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2020 - H2 Noche - 4.2. Espacios Múltiples 1975-2001
2020 - H2 Noche - 4.2. Espacios Múltiples 1975-2001
2020 - H2 Noche - 4.2. Espacios Múltiples 1975-2001
Ilustraciones del libro Aprendiendo de Las Vegas, R. Venturi, D. Scott Brown y S. Izenour, 1972.
Framptom, K. (1993). Populismo. En Historia crítica de la arquitectura moderna. 3a. edición ampliada.
Augé, M. (1993). De los lugares a los no lugares. En Los “no lugares”. Espacios del anonimato.
Una antropología de la Sobremodernidad.
Si hay una idea que caracteriza a la Modernidad, ésta es la idea de “Progreso”, noción que indica una
evolución hacia un destino predeterminado. Esto supone que cada etapa es mejor que la anterior, y por eso
el progreso se opone al estancamiento y a la regresión hacia épocas anteriores. Se fundamenta en la
esperanza, implica al tiempo, y menosprecia el pasado para reivindicar un futuro mejor.
La crisis de esta idea puso en marcha su contestación. Postmodernidad o Sobremodernidad son algunas de
las propuestas.
La Modernidad partió de la constante progresión de la Ciencia, la Técnica y, en definitiva del bienestar
humano. Pero más allá de lo material, que fue su impulso inicial, pronto se asentó en un conjunto de
creencias fuertemente arraigadas sobre el valor del individuo y sus posibilidades. Necesitó mitos ideológicos
nuevos que justificaran el plano espiritual y dieran sentido a los avances hacia un ideal de perfección futura.
Con la idea de progreso, la utopía se consideraba alcanzable y en su persecución se fundamentó todo el
sentido de la Historia.
La Razón, se convirtió en motor y conductor, anulando los mitos del pasado y fragmentando los colectivos
originando individuos desagregados y libres, aparentemente.
El Pensamiento Moderno
Descubrir un mundo desconocido (el continente americano), re-iniciar la cultura en el Renacimiento o
reformular la religión (reforma protestante) son las bases sobre las que se comenzará a construir un “nuevo
mundo”.
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La ciencia aportará los cimientos que serán finalmente recogidos por el pensamiento a partir del siglo XVIII,
cuando se comienza a definir un “Pensamiento Moderno”.
El Pensamiento Moderno se basará en dos tesis: la tesis del Sujeto forjando seres individuales más allá de
las masas clasificadas de épocas anteriores y la tesis de la Historia con la que se da un sentido al discurrir
de los acontecimientos humanos. Todo ello desembocará en la noción de Progreso hacia un determinado
fin.
Y este objetivo marcará los criterios sobre lo que impulsa o lo que estorba en ese discurrir orientado. Con
ello nace el discurso de la modernidad, en el que grandes relatos darán sentido a la vida, ocultando o
haciendo desaparecer cualquier intento de diversificar la línea troncal de los acontecimientos.
La construcción de un Pensamiento Moderno arranca en Descartes y su llamada a la Razón y va tomando
cuerpo hasta que adquiere entidad desde Kant a Hegel. Es la Ilustración la que definirá finalmente una
forma de pensar que se distingue claramente de los postulados de una antigüedad claramente rechazada.
El “edificio intelectual” del pensamiento moderno va matizándose hasta constituir un cuerpo que tendrá el
canto del cisne en los planteamientos lógicos de principios del siglo XX. Pero en ellos mismos, empieza a
advertirse una cierta deriva decadente que culmina con las propuestas nihilistas del existencialismo que
llevan hacia un callejón sin salida.
A partir de ellas, surge como reacción un conjunto de ideas más preocupadas por la metodología que por el
contenido, como los estructuralistas y sus epígonos franceses, que replantearan la forma de pensar
occidental dando paso a algo que tiene que ver más con un estilo, una condición que con una teoría
formulada.
Jean-François Lyotard (1924-1998) comenzó poniendo en cuestión los “metarrelatos”, los grandes
discursos que intentan dar un sentido a la marcha de la historia, como son el cristianismo, el marxismo o el
capitalismo entre otros. Proponía un discurso experimental, desprovisto de excesivos intereses por la
verdad, ya que consideraba que la época de las grandes verdades había pasado, arrastrada por el fracaso
práctico de esos grandes planteamientos. La posmodernidad no trata de proponer un sistema alternativo.. El
criterio actual es tecnológico y no el juicio sobre lo verdadero y lo justo. Lyotard defendía la pluralidad
cultural y la riqueza de la diversidad.
