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Para comprender la frase “Hoy hace sol” es necesario disponer además de un sistema auditivo y
nervioso, un conjunto de sistemas de conocimiento o representaciones relativos a:
- Realizar los movimientos de los órganos articulatorios necesarios para pronunciar esas palabras.
Los bebés recién nacidos, emiten conductas expresivas que son sobre- interpretadas por los adultos,
pero en realidad, no son conductas dirigidas a comunicar algo al entorno.
Intencionadas: se trata de una actividad con un propósito, por ejemplo, levanto y muevo la mano para
llamar la atención de alguien.
Intencionales: son “acerca de algo”, actividades mentales que tienen un contenido, por ejemplo,
adivinar algo, conocer sobre algo, crear algo…
Ambas se realizan a través de SIGNOS o SEMIÓTICA (ciencia derivada de la filosofía, que estudia los
sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas, para ello se centran en los sistemas de
signos). Dentro de la arbitrariedad puede ir desde los índices o señales diversas, a la utilización de
palabras.
Por ello una conducta comunicativa e intencional tiene sentido en la medida que es un signo o símbolo
para la otra persona, es un lenguaje conocido entre ambos, por lo que se puede descifrar.
Dentro del modelo cognitivo la comunicación es pues una conducta intencionada: comunicación
intencional aparece entre 8-10 meses, coincidiendo con el momento evolutivo en el que los niños son
capaces de coordinar los esquemas de acción dirigidos a los objetos con los esquemas dirigidos a
personas para resolver un problema.
Un ejemplo: un niño señala un juguete de una repisa y mira al padre para que sea este quien se lo
acerque, el pequeño tiene una intención comunicativa e intencional con su gesto (señalar) y así
conseguir un fin (tener ese juguete).
Al igual que la imitación temprana como herramienta útil para la interacción comunicativa.
Trevarthen 1982 señala que los niños nacen con una motivación y una sociabilidad latentes, que
denomina capacidades de intersubjetividad primaria. Todo ello permite a los neonatos buscar el
contacto social para compartir afecto y atención fundamentales para poder originar los primeros
vínculos.
A los 9-10 meses el niño comienza a integrar dos maneras de actuar conjuntamente antes separadas:
Así pues, partimos de que el adulto da valor intencionado y comunicativo a lo que ve en el bebé, que
son solo conductas expresivo – emotivas. Esta sobreinterpretación que hacemos, es la base de los
cimientos y andamiaje para la futura comunicación intencional que ira aprendiendo el bebé, es decir,
poco apoco va ir siendo capaz de realizar actos cada vez mas intencionales en su entorno.
Con ello se podría resumir; que los niños van a llegar a desarrollar intenciones comunicativas porque
los adultos se las atribuyen antes de que puedan tenerlas realmente.
Miradas, sonrisas y vocalizaciones son de índole comunicativa mas que darle un valor
simbólico.
Las protoconversaciones: interacciones verbales entre adultos y bebés que poseen un formato
de conversación.
Es muy importante también la parte de la alimentación y el momento de dar el pecho, donde
el niño hace paradas, pausas que no se relacionan con la necesidad fisiológica, ni la deglución
o la respiración, pero se enriquecen con un diálogo de miradas, vocalizaciones, gestos, sonrisas
y estimulación en la zona oral, para comenzar un segundo turno de succión. Toda esa
comunicación corporal, tónico -afectivo y vocal ayuda al bebé a su desarrollo comunicativo
intencional.
Los bebés recién nacidos presentan preferencias por la voz y el rostro humano, pero hasta las 4-6
semanas aún son poco activos en sus interacciones con los adultos.
A los 2 meses se configuran conductas que favorecen la interacción comunicativa de modo más activo,
por ej: la sonrisa social (es algo más que la mueca que se parece a una sonrisa, es indicativa de
bienestar que se produce únicamente ante otras personas).
Los intercambios que se producen entre el bebé y los otros son más de tipo afectivo-expresivo (se
intercambian afectos, pero no información). Las protoconversaciones son marcos o formatos típicos
para estos intercambios.
Formatos, es un término acuñado por Bruner 1982 para encuadrar esos momentos de contingencia
entre dos partes, donde las respuestas de un miembro dependen de la acción que realizo el miembro
anterior, por ejemplo, el bebé muestra la mano y emite un sonido, el adulto se la coge y la besa, la
respuesta del niño es sonreír y crear un nuevobalbuceo, el adulto lo recoge y responden vocalmente al
balbuceo como “que bien, te gusta “…
Para Piaget, se trataría de juegos circulares cara a cara: la mamá le tapa la cara al bebe y se la destapa,
habiendo una comunicación en base a reacciones de asimilación conjunta.
