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FUNCIONES Y EFECTOS DE LOS MEDIOS DE

COMUNICACION DE MASAS: LOS MODELOS DE


ANÁLISIS.1

1 Este texto se ha elaborado a partir de la Tesis Doctoral de misma autora: Bretones, M. T.


(1997): La comunicación política mediática y sus dimensiones sociales, Parte II, Capítulo 1,
Especialmente de las Págs. 137-196. Algunas partes de esta publicación constituyen una
versión modificada o ampliada de las páginas mencionadas mientras que otras partes del
documento son totalmente nuevas y elaboradas para la presente publicación.
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MARIA TRINIDAD BRETONES

ÍNDICE

1. La síntesis de las "funciones sociales" atribuidas a los 4


medios.

2. La función manipulativa de los medios. 8

3. La función movilizadora. 18

4. La función de "control social". 32

5. La función de reproducción cultural. 52

6. La síntesis de las "funciones sociales" atribuidas a los medios 56

7. Esquema cronológico de las teorías 57


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MARIA TRINIDAD BRETONES

LA FUNCION SOCIAL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION DE


MASAS.

La revisión del conjunto de investigaciones que se han realizado durante el


siglo XX relativas a los mensajes que los medios de comunicación de masas
difunden nos va a permitir indagar aquí la cuestión sobre cuáles son las
funciones sociales que tales medios desempeñan, o pueden desempeñar, en el
funcionamiento normal de una sociedad tipo como la que aquí consideramos
(esto es, la sociedad contemporánea que incluye la combinación de un sistema
capitalista y un sistema político poliárquico, y sólo allí donde se haga
imprescindible se hará referencia a otro tipo de estructuras y de contextos
sociales). Con este análisis de carácter teórico y también metodológico sobre
la investigación desarrollada en el campo de la comunicación de masas se
pretende dar respuesta a las cuestiones relativas al cómo y el por qué se
asignan a los medios unos determinados papeles sociales y no otros; como
veremos su actividad se perfila dependiendo de cómo se articulan con la
estructura cultural, económica o política en la que se integran.

El conjunto del texto ordena los modelos de investigación con los que hoy
contamos y, también, ordena los temas focalizados por la investigación
desarrollada desde la disciplina sociológica, esto es, temas de análisis que nos
orientan en la valoración social de los medios desde unos objetivos orientados
por la tarea de socialización en determinados comportamientos que ejercen
sobre sus receptores, o bien dedicados a la manipulación de sus conductas o a
su influencia ideológica o, más en general, dedicados al control de la actividad
política de la sociedad en la que difunden sus contenidos. Como veremos, la
síntesis transversal y extrema de esta revisión nos presenta a los medios o
como núcleos fundamentales de la actividad cultural o como núcleos de la
actividad política y, además, estos focos se enfatizan por momentos o
períodos –relativamente acotados y en vaivén- en el transcurso del siglo XX (al
final del documento se ofrece un mapa cronológico de algunas de las
investigaciones, teorías o modelos que aquí se destacan).

En términos generales, las funciones de los medios se hacen efectivas en la


actividad normal de la comunicación de masas y se reconocen por los efectos
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sociales2 que ésta produce. Que yo sepa, el nexo entre funciones y efectos no
ha sido objeto de ningún trabajo sistemático ni especificación3, sin embargo,
detrás de cada una de las investigaciones y trabajos de teorización sobre los
efectos de los medios existe una interpretación de las funciones sociales de los
medios y una interpretación de la sociedad en la que los medios operan. Este
será, por tanto, uno de los ejes que organizarán la elaboración de esta parte.
Nuestro trabajo consiste en identificar las funciones de los MCM desde los
efectos atribuidos a éstos, y consiste, también, en identificar -desde los
mismos efectos- el tipo o imagen de sociedad que, de forma manifiesta o
latente, opera tras la atribución de esas funciones.

En la revisión de modelos y teorías que realizamos aquí no interpretamos ni


hacemos una propuesta original sobre las funciones de las actividades que los
medios realizan, sino que deducimos o identificamos esas funciones a partir de
los hallazgos (con frecuencia, interpretaciones) en las investigaciones que se
han realizado sobre los "efectos" que los mensajes de los medios producen en
los sujetos receptores de la comunicación de masas. Aclaramos, además, que
no estamos proponiendo interpretar las "funciones sociales" como causas de
los "efectos" y deducirlas, en este sentido, a partir de ellos. Simplemente

2 Las múltiples investigaciones y modelos explicativos sobre "los efectos sociales de los medios de
comunicación de masas", que se han ido produciendo desde finales de los años veinte hasta hoy,
han dado cuenta de estas funciones sociales ya sea en los términos de explicar la actividad que
realizan los medios, o en términos de evaluar los efectos que producen con su actividad. Cada
investigación y modelo en concreto operaba bajo el presupuesto de una o varias funciones
atribuibles al conjunto de los medios, atribuibles al medio que era objeto de investigación o
explicación, o atribuibles a un contenido específico (contenidos informativos, de ficción o de
publicidad) de un determinado medio. Unas veces estas funciones eran especificadas como
supuestos que orientaban cada investigación particular, y otras emergían de los resultados
acumulados por un conjunto de investigaciones. La obra del italiano M. Wolf, La investigación de la
comunicación de masas. Crítica y perspectivas, en Paidós, Barcelona, 1991, constituye la mejor
síntesis de contenido y cronología sobre este tema.

3 Excepto la que se hace desde interpretaciones funcionalistas que establecen -entre funciones y
efectos- un nexo automático, y en las que los medios son analizados en términos funcionales o
necesarios para el funcionamiento de la sociedad. Véase, Ch. R. Wrigth, "Análisis funcional y
comunicación de masas" y Lazarsfeld y Merton, "Comunicación de masas, gustos populares y
acción social organizada", en M. de Moragas, Sociología de la comunicación de masas, Gustavo
Gili, Barcelona 1986, Vol. 2, págs. 69-90 y 22-49, respectivamente.
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decimos que, en las investigaciones y en las interpretaciones que se han


producido sobre los "efectos sociales" de la comunicación de masas,
acostumbra a encontrarse una interpretación paralela e implícita sobre las
"funciones sociales" que los medios desempeñan, y que esta interpretación
paralela puede ser la prueba de que las funciones sociales de los medios se
van perfilando en medio de, y como superación de, una situación de "ruptura"
o antagonismo -más que de adaptación4- en la historia inicial de la relación
entre sociedad y medios.

1. La síntesis de las "funciones sociales" atribuidas a los medios.

A lo largo de este siglo, los medios de comunicación de masas evolucionan -


técnica y tecnológicamente- hasta alcanzar su forma final expresada en los
cuatro tipos de medios (que perfilamos con anterioridad a este tema). Al
mismo tiempo, en este siglo ha ido cuajando un conjunto de trabajos de
investigación y un conjunto de modelos teóricos e interpretativos sobre los
efectos sociales de los medios. El punto de vista común a todos ellos es su
objetivo, esto es, quieren dar cuenta de la relación que se establece entre
comunicación de masas y sociedad; quieren dar cuenta del papel que
desempeñan los medios de comunicación de masas en esta relación; y quieren
dar cuenta de los efectos sociales que tienen como causa y origen la
comunicación de masas.

4 Así como la teoría funcionalista parte de la correspondencia interactiva o de la adaptación


funcional entre las funciones sociales de los medios y las necesidades sociales, nosotros partimos
de la inadaptación o de la ruptura entre medios y sociedad -como hecho expresado en las
investigaciones y teorías sobre los efectos- e interpretamos que la "función social" que
desempeñan se perfila en el proceso que se precipita para superar tal inadaptación o ruptura.

La diferencia de nuestro enfoque con el paradigma funcionalista merecerá, en páginas siguientes,


cierta atención. Ahora sólo adelantamos la idea de que si los medios acaban adoptando funciones
"funcionales" al sistema en que operan esto tiene que ser visto como una condición coyuntural -y
no inherente- de los medios (el uso social que necesariamente se hace de ellos en términos de
una forma específica de organización social y no otra); en todo caso la "funcionalidad" puede ser
más una condición esencial y estructural impuesta desde la forma específica que han adoptado
ciertos sistemas sociales (por ejemplo, las sociedades de capitalismo desarrollado o sociedades de
la OCDE) que una funcionalidad propia o intrínseca a los medios de comunicación de masas y a la
comunicación social que con ellos potencialmente se abre.
6
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Las "teorías de los efectos de los medios"5 constituyen en realidad una


amalgama de trabajos de cualificación diversa: unos con mayor pretensión
teórica y de explicación general y otros centrados en la investigación empírica
de un aspecto determinado; unos orientados desde ciertas teorías generales
de explicación sobre la sociedad y otros sin la orientación de un aparato
teórico que claramente los perfile, etc. El carácter diverso de este conjunto de
trabajos está probablemente determinado por el hecho de que no surgen al
amparo de una disciplina específica y como fruto del desarrollo de la misma.
Son trabajos que responden -en conjunto- a la necesidad de ensayar
tentativas de explicación del fenómeno social de la comunicación de masas en
general pero vinculado -según cada trabajo particular- a aspectos sociales
específicos. La diversidad de trabajos es fruto, también, de las cuestiones
específicas con las que se vincula la comunicación de masas, y dependiendo
del tipo de cuestiones que los originaba así ha sido cada trabajo evaluado e
incorporado a una determinada rama del saber6: las investigaciones de la
comunicación de masas son consideradas aplicaciones de la ciencia política, o
de la psicología, o de la sociología, o de la antropología, etc. Todas estas
formas de organizar el conocimiento de los medios responden, por último, a
las dimensiones esencialmente híbridas implicadas en el fenómeno de la
comunicación de masas, así como híbridas son también las dimensiones de
actividad política, económica, cultural; o híbridas son las dimensiones de la
conducta de los individuos particulares, de los grupos, o las organizaciones,

5 Tal y como las como las denominan, por ejemplo, M. Wolf, D. McQuail, De Fleur, J. Curran, D.
Wolton, D. Dayan, etc. cuando se refieren a los trabajos ya realizados sobre los medios.