Jürgen Habermas (1929), se orienta hacia la construcción de una teoría social adaptada a los tiempos
actuales y plantea la postmodernidad como una antimodernidad. Se rebela contra la rigidez moderna que
asume un credo y rechaza todo lo que no se ajusta a sus indicaciones. Habermas reivindica la diversidad y
la subjetividad fundamentando las bases de un nuevo pensamiento en la dispersión producida, enfrentada a
la línea a seguir marcada por la modernidad.
Gianni Vattimo (1936) sobre estas bases establece también su discurso, oponiéndose a la inflexibilidad de
“lo moderno”, que presenta concepciones unívocas, grandes verdades que crean modelos cerrados. Contra
ello postula la tolerancia y la diversidad que lleva desde un “pensamiento fuerte” con una cosmovisión muy
perfilada a un “pensamiento débil”. El resquebrajamiento del “edificio” moderno ha sido provocado en gran
parte por el desarrollo de los medios y la tecnología de la comunicación, que han propiciado la presencia de
realidades ocultas durante la modernidad.
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Sobremodernidad, la Modernidad en exceso
Marc Augé (1935) propone el término Sobremodernidad como sustitución de la Modernidad, pero no por
rechazo, sino por todo lo contrario, por exceso.
Para ello, su reflexión profundiza en tres movimientos complementarios que, sin ser distintos, privilegian
determinados puntos de vista:
• El primero enfatiza el TIEMPO analizando el paso de la Modernidad a la Sobremodernidad
• El segundo enfatiza el ESPACIO y analiza el paso de los Lugares a los No-Lugares
• El tercero enfatiza la IMAGEN y analiza el paso de lo Real a lo Virtual
TIEMPO y ESPACIO han sido las coordenadas que han definido nuestra realidad. Pero ha surgido entre
ambos un híbrido, la IMAGEN, capaz de suplantarlos y por lo tanto de crear una realidad paralela.
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Frampton, K. Historia crítica de la arquitectura moderna
ca. Para ello proponían una estructura soporte clases en la Universidad de Cornell y prese 11n paisaje inexorable de seducción y control la culminación seudocomunicativa de «más de
de varios pisos pero de poc.\ altura, cuya dispo do e-n el libro Collage Cíty, de 1979), y luego ..i,ace n hincapié en los espejos falsos y en el medio siglo de violencia manipuladora enmas,
sición en planta quedaba indeterminada con la Complexity and Contradiction 1n Archit caráct er ilimitado, oscuro, desorientador e in earada, dirigida a la formación de un entorno
excepción de las zonas fijas de accesos, cocinas (1966), en donde Robert Venturi escribia: tefTlPo ral del interior-, tienen la precau
. ción de urbano ap,arentemente libre y festivo en e-1 que
y baños. Fuera de estas zonas, el ocupante ten de svincularse. de sus valores. Sin embargo, los seres
. humanos están complétamente priva
dría llbertad para distribuir la planta de su volu La principal justificación para los element est o no les impide plantearlo oomo 1m modelo dos de. voluntad innovadora».
men asignado de la manera que deseara. La mal gusto en el orden arquitectónico es su par a la reestructuración de la forma urbana: Sea como fuere, la facción de Venturl no
mentablemente, Habraken pretendía equipar tencia mism.a. Son lo que tenemos. /.,os a adoptó su postura populista de manera aislada.
