¡Adicción a las pantallas! Un enemigo dentro del hogar.

Ocurre muy frecuente (y más en tiempos de cuarentena) que los padres, las parejas, se preocupen
por el tiempo que pasa el otro frente a una pantalla, desajustando relaciones, generando peleas,
inconformidades y sentimientos de abandono.

Consiste en una necesidad de no perderse nada en cuanto a las actualizaciones en las redes
sociales, es un sentimiento que genera tanto placer (estimulo placentero) que literalmente se
torna adictivo y mas cuando creemos que fuera de ella no habrá nada que lo pueda sustituir.
Asimismo, es una actividad que requiere menos esfuerzo físico, para muchos resulta muy
atractivo, además de evitarse los retos que implican para mucho confrontar situaciones sociales
que posiblemente les resulte un reto o desagradable.

En este sentido, el uso de pantallas afecta en diversas dimensiones:

Social:

- Genera un distanciamiento de la vida real.

- Ruptura de las relaciones e interacción con otros (pareja, familia…)
- Ausencia o pocas amistades.
- Sentimiento de desprecio o falta de importancia de la pareja o cercanos.
- Disminución de habilidades para relacionarse con los demás (sobretodo en edades
tempranas)

Personal:

- Baja autoestima ya que surgen comparaciones con los personajes que ven en las redes.
- Nomofobia, adicción o ansiedad a la idea de separarse del celular y estar incomunicado.
- Sentimiento de desprecio o falta de importancia de quien se siente ignorado. (otros).
- Cambios físicos, disminución de peso, somnolencia.
- Descuido de actividades laborales, académica y del hogar.
- Adicción.
- Deja de hacer otras actividades como deberes escolares, jugar fútbol, bañarse, comer...
Por utilizar el celular.
- Se le alteran sus horarios, hora de comer, de bañarse, de dormir….

Entonces ¿qué debo hacer?

Finalmente es relevante tomar en cuenta el problema en sí no son las redes, los juegos sino en la
persona. En el caso de los niños o adolescentes requieren el establecimiento de normas por parte
de los cuidadores, así como el modelamiento, ya que si se desea que ellos controlen estas
conductas se debe partir el ejemplo y establecer una rutina previamente acordada que contenga:
deberes, actividades familiares, actividades agradables variadas, es lo más recomendable.

También, es recomendable para evitar frustración, el retiro paulatino mientras se va sustituyendo

la atención en esto, disminuyendo el uso en las diferentes áreas o momentos diarios como la
comida, reuniones sociales, antes de dormir.
Y en caso de sentir que es imposible y está en déficit las diferentes áreas importantes de la vida,
indudablemente es necesario buscar apoyo terapéutico para determinar acciones y herramientas
basadas en el autocontrol, autoestima, aceptación y en pro de recuperar el mundo social perdido.