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Catarro común
La mayoría de las personas sufren entre dos y tres episodios catarrales al año.
Aproximadamente la mitad de ellos son causados por rinovirus, un 20% por
coronavirus y otro 20% por influenza, parainfluenza, adenovirus y virus respiratorio
sincitial.
La invasión viral provoca una vasoconstricción transitoria de la mucosa nasal
seguida de una vasodilatación, edema y producción de moco acuoso (hidrorrea).
Posteriormente, se produce un infiltrado inflamatorio leucocitario y una
descamación de células epiteliales, que puede acompañarse de una infección
bacteriana secundaria y rinorrea purulenta, viscosa con alto contenido de pus y
bacterias.
El cuadro clínico suele venir precedido de una sensación de calor, prurito y
sequedad de la mucosa nasal, que dura unas horas y es seguida del cortejo
clásico que consiste en dolor y sequedad farıngea, estornudos, hidrorrea,
sensacion febril y malestar general. A las 24 horas, habitualmente como
consecuencia de una infección bacteriana secundaria, se observa una obstrucción
nasal, rinorrea purulenta, empeoramiento de la sensación de malestar general y
fiebre o febrícula. La resolución del cuadro suele acontecer en pocos días y,
generalmente, de forma espontánea.
Etiología Salvo raras excepciones, los agentes etiológicos son virus. Los virus más
frecuentemente involucrados son Rinovirus, Coronavirus, Parainfluenza y
Adenovirus; menos frecuentemente Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y
Enterovirus. Dependiendo de las series estudiadas, las proporciones de cada virus
varían, pero en general Rinovirus son los agentes más frecuentes. Debido a
dificultades diagnósticas, probablemente la frecuencia de Coronavirus está
subestimada pero se sabe que tiene un rol importante en la etiología del resfrío
común.
Epidemiologia
El resfrío común suele ocurrir con mayor frecuencia en los meses fríos del año,
pero cada virus tiene su propia incidencia estacional (figura 1). Rinovirus
predomina en otoño y primavera; VRS aumenta a mitad del invierno; Coronavirus
aumenta al final del invierno y primavera. Esto sugiere un fenómeno de
interferencia entre los distintos virus que aún no es claro. En cuanto al rol del clima
y la temperatura, se cree que por un lado las bajas temperaturas aumentan el
hacinamiento de personas en espacios cerrados favoreciendo la diseminación; por
otro lado, los cambios en la humedad ambiental relativa alteran la viabilidad viral,
por ejemplo Rinovirus tiene mayor viabilidad cuando la humedad es de 40% a
50%, mientras que Influenza y Parainfluenza virus persisten viables en aerosoles
habiendo baja humedad ambiental relativa.
Fisiopatología.
Microbiología de la rinosinusitis.
Durante muchos años se pensó que los senos paranasales eran estériles. Sin
embargo, parece lógico pensar que la misma flora que coloniza la cavidad nasal
también se encuentre en los senos paranasales. Más de la mitad de los pacientes
con senos maxilares endoscópicamente normales tienen un exudado con cultivo
positivo, aislándose fundamentalmente Streptococcus viridans, Staphylococcus
epidermidis, S pneumoniae y organismos anaerobios. El papel que desempeña
esta flora normal en la génesis de las sinupatıas no se conoce completamente.
Por otra parte, las bacterias que más frecuentemente se recuperan en los
aspirados de senos maxilares de pacientes con RSBA son S. pneumoniae en un
20-43%, H. influenzae en un 22-35%, y M. catarrhalis en un 2-10%, junto con otras
especies estreptococicas, S. aureus y organismos anaerobios en porcentajes
inferiores.
Diagnóstico clínico
El único método fiable para demostrar que una viriasis de vías aéreas superiores
se ha complicado con una RSBA es mediante la aspiración repetida de los senos.
Sin embargo, en general se admite que la probabilidad de que se haya
desarrollado esta sobreinfección bacteriana es mayor cuando un cuadro catarral
no mejora tras 10 dıas de evolución o empeora a los 5-7 días del diagnóstico.
Durante la exploración física hay que realizar una rinoscopia anterior y posterior,
que permite examinar las estructuras de la cavidad nasal (así como los orificios de
drenaje de los senos paranasales); evaluar la consistencia, el color y la estructura
de la mucosa nasal; y, descartar la existencia de masas tumorales. En la RSBA se
suele observar una mucosa edematosa y enrojecida con pus en el meato medio
Tratamiento
Descongestionantes nasales.
Mucoliticos.
Corticosteroides tópicos.
Los pacientes con RSBA tratados con 400 µg diarios de budesonida u 800 µg de
mometasona, muestran, a las tres semanas de tratamiento, una significativa
reducción de sus síntomas y una disminución del edema de la mucosa sinusal
valorada por TAC. Si lo síntomas son muy llamativos, es preferible empezar el
tratamiento tópico con la administración de solución acuosa en gotas más que en
forma pulverizada. Respecto a la sinusitis crónica, los resultados disponibles en la
actualidad, confirman un efecto terapéutico moderado.
