Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción:
En nuestras vidas muchas veces pasa lo mismo, a veces desde nuestra
infancia somos influenciados, en que no podemos realizar muchas cosas, que
siempre seremos los mismos, aun en el mundo las personas cambian su
mentalidad, pero muchas veces el cristiano no lo hace.
El poder de la mente del hombre es tan grande que la investigación indica que
una persona puede hablar alrededor de 150 a 200 palabras por minuto, pero la
mente puede procesar alrededor de 500 a 600 palabras por minuto.
Cuando dices: no soy bueno, no valgo para nada. Estamos tratando de decir al
creador: sabes te equivocaste conmigo, por eso no debemos sentirnos menos,
el señor al ver su creación dijo y vio Dios que era bueno en gran manera.
Llegamos muchas veces a la vida cristiana con la misma mentalidad que en el
mundo: murmurando, señalando, insultando, con ira con maledicencia en
nuestras vidas.
Solamente Dios puede a través de su Espíritu hacer esos cambios de
mentalidad, y ser transformados totalmente.
a) Egipcia (esclavo)
b) Desierto (mendigo)
c) Conquista (Canán)
Entre sus características:
-Ama lo extranjero.- Les gusta más el mundo que las cosas de Dios, prefieren
pasar el tiempo realizando actividades fuera de la voluntad de Dios, que buscar
su presencia, que congregarse.
-Sin Esperanza.- No piensa que pueda mejorar las cosas, si le pasa algo se
pone negativo, y no cree muchas veces en el socorro de Dios
-Idólatra.- Llega a la iglesia por esclavitud, por religión más no por pasión, es
buscar por costumbre a Dios.
-Habla en pequeño.- No cree que Dios puede hacer cosa más grande en su
vida, en su familia, en el ministerio que Dios le dio.
-Avaro.- A causa del desierto tiene miedo de dar algo más, tiempo, dinero,
enseñar la palabra a otros.
-Resignado.- No lucha para crecer su vida espiritual, se resigna, no cree en un
mayor derramamiento del Espíritu.
-Mira el pasado.- Mira lo que sucedió antes y piensa que su vida estaría mejor,
oh le iría mejor de alguna manera.
MENTALIDAD DE CONQUISTA
-Sueño.- Sus sueños son grandes, como José sabía que algún día se
cumpliría, es como Abraham no le deja de creer Abraham, tuvo fe en Dios.
-Cree.- Sabe que Dios está obrando, y que todas las cosas le ayudan a bien a
los que le aman, es muchas veces difícil, pero solo necesita creer.
-Valor.- Como Josué y Caleb, no le tienen miedo a los gigantes, saben que su
vida, su familia, el pueblo estará mejor entrando en la tierra prometida, porque
Dios está con ellos.
1 Corintios 2:11-16
11
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios.
12
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
13
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
15
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
16
Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más
nosotros tenemos la mente de Cristo.
Cuando Pablo cambia las obras de la carne, no las compara con las obras de
la Ley sino con el fruto del Espíritu.
El cambio se da por el Espíritu Santo.
El espíritu hace una doble transformación de adentro hacia fuera, y de fuera
hacia dentro.
De afuera hacia dentro mostrándonos la Gloria de Cristo, su poder, su dominio,
su autoridad.
De adentro hacia afuera, quebrantando nuestros endurecidos corazones y las
dos partes son muy importantes.
Propósito para ser creados, renovando nuestra mente, entendiendo que los
sueños de Dios son más grandes que los nuestros, y sus propósitos son
mayores.
1 Corintios 13:11Reina-Valera)
11
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como
niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Gálatas 5:22-23
22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe,
23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.