos, ceremonias,
costumbres y normas que la caracterizaron, las empresas de la conquista.
La polémica surgida en torno a la validez histórica de los Comentarios Reales
llegó a ensombrecer los genuinos valores que la obra presenta: se la consideró
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producto de la fantasía del escritor, proclive a ensalzarse a sí mismo mediante


la exaltación del pueblo del que con tanto orgullo se proclamaba hijo. En
Europa le resultaba extraño a mucha gente que pudiese existir una civilización
tan evolucionada, carente de barbarie, habida cuenta de lo que reflejaban en
sus obras los cronistas españoles, que sin embargo concordaban con
Garcilaso en señalar una especie de remota edad de oro.
Lo que más llama la atención en el libro es la gracia, el interés de la narración,
la sinceridad con la que el autor intenta documentar los hechos, la entrega con
que revive un mundo tan lejano en el tiempo, pero tan íntimamente operante en
su exilio español. Consideraba el libro como el sueño de un imperio patriarcal,
regido con riendas de seda, de un siglo de oro gobernado por una especie de
teocracia filosófica, aceptado con candor y relatado con sinceridad por el autor.
Así mismo, la seguridad con que el Inca maneja las fuentes, la agilidad con que
cita en su apoyo o refuta las afirmaciones de Gomara, Acosta, Cieza de León,
Agustín de Zarate y tantos otros escritores de Indias, es prueba evidente de la
seriedad del cronista.
El segundo tomo de los Comentarios Reales, la Historia General del Perú,
cuenta la tragedia del pueblo inca en su acto final, al tiempo que inicia la de los
conquistadores. Durante mucho tiempo, el libro fue aún menos considerado
que el primero y, sin embargo, es el que permite penetrar con mayor eficacia
en el drama íntimo del Inca entre dos mundos. En la Historia existe una
evidente continuidad de intenciones con respecto a los Comentarios Reales.
Para el historiador ambos mundos permanecen divididos en sus
responsabilidades y en su naturaleza. En las páginas del Inca asistimos al
choque de las pasiones, parece oírse el fragor de las armaduras, los topetazos
de los caballos guiados por indómitos caballeros de bárbaros corazones. Se
respira la atmósfera de los grandes dramas históricos, pero con un más
presente sentido de la justicia, una especie de ley punitiva. Los Comentarios
Reales de los Incas y la Historia General del Perú son el documento vivo de
una gran pasión americana, como los ha definido José Durand, con la mirada
vuelta hacia el futuro.
Inca Garcilaso de la Vega – Selección de Comentarios Reales
Estudio preliminar – Beatriz de Nóbile
El ámbito cultural del Inca Garcilaso
 La etapa peruana
Nació en la ciudad de Cuzco, Perú, el 12 de abril de 1539. Su contexto se vio
impregnado de luchas civiles que se hallaban en apogeo, en consecuencia,
una atmosfera de resentimientos y partidismos se extendía a su alrededor. Por
un lado, estaban los españoles, con sus propios intereses en pugna; por el
otro, los nativos involuntariamente acallados, pero con la chispa interior de
libertad pronta a manifestarse.
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Heredero de dos mundos: lo acercaron a dos ámbitos distintos y


aparentemente irreconciliables. La cultura española gracias a su padre, y el
mundo cercano y agonizante de los incas, producto de su madre.
 La vida en la Península
Ingresa a suelo español para terminar sus estudios y no vuelve a ver jamás su
tierra americana, así mismo en su obra se demuestra el grado de identificación
con sus antepasados maternos: Garcilaso se sentía indio entre los españoles y
español entre los indios.
En sus Comentarios Reales observamos una lucha interna: doble identificación
del Inca, española e indígena, como una necesidad de crearse ‘defensas’
dentro de una España convulsionada por problemas sociales.
La obra
 El Inca, traductor de los “Diálogos de amor”
Los Diálogos de amor son una filosofía del amor según la amplia acepción que
tiene el término para los platónicos. Posee una visión idealizada de la
naturaleza (importante fuente documental) que es importante para comprender
el pensamiento de Garcilaso: descubrir ante el mundo europeo la naturaleza
peruana y provocar reacciones favorables.
La concepción del mundo a través del amor y de la belleza “es lo que más lo
seduce y lo que lo empuja a traducir”. Influenciado por las ideas platónicas,
encuentra la justificación de un modo de vida como la más encumbrada
genealogía a la cual pueden aspirar.