A los 6-7 meses los bebés parecen dirigir más su atención a los objetos (sus destrezas sensoriomotoras
mejoran) y, además, el adulto se los va introduciendo.
La conducta del bebé en estos momentos es anticipatoria pero aún no es intencional en sentido
estricto, es decir, el niño sólo es capaz de utilizar sus esquemas anticipatorios en interacciones que ya
han sido iniciadas por los adultos.
A partir 8-11 meses manifiestan más claramente su deseo de compartir la atención con el adulto en
relación a objetos o situaciones externas (por ej.: dar objetos a los otros, seguir la mirada de otros).
El fenómeno conocido como búsqueda de referencia social en el que el niño mira la expresión del
adulto, buscando información en ella, cuando encuentra una persona, situación u objeto ambiguo,
indeterminado, y no sabe cómo actuar ante él, también constituye una conducta de atención conjunta.
Todo ello nos conduce al final del primer año de vida, donde el niño puede interactuar desde un
esquema triádico único, es decir el niño puede COORDINAR LOS ESQUEMAS DE ACCIÓN con el objeto y
a su vez crear esquemas para INTERACTUAR con el adulto, concretándose a través de una
comunicación intencional como los PROTOIMPERATIVOS Y PROTODECLARATIVOS.
Los protoimperativos: gestos por ejemplo señalar, mediante los cuales el niño utiliza al adulto para
conseguir algo. Son peticiones de objetos, ayuda, acciones, etc., que los niños realizan utilizando
medios no lingüísticos.
Los protodeclarativos: gestos que utiliza el niño para compartir la atención del adulto respecto a un
objeto o evento al que señala.(señalar un animal para compartir el descubrimiento y que el adulto
repare en él o comente sobre él).
El inicio de las conductas de señalar con fines protoimperativos y protodeclarativos, suelen observarse
entre los 9-10 meses. Aunque la mayoría de los niños no lo hacen hasta los 12 meses.
Los protoimperativos anteceden a los protodeclarativos (son conductas más complejas). Un niño
puede señalar que le den un juguete, pero ello no implica una conducta intencional, sino únicamente
un acto instrumental (esta disociación suele darse en niños autistas).
Las actividades de interacción y atención conjunta que se dan en el primer año de edad, ayudan a
crear los significados compartidos (base de la comunicación lingüística). Las protopalabras emergen
de este contexto (se acompañan de gestos simbólicos).
6-12 meses: si el bebé está expuesto a una sola lengua comienza a “perder” las habilidades de
discriminación temprana entre las lenguas que no le son familiares, es decir, empieza la especialización
en la lengua materna.
Los bebés utilizan información perceptiva primero prosódica y luego fonética, para ayudarse en este
proceso.
Son capaces de darse cuenta, de que fonemas, silabas... tienen más probabilidad de que puedan
aparecer juntos, así pueden inferir y extraer que regularidades aparece en el ambiente lingüístico más
cercano. Con estas regularidades, permite hacer predicciones de donde empieza y termina una
palabra.
Precedentes evolutivos de las primeras palabras: vocalizaciones reflejas; sonidos vegetativos; llanto;
sonidos de arrullos y risas; juego vocálico; balbuceo reduplicado o canónico (producción de series de
sílabas con estructura consonante-vocal, por ej: “tatatata”); balbuceo no reduplicado o variado (por
ej: a-ba-tá); jerga o balbuceo modulado (producción de emisiones ininteligibles pero insertas en
grupos de entonación reconocibles, como si fueran frases). Las emisiones son ya claramente
comunicativas.
https://youtu.be/GonTbdSBp8w
https://www.youtube.com/watch?v=jmEAv9arnug
Entre los 14-18 meses se produce la transición hacia las primeras palabras.
2) Las protopalabras: expresiones articuladas que ocurren en contextos definidos y que no son
imitaciones. Por ej: un niño quiere comer y dice “aatá” mientras señala en dirección a la cocina.
Las primeras palabras de un niño tienen una estructura muy simple (CVCV) y aparecen ligadas a
situaciones y contextos muy concretos.
No obstante, antes de que produzca sus primeras palabras reconocibles el niño ya comprende mucho
lenguaje, aunque tenga que apoyarse en la información presente en el contexto en que se producen
las palabras.
A los 4 años los niños ya han adquirido las bases fundamentales de la gramática de su lengua. A partir
de esa edad es necesario adquirir la sintaxis más compleja.
Hay un consenso general en torno a qué tipo de actividades favorecen el desarrollo de la comunicación
y el lenguaje. Todas ellas no son sino extensiones de lo que se denomina el MODELO NATURAL DE
ADQUISICIÓN (conjunto de estrategias no conscientes que los adultos utilizamos para interactuar con
niños pequeños).
Fuente consultada: Psicología Evolutiva. Profesora M.ª Teresa Sanz de Acedo Baquedano.