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Análisis de la imagen pictórica: Una herramienta de diseño

Génesis Zapata

Universidad José María Vargas

Marzo de 2021

Nota
        Teoría e Historia del Diseño Gráfico, Profesora: Elysa Monagas, Fase B, Universidad

José María Vargas.


        Correspondencia relacionada con este documento debe ser enviada a
genesiswz@gmail.com
Si bien hay quienes creen que la pintura, la escultura y el cine son muy diferentes, puesto
que el primero te mantiene en el momento presente capturando lo que fue en el pasado para
inmortalizarlo en el instante que transcurre, el segundo te lleva a lo inmortalizado para apreciar la
belleza tangible, el último te envuelve y lleva a otro lugar, pero lo ciertos es que los tres, en cierta
forma, se influyen y compenetran, traspasando criterios de uno al otro y viceversa, como lo son,
por ejemplo, la iluminación artificial, el encuadre y la intención de mostrar movimiento o
perpetuar para siempre un instante.

Además, es un dato muy interesante el que varios directores de cine se han inspirado en
pinturas (sus vestuarios, escenas y escenarios, iluminación…) para realizar sus filmografías.
Comenzando por Luchino Visconti y su inspiración en la pintura del siglo XIX, la lista de genios cuya
musa es pictórica es extensa. Tal es el caso del director Rohmer, quien, sin duda alguna, en
muchas de sus películas tomó elementos pictóricos de otra época (por ejemplo, en su filme
galardonado La Marquesa de O’ la influencia pictórica fue muy medieval) y obtuvo muy buenos
resultados e incluso reconocimientos de peso en la industria cinematográfica.

Contamos también con ejemplos como el de Pasolini y los filmes La Ricota, El Decameron,
Mamma Roma, El Evangelio según San Mateo… inspirados en pinturas religiosas italianas de siglos
pasados y generando de manera muy vívida unos Tableau vivant de ensueño. Pero si hablamos de
un brillante homenaje a la pintura, la danza y la música nos referimos sin duda al galardonado con
el Oscar “Un americano en París”, de Minelli, que desata una bella sucesión impresionante de
pinturas expresionistas.

Encontramos inspiración en Solana y Goya en la película de Edgar Neville: Domingo de


Carnaval, que, a pesar de ser grabada en blanco y negro por su año de filmación, representó de
manera excelsa las pinturas de estos dos grandes artistas. Esto sucede también con la magnífica
representación los claroscuros de Vermeer y Zurbarán en El espíritu de la colmena, del director
Víctor Erice, que transmite la esencia de las relaciones humanas gracias a este juego de luces y
sombras.

Barry Lyndon, la película de Stanley Kubrick, fue galardonada con 4 Oscars y su influencia
pictórica y musical fue una sublime expresión artística que revivió las obras de los grandes
Vermeer, Rembrandt, Watteau, entre muchos otros. Kubrick realizó un papel fenomenal como
director puesto que logró mantener la coherencia artística en todo aspecto de sus filmes y esto le
trajo el reconocimiento de los Oscars al igual que a su director de fotografía John Alcott, que
realizó de manera impresionante su trabajo. También se galardonó a quien escogió la banda
sonora y a las encargadas del vestuario por su hermosa coherencia estétitca-artística-temporal.

Es impresionante el trabajo que se realizó para la película Avatar basado en el arte de


Roger Dean. Pero es totalmente lamentable que no se le diera crédito a este gran artista por sus
obras que fueron inspiración innegable e inequívoca para la película. Esto podría, quizás, ser
considerado plagio y no debería suceder en el medio, porque ambos géneros están para
complementarse y no para perpetrar esta clase de abusos al genio creador de sus musas, por
decirlo así.
El caso del pintor Ulpiano Checa es interesante puesto que a pesar de que se dice que su
obra influyó en algunas películas de romanos, esto no se ha confirmado nunca y parece más bien
un mito. También está el caso de Godard , quien hizo alusión a la pintura en varios de sus filmes.
Otros han sido Pasolini, Lars von Trier, Kurosawa, Schnabel, Webber, Deutsch… La lista de quienes
se han inspirado en obras de arte para sus cintas se hace larga. Pero lo apasionante de todo esto
es que los resultados de estas inspiraciones de los directores mencionados han sido maravillosos,
unos realmente memorables cuadros vivientes, tanto así que varios de estos fueron galardonados
con premios de peso en el medio.

Dalí cuan gran artista era, también era cineasta que disfrutaba mucho de su trabajo y
contribuyó con guiones y demás para genios como Walt Disney. Florencio Molina Campos, pintor
argentino, también colaboró con Disney.

Otros artistas que han usado pinturas para sus filmes han sido Jaques Feyder, Alexander
Korda, Kenji Mizoguchi, John Huston, Planchon, Jacques Becker, Carol Reed, de Andrei Tarkovsky,
Paul Leduc, Bruno Nuytten, Victor Erice, Julian Schnabel, Carlos Saura, Ed Harris, Julie Taymor,
Iannis Smaragdis, Luciano Salce, Lucas Fernández, Martin Provost Oscar Aibar, Mike Leigh…
quienes se inspiraron en pintores diversos como Rembrandt, Kitagawa Utamaro, Henri de
Toulouse-Lautrec, Modigliani, Miguel Ángel, Andreï Rubliev, Frida Kahlo, Camille Claudel, Antonio
López, Basquiat, Goya, Pollock, El Greco, Oscar Domínguez, Seraphine Louis, Manuel Vázquez,
Turner… relatando la vida de artistas o usando sus obras como musa en sus filmes. Del pasado o el
presente, todo el rico de historial de artistas que han pisado la Tierra permite la creación de no
una, sino muchas (de quererlo así) representaciones cinematográficas para revivir con sus
protagonistas sus vidas, hayan sido éstas buenas o malas.

Lo interesante de muchos de estos artistas de ayer y hoy es que son polifacéticos:


guionistas que dibujan, cineastas aficionados a la pintura, pintores que también esculpen e incluso
hay algunos que disfrutan realizando todas estas actividades y muchas más en señal de disfrutar
las artes en general.

Tenemos la cinética en la pintura para darle movimiento, tenemos pinturas en el cine que
buscan nutrir la grabación. Las películas y los cuadros comparten encuadres y usan picados y
contrapicados, planos y contraplanos… una retroalimentación que circular tridireccional, si se
quiere, que no para y no parará puesto que todos los tipos de artes pueden disfrutar de ser
fraternas. Las musas se comparten, las musas se entremezclan y no está mal que sea así. Podemos
decir, en conclusión, que estos tres tipos de arte (pictórico, escultórico y cinematográfico)
conviven perfectamente nutriéndose entre sí, no podemos separarlas.

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