6 De Fleur (en su obra Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona 1993, págs. 49 y
ss.) propone una interpretación inversa: cada rama del saber ha ofrecido aproximaciones -desde la
investigación o desde las teorías- a la explicación del fenómeno de la comunicación de masas. Esta
interpretación no nos parece oportuna si la aplicamos sobre el conjunto de trabajos de -
aproximadamente- la primera mitad de este siglo. En realidad, en el inicio no se tenían los perfiles
del saber tan claramente establecidos, como tampoco se tenía conciencia del conjunto de
investigaciones que se precipitarían alrededor de la cuestión de la comunicación de masas. Es hoy
cuando proyectamos sobre el pasado una clasificación que intenta poner orden a la tarea que se
ha ido realizando, y en esa clasificación cada rama del saber está dispuesta a asignarse la
paternidad de una parte sustantiva de las investigaciones. En todo caso, esto es una cuestión
menor y sólo relevante por lo que muestra: no hay una manera precisa y organizada de
aproximarnos a los trabajos ya realizados sobre la comunicación de masas.
7
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etc., las cuales se constituyen -en un momento u otro- en contenido de la


comunicación de masas.

Nuestra aproximación a las "teorías de los efectos de los medios" no pretende


dar cuenta del encaje que se les puede atribuir en una u otra disciplina, como
tampoco establecer o evaluar su autonomía7. En nuestra aproximación
simplemente tomamos a estas "teorías" como información o datos, o como el
conjunto de conocimientos realmente disponible sobre el funcionamiento de
los medios y sobre el fenómeno social de la comunicación de masas. Y,
asumidas como datos, hemos encontrado que de ellas emergen -unas veces
de manera latente, y otras de manera explícita- ciertas líneas constantes de
los sentidos asignados a las funciones sociales de los medios de comunicación
de masas:

1. Una línea de interpretación describe los medios como instrumento de poder


político o como instrumento comercial. Cuando los medios son considerados
instrumento de poder político sus mensajes se definen como "contenido
propagandístico" y los medios desempeñan la función de "manipular" la
conducta de los individuos de la sociedad en la que operan hasta conseguir
encauzarla de manera congruente con los intereses de ese poder político.
Cuando los medios son considerados instrumento comercial, entonces
desempeñan la función de "manipular" la conducta de los individuos de la
sociedad en la que operan hasta encauzarla de manera adecuada a los
intereses comerciales.

En esta línea de interpretación la "función" de los medios de comunicación de


masas se perfila como una función o actividad "manipulativa" por la que la
mayoría de la sociedad (sin intereses políticos o comerciales organizados) o la
"sociedad masa" se somete a la conducta esperada de la élite política y
empresarial de la sociedad. Y tanto para unos -los intereses de la élite política-

7 Como parece que está sucediendo actualmente. Esta evaluación empieza a cuajar con la
atribución del término "sociología de los medios de comunicación masas" para referirse a una
disciplina -tan poco o nada autónoma como cualquier otra disciplina que se desarrolla dentro de la
sociología y del conjunto de las ciencias sociales- que acumula conocimiento sobre un determinado
"objeto social": los medios o la comunicación de masas.
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como para otros -los intereses de la élite empresarial- se producen mensajes


específicos desde los medios, ya sean -respectivamente- mensajes
propagandísticos o mensajes publicitarios, que vertebran en su conjunto una
"función manipulativa" que satisface la necesidad de manipular la conducta -
como medio- para alcanzar los intereses -como fines- de la élite política y
empresarial.

2. La segunda línea de interpretación establece una relación de acomodación


entre los mensajes de los medios y las motivaciones -deseos, necesidades o
intereses- que orientan la conducta de los miembros de una sociedad. El
supuesto de esta acomodación se argumenta expresando, por un lado, qué
busca o espera la sociedad en el uso de los medios, qué condiciones articulan
o median esa relación y cuál es la conducta final que emerge en la sociedad.
En la medida en que se detecta por separado una coincidencia entre aquello
que la sociedad espera de los medios y aquello que los medios ofrecen -en
forma de mensajes o contenidos-, entonces explicar la conducta de la
sociedad no implica poder evaluar a los medios como su causa, sino que los
medios intervienen desempeñando una función "movilizadora" de lo que la
sociedad elige previamente a la intervención de los medios. Esta función
movilizadora remite, a su vez, al uso social de los medios como instrumentos
“catalizadores” de conductas: precipitan, como resultado, conducta social
predominante, aunque no la producen.

3. La línea que interpreta la "función" de los medios en términos de control


social incluye un doble significado asociado a este término. (a) El control social
es interpretado como el resultado de un ejercicio de poder del que forman
parte los medios como eslabón final. Los medios expresan o escenifican los
recursos de una "élite del poder" -cómo opera, cuáles son sus objetivos, de
qué condiciones disponen, cuáles son los obstáculos para alcanzar los
objetivos, etc. - y en este sentido también los medios forman parte de la élite
del poder (político, económico o cultural). Aquí, la función de los medios es
producir socialmente la escenificación del poder al tiempo que escenifican el
"control como resultado" de ese poder. Las formas de tal escenificación se
sintetizan en la expresión final del "consenso social" alcanzado (el
consentimiento del poder, o la aceptación del mismo), o en la expresión de la
"gestión del consenso" (cómo se articula prácticamente el poder). (b) Si el
control se define desde el punto de vista de un proceso social específico -el
9
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que se produce por razón del conflicto social inherente a cualquier forma de
organización social estratificada y que, necesariamente, aglutina formas
diversas y divergentes de acción y de intereses colectivos- entonces se
interpreta a los medios como formando parte de este proceso, pero
desempeñando en él una función relevante de control -no necesariamente
dirigido desde una élite del poder- y que se especifica en la forma de "gestión"
de los intereses y acciones colectivas diversos8. Aquí la función de los medios
se perfila como la "función gestora" necesaria para la organización social, y se
concentra en la "gestión de la opinión pública" -entendiendo a la opinión
pública como la expresión de tales intereses y acciones colectivas diversas-.

4. La cuarta línea de interpretación de la "función" de los medios se


circunscribe a los papeles "reproductivos" que éstos desempeñan, por medio
de la "construcción" de significados -en la forma de mensajes- del mundo o la
realidad, y por medio de una "socialización indirecta" de la sociedad en los
"símbolos" comunes a la cultura de la sociedad en la que los medios operan.
Aquí, los MCM operan en medio de y junto a otras instituciones con objetivos
de socialización cultural; su función -como la de esas instituciones- es la "
socialización o reproducción cultural".

2. La función manipulativa de los medios.

I. La "teoría hipodérmica"9 atribuye a los medios una capacidad para


intervenir o manipular la conducta de los individuos que se exponen a sus
mensajes en un sentido similar a como interviene una inyección -de un

8 Los objetivos diferenciados de la tarea de gestión a los que aludimos es lo que centralmente
distingue los dos significados de la función de control social (a y b, sobre el texto) que
presentamos. El primer sentido remite a la gestión de consenso, considerando éste como un
artificio producido en la forma conveniente y al servicio de las élites sociales. El segundo remite a
la gestión de la opinión pública, entendiendo por ésta el conjunto de opiniones sobre cuestiones
públicas efectivamente manifestadas; es por medio de esta tarea de gestión que se lleva a cabo
sobre el conjunto de opiniones como se producen, de manera derivada y no artificial, formas de
consenso.

9 Tal y como la denomina M. Wolf en La investigación de la comunicación de masas. Crítica y


perspectivas, Paidós, Barcelona 1991, cap. 1, sección 1.2., pág. 22 y ss. En esta obra y en Los
efectos sociales de los media, del mismo autor, Paidós, Barcelona 1994, pág. 33 y ss. encontramos
la síntesis más sugerente de este modelo
10
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determinado producto químico- sobre un organismo, o similar al de una bala10


que impacta sobre un cuerpo físico al que penetra. La eficacia de la bala sobre
el cuerpo penetrado por ella, de la inyección sobre el organismo, o de los
medios sobre sus receptores es proporcional -respectivamente- a la
deformación física que produce, a la cualidad de líquido inyectado o al carácter
de los mensajes recibidos.

Desde esta teoría, los efectos de los medios pueden ser más o menos nocivos
-dependiendo de la calidad intrínseca de sus mensajes-, pero lo que no deja
lugar a dudas -ni es, por tanto, opinable en ningún grado- es que los medios
tienen la capacidad de "manipular" la conducta de sus receptores11.

Esta teoría, como se resume aquí, es básicamente metafórica e impresionista.


Es la denominación que reciben un conjunto de investigaciones -poco
contrastadas y homogéneas- pero que en el momento en que se producen
introducen una opinión generalizada en favor del poder de los medios12: a los
medios " (...) se les atribuía considerable poder de moldear la opinión y las
convicciones, cambiar hábitos de vida, moldear activamente la conducta e
imponer sistemas políticos, incluso venciendo resistencias."13

10 De ahí la otra denominación con que se conoce a esta teoría: "teoría de la bala". Así es
referida, por ejemplo, en Muñoz Alonso y otros, Opinión pública y comunicación política, Eudema,
Madrid 1992.

11 Esta primera época en las investigaciones de los medios (desde la década de los 20 hasta
finales de los treinta) expresa el recelo con el que se recibió a los primeros medios de masas, y el
recelo también hacia una mayoría de la población homogeneizada por el hecho de consumir un
determinado producto de masas: el ambiente reproducía más la imagen de una relación de
antagonismo entre actividad de los medios y demandas del sistema social, que la imagen de la
adaptación entre actividades de los medios y necesidades del sistema.