esta matciz espacial con componentes industria rectos pueden lamentarse de ellos, intenta Mas allá de la ciudad, fa única traT'ISicíón entre el Por el contrario, prorito tuvieron seguidores
lizados modulares, fabricados en las cadenas hacerles caso o tratar de abolirlos, pero no srrlp y el desierto de Mojave es .una wna de /a muy receptivos tanto en los círculos académi
de montaje de ta industria automovilística y lle saparecerán. O no desaparecerán por m ras de cerveia oxidadas. Dentro de la ciudad, /a cos como en los profesionales: entre ellos, el
vados hasta un nivel de sofisticación técnica y tiempo, porque los arquitectos no 6enen rransicíó n es también despiadadamente brusca. historiador y crítico Vincent Scully, qua desde eJ
tolerancia estructural que aún no se habla al para reemplazarlos (ni saben con qué hace Los casinos, cuyas fachadas se relacionan con principio se unió a esta causa con su laudat-oria
canzado, ni siquiera en los programas de edifi porque estos elementos comunes se ada canta sensibllidad con la avenida, vuelven sus introducción al libro Complexíty and Contradic
cación totalmente prefabricada de la Unión So las necesidades existentes de variedad y c cochambrosos traseros al entorno local, dejando tion de Venturl, y que llegó a confirmar su apo
viética. Adem·ás, a. l igual que F'ñedman, solía nicación. Los viejos clichés que implican a ta vista las formas y espacfos residualBs de los yo constante con su polémico libro The Shingle
pasar por alto el hecho de que gran parte de la vez banalidad y desorden serán aún el con equipos mecánicos y de las zonas de servicio. Style Revisited ('Retorno al estilo shingle: a
'líbertad' inherente al sistema desaparecería au para nuestra nueva arquitectura, y nuestra base de ripias o tejas de made·ra}, de 197 4; y ar
tomáticamente en cuanto estuviera bajo los va arquitectura será, significativamente, el _a Ironía con la que los arquitectos, desde Lu quitectos como Charles Moore y Robert Stern,
auspicios del capital monopolista. Después de texto para ellos. Estoy adoptando. una pe tyens hasta Venturi, han tratado de trascender ql,Jienes, aun adoptando actltudes ad hoc más
todo, la vivienda todavía tenía que convertirse tiva limitada, lo admito, pero esta pers mediante el ingenio las circunstancias contra variadas con respecto a la manipulación de la
en un articulo de. consumo. Afortunadamente, limitada, que los arquitectos han tendido a dictorias en las que se les pide construir parece forma, eran no obstante igualmente proclives a
la concepción de la SAR no se· sosten/a o falla nospreciar, es tan importante como /a pe degenerar en este caso en una aquiescencia to explotar la naturaleza esencialmente ateotónica
ba tan sólo por su1ecnologia, y Habraken inició tiva visionaria, que han tendido a g/otlficar tal' y el culto a 'lo feo y lo.corriente' llega a ser de ese entramado de madera conocido en Nor
una línea de investigación que aún no ha sido que no han puesto en práctica. la planifie ,ndistinguible de las consecuencias ambientales teamérica cómo ba(foon-frame.
totalmente explorada. Una obra bastante nota a corto plazo, que tan oportunamente oo de la economía de mercado. Entre lineas, JÓs El efecto global. al menos en los círculos an·
ble influida aparentemente por el pensamiento ló viejo y lo nuevo, debe acompañar a la pi. autores se ven obligados a admitir la supe-rflui glosajones, consistió en fomentar una rea0ción
de Habraken es el distinguido conjunto 'expan cación a largo plazo. La arquitectura es dad del diseño arquitectónico en una sociedad bastante indiscriminada en contr"3 de todas las
dible' de viviendas adosadas construido en evolutiva como revolucionaria. Como a que está exclusivamente motivada por lnexora formas de la expresión moderna en arquitectu
1971 en la Genterstrasse de Múnich por Otto de reconocer, lo que es y Jo que deberla oles impulsos económicos; una sociedad ciue ra, una. situación que el crítico Charles Jencks
Steidle y Doris y Ralph Thut. inmediato y lo especulativo. no tiene nada más significativo que representar pronto identificó como 'posmoderna'. En su Ji.
