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Ergonomía laboral
Ergonomía laboral como disciplina preventiva
La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) tiene como fin
prevenir lesiones y dolencias por causa del trabajo. Por su parte, el Real Decreto
39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención,
contempla cinco disciplinas preventivas: Seguridad en el Trabajo para prevenir
accidentes laborales; Higiene Industrial para prevenir enfermedades laborales;
Ergonomía con el fin de adaptar el sistema de trabajo a la persona;
Psicosociología Laboral para tratar los factores de ordenación y organización del
trabajo y Medicina del Trabajo para la vigilancia y el cuidado de la salud laboral.
La ergonomía ambiental
Ambiente sonoro
La ergonomía, contrapuesta a la higiene industrial, que previene la enfermedad
por ruido o sordera profesional, trata del confort ambiental o no malestar en el
trabajo por un nivel de ruido que, sin ser suficiente para producir una lesión,
interfiere en la comunicación verbal, en la detección de avisos o alarmas, o en
tareas de concentración. Con frecuencia propone música en el trabajo para
atenuar la tarea monótona, crear barreras de intimidad de conversaciones o
enmascarar un ruido de fondo. A este fin, la música ha de carecer de significado,
mantenerse a un volumen adecuado y tener un ritmo suave.
Ambiente térmico
Si la higiene industrial previene el estrés térmico por calor o frio, la ergonomía trata
el confort térmico ambiental o no malestar por percepción de ambiente caluroso o
frío. Un método para valorar un ambiente térmico general es el de Fanger (ISO
7730), basado en determinar la carga física de trabajo, temperatura, velocidad del
aire, vestimenta, humedad y presencia de radiación solar. Aunque el ambiente
general sea adecuado, pueden producirse molestias corporales locales por
asimetría de planos radiantes (radiación a través de ventana, placa de
calefacción), corrientes de aire, suelo frío o diferencia de temperatura suelo-techo.
Las instalaciones sanitarias, y en particular las de quirófano, deben contar con los
elementos suficientes para cuidar la ergonomía ambiental en cuanto a aspectos de
iluminación, sonido y temperatura. No obstante, aún en condiciones ideales, se
calcula un 5% de insatisfechos, además de la variabilidad en la apreciación
subjetiva de un mismo ambiente.
La ergonomía física
Diseño del puesto de trabajo
Para este punto, la ergonomía parte del conocimiento de la antropometría y de las
leyes de la biomecánica o fuerzas que actúan sobre el cuerpo humano. Por un
lado, frente a la fuerza de la gravedad, la musculatura desarrolla fuerzas para
mantener el equilibrio evitando la caída desde cualquier posición en el trabajo y,
por el otro, la persona debe desarrollar fuerzas y palancas para adoptar posturas y
manejar equipos durante sus tareas diarias. Si las fuerzas aplicadas sobrepasan la
resistencia musculoesquelética surgen molestias locales transitorias, que pueden
volverse posteriormente permanentes, para, finalmente, convertirse en una lesión.
En un puesto de trabajo cabe diferenciar posiciones y posturas. Las posiciones
básicas son: “bipedestación”, “sentado”, “sentado en alto” y “de pie con apoyo”
(ISO 14738; Figura 1). En cada posición el cuerpo puede adoptar diversas
posturas alternantes o estáticas, como tronco recto o en flexión, brazos por debajo
o por encima de hombros o rodillas en flexión o en cuclillas (Figura 2). En general,
estas posiciones y posturas se van combinando durante la jornada.
Figura 1
Posiciones básicas (ISO 14738): bipedestación, sentado, sentado en alto y de pie
Para disponer los equipos en el plano de trabajo se seguirá la regla de “lo más
usado, lo más cerca”. A este respecto, en el plano existen dos zonas o áreas de
Farley (Figura 5):
DEFINICIÓN A LÍMITES
(Fuente: ScienceDirect.com)
Figura 5
Áreas de Farley para disponer los útiles en el plano de trabajo. (Fuente:
creativecommons.org)
Carga física de trabajo
La carga física es el conjunto de requerimientos físicos a lo largo de una jornada.
