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METODISMO EN MÉXICO: 41

SU TRÁNSITO DE LA
MODERNIDAD PORFIRIANA A LA
POST REVOLUCIÓN, 1873-1954

Oswaldo Ramírez
González1
Introducción

La presencia de grupos religiosos distintos


a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana
tiene sus precedentes en la colonia espa-
ñola. Durante aquella época, habitantes
de origen judío, inglés y holandés, prac-
ticaban su fe religiosa de forma marginal.
Es de suponer por la naturaleza de las cir-
cunstancias contextuales, que este tipo de
personas estaban bajo vigilancia constante
de las autoridades novohispanas, ya que la
práctica de su fe no podía ser propagada
más allá de su hogar, siendo este recinto
el único para conservar sus creencias, so
pena de desobedecer y ser objeto de jui-
cio por el Santo Oficio. Las minorías pro-
testantes subsistieron de este modo hasta
principios de siglo XIX.
No obstante, como consecuencia del
proceso de independencia, la limitada
práctica protestante se hizo pública y cre-
ció de forma gradual en la segunda y terce-
ra década de 1800. Pero esta situación dio
un giro opuesto a finales de la década de

1 Maestro en Historia por El Colegio Mexiquense.


Miembro de la Sociedad de Estudios Históricos de la

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Iglesia Metodista de México (SEHIMM).
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1840, cuando como consecuencia del con- década de 1860. Como resultado de este
flicto con Estados Unidos y de la pérdida período se estableció un gobierno liberal
de más de la mitad del territorio mexicano, incipiente, cuya bandera de presentación
la sociedad en general percibió con recelo entre otras cosas fue la desamortización de
este tipo de prácticas, por considerarlas un bienes eclesiásticos, además de la apertura
factor característico de la cultura e identi- de capitales que vino acompañada de una
dad anglosajona.2 mayor presencia de grupos protestantes.
En cuanto al metodismo, éste llegó casi Si bien, la existencia de este Grupo pro-
de forma inmediata a la consumación de testante en nuestro país, no tuvo un por-
la independencia; el primer bastión de este centaje significativo en relación a la Iglesia
grupo protestante en nuestro país se esta- Católica, el hecho de que estuviera plasma-
bleció en Real del Monte en la década de da la libertad de culto como parte de las re-
1820. Sin embargo, los únicos practicantes formas juaristas contribuyó a una presencia
de esta doctrina religiosa eran los mineros deliberada de acuerdo con las nuevas leyes.
ingleses, los cuales procedían de la región Según Vázquez, la representación porcen-
de Cornwall, Gran Bretaña, y llegaron a tual protestante en México desde finales de
trabajar en las minas de plata de Pachuca, la Guerra de Reforma y hasta la Revolución
Real del Monte y sus alrededores.3 mexicana contó con un valor de 0.5% en re-
La inestabilidad económica, la pola- lación a la población total del país durante
rización ideológica, así como la eferves- este lapso, siendo el principal foco el norte
cencia de los dos grupos socio políticos del país.4
opuestos y más importantes (liberales y Esta proporción porcentual en cuanto a
conservadores), derivaron en un sinfín de la población total, representó un número
golpes militares, levantamientos armados reducido. Sin embargo, en términos de la
regionales e intervenciones de potencias influencia dentro de la sociedad mexica-
extranjeras que tuvieron a nuestro país en na, las minorías protestantes marcaron un
una situación turbulenta hasta finales de la cambio en cuanto a las relaciones educa-
tivas, el desarrollo intelectual, político y
laboral en varias ciudades y regiones de
nuestro país. Fue gracias a su apego mi-
2 Ramirez González, Oswaldo, Acercamiento
microhistórico al metodismo en Xalapa 1948-
sionero que se fundaron no sólo templos,
2006, Tesis Licenciatura en Historia, Universidad
Veracruzana, Xalapa, Ver., 2009, p. 66.
3 Villalobos Velázquez, Rosario, Inmigrantes británicos
en el Distrito minero de Real del Monte y Pachuca
1924-1947. Un acercamiento a la vida cotidiana, British 4 Vázquez Palacios, Felipe R. La Fe y la ciudadanía en
Council, Archivo Histórico de Minería, México, 2004, la práctica evangélica veracruzana, Publicaciones de la
p.120. Casa Chata, CIESAS, México, 2007, pp. 36-37.
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sino escuelas rurales, clubes literarios, así Trece Colonias, aunque también tuvo un
como una dinámica social diferente en la punto misionero en el Caribe. En 1766
que tomaron parte dentro de actividades Felipe Embury, discípulo de Wesley, fue
económicas y sociopolíticas tanto en áreas el primero en predicar esta nueva doctri-
rurales como en ciudades y centros manu- na en la ciudad de Nueva York. Para 1784
factureros importantes. arribó a aquella región americana, recién
El objetivo de este artículo es dar una independizada de la corona británica, el
idea general de la presencia del metodis- reverendo Francis Asbury, quien, además
mo en México: la llegada de los misio- de que fue el primer obispo metodista, en
neros, sus principales áreas de influencia, la navidad de ese mismo año también esta-
su aportación en la educación, labores bleció de manera formal en Baltimore, la
productivas, así como de las coyunturas Iglesia Metodista Episcopal.5
sociopolíticas y económicas que afecta- A finales de siglo XIX el desarrollo del
ron de forma crucial su desarrollo desde Metodismo se vio bifurcado por dos co-
el Porfiriato, durante la Revolución, y de rrientes sociopolíticas durante la Guerra
igual manera, su conformación y desen- de Secesión, lo que generó su separación
volvimiento en la post revolución. en dos iglesias: la Iglesia Metodista
Episcopal (IME), fundada desde fines
Origen del siglo XVIII con su sede religiosa en
Nueva York; y la Iglesia Episcopal del Sur
La Iglesia Metodista surgió en las prime- (IMES), la cual apoyaba las políticas es-
ras décadas de siglo XVIII en Inglaterra, clavistas sureñas y fue creada en Kentucky
como consecuencia de la predicación de en 1845.
Juan Wesley en las casas de sus feligre- La entrada de grupos misioneros de
ses avecinados en la calle de Aldersgate, ambas instituciones en nuestro país se dio
Londres, en 1738. El origen de su nombre a principios de 1870. Sin embargo esto
se debió al despectivo con que otras de- no evitó que las actividades religiosas de
nominaciones protestantes los llamaron, éstas se llevaran a cabo con antelación en
haciendo alusión a su excesivo carácter nuestro territorio, ya que ambas naciones
metódico. Para finales de aquel siglo este enfrentaban conflictos internos decisivos
movimiento religioso se expandió desde (la Guerra de Secesión en Estados Unidos
las calles céntricas de la capital inglesa y la Intervención Francesa en México). La
hasta Irlanda, Escocia y posteriormente
América del Norte.
En el continente americano su influen-
cia fue importante en la Costa Este de las 5 Ramirez González, Oswaldo, Op. Cit., p.66.
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presencia de agentes de la Sociedad Bíbli- en la actual calle de Gante en la Ciudad de