que los gigantescos carteles de neón que pue br-o The Language ef Post-Modern Architecture
Con la publicación en 1972 de Leatning olan el cielo del strip medio. Al final de su estu (1977), Jencks describía eficazmente el movi
Populismo Las Vegas,-e5(:rito por el propio Venturi, dio, casi se ven tonados a admitir que la pérd1- miento pesmodemo como un arte populista
Scon Brown y Steve lzenour, la-evaluación da de los monumentos es una ausencia que pluralista de comunicabilidad inmediata. Al
El reconocimiento de la pérdida de la identidad sibje y juiciosa de Venturl acerca de las r dificilmente puede ser compensada por los so, final de la primera edición de este texto, acla
cultural -una idea que·remita a Loor, apareci des culturales con las que se enfrenta fismas d&I 'cobertizo decorado': maba la 'premoderna' casa BatlJó (1906) de
do en la estela del proceso de urbanización, re práctica cotidiana -la necesidad de poneF Gaudí como una obra ejemplar que resultaba
tornó con fuerza a mediados de los años sesen den frente al desorde.n y viceversa- pasó En Les Vegas, el casino es un espacio grande y fácilmente accesible puesto que la población
ta, cuando los arquitectos empezaron a darse aceptación del mal gusto a su glorificaci b a¡o. Es el arquetipo de todos lQs espaoios inte podJa descifrar la iconog.raffa del separatismo
_
cuenta de que los códigos reduccionistas de la una valoración modesta del concepto de rror es públicos cuya a/tura se reduce por f8.lO catalán que encarnaba e identificarse con ella
arquitectura contemporánea habfaA llevado a Street ('calle mayor o principal') diciendo nes de presupuesto o de acondicionamiento del (Jencks se refería con esto a la torre a modo de
un empobrecimiento del entorno ur.bano. Sin estaba 'casi bien', a una lectura (lel Strip, arre . /.•. ) Hoy las grandes luces son fáciles de lanza y la cubierta a modo de lomo de dragón
embargo, el modo exacto en que se habla pro franja urbana llena de carteles publici conseguTr y el volumen viene determinado en que representan el t.riunfo final del héroe cata
ducido este empobrecimiento -hasta qué punto como la utopfa transmutada de la Jlustr altura por limitaciones mecánicas y económi lán, .san Jorge, sobre el 'dragón 1 ele Madrid).
aparecida allí como u.na trasposición de cas . Pero fas estaciones de ferrocarril, los res Pero las mitologías nacionalistas no pueden in
se debía a las tendencias abstractas presentes
ficción en medio del desierto. ta ur antes y las galerlas comerciales de sólo tres ventarse de la noche a la mañana, y lo aleccio
en la propia racionalidad cartesiana o, alternati
vamente, a la implacable explotación económi Esta retórica -que nos haría ver los a metros de alto reflejan además una acritud nador sigue siendo que muchas obras llamadas
mientos A&P como los tapis verts de Ve cambi ante con respecto a la monumenta/idad. populistas no transmiten más que una gratifi
ca- es Un tema complejo y cr�ico que aún espe
ra un_ a decisión julciosa. No puede negarse que o el casino Caesar's Palace de Las Vegas �--/ Hemos sustltuido el espacio monumental cante amenidad o un comentario irónico sobre
el reduccionismo de tábula rasa del Movimien el equivalente moderno de la Villa Adria e Pennsylwmia Station por ¡.m ferroqarril ele- lo absurdo del mal gusto suburbano. Lo más
vado , y
to Moderno desempeño un papel destacado en ideología en estado puro. El estilo amb· el de la Grand Central Terminal se con frecuente fue que los arquitectos posmodernos
se rva principalmente gracias a su magnífica usaron las casas particulares como ocasiones
la destrucción sistemática de la cultura urbana; con el que Venturi y Scott Brown explot
co nv ersión en un instrumente, publicitario. para abandonarse a obsesiones idiosincrásicas,
así pues, el énfasis que la critica 'posmoderna' ideología como un modo de llevarnos a
ha puesto en el respeto del contexto urbano nar el despiadado mal gusto de Las oomo resulta evidente en la triviaÍidad de las
e..>dstente dlficilmente puede desestimarse. Esta como una máscara ejemplar para la oou �nturi estaba decidido a presentar Las Vegas casas 'perrito caliente' y 'margarita' diseñadas
crítica antlutópica y 'conte)<tualista' ya estaba de la brutalidad de nuestro propio e nio un auténtico arrebato de fantasía popu por Stanley Tlgerman a mediados de los años
la r. Pero -como ha señalado Tomás Maldonado
disponible en los años sesenta: primero en ese atestigua la Intención esteticista de su e l libr setenta.
enfoque de la forma urbana inspirado en Sitte aunque su distanciamiento crítico les 1:ali�da o _
la speranza progettuale, de 1970- la Añe tras año, el popt,ilismo norteamericano
que propugnaba Colín Rowe (enseñado en sus darse el lujo de describir el tip1co casi no d indicaría Jo contrario: qua Las Ve.gas es parecía ser cada vez más dlfúso en sus paro-
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dlas eclécticas: desde los caprichos Art Deco
de, por ejemplo, la casa Brant (en Greenwich,
Connecticut, 1971) de Venturi, y la casa Ehrman
(en Armonk, Nueva York. 1975) de Stern, estre
chamente relacionada con ta anterior, hasta el
denominado 'maquinismo popular' (en reali
dad, neo-Art Déeo} de tos rascacielos de vidrio
típicos de Helmut Jahn, edificios altos y con
muros cortina modelados como gigantescos ór·
ganos Wurlitzer. Éstas y otras divagaciones po
pulistas indicaban que la simplicidad purgante
de «lo estúpido y lo corriente» (en palabras de
Venturl) ya se habían dejado atrás, junto con
tas casas Trubeck y Wislocki, tan escasamente
elegantes. que Venturl había realizado en Cape
Cod en 1970.