 Historia de “La Florida”
La primera obra que Garcilaso firma como autor, La Florida, mereció el
calificativo de epopeya en prosa. El modo de arquitecturar las partes y la
graduación de los sucesos evidencian las condiciones épicas de la obra. Así
mismo, está lejos de ser una crónica ordenada y con datos cronológicos
detallados: soldados que rememoraban aquello que había quedado más
grabado en sus mentes.
Las creaciones garcilasianas oscilan siempre entre los histórico y lo literario,
entre el comentario, la simple glosa del pasado y el talento poético.
 Los “Comentarios Reales”
La obra de Garcilaso puede entenderse como un relato animado con
abundantes elementos de rigurosa veracidad, con la incorporación de otros
sospechosos y enteramente falsos que le permitieron sublimar el carácter de la
sociedad peruana precolombina.
La razón que fundamenta ambas partes de los Comentarios es el amor,
Garcilaso trata de escribir como una necesidad de exaltar las proezas de un
amigo y de toda la España de Felipe II. La doctrina del amor y la belleza que
descarta todo sentimiento de odio o violencia caló muy hondo en su escritura,
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es lo que se conoce como el neoplatonismo del Renacimiento. Garcilaso se


aleja de todo lo que conduzca a mostrar el odio entre los seres humanos.
La primera parte de los Comentarios reales se compone de la dorada visión del
imperio incaico es motivada por diversas razones. Por un lado, la concepción
que el humanismo renacentista sellara en su pensamiento, un ejemplo de esto
es La República de Platón donde se muestra un “estado perfecto” donde el
mundo caótico de los dioses mitológicos con sus odios y venganzas queda
excluido por ser incompatible con el orden y la armonía. Los Comentarios
muestran la posición del escritor frente a dos estados de los indios antes de la
conquista: la vida ferina y politeísta llena de sacrificios inhumanos, y la
posterior organización de éstos como una sociedad perfecta y civilizada.
Garcilaso construyó artística e históricamente dos singulares periodos de la
vida peruana: el mundo incaico y la conquista española, gracias a las bases
ideales armadas por el humanismo renacentista logró edificar un estado
perfecto.
Existen dos propósitos más que llevaron la producción de los Comentarios: la
voluntad de transmitir al ámbito español una imagen sin los tintos
desfavorables que mostraban algunos cronistas de la época, y la nostalgia que
le llevaba a recuperar los recuerdos de su infancia poblada de relatos
maravillosos sobre la vida de sus antepasados maternos.
En conclusión, el propósito de Garcilaso consistió en equilibrar lo indígena con
lo español, un ejemplo de esto son sus constantes comparaciones entre las
costumbres y modalidades españolas y las de los Incas. En los capítulos
veinticuatro y veintisiete del libro sexto se da una interpolación, una
equivalencia curiosa entre ambos mundos. Para ello, el escritor apela a
múltiples métodos como el camino analítico a través de fuentes escritas y
orales, y la contraposición entre la subjetividad de los románticos y la
objetividad de los racionalistas, también utiliza el método comparativo cuando
examina los elementos religiosos de los indios antes y durante el imperio,
comparándolo a las religiones paganas de Grecia y Roma.
Los temas
 El mundo incaico: organización social
La primera parte de los Comentarios se centra en mostrar al Imperio
(Tahuantinsuyo) como una organización política y económicamente lograda, lo
que le permite conseguir un estado de armonía social. Este Imperio parece
más bien una república utópica y no un reino propio de este mundo.
Con respecto a su economía y sociedad, el Imperio estaba compuesto por una
red de pequeñas comunidades campesinas, los “ayllus” son pequeños grupos
de familias que guardan o no parentesco entre sí pero que poseían terrenos en
común. Su sistema económico y social se regía por normas estrictas: a medida
que los Reyes conquistaban nuevas tierras eran divididas, la primera
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correspondía al sol (se cultivaba para cubrir las necesidades del culto), la
segunda al Inca y la tercera a la gente del lugar.
 Gobierno y organización política
Una vez conquistados nuevos territorios, los Incas no modificaban la forma de
vida de dicha sociedad, buscaba mantener su estructura tradicional, pero si
exigían el reconocimiento del Sol como único padre de la creación. Esta
estrategia es la que permitió la supervivencia del Imperio, tanto así que cuando
dejo de practicarse, hacia el siglo XVI, su sistema se quebró.