ca Americana, desde 1863 en las ciudades México8, a unas cuadras del Centro His-
Matamoros y Monterrey, y de la Sociedad tórico. Esta construcción fue de las más
Bíblica Británica y Extranjera, la cual te- significativas para la IME, ya que su ubi-
nía actividades de evangelismo desde fi- cación en la capital del país, fue estratégi-
nales 1828, se intensificó desde 1848 al ca en el desarrollo misionero emprendido
mando del misionero Juan Butler6, el cual al interior de la República Mexicana. Du-
fue el pionero en el establecimiento de rante esta etapa y hasta principios de siglo
congregaciones por parte de la Iglesia Me- XIX el principal artífice de promover el
todista Episcopal. metodismo tanto en la capital como en el
centro del país fue Guillermo Butler.
La IME e IMES y sus grupos misioneros La Organización Administrativa y
en nuestro país. Doctrinal de la IME dependió de la Junta
de Misiones Metodistas con sede en Nue-
Probablemente la más importante de las va York entre 1873 y 1930. En cuanto a
sociedades misioneras que iniciaron traba- la estructura administrativa, tanto ésta
jos de evangelización durante el gobierno como la Iglesia Metodista Episcopal del
de Lerdo de Tejada fue la Iglesia Meto- Sur (IMES) tuvieron una organización
dista Episcopal. Ésta a pesar de no ser la representativa basada en la existencia de
única denominación protestante benefi- cuerpos colegiados (conferencias) en dife-
ciada de la apertura religiosa de las Leyes rentes niveles (local, distrital regional y
de Reforma, sí fue una de las que aportó nacional).9 Otras iglesias y grupos misio-
resultados con mayor rapidez en cuanto a neros establecidos por la IME en el centro
la creación de instituciones educativas y de México fueron El Templo Emmanuel
templos en varias regiones del país. Junto en Puebla, el Divino Salvador en Pachuca
con la Iglesia Metodista Episcopal del Sur y la iglesia Emmanuel en Real del Monte.
inició sus trabajos misioneros formales a Por otra parte, la Iglesia Metodista
partir de 1873.7 Episcopal del Sur (IMES) inició sus acti-
El 25 de diciembre de ese año, la Igle- vidades misioneras casi de forma parale-
sia Metodista Episcopal (IME), estableció
el templo la Santísima Trinidad, ubicado

