Está en la página 1de 2

FORMACIÓN DE CATEQUISTAS

INTRODUCCIÓN

El Directorio General para la Catequesis insiste en la necesidad de que toda


actividad pastoral debe contar con personas verdaderamente formadas y preparadas para
no poner en peligro su calidad (cf. nº 34).

Por eso, la formación es fundamental e imprescindible para que el catequista


pueda desarrollar bien su misión dentro de la Iglesia.

Esta formación comprende varias dimensiones. En este apartado indicamos los


cursos básicos para el desarrollo de estas dimensiones.

PRIMER CURSO BÁSICO

PARA COMENZAR A DAR CATEQUESIS

Desarrolla en dos días, con cinco horas de duración, los siguientes contenidos:

El ser del catequista, hace referencia a su dimensión humana y cristiana (cf.


DGC 238). Profundiza en el encuentro con el Señor, la llamada especial para ser
catequista, las actitudes y valores que se necesitan para transmitir la fe de la Iglesia.

Después está lo que el catequista debe saber para desempeñar bien su tarea.
“Esta dimensión, penetrada de la doble fidelidad al mensaje y a la persona, requiere que
el catequista conozca bien el mensaje que transmite y, al mismo tiempo, al destinatario
que lo recibe y al contexto social en que vive” (DGC 238).

Presenta los contenidos fundamentales de la fe, el conocimiento del proceso de


evangelización, dónde se sitúa la catequesis en dicho proceso, cuáles son las tareas de la
catequesis para iniciar en la vida cristiana y las características de los destinatarios hoy.

Finalmente, está la dimensión del saber hacer, “ya que la catequesis es un acto
de comunicación” (DGC 238).

Se explican todos los elementos que deben estar presentes mientras se desarrolla
una sesión de catequesis. Lo que llamamos acto catequético.

SEGUNDO CURSO

ESPECIALIZADO EN LAS TAREAS DE LA CATEQUESIS

Tiene la tarea de formar catequistas para las necesidades evangelizadoras de este


momento histórico con sus valores, sus desafíos y sus sombras. Tiene como objetivo
profundizar en:
- la identidad de los catequistas, que han de estar dotados de una fe profunda,
de una clara identidad cristiana y eclesial, y de una honda sensibilidad social.
(cf. DGC 237).
- el mensaje cristiano, el conocimiento de los destinatarios, el contexto
sociocultural y la pedagogía de la fe (cf. DGC 249).

Para conseguir este objetivo se proponen una formación más específica, a nivel
parroquial o arciprestal, que desarrolle los siguientes contenidos:

Formación bíblico-teológica que se concreta en tener un conocimiento orgánico


del mensaje cristiano, articulado en torno al misterio central de la fe que es Jesucristo.
Es decir, conocer: las tres grandes etapas de la Historia de la salvación: Antiguo
Testamento, vida de Jesucristo e historia de la Iglesia; los grandes núcleos del mensaje
cristiano: Símbolo (Credo), liturgia (celebración, signos, sacramentos), moral y oración.
Esta formación estará fundamentada en la Sagrada Escritura y en el Catecismo de la
Iglesia Católica (cf. DGC 240).

Formación en la psicología religiosa y evolutiva de los destinatarios que


consiste en adquirir un conocimiento del hombre y de la realidad donde vive hoy (cf.
DGC 242 y 243).

Formación pedagógica que profundiza en la capacidad educativa del catequista:


la facultad de atención a las personas, la habilidad para interpretar y responder a la
demanda educativa, la iniciativa de activar procesos de aprendizaje y el arte de conducir
a un grupo humano hacia la madurez. Saber programar y evaluar, animar un grupo
sabiendo utilizar las técnicas de animación grupal que ofrece la psicología. Debe
conocer bien la pedagogía de Dios y de la Iglesia. Esta formación estará fundamentada
especialmente en el Directorio General para la Catequesis y en otros libros que se
ofrece en la bibliografía.

TERCER CURSO

PARA RESPONSABLES Y ANIMADORES DE CATEQUESIS

Participar en los centros de formación teológico pastoral, que ofrecen una


formación prologada (de cuatro años aproximadamente) logrando hacer una síntesis
teológica de la propia fe.

También podría gustarte