12 La idea de los medios como poderosos manipuladores de conducta prevalece en algún sentido
hasta hoy mismo, tanto en la imagen popular que se tienen de los medios como en buena parte
de la investigación que se lleva a cabo sobre los medios.

13 McQuail, "Influencia y efectos de los medios masivos", en J. Curran y otros, Sociedad y


comunicación de masas, FCE, México 1981, pág. 87.
11
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En este período inicial de interpretación sobre el poder de los medios, la


función manipulativa sobresale y se argumenta a partir las primeras
constataciones sobre el hecho de que la mayoría de la población se estaba
convirtiendo en el auditorio de la prensa popular, el cine y la radio (los medios
que emergen en ese momento). Junto a este hecho, y asociado a él, se
produce ese conjunto de investigaciones dispersas (sobre los medios y al
margen de los medios) que conforman lo que hoy se conoce como la "teoría
hipodérmica" pero, como dicen Lang y Lang, esta "es la teoría que nunca
existió"14; lo que realmente existió fue un conjunto de trabajos e
investigaciones cuyas conclusiones parecen poder conectarse porque se
refuerzan entre sí:

1. En este período se asiste al inicio de la publicidad comercial y se produce


con ella el inicio, también, de los estudios de mercado que la hacen cada vez
más eficaz15.

2. Se produce, también, el influyente trabajo de Elton Mayo ( de1927 a 1933)


sobre el papel de las relaciones de grupo para el rendimiento productivo en el
lugar de trabajo. Desde este trabajo se genera un ambiente favorable - y con
cierta fundamentación científica- sobre la creencia en la posibilidad de
manipular la conducta de los individuos: en este caso la manipulación de la
conducta de los individuos se consigue interviniendo sobre las motivaciones y
expectativas implicadas en su espacio laboral16.

14 Referencia de M. Wolf, Los efectos sociales de los media, Paidós, Barcelona 1994, pág. 33.

15 El inicio de los estudios de mercado, y con ellos el inicio de la publicidad de masas planificada,
se remite a los trabajos de la psicología social que Watson realiza en la década de los años veinte.
Véase: J. Desse, "Communication Research: A History", publicado en Ch. Berger y St. Chaffee
(eds.), Handbook Of Comunication Science, Sage, Londres 1987.

16 Las referencias al experimento de E. Mayo son innumerables, especialmente en textos de


sociología y psicología de las organizaciones. Citamos aquí como referencia importante de "los
estudios de Howthorne" (denominación con la que se conoce la labor de E, Mayo) el texto de D. A.
Buchanan y A.A. Huczynsky, Organizational Beaviour, Prentice Hall, London 1985. En este texto
podemos encontrar la explicación del detalle de cómo esos trabajos se llevaron a cabo y su
12
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3. Aparecen los primeros estudios de Lasswell sobre la propaganda y la


primera formulación aplicada del "análisis del contenido". Estos tienen interés
tanto por la cuestión de la propaganda en sí misma, como por la
profundización en el uso de la herramienta del análisis del contenido; en ellos
se pone de manifiesto la consideración del lenguaje como recurso destacado
en las relaciones de poder y más allá de la simple consideración de su valor
como instrumento de comunicación que es para cualquier individuo17.

Este primer período -del análisis del contenido aplicado a los estudios de la
propaganda- se concentra en la especificación cuantitativa de los términos
empleados en los mensajes propagandísticos de norteamericanos, ingleses,
franceses y alemanes durante la primera guerra mundial18.

4. Se llevan a cabo algunas investigaciones -con cierto afán científico-, entre


las que destaca la investigación de Burgess (de 1915 a 1920) sobre la
influencia del mensaje cinematográfico en la conducta infantil y adolescente, y
las investigaciones auspiciadas por la incipiente Fundación Payne sobre el

plasmación en una forma de interpretación sobre las relaciones sociales internas en los grupos, en
las págs. 130 y ss.

17 Véanse las referencias a los primeros trabajos de Lasswell y el desarrollo de la técnica del
análisis del contenido, en M Grawitz, Métodos y ténicas de las ciencias sociales, Hispano Eoropea,
México 1984, Tomo II, pág. 146. Y véase la aplicación de la primera formulación del análisis del
contenido de Lasswell en B. Berelson "Communications and Public Opinion" en W. Schramm, Mass
Communication, Illini Books, Urbana 1960, págs. 527-543.

18 De las implicaciones de la aplicación del "análisis del contenido" en los estudios de la


propaganda da cuenta J.L. Dader en su artículo "La evolución de las investigaciones sobre la
influencia de los medios y su primera etapa: Teorías del impacto directo", publicado en Muñoz
Alonso y otros, Opinión pública y comunicación política, Eudema, Madrid 1992, págs. 221-241.
Sobre la especificación y uso del término "propaganda" véase el Dictionnaire critique de la
communication , edición de L. Sfez, PUF, París 1993, en su sección 112, "Médias et Opinion",
volumen II, págs. 1002-4, y en A. McClung Lee y E. Byant Lee, "The devices of propaganda", en
W. Schramm, Mass communication, Illini Books, Urbana 1960, pág. 417-8.
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mismo tema. Sobre esa base, se generaliza la idea de una fuerte influencia del
cine en las conductas infantiles y adolescentes, a las que determina,
haciéndolas más agresivas o violentas, o a las que sirve de guía por medio de
las modas o los ídolos introducidos y popularizados desde el cine19.

El conjunto de estos trabajos y el espíritu mismo de la "teoría hipodérmica"


muestran a los medios operando en el desempeño de una función
manipulativa. Pero, ¿función manipulativa al servicio de quién? Ni estos
trabajos, ni la llamada teoría, responden en ningún sentido preciso a la
cuestión. En este período se percibe la manipulación como una función que se
activa en medio de la sociedad masa. La propia consideración de que la
sociedad se compone de individuos atomizados- una sociedad en la que "cada
individuo es un átomo aislado que reacciona por separado"20- lleva implícita la
condición de una predisposición a la manipulación, ya sea desde la publicidad,
desde los productores de los primeros mensajes publicitarios, o desde
gobiernos que demandan de la sociedad una conducta determinada y
homogénea para conseguir sus fines bélicos. Pero en todo caso se trata de
una actividad manipulativa de origen poco preciso.

II. El desarrollo de la primera versión de la teoría crítica21 (de 1923 en


adelante, en cuyo impulso destacan Horkheimer, Marcuse, Adorno o Benjamin)
puede entenderse como un alegato en favor de la función manipulativa de los
medios. Es una escuela con raíces en la teoría marxista pero que, de forma
distintiva y bajo la influencia de Freud, destaca el papel hegemónico y
autonómico de la infraestructura cultural o ideológica, antes que -o en paralelo
a- el papel de la infraestructura económica, que impone las condiciones de

19 La referencia de estos trabajos en M. Wolf, Los efectos sociales de los media, Paidós,
Barcelona, pág. 38.

20 M. Wolf, La investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas, Paidós,


Barcelona 1991, pág. 27.

21 El detalle de las etapas de la teoría crítica y de los intelectuales que se incluyen en ella, en M.
Jay, La imaginación dialéctica, Taurus, Madrid 1989 y en P. Slater, Origins and significance of the
Frankfurt school, Routledge, Londres 1977, especialmente, "Manipulation: the transition from
psychology to <culture industry>", págs. 117 y ss.
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vida de la sociedad industrial y su reproducción. Para la teoría crítica la


superestructura cultural e ideológica desarrollada en forma de una "industria
cultural" -en la que se incluyen a los medios con un papel relevante en la
producción y distribución de símbolos- cumple la función de manipular a la
sociedad -consumidora de esta industria- dirigiendo y disciplinando sus
necesidades, dirigiendo y disciplinando su consumo cultural. El objetivo final
de esta manipulación y de este consumo dirigido de signos es el
embrutecimiento de la masa hasta el punto de anular cualquier forma de
energía que pueda significar un enfrentamiento con el poder establecido.

Por otro lado, aunque son muchas las diferencias que pueden establecerse
entre la "teoría hipodérmica" y la "teoría crítica", conviene destacar aquí,
respecto de la función manipulativa atribuida a los medios, que en la primera
esta función se satisface por medio de la persuasión o la propaganda que los
medios ejercen con sus mensajes, mientras que en la segunda para satisfacer
tal función no hace falta ningún tipo de mecanismo que medie la relación
medios-sociedad. En la teoría crítica la función manipulativa se cumple
automáticamente por el consumo del producto de los medios (o el consumo de
productos culturales industrialmente producidos), y la manipulación la lleva a
cabo el conjunto del sistema social en la forma en que se ha establecido
contemporáneamente: industrial y capitalista. Al respecto, la selección que
sigue de un texto de Adorno y Horkheimer22 es suficientemente esclarecedora
de lo que hemos sintetizado como la propuesta manipulativa de la teoría
crítica:

"La atrofia de la capacidad imaginativa y de la espontaneidad del consumidor


de medios de comunicación social no debe atribuirse a ningún mecanismo
psicológico: la pérdida de dichas facultades debe achacarse al carácter
objetivo de los productos, (...) [todo lo que los consumidores] han visto
anteriormente les ha enseñado lo que pueden presuponer: reaccionan, pues,

22 T. W. Adorno y M. Horkheimer, "La industria de la cultura: ilustración como engaño de las


masas". En J. Curran y otros, Sociedad y comunicación de masas, FCE, México 1981, págs. 393 a
432.
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maquinalmente. El público está imbuido del poderío de la sociedad


industrial"23

"(...) Un dato significativo es que el sistema de la industria cultural procede de


las naciones industriales más liberales (...) Su progreso, a buen seguro, tuvo
su origen en las leyes generales del capital. (...)"24

"(...) Es completamente cierto que el poder de la industrial cultural reside en


su identificación con una necesidad prefabricada y no en un simple contraste
con la misma, siquiera este contraste se diera entre un poder absoluto y una
total indefensión. En la organización capitalista más reciente, la diversión es la
prolongación del trabajo; (...)"25.