Incluye esfuerzo general, manipulación manual de cargas, movimientos
repetitivos, posiciones o posturas estáticas y posturas forzadas o alejadas del
equilibrio.
Movimientos repetitivos
Son ciclos de trabajo continuos de movimientos similares en secuencia
temporal, distribución espacial y aplicación de fuerza. Una de las
definiciones más conocidas es la de Silverstein: duración del ciclo
fundamental menor de 30 segundos. Según el tiempo de exposición se
asocian a lesiones en extremidad superior (hombro, codo, muñeca y
mano), como tendinitis de hombro, epicondilitis, tendinitis de Quervain o del
túnel carpiano, así como a molestias en brazo sin un diagnóstico específico.
Se han identificado factores de riesgo predisponentes (anomalía anatómica
previa, a la que la mujer es más sensible), biomecánicos (grado de
repetitividad, de uso de fuerza, de desviación postural) y psicosociales
(monotonía, insatisfacción laboral). Existen varios métodos, como el Índice
de esfuerzo (Strain Index), OCRA, HARM o SALTSA, que consideran estos
factores y gradúan el riesgo.
Equipos de trabajo manuales
Los equipos de trabajo manuales, incluyendo aparatos y útiles, son el nexo entre
el profesional y la tarea que realiza. Su inadecuado diseño en cuanto a peso o
agarre (mango o asa) puede generar molestias y lesiones. Uno de los campos de
la ergonomía es la mejora continuada del diseño de estos equipos, atendiendo a la
antropometría de la mano y sus pequeños grupos musculares, proclives a la
fatiga.
Un aspecto clave en el diseño del mango del equipo es la biomecánica del agarre.
El mango preservará la posición neutra de la muñeca, o al menos en su tercio
medio de recorrido, evitando la flexión o extensión que curva los tendones en su
paso por el canal carpiano, lo que incrementaría el roce, con riesgo de inflamación
local. Además, a mayor curvatura, menor eficacia de la fuerza de agarre,
precisando una mayor tensión muscular con mayor roce y riesgo de inflamación.
Ésta, a su vez, aumenta el grado de roce de los tendones y en un círculo cerrado
puede producir una lesión (tendinitis).
Factores psicosociales
Contrariamente a los físicos, los factores psicosociales incluyen diversos aspectos
agrupados en dos dominios: los asociados al trabajo y los no laborales. incluyendo
los propios del profesional. De la inadecuada interacción de ambos dominios
puede resultar estrés con malestar emocional con efectos sobre la salud y la
eficacia laboral.
Los factores laborales incluyen, entre otros, la carga mental, el clima laboral, la
comunicación y el apoyo social, así como los aspectos económicos y de equidad o
de prestigio y estatus. Entre los no laborales cabe destacar los rasgos de
personalidad, salud mental y factores sociofamiliares. El malestar emocional
resultante de factores psicosociales se asocia mediante diferentes mecanismos a
un aumento de las molestias musculoesqueléticas a causa de factores físicos
(postura, fuerza, repetitividad), con menor tolerancia a las mismas.
Promoción de la salud
Ante la exposición a factores físicos (fuerza, postura, repetitividad) se mantendrá
la forma física en sus cuatro aspectos (peso adecuado, fuerza, flexibilidad y
resistencia). Se recomienda un ejercicio aérobico de al menos 150 minutos por
semana, la práctica de algún deporte o caminar a ritmo ligero durante 30 minutos
al día (Figura 8). Otros factores a vigilar son la tensión arterial, el colesterol y la
diabetes, y evitar hábitos tóxicos ( tabaco y alcohol ).
Bibliografía
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Comportamiento físico del ser humano. Parte 4: Evaluación de las posturas
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