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MAHOMA Y EL ISLAM
A principio del siglo VII nació en la Meca, ciudad de Arabia una nueva religión: el islam. Esta religión tuvo un gran profeta, llamado
Mahoma, que se encargó de difundirla. Mahoma nació en La Meca entre los años 567 y 572, en el seno de la importante tribu de los
qorayquitas. Perdió a sus padres desde muy niño; por esto fue criado por su tío Abu Talib y su primo Alí. Al llegar a la mayoría de edad
se dedicó a las actividades comerciales, como gran parte de sus conciudadanos. Cuenta la tradición que, por su honradez, virtud bastante
rara en La Meca, se ganó el sobrenombre de AI-Amin, que significa “el honesto”.
Según las leyendas, tras un largo período de meditación, en el año 610 Mahoma recibió la revelación divina, a través del arcángel San
Gabriel, de que él sería un mensajero de Ala. Los mensajes de Mahoma señalaban que solo existía un Dios Que era Alá.
Mahoma no solo proclamaba la existencia de su único Dios Ala, sino que afirmaba categóricamente que todos los ídolos y amuletos debían
ser destruidos. Por tal afirmación, tuvo que huir, en el año 622 a la ciudad de la Medina; este hecho es llamado la Hégira o partida. Este
hecho se toma como punto de partida de la cronología musulmana.
En la ciudad de la Medina, Mahoma llamado Nabí o profeta, organizo su doctrina religiosa, dando origen al islam, cuyos principios básicos
se recogen en su libro sagrado: El Corán. A su muerte Mahoma, en el año 632, sus seguidores se apoderaron de La Meca, la ciudad
sagrada. Mahoma había extendido sus enseñanzas por toda Arabia, convirtiendo a la mayoría de las árabes en musulmanes, nombre como se
conoce a los practicantes de esta religión.
Mahoma logró unir a todos los árabes en un Estado organizado y religiosa y políticamente unido. Se dice que fue una unidad religiosa y
política porque desde un principio los musulmanes no pueden distinguir entre su fe y la ley civil. La religión es la fuente de toda orden,
la ley rige las obligaciones de este mundo: Dar limosna a la comunidad, la guerra santa contra los enemigos de la fe (Yihad o
combate).
La religión Islámica.
Principios. El Corán, libro sagrado de los musulmanes, contiene los principios y normas básicos revelados por Alá a Mahoma, los
cuales deben ser practicados por los fieles para acercarse a Dios.
El Corán contiene 114 capítulos divididos a su vez en versículos. Los primeros capítulos definen las bases de la religión islámica y el resto
la reglamentación de la vida social de los creyentes.
Según El Corán, todo musulmán debe distinguirse por ser una persona creyente, dedicada a la oración, piadosa, correcta y justa.
Otros principios dentro del islam se relacionan con el matrimonio y la familia. Por ejemplo, se permite la poligamia, y el esposo tiene la
obligación de velar por el sustento económico de la familia. El adulterio es condenado mientras que el divorcio es aceptado; en este último
caso, los hijos quedan bajo el cuidado del padre.
LA RELIGIÓN ISLAMICA
Obliga Prohíbe
La profesión de fe: “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su Consumir bebidas alcohólicas.
profeta”. Comer carne de cerdo.
La oración o Salat: rezar cinco veces al día en dirección a La Practicar juegos de azar.
Meca. No tener pudor al vestir.
La peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida. El uso de imágenes religiosas.
El ayuno en el mes del ramadán.
La práctica del azaque o limosna
Ramadán. Se refiere al mes sagrado para los musulmanes, correspondiente al noveno mes del año lunar, tiempo en el cual se cree
que Alá reveló los textos sagrados a Mahoma.
Economía. La principal actividad económica de los árabes fue el comercio. Los núcleos
comerciales más importantes eran las ciudades de Damasco, Bagdad, El Cairo, Alejandría y Fez.
En las ciudades, el lugar destinado al comercio, el mercado, se llamaba zoco.
Además de excelentes comerciantes, los árabes impulsaron la agricultura mediante la
introducción del cultivo de nuevos productos como caña de azúcar, arroz, algodón, naranjas y otros
frutos propios de Asia. se desarrolló en las zonas menos desérticas y en
los oasis. Los árabes empleaban técnicas de regadío para el aprovechamiento del agua, como la construcción de acequias y pozos.
Utilizaron la noria, una maquina hidráulica que servía para extraer agua de los pozos.
La ganadería consistía en el pastoreo nómada con los rebaños de cabras y ovejas; de estos anormales obtenían leche, pieles, lana y carne.
También criaban camellos, como medio de transporte, y caballo.
La artesanía consistía en el curtido de pieles, textiles de lino y seda, elaboración de tapices, alfombras y tejidos, y en la fabricación de
joyas, perfumes y armas.
Organización social
La sociedad dentro del Imperio Islámico se dividía según la religión y el origen étnico de la población.
Árabes, eran terratenientes, artistas y científicos y formaron el grupo más poderoso y rico dentro del islam.
Muladíes, quienes se convertían al islam. Adoptaban no solo la religión sino las costumbres y la lengua de los conquistadores. Por
ejemplo, los bereberes, un pueblo del norte de África que se convirtió al islam tras ser sometido por los árabes, algunos de sus
miembros alcanzaron posiciones de autoridad política y militar.