Y podríamos completar la cita, siendo fieles a la reflexión del texto, diciendo:


la diversión que proporcionan los medios se acepta -por parte de los
consumidores- de manera mecánica. Es la manera en que se ha conformado
toda la realidad social por la implantación del sistema capitalista industrial. El
mecanismo que hace posible este tipo de sociedad consiste -respecto del
individuo particular- en la implantación de un patrón de conducta fijo, y éste
se perfila en las formas de satisfacción personal que se alcanzan por medio de
la diversión que proporcionan los mensajes de los MCM.

•••••••••••

¿Cuál es la imagen de la sociedad que proyectan estas teorías?


Evidentemente, entre la "teoría hipodérmica" y la "teoría crítica" hay múltiples
e importantes diferencias y, por tanto, la imagen de la sociedad que nos
ofrecen incluye tales diferencias. Pero desde el punto de vista de las funciones
sociales de los medios, y de la aproximación a la "función manipulativa" como
función esencial que emerge de ambas teorías, podemos proponer una

23 Adorno y Horkheimer, op. cit., pág. 398-9. La frase en paréntesis [] es añadido y parafrasea el
contenido explícito del texto.

24 Adorno y Horkheimer, op. cit., pág. 403

25 Adorno y Horkheimer, op. cit., pág. 407


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interpretación común de la imagen de la sociedad en la que los medios


operan:

1. La función manipulativa se desempeña -por parte de los medios- en el tipo


social que se describe con el término de "sociedad masa" (tal y como la
definimos en el capítulo 2 de la primera parte de este trabajo).

2. La función manipulativa la llevan a cabo los medios como expresión de los


intereses de una élite política y comercial - podemos decir desde la teoría
hipodérmica-, o como expresión de los intereses dominantes del sistema social
capitalista e industrial -podemos decir desde la teoría crítica-.

3. La función manipulativa se ejerce con el objetivo de modificar la conducta


de los individuos -atomizados y mecanizados por el sistema industrial
capitalista- y hacerla funcional respecto de los intereses de la élite.

4. La sociedad que encarna la realización de la "función manipulativa" de los


medios es la sociedad que se desarrolla en las condiciones que impone un
grupo -o parte de la sociedad- que domina (tanto si se expresa en una forma
"hegemónica totalitaria" resultante del ejercicio de poder de un sistema
político totalitario, como si se expresa en la forma hegemónica capitalista y es
resultado de las condiciones que impone el sistema económico).

La imagen de sistemas sociales altamente manipulativos que se sirven de los


medios de comunicación como instrumento propagandístico se intensifica por
la coincidencia temporal con el sistema nazi de propaganda –de aplicación
previa a la segunda guerra mundial y durante la misma- . Aquí exponemos, en
forma de separata, los principios de propaganda que enuncia el mismo
Gobbels (ministro del gobierno nazi):

Principios generales de la aplicación de propaganda26:

26 Bibliografía -referenciada aquí- sobre la propaganda nazi:


Dirk Haudrich: “La propaganda política en la Alemania nazi”. Voces y Culturas, número 9,
Barcelona 1996

Doob, Leonard W. “Goebbels y sus principios propagandísticos”. En Miguel de Moragas (ed.):


Sociología de la comunicación de masas, Barcelona, Gustavo Gili, 1985
17
MARIA TRINIDAD BRETONES

(a) los mensajes deben ser elaborados conforme a las


predisposiciones de la audiencia para crear resonancia,
conformidad, sumisión o conversión;
(b) el mensaje tiene que estar sustentado por un comunicador
creíble (una figura de autoridad, un experto o un personaje con
prestigio);
(c) el comunicador tiene que tener capacidad de líder de opinión
(tiene que ser capaz de representar un modelo de acción social);
(d) el propagandista tiene que aproximarse a la audiencia
mediante el contacto físico y/o sirviéndose de medios tales como la
radio, la prensa, el cine o la televisión;
(e) el mensaje debe generar normas de grupo;
(f) “ “ debe señalar medios de recompensa y castigo para
inducir un comportamiento conformista;
(g) se tiene que disponer o tender hacia el monopolio de las
fuentes informativas (para ofrecer un mensaje consistente y
repetitivo);
(h) el mensaje debe apelar a los sentimientos de la gente (suscitar
emociones de temor y egoísmo);
(i) debe incluir unos símbolos de poder;
(j) debe incluir un orden de aceptación y rechazo (“nosotros” /
“ellos”).

1. El origen del nazismo


El partido nazi (nacionalsocialismo) se funda en el año 1920 y
alcanza el poder en el año 1933. Su ascensión al poder y el
seguimiento masivo es resultado de un poderoso instrumento de
propaganda pero todo ello es propiciado por una serie de
circunstancias económicas, políticas y culturales:
- en 1933 Alemania atraviesa una importante crisis económica, que
arrastra desde el final de la primera guerra mundial y que se agrava

Petit, D. P. La guerra psicológica de las dictaduras. Barcelona, Tangram, 1994

Pratkanis, A. y Aronson, E. La era de la propaganda. Uso y abuso de la persuasión, Barcelona,


Paidós, 1992
18
MARIA TRINIDAD BRETONES

con una crisis generalizada a nivel internacional en los inicios de


1930: en ese momento había alcanzado la cifra de seis millones de
parados;
- la república de Weimar y los errores cometidos repetidamente
por parte de los políticos de este sistema democrático hacen que la
población no perciba a la república como la solución a sus
problemas ni como el sistema político adecuado;
- en 1925 el científico inglés H. S. Chamberlain había ampliado la
teoría sobre la desigualdad de las razas (cuyo antecedente se
retrotrae al siglo XIX con Gobineu) hasta el límite de afirmar que
sólo existen dos razas la judía y la aria y que es esta última la
dominante, la hereda de virtudes y, por tanto, que tiene que ser
protegida de “influencias externas” (en un artículo de prensa
Goebbels se refirió a él como el “pionero”, “el padre de nuestro
espíritu”, “el que nos muestra el camino”.
En este contexto, la tarea de la propaganda fue establecer en la
población las convicciones esenciales de la ideología nazi, el racismo
y la superioridad aria. Estos principios no plantearon a la población
alemana dudas morales también y precisamente porque además de
la propaganda se produjo un éxito económico incomparable: de los
seis millones de parados en 1933 se pasó a un casi pleno empleo
(sólo 100.000 parados) seis años más tarde. La combinación de un
sistema de propaganda y bonanza económica hizo que el régimen
de Hitler ganara casi la total aceptación por parte de la población.
También había aspectos negativos importantes pero estos se
ocultaron: no se hizo público el enorme gasto militar que provocó
una enorme deuda nacional, ni se hizo público que la bonanza
económica también era producto de la salida de la crisis económica
internacional que se estaba produciendo. Por otro lado, la ocultación
deliberada de información era uno de los mecanismos que formaba
parte del sistema de propaganda.

2. La organización de la propaganda nazi

Hitler designó a J. Goebbels como ministro para la información


pública y la propaganda, su objetivo era eliminar toda
19
MARIA TRINIDAD BRETONES

competencia política y conseguir la imposición de conformidad en


toda la población de la actividad política seguida por el régimen
nazi. Con tal fin, Goebbels organiza el ministerio dividido en siete
departamentos (presupuesto y contabilidad; coordinación de la
información, manifestaciones y ceremonias públicas; compañía de
radiodifusión; prensa; cinematografía; teatro, y música, artes
plásticas y cultura popular), todos actúan bajo su control y
dirección. Además crea la “Cámara de Reich para la cultura” que
regula las condiciones de trabajo en cada uno de los ámbitos que se
controlan desde cada departamento (cine, teatro, radio, prensa,
etc.) y facilita los permisos de trabajo para poder trabajar en cada
uno de dichos ámbitos. Sin tal permiso era imposible encontrar
trabajo.

¿Cómo llegó al control de la radio?


- Desmantela la estructura federal de la radiodifusión alemana y
crea la Compañía de radio del Reich: las nueve emisoras regionales
independientes se convierten en filiales con direcciones controladas
directamente por el Ministerio;
- Integra en una sola institución todos los asuntos relacionados
con la producción, la audiencia y la comercialización de la radio;
- Convierte la radio alemana en la “voz de la nación”: contribuye
con subvenciones en la producción del radiorreceptor más barato
del momento; ayuda económicamente para que sea introducido
entre los hogares obreros; los receptores se diseñan con banda
corta para que no se puedan captar emisoras extranjeras y puso en
escena lo que se llamó “momentos de la nación”, es decir, los
mítines de los dirigentes nazis se transmitían por altavoces en las
plazas, fábricas, oficinas, escuelas, restaurantes, etc., hasta el punto
de interrumpir la vida profesional en toda la nación para que tuviese
lugar esa audición pública y masiva.

¿Cómo se llegó al control de la prensa?