 El culto al trabajo: organización económica
Se trató de una sociedad con una economía fundamentalmente agrícola donde
el gobierno dirigía el movimiento de las riquezas de forma arbitraria, esto es, el
Inca disponía de los intercambios entre una región y otra. También existían los
mercados donde había artesanías. Pero en definitiva los tributos que se
realizaban eran con mano de obra, el oro y la plata solo les interesaba para
decorar templos, mientras que el trabajo, la mano de obra, era, de alguna
forma, un pago de impuestos en la sociedad moderna.
 Religión
Garcilaso pretende mostrar como desde la más remota antigüedad, el pueblo
indígena va acercándose a un modo de religión universal muy similar al culto
católico legado por los conquistadores. Aclara que, en un primer momento, la
“primera edad” de vida ferina se trató de un tiempo de idolatrías, ídolos y
víctimas humanas, pero luego con las reformas que imponen los Incas, esto es,
la dinastía del Sol, su religión tiende a ser monoteísta sin sacrificios, ni
fetichismos, ni magia, etc.
 Confrontación entre las dos partes de la obra
Garcilaso se propone narrar el pasado remoto e inmediato de su tierra natal, la
segunda parte de los Comentarios, Historia general del Perú, comprende el
periodo de la conquista española llevada a cabo por Francisco Pizarro hasta la
época del Virreinato de Francisco de Toledo. Aquí toda su concepción histórica
se mantiene, apoya la evangelización de los indios, pero su carácter idealista
se debilita por lo que la propensión a soslayar las acciones punibles de los
hombres.
Esta segunda parte no tuvo la trascendencia que, si podíamos ver en los
Comentarios, debido principalmente a que todo lo escrito allí comenzó a
ponerse en duda y ser criticado, existe una gran ausencia de probada
documentación en tornos a algunos hechos que Garcilaso escribe. Así mismo,
ambas partes poseen gran importancia porque llegó a provocar un sentimiento
de libertad en américa con respecto a la corona española, tanto así que quedó
prohibida su circulación.
La importancia política de las dos partes de los Comentarios queda registrada
al encenderse las guerras de la independencia americana.
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 Lenguaje y estilo
Toda su obra tiene carácter trágico elaborada a través de elementos históricos,
por lo que es difícil encasillarla en un género en particular. Garcilaso traza
verdaderos frisos de textura bucólica y colorida por momentos, parcialmente
endulzada cuando se aboca al trato de los Incas con sus súbditos.
La preeminencia del neoplatonismo entre los humanistas del Renacimiento
impuso, en lo literario, el tema idílico como asunto fundamental en las obras.
Garcilaso envuelve sus capítulos en un clima de perfección edénica, describe
al Imperio como un lugar donde residía la pureza y la felicidad.
El motivo estético fundamental es el indio, los mejores trazos le corresponden
al Inca. Así las demoradas descripciones físicas y morales de los emperadores
sirven para exaltar la belleza, la valentía, la bondad, etc. Este hecho deviene
del pensamiento estético vigente en la Europa renacentista, de tal forma que el
Renacimiento consagró su sencillez lingüística un estilo donde la sobria
elegancia constituye la ley esencial.
La prosa de Garcilaso adopta la forma clásica del discurso ciceroniano:
periodos largos y pausados, con miembros que se detienen nivelados. El
lenguaje empleado procede en algunos aspectos del castellano preclásico, se
estaba gestando una época de transición lingüística.
Valoración final
La evocación de como debieron ser los hechos, la conducta de los personajes,
la vistosidad de los cuadros cobra prestigio en los capítulos de la obra por el
mérito del autor que ejerce su magia de estilista con una prosa sobria. La
ausencia de síntesis en el dibujo de su pensamiento (sintaxis demorada en
extensos párrafos) se encuadra dentro de un modo de narrar típico en muchos
prosistas de la época.
Garcilaso aborda el espinoso tema del mundo indígena con habilidad e ingenio
con la intención de reivindicar la sociedad indígena a los ojos de las
autoridades y el pueblo español.
Los Comentarios poseen dos importantes valores:
1. La evocación extraordinariamente movida, viviente, llena de color, de
una civilización en la historia precolombina de América del Sur.
2. La sugestión que ejerce sobre los lectores aun a través del tiempo, con
la reconstrucción del mundo incaico. |

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