Antihistamınicos. No hay una clara demostración de su eficacia en la rinosinusitis
no alérgica. Mejoran el prurito nasal, la rinorrea y los estornudos, pero su efecto es
menor en la congestión y la obstrucción nasal. Los nuevos antagonistas
específicos del receptor H1, tienen la ventaja de no producir sedación y, por
ejemplo, levocetirizina ebastina o desloratadina, tienen un efecto rápido y una
cómoda posología. En los cuadros de rinitis no alérgica – no mediada por
histamina – es menos probable que se produzca una respuesta terapéutica con
estos nuevos antihistamínicos y, en general, las primeras generaciones de estos
fármacos son más efectivas por su significativa actividad anticolinérgica (maleato
de dexbronfeniramina, clorfeniramina). Deben emplearse al menos durante tres
semanas.
Antimicrobianos.
Recuerde que...
Faringitis aguda
La faringitis aguda es una de las enfermedades más comunes por las que se
consulta al médico de cabecera.
La faringodinia, la fiebre y el malestar general que la acompañan suelen ser muy
molestos, aunque generalmente leves y autolimitados.
El estreptococo del grupo A es la bacteria más frecuentemente implicada, siendo
responsable del 15-30% de los episodios en niños y del 5-10% en los adultos.
Esta es la única causa habitual de faringitis aguda que requiere tratamiento
antibiótico y, por tanto, su identificación es el objetivo fundamental del médico que
se enfrenta a un cuadro de estas características.
La presencia de un exudado faringoamigdalar y de adenopatías cervicales
anteriores, aumentan la probabilidad de esta etiología; por el contrario, la ausencia
de fiebre y de enrojecimiento faríngeo, y la presencia de signos característicos de
un catarro común, disminuyen la posibilidad de que el estreptococo esté implicado
El cultivo de exudado faríngeo es el método diagnóstico de referencia y
proporciona resultados definitivos en 24-48 horas. Una alternativa diagnostica más
rápida es la detección de antígeno carbohidrato estreptocócico del grupo A.
Así pues, su valor fundamental radica en la obtención de un resultado negativo, lo
que permitiría no instaurar o retirar un tratamiento antimicrobiano. Los objetivos
del tratamiento de la faringitis aguda estreptococica son evitar las complicaciones
supurativas (abscesos periamigdalares o retrofarıngeos, mastoiditis, sinusitis, otitis
media o linfadenitis cervicales), prevenir la fiebre reumática, disminuir la
infectividad y acortar el curso clínico.
Además del tratamiento
Sintomático (reposo, antipiréticos, abundantes líquidos, enjuagues con agua salina
templada), la penicilina oral o la amoxicilina en una única dosis diaria durante 10
días, son los tratamientos de elección.
Otras causas bacterianas (Corynebacterium diphtheriae, Aranobacterium
haemolyticum, Neisseria gonorrhoeae, Mycoplasma pneumonie, Chlamydophila
pneumoniae), o víricas (mononucleosis infecciosa, síndrome retroviral agudo,
adenovirus, coxackievirus, herpesvirus) de faringitis aguda son más rara.
Clínica La mayor parte de las FAA son de origen viral y ocurren en el contexto de
un cuadro catarral. Suelen presentarse en forma de brotes epidémicos y se
acompañan de síntomas virales como la congestión nasal, febrícula, tos, disfonía,
cefalea, o mialgias. La FAA bacteriana cursa con un cuadro brusco de fiebre alta
con escalofríos, odinofagia y disfagia importantes, pero sin síntomas virales
generales.
Diagnóstico
Los pacientes con ninguno o sólo uno de estos criterios presentan un riesgo muy
bajo de infección por EBHGA y, por tanto, no necesitan de ningún abordaje ni
diagnóstico ni terapéutico. Las guías de práctica clínica más influyentes, tales
como la de la Infectious Diseases Society of America o la del National Institute for
Health and Clinical Excellence (NICE), así lo recomiendan (11,28). La mayoría de
expertos opinan que no pueden usarse estas escalas de puntuación clínica sin
una evaluación adicional para el diagnóstico de la FAA por EBHGA
Los porcentajes más altos se hallan en estudios efectuados en niños de 5 a 14
años y los más bajos, en mayores de 15 años. Por tanto, el uso de estas escalas
no es suficiente para conocer con exactitud si un paciente presenta una FAA
causada por EBHGA o no.
Los médicos dan mucho más peso al exudado faringoamigdalar en una FAA, ya
que prescriben antibióticos 28 veces más si este signo está presente que a los
otros 3 criterios (menos de 5 veces más si estos criterios se presentan)