8 Vega y Ortega Rodrigo; González Díaz Sofía,


“Metodismo y evolución en México (1880-1910)” en
6 Ibidem, p. 67. Estudios Históricos sobre la cultura mexicana (siglos
7 Ruiz Guerra, Rubén, “Consideraciones acerca de la XIX y XX), México, Historiadores de las Ciencias y las
bibliografía del metodismo en México” en Secuencia, Humanidades A.C. Editores, 2014, p. 105.
número 3, 1985, pp. 64-65. 9 Ibidem, p. 105.
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la a la Episcopal; a finales de 1873 envió y, por ende, de los centros políticos, econó-
a nuestro país al obispo Juan C. Keneer micos y poblacionales más significativos.
quien estuvo encargado de abrir congrega- Mientras que en el Norte, la IMES tenía
ciones en el Norte y Occidente. En cuanto más grupos, pero éstos estaban asentados
a la Ciudad de México estableció un tem- en poblaciones con un número limitado de
plo metodista en la Calle de Balderas lla- habitantes.
mado “El Mesías”.
La IMES tuvo especial influencia en Metodismo en el contexto industrial
estados como Tamaulipas, Chihuahua,
Nuevo León, San Luis Potosí, Jalisco, La construcción y ampliación de las re-
Coahuila y Durango. Para 1880, el Pbro. des de ferrocarril no sólo fueron cruciales
Sutherland, junto con Manuel Flores Cis- para la explotación de recursos naturales
neros, estableció congregaciones en Pie- y el desarrollo de diferentes sectores en la
dras Negras, Santa Rosa, Guerrero, Zara- industria, sino que permitieron tener una
goza, Monclova, Cadereyta y Monterrey.10 red de comunicaciones más eficiente entre
Otras áreas de influencia de la Episcopal los principales centros políticos y econó-
del Sur se situaron en la zona oriental de micos del país. Las redes ferroviarias es-
Michoacán, al sur del Estado de México; tablecidas por el Ferrocarril Interoceánico,
en el norte tanto el Templo de Ciudad Juá- así como el Ferrocarril Central Mexicano,
rez, Chihuahua, como el de Monterrey, fueron rutas trazadas estratégicamente
N.L., fueron esenciales en su desarrollo para cruzar por centros mineros, fábricas
misionero, ya que se ubicaron en puntos manufactureras y ciudades cuyo destino
geográficamente estratégicos que les per- final era enlazar con las principales redes
mitieron una mejor comunicación con ferrocarrileras en la frontera con EE.UU.
EE.UU., por medio del ferrocarril. Por ello, el establecimiento de esta
Para finales de la década de 1880, a pe- red de trasporte fue vital para el desarro-
sar de que la IMES tenía mayor presencia llo de actividades misioneras tanto de la
misionera al norte del país, la IME contaba IME como de la IMES. No es de extra-
con un mayor crecimiento, ya que las igle- ñar que éste fuese uno de los principales
sias de sus congregaciones se encontraban motivos por los que sus templos se encon-
ubicadas más cerca de la capital mexicana trasen ubicados a lo largo de las rutas de
ferrocarril que tenían como estación algún
poblado o ciudad con un número impor-
tante de posibles adeptos y las condiciones
10 Pedro Rivera, Rubén, Iglesia Metodista Episcopal del geográficas que les permitían comunicar-
Sur. Los primeros diez años en México 1873-1883.
Apuntes para la Historia, s/e, México, 1987, pp. 15-17.
se fácilmente con la capital mexicana y la
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frontera con EE.UU., Pachuca, Ciudad de sus actividades y por consecuencia, una
México, Ciudad Juárez, Puebla, Jalisco, aceptación propositiva de los obreros pro-
Veracruz, Saltillo, San Luis Potosí, Mira- testantes. Éstos basaban sus creencias en
flores, entre otras. la supresión de algunos vicios como el al-
La congregación de Miraflores, Estado coholismo, lo que hizo sus labores más efi-
de México, por ejemplo, se conformó en cientes y, por lo tanto, les disminuían los
un área rural cuyas actividades giraron al- costos totales y se favorecía el desarrollo
rededor de una compañía manufacturera a de las empresas.
finales del siglo XIX. La mayor parte de
los obreros eran simpatizantes del meto- Educación e influencia socio política
dismo; la dinámica de aquel poblado gira-
ba en torno a las actividades de la fábrica, El metodismo mexicano fue parte de las
y era complementada por las actividades sociedades misioneras estadounidenses
de los grupos misioneros, así como por el que funcionaron como asociaciones reli-
establecimiento de una escuela rural diri- giosas cuya finalidad no sólo era la evan-
gida por el pastor metodista local.11 gelización cristiana, sino la de promoción
La disciplina metódica con la que tra- de valores progresistas y cívicos en su
bajaban obreros y personas simpatizantes sociedad.13Por este motivo fue que se aco-
de esta denominación hizo que las empre- pló con los proyectos liberales mexicanos,
sas favorecieran obras o contratos a perso- orden, progreso y modernización. El ob-
nas cuyo credo fuese protestante o en su jetivo de los grupos misioneros se vio re-
defecto metodista. En el caso de los ferro- flejado en la creación de escuelas rurales,
carriles, por ejemplo, algunas compañías centros educativos y clubes literarios en
promovían la construcción de templos e las ciudades a finales de siglo XIX.
instituciones educativas metodistas y pro- En palabras de Bastian, la escuela era
testantes en general aledañas a la ruta de concebida como espacio experimental en
las vías férreas.12 Aunque no se tienen los el que debían asimilarse los principios de-
datos precisos sobre la afiliación religio- mocráticos mediante la práctica escolar,
sa de los trabajadores ferrocarrileros, este en especial mediante el fomento del es-
factor pudo generar mayor eficiencia en píritu de asociación.14 Con base en estos
principios fue creado el Colegio Metodista
Palmore en Chihuahua, Chih., en el cual