El control de la prensa significó aplicar fases centralizadoras
progresivas hasta alcanzar el monopolio estatal de estas empresas
privadas (generalmente, relacionadas con algún grupo de presión,
20
MARIA TRINIDAD BRETONES

institución religiosa o partido). Antes de la subida al poder de los


nazis había en Alemania unos 4700 periódicos (igual a la suma de
los que existían por entonces en Inglaterra, Francia e Italia), con la
llegada al poder el número se reduce hasta alcanzar 977 en el año
1944. Fases de centralización:
a- el control de todos los trabajadores de la industria de la prensa
(se fusionó la Asociación de Editores de periódicos alemanes en la
Asociación de la prensa del Reich alemán y la Cámara de prensa del
Reich); esta institución se encargó de mantener a los editores y
periodistas “racialmente puros” , de regular la competencia en la
industria y de instruir una nueva generación de periodistas de
acuerdo con la ideología del partido;
b- la empresa editorial del partido nazi fue progresivamente
tomando posesión de la mayoría de la prensa alemana y de las
editoriales más importantes: muchos de los diarios mantuvieron su
nombre tradicional para que el lector no advirtiera el cambio de
propietario;
c- el mismo Goebbels, desde el departamento de prensa, controló
finalmente el contenido de los artículos y la información que se
suministraba en los periódicos; de éste dependía además la
publicación de la información oficial del gobierno que se aseguraba
la difusión interesada de información mediante la convocatoria
(obligada) de periodistas representantes de cada diario que debía
cubrir la conferencia de prensa; finalmente, la aprobación de leyes
que obligaban a los editores a convertirse en censores: los editores
estaban obligados a dejar fuera de sus diarios todo lo que pudiera
disminuir la fortaleza del Reich.

¿Cómo se llegó al control del cine?


Se realizó de espaldas al ciudadano común, ocultando cómo se iban
infiltrando muchos de los miembros del partido nazi en la industria
cinematográfica hasta llegar a tomar el control de una de las
asociaciones más poderosas de la industria y hasta conseguir
disolver el sindicato oficial del cine:
- se financiaron con dinero del estado un porcentaje elevado de
películas (en 1936 el 73 % de la películas alemanas)
21
MARIA TRINIDAD BRETONES

- los créditos bancarios estaban condicionados al control del


contenido
- se fijaron los criterios por los cuales se podía prohibir la
exhibición de una película
- y se fijaban marcas de distinción para destacar las películas de
“buena calidad”

El control de los medios de comunicación de masas se acompañó,


durante el tiempo que duró el régimen, de una orquestación
completa de todos los elementos que podían influir en la opinión
pública: discursos a través de megafonía, grandes celebraciones
públicas, espectáculos de masas, sobreabundacia de símbolos
ideológicos y de superioridad de la raza aria/pueblo alemán y
elaboración sistemática de la información propagandística mediante
el control del lenguaje que se usa en público (medios o discursos
públicos de todo tipo) y control de la información bélica (subrayando
las conquistas propias y la debilidad del enemigo), control de las
artes plásticas, de la literatura, de la música, de la arquitectura,
etc..
22
MARIA TRINIDAD BRETONES

3. La función movilizadora.

El final de la teoría hipodérmica coincide con el inicio de la relativización de los


efectos de los medios en las investigaciones sobre la comunicación de
masas27. Esta relativización lleva implícita la negación -o el replanteamiento-
de la función manipulativa de los medios. A partir de 1940 empiezan a
realizarse trabajos de investigación y teorías que exploran el origen de los
efectos, atribuidos hasta ese momento a los medios, en las situaciones
sociales diversas -más allá de los medios- en que tales efectos se producen.
De este conjunto de trabajos y teorías emerge la idea de que los efectos que
parecen producir los medios están ya presentes, desde el origen, en el medio
social: emerge la idea de que los medios "movilizan" -pero no producen- lo
que ya existe; emerge la idea de que a los medios por sí solos no se les puede
atribuir ningún efecto directo; incluso, emerge la idea de que los efectos que
se investigan podrían haberse producido "sin los medios" o con la intervención
de otro tipo de agente catalizador.

El conjunto de trabajos y modelos que dan cuenta de la función de los medios


en estos términos forma parte mayoritariamente del paradigma funcionalista,
que define la funcionalidad de los subsistemas sociales en los términos en que
éstos sirven y se adaptan al sistema social general del que forman parte. M.
Wolf resume la interpretación de las funciones y los papeles que desempeña
cualquier subsistema social explicando que desde el paradigma funcionalista
"[l]a lógica que regula los fenómenos sociales está constituida por las
relaciones de funcionalidad que sirven de guía a la solución de cuatro
problemas fundamentales, o imperativos funcionales, a los que todo sistema
social debe hacer frente:

27 Ahora (desde los inicios de los años cuarenta hasta finales de los sesenta) la perspectiva de
investigación dominante niega el "poder de los medios" y en esta negación se expresa la
superación del momento inicial de recelo al que ya hemos aludido; pero ¿qué está cambiado al
mismo tiempo? Hay aquí algunos desarrollos elocuentes, por ejemplo (como describimos en el
capítulo 2 de la primera parte), la prensa radical o popular es superada por la "prensa comercial";
la radio es útil para la movilización bélica de la población; el cine se convierte en una gran
industria norteamericana ... Se empieza a percibir la idea de que los medios pueden ser "útiles" si
se desarrollan (si su uso social se encamina) en una dirección determinada.
23
MARIA TRINIDAD BRETONES

1. La conservación del modelo y el control de las tensiones (todo sistema


social posee mecanismos de socialización que realizan el proceso mediante el
cual los modelos culturales son interiorizados en la personalidad de los
individuos).

2. La adaptación al ambiente (todo sistema social para sobrevivir debe


adaptarse al propio ambiente social y a otros. Un ejemplo de función que
responde al problema de la adaptación es la división del trabajo (...)).

3. La persecución de la finalidad (todo sistema social tiene varias finalidades


que alcanzar [ y las alcanza mediante el desempeño de tareas específicas] (...)

4. La integración (las partes que integran el sistema deben estar relacionadas


entre sí [y lo están por medio de una estructura que los integra])"28

En lo que sigue damos cuenta de las investigaciones y los modelos teóricos


más difundidos e influyentes que explican la función social de los medios en
términos funcionalistas y, específicamente, como "función movilizadora"

I- En 1940 se publica una investigación, que lleva a cabo Cantril29, sobre las
causas del pánico generalizado producido aparentemente por la emisión (un
año antes de esa publicación) de una de las sesiones del famoso programa
radiofónico de O. Welles, "La guerra de los mundos". La sesión especial
describía la invasión de la Tierra desde Marte; la composición de sus mensajes
estaban presentados en forma de información verídica y sólo una vez, en el
inicio de la emisión, se ofrecía el dato de que en realidad se trataba de un
programa de ficción. El público respondió a la emisión, antes y después de
finalizar, como si lo que hubieran oído fuese la información de una catástrofe
verídica y en plena ocurrencia. Parecía, pues, que los medios tenían la
capacidad de generar pánico masivamente.

28M. Wolf, La investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas, Paidós, Barcelona


1991, pág. 71.

29 H. Cantril, "La invasión desde Marte", en M. de Moragas (ed.), Sociología de la comunicación de


masas, Gustavo Gili, Barcelona 1986, Vol. II, págs. 91-110. Un buen resumen y evaluación de esta
investigación los realiza M. Wolf en su obra Los efectos sociales de los media, Paidós, Barcelona
1994, págs. 38-9.
24
MARIA TRINIDAD BRETONES

Cantril, por medio de su investigación, invierte el significado de este


acontecimiento: el efecto del pánico real del público que seguía el programa
tiene su origen en una determinada y diferenciada "habilidad crítica" inserta en
los individuos y sin relación con el poder del mensaje radiofónico. Los
individuos afectados por el pánico carecían del nivel mínimo y necesario para
discernir entre la realidad y la ficción. Esta carencia se explicaba, a su vez, por
el bajo nivel de conocimientos que caracterizaba a muchos de esos individuos
afectados; además, se añadía la circunstancia del "ambiente" (de crisis
económica y de continua alarma ante una guerra próxima) en el que se
encontraban la mayoría de los receptores y que entorpecía la posibilidad de un
juicio racional que acompañara la interpretación de los mensajes radiofónicos
en general (y no sólo de esta emisión).

De la investigación de Cantril podemos deducir las causas reales de los efectos


atribuidos a los medios, y podemos deducir, también, la "función movilizadora"
de lo que ya existe previamente a la intervención "catalizadora" de los
mensajes de los medios.

II- El mismo Lasswell, al que ya hemos hecho referencia, lleva a cabo un


conjunto de investigaciones y trabajos que rompen con su primera
interpretación sobre los medios. El modelo lassweliano de 194830 propone
una forma apropiada para describir e investigar el acto de comunicación en el
que intervienen los medios:

" ¿quién

dice qué

a través de qué canal

a quién

y con qué efecto?"31

30 H. Lasswell, "Estructura y función de la comunicación en sociedad", en M. de Moragas (ed).


Sociología de la comunicación de masas, Gustavo Gili, Barcelona 1986, Vol. II, págs. 50-68.

31 Lasswell, op. cit. en M. de Moragas (ed.) op. cit. pág. 51.


25
MARIA TRINIDAD BRETONES

En esta secuencia de preguntas se resumen: uno, los centros de atención -que


desde ese momento ya no han sido abandonados- en la investigación sobre
los efectos de los mensajes de los medios, esto es, respectivamente, el análisis
de los profesionales-comunicadores de los medios, del contenido del mensaje,
del tipo de medio, del público y de los efectos; y dos, se resumen los distintos
frentes en los que debe encontrarse la causa o causas de los efectos de los
mensajes de los medios. Su modelo sitúa a los medios funcionando en medio
de condiciones diversas y algunas ajenas a los mismos medios.

Lasswell asocia, en la interpretación de las funciones de los medios, las tres


tareas básicas demandadas para el mantenimiento del sistema social que los
medios desempeñan:

"(...) a) vigilancia del entorno, revelando amenazas y oportunidades que


afecten a la posición de valor de la comunidad y de las partes que la
componen; b) correlación de los componentes de la sociedad en cuanto a dar
una respuesta al entorno: c) transmisión del legado social." 32

III- El modelo conocido como "flujo de comunicación en dos fases"33


tiene su máxima vigencia entre las décadas de los cuarenta y cincuenta y es la
propuesta original de Lazarsfeld, Merton y Katz, pero en ella se incluyen
también a Hovlan y Klapper34. Desde este modelo, los medios son ahora

32 Lasswell, op. cit. en M. de Moragas (ed.) op. cit.pág. 68.

33 E. Katz, "The two-step flow of communication", en W. Schramm (ed.), Mass communication,


Illini Books, Urbana 1960, págs. 346-366.

