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INTRODUCCIÓN

Una obra civil, sea del tipo que sea, tiene como punto de partida su cimentación, base,
rasante, y esta siempre será la superficie terrestre. Teniendo esta premisa, se deduce que es
necesario realizar una seria de estudios y análisis al suelo existente en el área de nuestro
proyecto, puesto que será de vital importancia conocer las características de ese suelo para
tener una idea de cómo este se comportará a lo largo del tiempo una vez colocada la obra
civil.
Para el análisis del suelo por el cual cruzará una vía, se ha utilizado los ensayos a detallarse
posteriormente, aplicados en una muestra obtenida en un sector de forma aleatoria, para
determinar las características de esta muestra y poder deducir si el suelo escogido es apto o
no para la construcción de una vía.
Se parte del primer ensayo que es obtención y muestreo de suelos para carreteras, esto
se realizó por medio de explotación, la cual se define como la apertura de un hueco a una
profundidad mínima de 90 cm por debajo de la posible rasante, se debe tener constancia de
las características del lugar en donde se realiza la excavación, (la muestra de suelo sobre el
cual fueron realizados nuestros ensayos se obtuvo de del sector San Carlos, al norte de la
ciudad de Quito).
Una vez obtenida la muestra alterada de suelo, se lo lleva a laboratorio para su clasificación
tanto manual visual como por ensayos, se definen principalmente 4 tipos de suelo para una
primera observación:
 Grava: De acuerdo a su tamaño se la clasifica en gruesa o fina, de gradación buena
o pobre y de forma angular, plana o redonda. se debe usar grava fina y gruesa en
combinación para su uso en carreteras.
 arenas: por su tamaño se clasifican en gruesa, mediana o fina; de gradación buena o
pobre, por su forma en angular o redonda, buen material para rasantes.
 Limos: Son muy inestables, basta con una pequeña variación de humedad o
vibración de vehículos para que se torne blando. para identificarlo se realizan 2
ensayos simples:
o Ensayo de sacudimiento: se humedece una pequeña muestra y se la coloca
en la palma de la mano, se la sacude horizontalmente y luego se exprime con
los dedos, un limo inorgánico demostrará agua quedando la muestra rígida,
luego se romperá fácilmente con los dedos.
o Ensayo de rompimiento: se deja secar una pequeña muestra redonda, luego
se prueba su cohesión con los dedos, un limo muestra poca o ninguna
cohesión en seco.
 Arcilla: Característico comportamiento plástico y dureza en seco, su dureza varía
conforme su contenido de humedad, baja resistencia a la deformación, alta
compresibilidad, impermeabilidad y expansivo. imposible de compactar.
 Materia orgánica: muy mala para rasantes, característico olor rancio, textura fibrosa
y granulosa.
Para clasificar los materiales se tiene los siguientes ensayos de laboratorio:
 Granulometría
 Límite líquido
 Límite plástico
 compactación
La clasificación de los suelos se puede hacer mediante varios sistemas, teniendo como
principales:
 SUCS
 AASHTO
 FAA

Realizada la identificación y clasificación del suelo muestra, se prosiguió con el ensayo de


CBR (California Bearing Ratio), entre todos los métodos de empleo de este ensayo, se
utilizó el método de determinación de CBR para suelos remoldeados (procedimiento
detallado en la guía de laboratorio). El CBR es una medida de la resistencia al esfuerzo
cortante de un suelo, bajo sus condiciones óptimas de humedad y densidad, por lo que
previo a realizar este ensayo se debe realizar el ensayo de compactación para determinar la
humedad óptima y la densidad seca máxima.
Como tercer ensayo realizado en laboratorio se tiene el de reducción de volumen por
compactación, un ensayo sencillo que determina el volumen de material suelto total que se
necesitaría colocar de manera compactada para llegar a una determinada cota, en este caso
a la subrasante.

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