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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS

DEPARTAMENTO CIENCIAS DE LA VIDA Y DE LA AGRICULTURA


CARRERA DE INGENIERIA EN CIENCIAS AGROPECUARIAS
AVICULTURA
SEMESTRE MAYO 2021 - SEPTIEMBRE 2021
NOMBRE: Jaime Cedeño NRC: 5149
FECHA: 14/07/2020

TEMA:
Requerimientos de: Temperatura, Agua, probióticos, prebióticos,
simbióticos en pollos de engorde broiler.
1. Introducción
El agua es el nutriente más importante para la avicultura y su calidad física,
química y microbiológica tiene un efecto significativo en la disponibilidad de
nutrientes de la dieta para las aves, de ahí que el control diario de su consumo
sea esencial. Si el ave no bebe, no come y por lo tanto no puede producir.
A la hora de realizar un análisis en una explotación avícola, muchas veces se
deja de lado o se subestima la importancia que tiene conocer en profundidad
todas las variables relacionadas con la calidad del agua. En la producción
avícola, el agua debe considerarse un factor de producción tan importante como
las instalaciones, la genética, la nutrición y la sanidad.
El conocimiento de los factores que determinan la calidad del agua, vinculados
con las necesidades de los animales para la producción y la salud, permite
evaluar el recurso agua con fines productivos. Los criterios que habitualmente
se tienen en cuenta para la determinación de la calidad del agua de bebida son
sus características fisicoquímicas y organolépticas, la presencia de compuestos
tóxicos, el exceso de minerales y la presencia de bacterias patógenas (NRC,
2001).
En la crianza de pollos también es crítico mantener la temperatura correcta,
especialmente durante sus dos primeras semanas de vida. Al nacer, el pollito
está mal preparado para regular sus procesos metabólicos y controlar
adecuadamente la temperatura de su cuerpo.
Como resultado, el pollito recién nacido depende de la temperatura ambiental
para mantener la temperatura corporal óptima. Si la temperatura disminuye,
también lo hará la temperatura corporal del pollito. Asimismo, si aumenta la
temperatura medioambiental, también aumentará la temperatura corporal del
pollo.
2. Desarrollo

2.1. Generalidades del aparato digestivo de las aves


Existen diferencias importantes entre el tracto gastrointestinal de las aves con
respecto al de los mamíferos; por ejemplo: el proventrículo tiene un tiempo de
vaciamiento impredecible, poca capacidad relativa y un pH relativamente
elevado.
Tabla 1. pH de los diversos segmentos del tracto digestivo y tiempos de estancia del alimento
en cada uno de ellos del alimento en cada uno de ellos.

Segmento del TGI pH Tiempo de estancia min


Buche 5.5 31 – 41
Estómago glandular 2.5 – 3.5 39 – 33
Estómago muscular 2.5 – 3.5 -
Duodeno 5–6 5 – 10
Yeyuno 6.5 – 7 71 – 84
Íleon 7 – 7.5 90 – 97
Ciego 6.9 115 – 120
Recto 6.3 26 – 56
Cloaca 7–8 -
Total 4 – 6 horas
Fuente: Guía de manejo Ross 308, 2001

La excitación, el miedo, el estrés, y otros factores tanto alimenticios como


ambientales disminuyen la motilidad del proventrículo y del tracto
gastrointestinal en general. Esto obviamente altera los patrones de absorción
de los nutrientes.
2.2. Metabolismo del agua

El agua representa aproximadamente el 70 % del peso corporal. De este cuerpo,


el 70% aproximadamente es intra-celular y 30% extra-celular, mientras que el
75% de este último está presente en el espacio intersticial y el restante 25% es
encontrado en el plasma (Houpt, 1970). El balance del agua y el metabolismo
son el equilibrio dinámico dentro y entre estos compartimentos.

2.3. Agua dietaría

La mayoría de concentrados usados en raciones para aves de corral contienen


5-15 % de agua, mientras las dietas completas tienen 10 % de agua.

2.4. Agua metabólica


El agua se produce de la oxidación de la grasa, carbohidrato y proteína. La
oxidación de un gramo de estos nutrientes produce 1.18, 0.6 y 0.5 gramos de
agua respectivamente.

2.5. Pérdida de Agua

Si se pretende evitar la deshidratación, mucho mayor en pollitos en los primeros


días de vida ya que supone una necesidad de 40% de su peso (Rubio, 2005); la
ingesta de agua del cuerpo debe mantener un equilibrio con respecto a su
pérdida. Las principales fuentes de merma del líquido son: la respiración, la
transpiración y la excreción a través de heces y orina. La excreción por heces
constituye el 20-30% del total del nutriente consumido, pero la reducción corporal
de agua más importante se realiza a través de la orina. Las características de
estas mermas cambiarán dependiendo del medio ambiente y de la humedad. A
mayor temperatura ambiental, mayores serán las reducciones (Kirkpatrick, 2008;
Belay y Teeter, 1993).