34 Las publicaciones de las obras individuales de estos autores y algunos trabajos de colaboración
entre ellos constituyen el desarrollo básico de este modelo:

E. Katz y P. Lazarsfeld, La influencia personal: el individuo en el proceso de comunicación de


masas, Hispano-europea, Barcelona 1979. (Edición original de 1955).

P. Lazarsfeld, B. Berelson y H. Gaudet, El pueblo elige. Cómo decide el pueblo en una campaña
electoral, Paidós, Buenos Aires 1962. (Edición original de 1944).
26
MARIA TRINIDAD BRETONES

percibidos en la relación con su público con una mediación: los líderes de


opinión. Estos investigadores proponen interpretar los efectos de los mensajes
de los medios en términos mínimos porque descubren, en sus investigaciones,
que el mensaje de los medios es filtrado por los grupos sociales en los que se
insertan los individuos; para éstos, los grupos respectivos elaboran las
interpretaciones posibles sobre los mensajes; y descubren, también, que lo
que llega al grupo no es el mensaje de los medios, directamente, sino el
mensaje interpretado por un líder de opinión:

"Cada escalón social contiene sus propios líderes de opinión, o sea, los
individuos aptos para influenciar a otras personas dentro de su entorno."35

El "modelo de comunicación en dos fases" forma parte del paradigma


funcionalista, cuya interpretación del papel social de los medios de
comunicación de masas se ajusta al esquema sobre el papel de cualquier otro
subsistema social: desempeña una función de mantenimiento -y en medio de
y en interacción con otros subsistemas- del sistema social global en el que
opera. Y si, a esta interpretación, añadimos las conclusiones de las
investigaciones del propio modelo sobre la capacidad limitada de los medios
de producir directamente efectos o cambios de conducta en sus receptores,
entonces la "función movilizadora" tiene el sentido de interpretar a los medios
"movilizando" conductas latentes en medio de un conjunto de subsistemas con
idéntica orientación final. Si la conducta movilizada es adecuada al
funcionamiento del sistema social entonces diremos -desde este paradigma-
que llevan a cabo una intervención "funcional", y si no es adecuada al
funcionamiento del sistema social -desde el mismo paradigma- diremos que la

P. Lazarsfeld y R. Merton, "Comunicación de masas, gustos populares y acción social organizada",


en M. de Moragas, Sociología de la comunicación de masas, Gustavo Gili, Barcelona 1986, Vol II,
págs. 22-49.

J. T. Klapper, Los efectos de la comunicación de masas. Poder y limitaciones de los medios


modernos de difusión, Aguilar, Madrid 1994.

C. I. Hovland et alii, Communication and Persuasion: Psicological Studies of Opinion Change, Yale
University Press, New Haven 1953.

35 E. Katz y P. Lazarsfeld, op. cit. pág. 3-4.


27
MARIA TRINIDAD BRETONES

interacción de los distintos subsistemas produce "disfunciones" que afectan a


la totalidad del sistema.

IV- El "modelo de comunicación en múltiples pasos"36 es, en cierto


sentido, la superación del modelo anterior pero, en otro, su continuación.
Supera al modelo anterior porque expresa la mediación de la relación medios-
público por medio del conjunto de factores que intervienen en el proceso de
comunicación de masas y que determinan tanto al mensaje, como a la fuente
o a las condiciones de recepción, esto es, el carácter y las condiciones
discursivas del mensaje, los individuos influyentes en la comunicación de
masas, los individuos influyentes socialmente en medio de sus grupos
(líderes), los individuos integrados en grupos organizados y los individuos
aislados. Podríamos decir que este modelo completa la interpretación del
proceso de comunicación de masas que introduce el modelo anterior. Y es, por
tanto, una continuación del modelo anterior porque no abandona la
interpretación funcional del papel de los medios. En este modelo, como en el
anterior, cobra sentido la atribución de una función movilizadora a los medios
de masas.

V- La "teoría de los usos y gratificaciones" emerge en medio de un


conjunto de investigaciones que concentran su atención en el tipo de
gratificación que recibe el público con los mensajes que los medios emiten.
Esta teoría "(...) se remonta al comienzo de la investigación empírica sobre la
comunicación de masas. Tales estudios estuvieron bien representados por las
colecciones de Lazarsfeld/Staton (1942, 1944, 1949); por Herzog (1942), en
los programas de preguntas y respuestas y en las gratificaciones derivadas de
escuchar seriales radiofónicos; por Suchman (1942), sobre los motivos que
suscitan interés por los programas de radio basados en música clasica; por
Wolfe/Fiske (1949), sobre el desarrollo del interés de los niños por los cómics;
por Berelson (1949), sobre las funciones de la lectura de periódicos, etc. Cada

36 "Con esta denominación, acuñada en 1976 por los norteamericanos Kraus y Davis -y que a
veces se simplifica en la expresión "diffusion model"-, se hace referencia al conjunto de
matizaciones y críticas que, desde el inicio de los años sesenta, se vienen haciendo a la vieja teoría
de "la influencia en dos etapas", de Lazarsfeld y su equipo" , dice J.L. Dader para referirse a este
modelo en "Teorías de la Transición" en A. Muñoz Alonso y otros, Comunicación política y opinión
pública, Eudema, Madrid 1992, cap. 8 pág. 258. Encontramos una síntesis del esquema de este
modelo, más adelante, en este mismo capítulo.
28
MARIA TRINIDAD BRETONES

una de estas investigaciones apareció junto a una lista de las funciones


cumplidas por algún contenido específico o por el medio en cuestión (...)"37. Y
se incluyen en ella algunas de las últimas investigaciones empíricas sobre los
efectos de los medios y estudios sobre las condiciones de recepción o las
condiciones y tipos de públicos de los medios38. De hecho, en esta teoría ya
no se refieren conclusiones genéricas para el público en general, sino que
establecen conclusiones sobre los efectos de los medios a públicos específicos.
Este cambio de consideración expresa el núcleo de la teoría: los efectos que

37 Katz, Blumler y Gurevitch, "Usos y gratificaciones de la comunicación de masas", en M. de


Moragas (ed.), op. cit., Vol. 2 pág. 130-1. Los textos a los que se hace referencia en la cita son:

Lazarsfeld/Staton, Radio Research 1941, Duell, Sloan & Pearce, Nueva York 1942, que incluye:
Herzog, "Professor Quiz: A gratification study" y Suchman, "An invitation to music".

Lazarsfeld/Staton, Radio research 1942-3, Duell, Sloan & Pearce, Nueva York 1944.
Lazarsfeld/Staton, Communications researchs: 1948-9, Harper & Row. Nueva York 1949, que
incluye: Wolfe/Fiske, "Why children read comics" y Berelson/Salter, "What "missing the
newspaper" means".

38 "De hecho la investigación reciente sobre los efectos y de los "usos y gratificaciones" podría
muy bien conducir a una convergencia final entre estas dos tradiciones", como señalan K. B.
Jensen y K. E. Rosengren en su trabajo "Cinco tradiciones en busca del público". O como
manifiesta J. Curran -críticamente y respecto del sentido más general de la convergencia entre las
últimas investigaciones- en "El decenio de las revisiones. La investigación en la comunicación de
masas en la década de los 80": se está produciendo una confluencia entre la perspectiva
revisionista (que arranca de la Communication Research y del paradigma funcionalista) y la
perspectiva crítica (específicamente desde la "perspectiva culturológica" -de la que daremos
cuenta más adelante-). Con este tipo de valoraciones (que no enjuiciamos) sobre las
investigaciones finales queremos poner de relieve el peso específico de la "teoría de los usos y
gratificaciones" en la investigación sociológica de los medios, y queremos poner de relieve, en lo
que ahora tratamos, que en el fondo este conjunto que hemos denominado "teoría" es
básicamente un punto de vista sobre la relación medios-público o emisor-receptor en la
comunicación de masas: la idea central es asumir en la investigación sobre los medios no sólo la
búsqueda de las determinaciones que los medios imponen sino también aquellas que impone el
público (y que se constituyen en el medio social en el que operan esos públicos, previa a sus
interacciones con los mensajes de los medios).

La publicación de estos dos trabajos en D. Dayan (comp.) En busca del público, Gedisa, Barcelona
1997, pág. 339 para la cita de esta nota, y págs. 329-334 y 49-82, respectivamente para cada
trabajo mencionado.
29
MARIA TRINIDAD BRETONES

los medios producen no se pueden explicar en correspondencia con los


mensajes que emiten porque las investigaciones muestran que delante de los
mismos mensajes existen públicos diferentes, precisamente, porque hacen un
uso diferenciado de los mismos. Dependiendo del tipo de "gratificación" que el
receptor del medio espere de un determinado mensaje así será "usado" y -en
la misma relación proporcional- se producirán unos determinados efectos.

Esta teoría sobre el potencial de efectos de la exposición al contenido de los


medios emerge en medio de un conjunto de investigaciones que concentran
su atención en el tipo de gratificación que recibe el público con los mensajes
que los medios emiten. Se inspira, de hecho, en una afirmación de Elihu Katz
en referencia ha lo que han sido los intentos de evaluación de los medios
hasta el momento: “la investigación ha de prestar menos atención a lo que los
medios hacen en la gente y más a lo que la gente hace con los medios”. Con
ella se centra, por tanto, la atención no en la emisión de los medios sino en la
recepción del contenido de los medios. Algunos años después de esta
afirmación Blumler y McQuail, a finales de los años 60 y principios de los 70,
realizan una investigación sistemática sobre los usos de los telespectadores del
contenido de las campañas electorales. Los resultados de ambas
investigaciones y la acumulación de datos contrastados que representan fijan
hasta hoy las principales premisas del modelo:

1. La influencia de los mensajes depende más del uso que hacen sus
receptores que de las características propias del mensaje

2. Un mismo mensaje desencadena tantos efectos como los usos diferencias


que se hacen del mismo

3. Los usos están determinados por los motivos de los receptores que
atienden el mensaje y que eligen el medio por el que reciben tal mensaje

4. Los motivos de los receptores se correlacionan, o no, con las gratificaciones


conscientes que los receptores experimentan al usar de determinada
manera el mensaje.