11 Ramirez González, Oswaldo, Op. Cit., p.70.


12 Bastian, Jean-Pierre, Los disidentes: sociedades
protestantes y Revolución Mexicana, 1872-1911, Fondo 13 Vega y Ortega, Op. Cit., p. 105.
de Cultura Económica, México, 1994, pp. 121-122. 14 Bastian, Jean-Pierre, Op. Cit., pp. 157-158.
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no sólo se fomentaron principios cristia- rrección armada cuyo estallido trajo como
nos sino cívicos, e incluso la introducción consecuencia la renuncia del general Díaz
al derecho constitucional. a la presidencia en 1911, así como un pe-
La pedagogía democratizadora estuvo ríodo de inestabilidad de más de diez años
presente también en el acceso de publica- en todo el país.
ciones que fomentaban este tipo de valo- Los metodistas, al igual que otros
res, como por ejemplo la interpretación li- grupos y estratos sociales alzaron la voz
beral de la Revolución Francesa de Alfon- contra la desigualdad social, ya fuera de
se de Lamartine, la obra reconciliadora del forma activa o intelectual. En el norte del
cristianismo y la modernidad republicana país, por ejemplo, surgieron clubes libe-
del español Emilio Castelar o el evangelio rales que reclamaban sus derechos demo-
social del teólogo estadounidense Char- cráticos. Los estudiantes de los colegios
les Brown disponible en la Biblioteca del y escuelas metodistas de Querétaro, San
Instituto Metodista Mexicano de Puebla, Luis Potosí y Puebla, participaron en ma-
Pue.15 nifestaciones populares. La efervescencia
Otros ejemplos en este sentido fueron social obligó al colegio Palmore a cerrar
el Colegio de las Hijas de Allende, fun- sus instalaciones en Chihuahua y trasla-
dado por misioneras estadounidenses en darse temporalmente a El Paso Texas, des-
1874 (que estuvo dirigido a la educación de donde siguió ejerciendo su actividad
exclusiva de niñas), así como la escuela educativa y social.17
Julián Villagrán (1877), dirigida y funda- Los congregantes metodistas también
da por descendientes de ingleses, ambas estuvieron implicados de forma activa en
instituciones establecidas en la ciudad de los ejércitos y levantamientos armados,
Pachuca.16Para 1910 la IME contaba con demostrando con ello que sus valores
alrededor de 76 escuelas primarias (tanto cívicos y principios cristianos no se con-
institutos establecidos en ciudades como traponían, sino que se complementaban
escuelas rurales). en pro de un cambio sociopolítico. En
La formación educativa, combinada Viesca, Durango, se proclamó en armas
con espíritu de cooperación y principios el presidente municipal apoyado por el
protestantes, generó en muchos casos una pastor metodista. Otros personajes desta-
consciencia intelectual que los hizo partí- cados durante la Revolución provenien-
cipes directos en las actividades de insu-