2.6. Consumo de agua en aves

El agua no suele incluirse en los requerimientos nutricionales, pero no cabe duda


que es un componente importante y por ende sujeto a que se establezcan niveles
mínimos de consumo. Los requerimientos de agua se llenan en forma primaria
por consumo voluntario.

El consumo de agua incrementa con la edad, aunque el consumo por unidad de


peso disminuye con la edad.

Brake et al. (1992) describe el consumo de agua diario en pollos de engorde a


los 21 días por medio de la ecuación: 9.73 + 6.142 por día de edad (ml).

El consumo de agua está ligado al consumo de alimento, entonces los factores


que afecten el consumo de alimento indirectamente afectaran el consumo de
agua (Bierer, et al., 1966b; Zeigler et al., 1972).

Altos niveles de varios constituyentes dietarios como melaza (Ross, 1960) y sal
(Herrick, 1971) estimulan el consumo de agua.
La cantidad de agua ingerida es mayor a la de otros nutrientes y varía
dependiendo de diversos factores que se mencionan a continuación.

2.7. Temperatura medioambiental

La cantidad de agua ingerida es directamente proporcional a la temperatura


ambiente. Siendo ésta muy importante en el proceso de termorregulación. Las
aves que se encuentren bajo estrés de calor aumentarán el consumo del líquido
pues los requerimientos de agua se pueden fácilmente cuadruplicar (Blake,
2001).

La ingesta de agua del ave se incrementa de 6-7% por cada grado por encima
de 21ºC (NRC, 1994). Se ha estimado un incremento en el consumo de agua de
aproximadamente 9% por cada grado centígrado de aumento en la temperatura
ambiental a partir de la considerada ideal para la edad del pollo de engorde. Las
gallinas de postura pueden aumentar su consumo de agua de 150 a 300 ml
cuando se incrementa la temperatura de 21 a 32 °C. En condiciones normales
se habla de un consumo de agua de aproximadamente dos veces la cantidad de
alimento ingerido, pero en ambientes cálidos la proporción aumenta a 8 veces o
más. Por el contrario, el frío reduce el consumo de agua, aunque no se ha
definido en qué proporción. En climas templados las necesidades de agua en las
aves se satisfacen con las siguientes proporciones: 76% se cubre con el agua
de bebida, 6 a 10% del agua se consume con el alimento, el 15 a 19%
corresponde a agua metabólica producto final de la oxidación de carbohidratos,
grasas y proteínas.

Tabla 2. Temperaturas de aire recomendadas de la fuente de calor durante la crianza de pollos


de engorde

Temperatura del Aire


Día Calentador de Criadora Infrarroja Criadora Infrarroja
Aire Forzado Convencional Radiante
0 93°F (34°C) 90°F (32°C) 88°F (31°C)
3 90°F (32°C) 88°F (31°C) 86°F (30°C)
7 87°F (31°C) 86°F (30°C) 84°F (29°C)
14 83°F (28°C) 85°F (29°C) 82°F (28°C)
21 78°F (26°C) 80°F (27°C) 77°F (25°C)
Fuente: (Blake, 2001).

2.8. Sexo, edad y estado de salud

El consumo de agua es mayor en los machos que en las hembras desde la


primera semana de vida. La relación consumo/agua también es mayor en los
machos. Todo esto se puede explicar gracias a que la hembra tiene un mayor
porcentaje de tejido adiposo a nivel corporal y la grasa tiene un menor contenido
de agua que la proteína (Kirkpatrick, 2008). La relación que existe entre consumo
del líquido y la edad aumenta con el pasar del tiempo, debido a que la ingesta
de éste está íntimamente relacionada al consumo de alimento y el consumo de
alimento aumenta su demanda en relación al crecimiento. Puede calcularse el
consumo de agua multiplicando la edad en días por un coeficiente de 5,28 ml/día.
Se ajusta este valor en los meses fríos con el coeficiente de 5,1 ml/día y de 5,7
ml/día en meses cálidos. Los procesos febriles y las diversas patologías clínicas
y subclínicas, que pudieran presentarse en la parvada afectan el consumo de
agua. Se ha demostrado que los pollos sometidos a estrés calórico lo resisten
mejor, cuando aumentan su consumo de agua; al disminuir el consumo de éste
en un 20%, se reduce la eficiencia alimenticia y hay retraso en el crecimiento. La
privación prolongada de agua en pollitos causa nefrosis, policitemia y
resequedad en la piel de las patas. En gallinas, la misma situación genera
necrosis de los ovarios, proventrículitis, nefrosis, disminución del tamaño de los
huevos, así como del grosor y densidad del cascaron.
2.9. Temperatura del Agua

