Bazerman, C.

(2012) (6) “Actos de habla, géneros y sistemas de actividades: de qué manera los
textos organizan las actividades y los grupos sociales”. Géneros textuales, tipificación y
actividad. Benemérita Universidad autónoma de Puebla, México.
El autor comienza planteando la idea de que los textos evocan mundos de significación al
utilizar los recursos del lenguaje, desde esta perspectiva, se estudian los textos dentro de la
sociedad y el trabajo que éstos realizan en la misma. Cada texto, está inscrito dentro de
actividades sociales estructurada y depende de textos previos que influyen sobre la actividad
social y su organización:
“Cada texto exitoso crea para sus lectores un hecho social. Los hechos sociales consisten de
acciones sociales significativas que se logran a través del lenguaje o de actos de habla. Estos
actos se llevan a cabo a través de formas textuales inteligibles, típicas y con patrones, o géneros,
los cuales están relacionados con otros textos y otros géneros […]. Juntos, los tipos textuales
encajan como grupos de géneros dentro de sistemas de géneros, los cuales son parte de los
sistemas de actividad humana” (pág. 124)

Todo esto indica que, al crear formas tipificadas, o géneros, también tipificamos las situaciones
en las que nos desenvolvemos. A medida que nuestra experiencia diaria avanza reconocemos
textos que consideramos de un determinado tipo debido a que reconocemos características del
texto; de esta forma, tendemos a identificar y definir los géneros por medio de características.
Sin embargo, identificar los géneros a través de características nos da una visión incompleta y
mal encaminada de los géneros, ya que estaríamos viendo los géneros como caracterizados por
solo un número fijo de particularidades.
“La definición de género sólo como un grupo de características textuales ignora el papel de los
individuos al hacer uso de ellos y crear significado.” (pág. 133). En cambio, se puede entender a
los géneros como fenómenos de reconocimiento psicosocial, lo que indica que son partes de
procesos llevados a cabo en actividades socialmente organizadas. En resumen, los géneros son
hechos sociales creados a partir de actos de habla hechos por la gente, por ende, los géneros
surgen dentro de procesos sociales de gente que busca entenderse entre sí: “los géneros tipifican
muchas cosas más allá de la forma textual. Son parte de la manera en que los seres humanos dan
forma a su actividad social” (pág. 133).
Ahora bien, para caracterizar la forma en que los géneros se integran y componen
organizaciones, roles y actividades, el autor propone conceptos que se superponen, pero a la vez
cada uno aborda un aspecto diferente de esta configuración; estos son: grupo de géneros,
sistema de géneros y sistemas de actividades. Por un lado, un grupo de géneros indica la
colección de tipos de textos que alguien produce dentro de un ‘rol’ en particular, desde este
concepto se está identificando una gran parte del trabajo que realiza dicha persona. El sistema
de géneros se compone por varios grupos de géneros que utiliza la gente que trabaja de manera
conjunta, esta categoría captura las secuencias de la manera en que un género sigue a otro en los
flujos de comunicación de un grupo de personas. Este sistema forma parte del sistema de
actividades, el cual indica el marco en el que se organiza el trabajo, su atención y cumplimiento:
“Al considerar el sistema de actividades junto al sistema de géneros se pone en énfasis lo que la
gente está haciendo y la manera en que los textos ayudan a hacerlo, en lugar de ver a los textos
como el objetivo en sí mismo.” (pág. 136)

Por último, el autor plantea una serie de pasos para realizar un análisis e interpretación de los
géneros. Dicho análisis reine los siguientes pasos: analizar lingüística y organizacionalmente
una colección de textos del mismo género; extender la muestra para observar si se presenta
variación o no en diferentes situaciones y períodos; reunir información no sólo sobre los textos
sino sobre qué entienden por ellos, esto posibilita la identificación del grupo de géneros, y
observar como otras personas no lo entienden por no estar familiarizados con dicho género, o
como pueden entenderlo de otra forma; y por último, recolectar los textos para notar en qué
ocasiones se usan, con qué propósitos, cómo se producen, cómo se trabaja con ellos.