17 Rodríguez Romero, Donato (Comp.) Metodistas en


la Revolución Mexicana. Documento Conmemorativo
15 Ibidem, p. 158. del Centenario de la Revolución Mexicana, Fomento
16 Villalobos Velázquez, Rosario, Op. Cit., p.78. Editorial, México, 2010, pp. 4-5.
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tes de esta denominación fueron Calix- Post Revolución y metodismo mexicano


to Contreras (General), Otilio Montaño
(General), Alfonso Herrera (Secretario 1914 es un año coyuntural por varios mo-
particular del General Jesús Carranza), y tivos: primero, porque es a partir de éste
Andrés Osuna (político y militar Director que los grupos revolucionarios se sec-
de Educación Pública en el Distrito Fe- cionan y libraron una lucha de facciones
deral durante el gobierno de Venustiano aún más violenta; segundo, porque en el
Carranza), entre otros.18 plano internacional las potencias europeas
El liberalismo metodista y su espíritu comienzan en el verano de aquel año una
cívico durante la lucha revolucionaria tu- serie de hostilidades que darán como re-
vieron resultados muy favorables al final sultado el inicio de la Gran Guerra (Prime-
del conflicto armado. La promulgación ra Guerra Mundial, 1914-1918), y tercero,
de la nueva Constitución en 1917 en su a consecuencia de los dos procesos ante-
Artículo 3ro, no sólo acertó en enunciar riores y de la crisis económica, la IME e
como laica, gratuita y obligatoria a ésta, IMES y demás grupos protestantes acuer-
sino que le dio las pautas para reglamen- dan otorgar la independencia y autonomía
tar conforme a las nuevas instituciones a las congregaciones creadas en nuestro
sus centros educativos sobrevivientes al país, suceso que se conoce como el Plan
conflicto. Este hecho no debilitó el desa- de Cincinnati.
rrollo pedagógico de los centros educa- Esta idea fue diseñada como un “plan
tivos metodistas ni siquiera en el punto económico”, desde 1896. La iniciativa fue
más crítico de la Guerra Cristera en 1926 de la IME y tenía como objetivo el repar-
con la promulgación de la Ley Calles, a to misionero del territorio mexicano entre
pesar de que esta prohibía la participación los diferentes grupos protestantes, con la
de cualquier grupo religioso en la educa- finalidad de maximizar recursos y estable-
ción. Las escuelas metodistas no sólo se cer áreas de influencia más acotadas. Sin
mantuvieron al margen, respetando a los embargo, esta propuesta no fue bien vista
mandatos institucionales del gobierno, por misioneros y congregantes mexicanos
sino que reforzaron su formación cívica, y se descartó su efecto. Pero en 1914, en
lo que les trajo consigo empatía por parte virtud de las condiciones del contexto, fue
del gobierno federal.19 retomado y aprobado.20

18 Ibidem, p. 6. 20 Ibidem, p. 63.


19 Ruiz Guerra, Rubén., Op. Cit., p. 86.
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El plan original era que los diferentes sacaron de su estancamiento al metodismo