5. La correlación positiva entre motivaciones/ usos/ gratificaciones mantiene


activa la atención del receptor por el mensaje y determina el nivel y las
características de los efectos asociados.
30
MARIA TRINIDAD BRETONES

ANÁLISIS DE LA CAMPAÑA ELECTORAL DE 1966:

Se muestra que los receptores de la campaña, en función del interés


o la motivación declarada por atender al mensaje, quedaban
clasificados del modo siguiente :

- Algunos de los receptores de la misma lo eran por el hecho de ser


militantes del Partido Político que es sujeto del mensaje difundido.

- Otros atendieron al mensaje de la campaña para conocer las


características de su contrincante y extraer sus puntos débiles.

- Otros atendieron al mensaje de la campaña porque en ese


momento de emisión deseaban simplemente ver algo en
televisión.

En las investigaciones más recientes realizadas desde las premisas del


modelo ya no se refieren conclusiones genéricas para el público en
general, sino que establecen conclusiones sobre los efectos de los medios
a públicos específicos. Este cambio de consideración expresa el núcleo de
la teoría: los efectos que los medios producen no se pueden
explicar en correspondencia con los mensajes que emiten porque
las investigaciones muestran que delante de los mismos
mensajes existen públicos diferentes, precisamente, porque
hacen un uso diferenciado de los mismos.

En el enfoque del análisis empírico se discrimina entre:

a. los orígenes sociales y psicológicos de los receptores

b. las necesidades derivadas o implícitas a estos orígenes

c. las expectativas asociadas a los medios presentes de manera


consciente en cada grupo
31
MARIA TRINIDAD BRETONES

d. las diferencias de exposición a los medios y la combinación con otras


actividades complementarias relacionadas con la recepción de los
medios o relacionadas con el tipo de mensaje que se recibe (de ocio,
de información, de participación en organizaciones y asociaciones,
etc.).

Esta manera de proceder analíticamente está orientada a intentar responder a


una pregunta final: ¿Cómo satisface cada grupo resultante y cada receptor
concreto analizado sus necesidades sociales cuando éstas se articulan con la
comunicación de masas? O, más simplemente formulada: ¿Cuáles son las
gratificaciones esperadas o conscientemente extraídas por parte de los
receptores de los medios de masa?

El desarrollo actual del modelo también incluye una premisa principal: El


público de los medios es deliberadamente consciente en su elección
de medios y mensajes y lo hace con intención de alcanzar objetivos
individuales. (La capacidad selectiva de los receptores será una de las
premisas puestas en cuestión por otros modelos alternativos de análisis que se
desarrollan desde mediados de los años 70 en adelante, como el modelo de
propaganda o el modelo de la agenda). En este sentido, el modelo parece
descubrir que:

a. El público receptor vincula un objetivo o gratificación esperada a un medio


antes que a otro, por ejemplo, elige la televisión para entretenerse o como
herramienta de compañía, antes que para informarse; o elige la prensa para
obtener información.

De esta capacidad de elección se deriva la afirmación de que no se pueden


producir efectos directos e intencionalmente establecidos por parte de los
emisores.

b. Lo que los medios pueden ofrecer en el nivel de expectativas, gratificación u


objetivo, definidos desde el público, también se puede dar en medio de otras
actividades que no tienen relación con la comunicación de masas.
32
MARIA TRINIDAD BRETONES

c. Cuando el público de los medios es analizado siempre es capaz de


identificar motivos o necesidades concretas asociadas a la recepción de los
medios y que son a priori a tal recepción.

De este primer desarrollo del modelo podemos derivar algunas


generalizaciones: si los receptores esperan información de los medios y creen
en ella como si contuviese datos fidedignos sobre el mundo -porque así la
usan- entonces organizan su conducta en función de los datos que tal
información proporciona; si los receptores de los medios esperan
entretenimiento de los mensajes de los medios, entonces interpretan estos
mensajes en esta clave y se entretienen con los medios; si los receptores de
los medios creen conocer los productos que se venden por medio de la
publicidad, entonces eligen su consumo de productos a partir de ella. Y bajo la
misma suposición en la relación usos/ gratificaciones podríamos decir también
que: si los receptores de los medios esperan comprender sus emociones,
frustraciones o problemas por medio de las emociones, frustraciones o
problemas que se representan en los medios, entonces comprenden
emociones, liberan frustraciones o resuelven problemas a partir de las pautas
que se establecen con los mensajes de los medios (incluso imitando las
conductas que se representan en los mensajes de los medios).

La etapa más madura del modelo, desde los años 80 en adelante, matiza la
capacidad selectiva de los públicos y la capacidad individual de articular
expectativas o gratificaciones conscientemente esperadas mediante la
recepción de los mensajes de los medios. Lo que en esta etapa final se incluye
es el descubrimiento de que los receptores de los medios forman parte de
subculturas específicas que negocian el significado de los mensajes desde
tales núcleos culturales y que la capacidad de producir efectos desde las
intencionalidades del emisor va a depender de la habilidad de desentrañar los
códigos y las necesidades asociadas a tales subculturas y aprovecharlos como
elementos que den forma al mensaje con el que se pretende producir efectos.

A partir de este momento, el mismo modelo afirmará que determinados


mensajes de los medios van a producir efectos diferenciados si se
dirigen y son recibidos por hombres o por mujeres, por jóvenes, por
grupos ideológicos determinados, etc. Y a partir de este momento se
considerará la variable por la que los medios también pueden
moldear la gratificación esperada, aunque no el uso. Se afirmará,
33
MARIA TRINIDAD BRETONES

pues, que los medios no son inocuos, aunque no tengan la capacidad


de producir efectos homogéneos en la población.

ESTUDIOS CONCRETOS DE LAS DOS ETAPAS DE MODELO:

-1949- Patricia Kendall y K. Wolf realizan el análisis de la


recepción de una serie de tiras cómicas con objetivos
antirracistas.

Datos relevantes del mensaje: el personaje principal del cómic es


de mediana edad, con carácter gruño o cascarrabias, poco
atractivo y actitudes racistas.

Datos de la recepción del mensaje:

- el 31% de los receptores no identificaron el objetivo antirracista


algunos desacreditaban el comportamiento del personaje no por
antirracista sino por considerarlo socialmente o intelectualmente
inferior

- otros veían confirmados sus puntos de vista racista (había


identificación con el personaje y no rechazo)

- algunos entendieron que el cómic era una crítica satírica contra la


vieja generación, pero ellos como sujetos receptores ni se sentían
aludidos ni cuestionados, independientemente del hecho de que
algunos coincidían en edad con el personaje

- sólo en unos pocos de casos reevaluaron su conducta.

1954- A. Hastorf y H. Cantril realizan un experimento que


consiste en mostrar una película de un partido de fútbol en el que
juegan dos equipos de dos Universidades (A y B), era un partido en
el que predominaba el juego sucio por parte de todos los jugadores;
la película es vista por dos grupos de estudiantes y cada uno
perteneciente a una Universidad distinta ( A y B); el equipo B gana
el partido; a cada grupo se le pregunta sobre las infracciones que
visualizan. Las respuestas que ofrecen son las siguientes:
34
MARIA TRINIDAD BRETONES

- el grupo A indica que el equipo de la Universidad B comete el


doble de infracciones que los de la Universidad B

- el grupo B indica que el número de infracciones era equivalente en


ambos equipos

- las actitudes iniciales de cada grupo son similares pero las


disposiciones a la hora de interpretar lo que visualizan se activan en
la misma recepción

- las disposiciones varían en función del resultado

- las actitudes se correlacionan con la identificación sociológica del


grupo

- la disposición se activa en una dirección u otra en función de la


recepción del mensaje y del resultado del partido.

- - 1985- I. Ang realiza un primer estudio sobre la


recepción de la serie Dallas39 en los Países Bajos. En éste se
indica que los seriales pueden relativizar los problemas de los
miembros de la audiencia y hacerlos más llevaderos o incluso
placenteros, especialmente entre la audiencia compuesta por
amas de casa que además detectan (en referencia a la propia
realidad) la presencia de los comportamientos machistas en la
narración de la serie. La correspondencia entre interpretación del
mensaje de manera referencial (la propia vida cotidiana) o la
interpretación del mensaje de manera crítica (tomando distancia
de la propuesta argumental o bien señalando que es la narración
de los guionistas, o ofreciendo puntos de vista sobre el tema
general que se enuncia) tiene mucho que ver con el nivel
cultural e ideológico de la audiencia.

- Finalmente, del modelo se pueden deducir, además, un catálogo


de usos diferenciados que los individuos pueden adoptar delante
de los mensajes de los medios:
39 Un estudio posterior de E. Katz y T. Liebes ofrecen información sobre la recepción de un episodio de esta
serie por parte de receptores de nacionalidades diferentes. Ver Katz, E y Liebes, T. “Seis interpretaciones
de la serie Dallas” en Dayan, D. (1997): En busca del público, Barcelona, Gedisa, págs. 145-168.
35
MARIA TRINIDAD BRETONES

- conocer/ informarse

- entretenerse/ divertirse/ reirse, etc.