Simulando escenográficamente los perfiles 292 Moore, Piazza d'ltalia, Nueva
de lo clásico y lo vernáculo y, con ello, redu Orleans, 197-5-1979.
clendo la tectónica de la construcción a una
simple parodia. el populismo tendía a socavar
la capacidad de le sociedad para continuar con
una cultura significativa de la forma construf
da. La consecuencia de esto para la arquitec un frente de templo para indicar que nuestra ña', de 1910)- insistió en construir su fachada
piaua estaba ahf detrás. También f¡ube sufi con materiales reales.
tura en su conjunto fue una desviación se
ductora pero decisiva hacia una especie de ciente dinero para levantar un campanario jun
'patetismo chabacano', por usar la valoración ro al templo para manifeiitar asf nuestra presen
acertada pero ambigua de Jencks acerca de cia y para que hiciera juego con las verticales
los efectos teatrales creados por Moore y del rascacielos que hay detrás. Algún dfa habrá
Turnbull en sus diseños para el Kresge College tiendas alrededor, como en la plaza Ghirarde/11,
(1974) en el campus de Santa Cruz de la Uni pero por el momento toda está aislado y un po
versidad de California. El cinismo que motiva co solitario.
ba en última instanciasemejantes operaciones
escenográficas fue luego abiertamente admiti En contraste con el eclecticismo fláccido de·
do por Moore, sobre todo en su descripción Moore -que abandonó la pureza constructiva
del proceso de diseño que llevó a ta Piana de su conjunto Sea Ranch (1964-1966), .en So
d'ltalia (1979) de Nueva Orleans. En 1981 es noma Counfy, California, nada más terminarlo-,
cribía: as obras domésticas de Frank Gehry, sobre
1.odo su propia 'anticasa' deconstruida (compá
rese con la 'antipintura' de Marcel Duchamp).
levantada en Santa Mónica en 1979,. fntroduje
ron un elemento genuinamente stJbversivo en
la c omplaciente decadencia de la arquitectura
populista norteamericana. Sin embargo. esta
291 Jahn, s·etta del Bank of-the South Wetst. resistencia creativa fue más que compensada
Houston, 1982 y siguientes. Por la absorción incondicional de dicho popuJis
mo norteamericano por parte de la corriente
dominante europea, una transferencia cultural
efect uada por Paolo Portoghesi en la sección de
Reeordaba que los órdenes arquitect arq uitectura de la Bienal de Venecia de 1980,
eran italianos, con algo de ayuda de los
Que !leva:ba el seductor título doble de 'La pre
gos, y por ello pensamos que podríamos
sencia del pasado' y '!:I final de la prohibición'.
columnas toscanas, dóricas, jónicas y co
�esulta significativo que las fachadas de tama
por encima de la fuente, pero la tapaban, no natural de la strada novissima de Portoghesi
dibujando la forma de Italia. Así que en en el edificio del Arsenal (figura 311) fuesen
de es.o 11ñadimos un 'orden de cnarc realiz adas por decoradores de la indUstria cine
que pensábamps que podria parecerse a t
mat ográfica italiana. La única excepción fue el
chichas que cuelgan de un escaparate, il diseño de leon Krier, quien -sin duda por defe·
do así su sítuaeión transalpina. Pero ahora rencia 'moral' a su admirado Heinrich Tesse
que va a ser un restaurante iraHano, sin now (véa se el libro de este último Handwerk
290 Stern, casa Ehrmc,n, Arrnonk. Nueva York, chas. (...} Sobraba un poco de dinero, 293 Gehry, casa del arquJtecto,
und K/einstadt, 'La artesanía y la ciudad peque- Santa Móníca, C¡ilih:>rnia, 1979.
1'975 pensamos en darnos el gustazo de le
296 297
Dedelos lugares
Marc Augé,a los
losno
nolugares
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