grupos misioneros, entre ellos los de la mexicano. Algunas áreas que habían que-
IME e IMES tuvieran más impacto en de- dado olvidadas en la obra misionera fue-
terminadas regiones del país. Sin embar- ron rescatadas; en el Valle del Mezquital,
go, la aplicación de este plan al término Hgo., poblados pertenecientes al Distrito
de la Revolución Mexicana fue desastro- de Tula y Actopan comenzaron a proli-
sa, pues a partir de 1919 el crecimiento de ferar, comunidades como Amealco, Chi-
obras misioneras, templos y centros edu- cavasco, Cañada, Huitel y Mixquiahuala
cativos mermó drásticamente. La razón fueron los pioneros en retomar la obra
fue que, al aplicar dicho plan, muchas de metodista21, sólo que esta vez sin el apoyo
las congregaciones y obras metodistas pa- de misioneros extranjeros ni de escuelas
saron a otras denominaciones (bautistas, rurales.
presbiterianos y congregacionalistas, prin- Por otra parte, en el puerto de Vera-
cipalmente), mientras que éstas, debido cruz la presencia metodista, a pesar de
a que no tenían una presencia estratégica tener más tiempo arraigada (desde inicios
tan fuerte, no cedieron áreas de influencia del siglo XX), no logró tener un impacto
congregacional importantes tanto a la IME importante, ya que no contó con el apo-
como a la IMES. yo de instituciones educativas como me-
Si bien el Plan de Cincinnati trajo ma- dio de promoción de su Congregación.
yor autonomía y participación de los pas- En cambio, respecto a la congregación de
tores mexicanos en las decisiones en cuan- Xalapa, cuyo origen fue posterior (1948),
to a sus congregaciones, la inyección de la membresía de esta creció de forma fa-
capital por parte de los grupos misioneros vorable hasta 1954 y tres años después
estadounidenses fue cada vez en detrimen- comenzó las obras de construcción de su
to. A pesar de que las congregaciones crea- templo.22 Tanto en el caso de Mixquiahua-
das por la IME e IMES se unificaron, en la como en el de Xalapa, las congregacio-
términos de estructura perdieron gran par- nes se convirtieron a la inversa, es decir
te de sus instituciones educativas; en 1926 que comenzaron como obras misioneras
las congregaciones creadas por la IMES independientes o como parte de otra deno-
contaban con 20 centros educativos, para
1930 el conjunto de este tipo de obras en-
tre la IME e IMES era de 11 colegios.
El efecto socioeconómico del “Mila- 21 Ramirez González, Oswaldo, “Memoria Oral: Reseña
histórica de la Iglesia Príncipe de Paz, Mixquihuala,
gro Mexicano”, y las condiciones prome- Hgo.”, en Viviendo la Fe. Metodistas en México 1873-
tedoras del México Post Revolucionario 2000, CUPSA, México, p. 61.
22 Ramirez González, Op. Cit., pp. 83-87.
fueron algunos factores, de forma parcial,
50

minación. En el caso de Mixquiahuala fue A manera de conclusión


consecuencia de los misioneros metodis-
tas mexicanos de la IMES, mientras que El metodismo en nuestro país lleva arrai-
en Xalapa su afiliación partió de la esci- gado casi 150 años y poco sabemos de lo
sión con la iglesia presbiteriana local. que este grupo protestante realizó en el
Finalmente, el año de 1954 fue signi- aspecto político y social, y de la importan-
ficativo, para la congregación de Mix- cia que tuvo su participación en escuelas
quiahuala, que por entonces se encontraba rurales y eventos cívicos a finales de siglo
construyendo su primero templo de ora- XIX e inicios del XX. Aunque historiado-
ción, y que se culminaría paradójicamente res como Bastian o Ruiz han contribuido
el mismo año en que en Xalapa comenza- de forma importante mencionando la im-
se a construir el suyo, en 1957. Además, portancia de las minorías protestantes en
ambas comenzaron de forma paradójica su nuestro país, la tarea aun es ardua y hay
tránsito al metodismo; en 1948, mientras mucho por hacer.
que la congregación de Mixquiahuala po- El esbozo presentado aquí es sólo un
nía la primera piedra para la construcción granito de arena cuya función es dar una
de su templo, en Xalapa los simpatizantes descripción amplia de este grupo religio-
de esta denominación comenzaron a reu- so y la importancia que tuvo en el ámbito
nirse a escasas casas de donde se ubica su sociopolítico y educativo, y de cómo las
iglesia actualmente. condiciones contextuales como la Revolu-
1954 fue un año crucial a nivel nacio- ción mexicana, Primera Guerra Mundial y
nal, porque marcó la primera crisis econó- las crisis económicas afectaron de forma
mica que hizo tambalear al sistema y a las crucial su desarrollo y expansión. No obs-
promesas del “Milagro Mexicano”. Esto tante, aun resguardan archivos particulares
como consecuencia de la ley antimono- de las congregaciones, testimonios orales,
polio promovida por el gobierno de Ruiz así como el archivo se la Sociedad de Es-
Cortines, hecho que llevó al país a tamba- tudios Históricos de la Iglesia Metodista
learse de forma significativa, ya que desde de México (SEHIMM).
la institucionalización de la revolución, no
se había presentado una amenaza de crisis
económica igual ni una devaluación mo-
netaria de tal magnitud.
51

Bibliografía Ruiz Guerra, Rubén. Hombres nuevos. Metodismo


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Pedro Rivera, Rubén. Iglesia Metodista Episcopal Vázquez Palacios, Felipe R. La Fe y la ciudadanía
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