Dhimmis (protegidos), eran los judíos y cristianos, dedicados al comercio, la medicina y la ciencia. Ellos también creían en un Dios
único y un libro sagrado: para los judíos La Tora, principalmente, y para los cristianos La Biblia. Gozaban de la condición de minoría
protegida, pero pagaban un tributo al gobernador musulmán.
Organización política y territorial. La soberanía política se basaba en la superioridad de Dios y de su profeta Mahoma.
Infortunadamente, Mahoma murió sin haber indicado quién sería su sucesor. Tras su muerte, surgió una estructura política para los
territorios islámicos, que dio origen a un régimen conocido como califato.
Los sucesores de Mahoma tomaron el título de Kallifrasul Allah o califa, que significa vicario del enviado de Dios. Dividieron el
imperio en jurisdicciones menores a las que llamaron provincias y cantones.
Las provincias eran administradas por los emires y los cantones por los visires. La justicia era ejercida por funcionarios denominados
cadíes y se encargaban de aplicar las leyes del islam. Los divanes eran los tesoreros del califato y se encargaban de recaudar los
impuestos.
Estas instituciones fueron encabezadas por una elite unida por la religión, el idioma y la cultura.
La expansión árabe. A la muerte de Mahoma, la religión islámica inició un proceso de expansión hasta dominar la región del medio
oriente en Asia, gran parte del norte de África y la mayor parte de la península Ibérica en Europa. Este proceso de expansión se
realizó en tres periodos:
Periodo del califato ortodoxo (632-661). Este periodo se caracterizó por las conquistas musulmanas en los territorios de Siria, Palestina,
Egipto y Persia. El mando del imperio estuvo en manos ¿leí califa, quien fue elegido entre los descendientes de Mahoma. Como
producto de esta expansión el Imperio Persa llegó a su fin y el Imperio Bizantino se vio amenazado directamente. Las diferencias
respecto a la posesión del poder fueron la principal causa para dar fin a este periodo, iniciando la dinastía Omeya
Periodo de la dinastía Omeya (661-750). Con la llegada al poder de los omeyas, la capital del imperio fue trasladada a Damasco. Este
fue un periodo de constantes luchas territoriales, gracias a las cuales el imperio logró expandirse hacia el centro de Asia, el norte de
África y a la península Ibérica. Al buscar adentrarse a la región central de Europa, los musulmanes fueron derrotados por los francos en
la batalla de Poitiers. Al mismo tiempo, las diferencias religiosas dieron lugar a la división de varios bandos; de esta forma, la dinastía
omeya perdió su poder dando paso a un nuevo periodo.
Periodo de la dinastía Abasí (750-1258). Durante este periodo la capital del imperio fue trasladada a Bagdad, se experimentó un gran
crecimiento demográfico, lo mismo que una importante actividad comercial. A pesar de tener una relativa expansión, las luchas
internas y la independencia de las provincias, produjo la división del imperio en varias zonas, lo que lo llevó a su decadencia. Durante
los siglos V y XV se destacaron varios grupos que surgieron como producto de estas divisiones. Entre ellos se encontraban los
fatimíes, los ayyubíes y los mamelucos en Egipto; los selyúcidas, en la zona oriental; y al occidente la población morisca y los
almorávides.
Para los creyentes musulmanes, la luna creciente y la estrella simbolizan soberanía, franqueza, nobleza,
concentración, victoria y divinidad. La luna creciente y la estrella de 5 puntas, que fueron símbolos del Imperio
otomano y que han perdurado como símbolos de todo el islam.
ACTIVIDAD.
1. Realiza un mapa conceptual de los preceptos de la religión islámica que se recogen en el Corán.
2. ¿Qué relación había entre la religión y la división de la sociedad islámica?
3. ¿Qué fue lo que dio unidad al imperio árabe?
4. Relaciona con líneas cada califato con sus respectivas características.
APORTES A LA HUMANIDAD.
Matemáticas. Los musulmanes introdujeron el uso del sistema decimal, a partir de los números arábigos. Inventaron el cero y
crearon el álgebra y la trigonometría.
Tecnología. Los musulmanes desarrollaron técnicas para el almacenamiento y extracción del agua. Usaron el molino de agua, la
noria y la represa. Además, hicieron aportes en medicina, botánica y química.
Astronomía. Los musulmanes lograron calcular el movimiento de los cuerpos celestes, con lo cual desarrollaron aparatos
como el astrolabio, que les permitía guiarse en el mar y en el desierto.
Ciudades. Las ciudades fueron sede del poder político y cada califato contó con su propia capital. De hecho, algunas de las
ciudades más grandes y ricas de la Edad Media, como Bagdad y El Cairo fueron de origen islámico. Estas ciudades fueron centros
científicos y culturales. Parte de su diseño lo constituían edificios monumentales como mezquitas, bibliotecas, escuelas y
palacios.
Arte y arquitectura. El arte estuvo ligado a la religión y se caracterizó por prohibir las obras de arte que representaban a Dios y a
Mahoma. En su lugar, la decoración estuvo compuesta con motivos geométricos y con frases propias del islam. Las construcciones
arquitectónicas sobresalen por su belleza y originalidad; las formas más representativas la constituyen la columna, el arco y la
cúpula.