El líquido almacenado tiende a estar a una temperatura similar a la del medio


ambiente; en climas cálidos se produce una reducción en el consumo debido al
aumento de temperatura del mismo. Según Beker (1994) la temperatura que las
aves prefieren al beber debe estar aproximadamente a 10 °C, sin embargo,
algunas investigaciones han indicado que el agua a temperaturas de 25°C
aproximadamente reduce la mortalidad en pollitos. Las temperaturas por encima
de 30°C reducirán el consumo y a temperaturas por encima de 44 °C las aves
no querrán beber (Winchell, 2001). Por estas razones, es recomendable
supervisar periódicamente su temperatura. También es recomendable proteger
los tanques de almacenamiento de la exposición directa de los rayos del sol. Al
realizar vacunaciones es necesario que el agua de bebida se encuentre por
debajo de los 20 °C (Macari, 1997).

2.10. Sistema de bebederos

En la gran mayoría de granjas de reproductoras en Colombia se utilizan los


sistemas tipo campana, estos están en desventaja con los sistemas tipo niple ya
que estos últimos reducen la diseminación de enfermedades, proporcionan agua
limpia y reducen los requerimientos de personal de limpieza; aunque diferentes
estudios reportan que las aves ingieren mayor cantidad de agua en los
bebederos tipo campana (Rubio, 2005). El equipo campana requiere de un
manejo especial, debe limpiarse diariamente para evitar la concentración de
materia orgánica. La altura debe ajustarse de tal manera que la base del
bebedero esté al nivel de la espalda de las aves a partir de los 18 días. Respetar
la disposición del espacio adecuado es fundamental para no reducir la ingesta
de agua (Tabla 2) (Guía de manejo Ross 308, 2001).

Tabla 3. Relación de bebederos por ave

Equipo Edad en Relación


semanas
Bebedero de campana 1a 3 1 bebedero / 120
automático aves
Bebedero de campana 4 a 15 1 bebedero / 100
automático aves
Bebedero de campana 16 en adelante 1 bebedero / 80 aves
automático
Bebedero de niple 1a3 1 niple / 16 aves
Bebedero de niple 4 a 15 1 niple / 16 aves
Bebedero de niple 16 en adelante 1niple / 8 a 12 aves
Fuente: Guía de manejo Ross 308, 2001

Cuando se realicen estudios de consumo de agua es importante hacer énfasis


en la diferencia entre “agua consumida” y “agua desaparecida”, ya que en
bebederos abiertos puede haber un 30% de evaporación en casetas con aves
de 1 día y 4% a los 14 días de edad. El goteo y las salpicaduras son pérdidas
que contribuyen al agua desaparecida. Es recomendable contar con un medidor
de agua a la entrada de cada caseta. Esto permitirá conocer la cantidad de agua
que bebe por día el lote. Una reducción del consumo de agua puede tomarse
como indicadora temprana de estrés, enfermedad o puede indicar que la calidad
del alimento no es óptima. Por el contrario, un aumento del consumo de agua se
asocia con temperaturas altas en la caseta o fugas de agua en el sistema. Las
fugas en los bebederos generan un exceso de humedad alrededor de ellos, que
aumenta el riesgo de enfermedades, como coccidiosis y otras enteritis e incluso
pododermatitis.
3. Conclusiones
El consumo de agua y la cría de aves mantienen una estrecha relación para
alcanzar los mejores resultados. Ello se debe a que las gallinas y pollos
consumen alrededor de 1,6 a 2,0 veces más agua que alimentos. Las
variaciones, tanto en ingesta de agua, aumentan a su vez en la medida que
la parvada envejece, así como factores ambientales, por ende, en su granja
debería haber una tendencia creciente de consumo en ambos factores.
Aunque en muchos casos el agua no recibe la suficiente importancia.

4. Bibliografía
Anderson, G.L and Braun, E.J. Cecae of desert quail: importance in modifying
the urine. Comparative Biochemistry and Physiology. 78 A, 91-94. 1984.
Aviagen. Guía de manejo de reproductoras Ross 308. 2001.
Beker, P. The effect of changes in ambient temperature on water intake and water
loss. Psychon. Sci. 20: 275-278. 1970.7
Macari, M. Água na avicultura industrial. Jaboticabal: FUNEP. 2005
Rubio, J. Suministro de agua de calidad en las granjas de broilers. Valladolid.
2005.
Ross, E. The effect of water restriction on chicks fed different levels of molasses.
Poultry Science. 39: 999-1002. 1960.

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