- confirmar puntos de vista propios/ confirmar la propia identidad


(política, social, estética, moral, etc)

- desahogar malestar/ inhibirse de la experiencia inmediata

- apaciguar la soledad

- alienarse de la propia experiencia

- articular juicios sobre los distintos ámbitos de la vida

VI- En una línea semejante al caso previo se mueve el denominado "modelo


de difusión en J"40 que, como el anterior, por medio de investigaciones
concretas concibe el público de los medios como "públicos específicos" de
determinados mensajes de los medios. Pero asumiendo esto comopunto de
partida descubre, además, que ciertos mensajes tienen mayor calado entre un
público amplio -que aglutina a "publicos específicos"- desde el momento en
que ese tipo de mensajes encuentran en los medios de comunicación de
masas el primer canal posible de difusión: son los mensajes de
acontecimientos políticos, culturales o sociales de gran relevancia41 (la muerte
de un presidente, el final de la guerra fría o el final de una dictadura, una
catástrofe natural, etc.). Este tipo de mensajes tienen en común la difusión
espontánea entre el público más amplio y el uso coincidente de los medios de
comunicación de masas como canal de difusión (excepto para los
directamente afectados por el acontecimiento) .

40 La síntesis de este modelo la hemos elaborado a partir de la presentación del mismo que hace J. L.
Dader en "Teorías de transición", publicado A. Muñoz Alonso y otros, Comunicación política y opinión
pública, Eudema, Madrid 1992, Cap. 8, págs. 264 y ss.

41 Lo que el modelo no considera es el proceso por el que se definen ciertos acontecimientos, y no otros,
como relevantes: el sentido común evalúa ciertos acontecimientos como "relevantes" y esta evaluación
parece coincidir con la jerarquía de relevancia que aplican los medios en la selección de información sobre
el conjunto de acontecimientos; pero bien podría decirse y probarse también que la evaluación del sentido
común forma parte -como producto- de los efectos que producen los mensajes de los medios.
36
MARIA TRINIDAD BRETONES

La "difusión en J" -como describe la imagen de la curva que sirve de


denominación a este modelo- incluye, además, otros tipos de acontecimientos
y de públicos receptores de los mensajes. Estos acontecimientos pueden ser
clasificados en función (desde una de las coordenadas que define la curva) de
la posibilidad que tienen los públicos de recurrir a otros canales de información
distintos de los medios, y en función (desde la otra coordenada) del interés
relativo que suscita el acontecimiento entre el público. El modelo, así como la
curva que le da su nombre, refleja una correspondencia entre el grado de
interés -más o menos extenso en la población- que suscitan los
acontecimientos y los tipos de canales -más o menos masivos- por los que
aquellos se difunden en primer lugar.

La función final combina dos variables básicas:

x- % de la población que tuvo noticia del acontecimiento

y- % de la población que obtuvo la información por otras fuentes de


información alternativas a los medios, predominantemente por los medios o
por los medios en combinación con otras fuentes de información

Los acontecimientos de interés general y máxima relevancia social llega a la


casi totalidad de la población de manera combinada a través de los medios y
por fuentes diversas de información (por ejemplo, el 11 S , o el 11 M de
2004). En este tipo de acontecimientos generalmente se improvisan canales
de comunicación sustitutos de los canales oficiales y de los mass media.

Los acontecimientos de interés general pero sin implicaciones personales o


sociales inmediatas llegan al público, como fuente principal de información, a
través de los mass media, aunque el porcentaje de la población que recibe
información es bajo. Este tipo de acontecimientos incluye las noticias más
rutinarias que llenan los espacios informativos de los mass media.

Los acontecimientos de máximo interés particular para una minoría llegan a


esa minoría por medio de canales de información alternativos a los medios
(aunque los medios también difunden la información), por ejemplo, el
concurso público de una obra, unas oposiciones, etc.

El modelo destaca dos aspectos relevantes en la atribución de la "función


social" que los medios desempeñan: uno, existe una correspondencia entre
37
MARIA TRINIDAD BRETONES

tipos de públicos (clasificables en función de lo que les interesa) y tipos de


mensajes (clasificables en una gradación de más o menos relevantes para el
conjunto de la sociedad); y dos, los MCM son el primer canal de información
de aquellos acontecimientos de mayor interés para el público más general. Se
repite en este modelo, aunque con otra interpretación, la idea de una
acomodación espontánea entre "expectativas" (de lo relevante, en este caso)
y "satisfacción" de las mismas; y, por tanto, refleja en general una
acomodación en el uso de los mensajes que los medios ofrecen y lo que sus
públicos esperan. Luego, y según el modelo, los medios movilizan al público
más general (informándose o actuando) alrededor de los acontecimientos que,
previamente, la sociedad en su conjunto considera como relevante42 (o sobre
aquello que está predispuesta a movilizarse).

•••••••••••

La imagen de la sociedad que emerge de la interpretación de este conjunto de


trabajos coincide con la imagen de la sociedad que proyecta el paradigma
funcionalista al que se remiten todos ellos: la sociedad opera como un sistema
social en equilibrio (síntesis de actividades o funciones y organización de las
mismas) que, a su vez, se compone de subistemas especializados (en
determinadas funciones o actividades), que desarrollan su actividad de manera
interdependiente al servicio del objetivo común del funcionamiento de la
totalidad del sistema social y para garantizar ese equilibrio. Los medios
constituyen un subsitema específico especializado en la actividad de la
comunicación de masas, desde la que desempeñan aquellas "funciones" que
demandan otros subsistemas con los que interactúan, o que demanda el
sistema social en su conjunto. Los medios -con sus mensajes- operan
"vigilando el contexto social" e inspeccionan "las condiciones de moralidad,
prestigio, status, o las circunstancias relevantes para la actividad económica,
política o cultural, etc." que deben servir de guía en la actividad que
desarrollan organizaciones e instituciones específicas, grupos o individuos.
Operan, también, "correlacionando" las partes de actividad; "transmitiendo la
cultura" común y necesaria para el sistema social; y ofreciendo distracción o

42 No queda claro -sobre el modelo- qué papel juegan los medios en la determinación de acontecimientos
relevantes para el conjunto de la sociedad; parece más bien que el acuerdo común sobre aquello
socialmente relevante es producto del sentido común y el uso de los MCM como canal sea más bien
resultado de la eficacia en la difusión masiva que éstos facilitan.
38
MARIA TRINIDAD BRETONES

"entreteniendo". El desempeño de estas funciones produce, al mismo tiempo,


ciertas disfunciones que ni los medios ni el sistema social pueden evitar43.

El conjunto de trabajos remite a la imagen de una sociedad como pluralidad,


entendiendo ésta primeramente en términos de "pluralidad de actividades". De
esta pluralidad emergen, luego, la pluralidad de formas de organización, la
pluralidad de grupos hegemónicos, la pluralidad de intereses; o emergen la
jerarquía de poder, la jerarquía de intereses y valores, etc., y también emerge
la jerarquía de mensajes de los medios. Pero todo lo que podamos caracterizar
como aspecto específico que compone al sistema social tiene una explicación
funcional o, en algún caso, es una "disfuncionalidad"- entendida como
producto de las conexiones necesarias que establecen entre sí las partes de
que se compone el sistema social-.

43 Véase el "Inventario funcionalista parcial para la comunicación de masas" de Ch. R. Wright, en


M. de Moragas, op. cit, Barcelona 1986, vol 2. págs. 78-9.
39
MARIA TRINIDAD BRETONES

4. La función de "control social".

La función de control atribuida a la actividad que llevan a cabo los medios


emerge -de manera más o menos directa- de varias perspectivas: el "modelo
de propaganda"; el "modelo de la agenda setting" junto con los estudios sobre
los emisores (desde el "gatekeeper" al "newsmaking"; y la "teoría de la espiral
de silencio"). Cada uno de estos modelos y teorías adopta un punto de vista
distinto en la explicación de la función social de los medios. Veámoslo a
continuación:

a) El "modelo de propaganda" atribuye a los medios una función de control


social mostrando los resultados -la conformidad de conductas individuales-
que los medios producen. Para este modelo, los medios fabrican el consenso
(básicamente económico y político, pero también cultural) necesario para el
mantenimiento de orden social establecido por las élites para la estabilidad y
reproducción de la forma social que las sostiene (la forma de capitalismo
industrial moderno). El modelo se fundamenta en una condición: si los
análisis sobre los medios prueban la fabricación del consenso -cómo se define
y cómo es aceptado por la mayoría de la sociedad- entonces también queda
probada la "función de control" que los medios ejercen.

b) El "modelo de la agenda setting" y la "teoría de la espiral de


silencio" entienden el ejercicio de la "función del control" como un proceso,
del que cada uno -el modelo y la teoría- da cuenta de manera distinta. Para el
primero, la función de los medios se muestra en el proceso de selección de la
información y el proceso de producción de las noticias que llevan a cabo los
periodistas que trabajan en los medios; para este modelo también,
dependiendo de la forma (más o menos autónoma, o más o menos rutinaria)
que los periodistas adopten en la realización su trabajo se podrá afirmar la
hipótesis de la función de control en un sentido más o menos fuerte. Para la
"teoría de la espiral de silencio", atribuir a los medios la función de control es,
al tiempo, atribuirles la capacidad de organizar, gestionar o controlar los
procesos sociales implícitos en la formación de la opinión pública; para esta
teoría, los medios controlan a la sociedad en la medida que controlan el
proceso de la opinión y, por tanto, la clave es mostrar en qué medida y
sentidos operan los medios en el proceso de formación de la opinión pública.
40
MARIA TRINIDAD BRETONES

I- Noam Chomsky elabora -junto con Edward S. Herman- un modelo de


análisis del funcionamiento de los medios de comunicación de masas en su
trabajo titulado Manufacturing consent: the political economy of the mass
media (traducido al castellano como Los guardianes de la libertad44). El
"modelo de propaganda" que presentan arranca de una hipótesis central:
los medios de comunicación de masas sirven a los intereses de la élite
dominante -el Estado y la actividad privada de las empresas-. Proponen, a
partir de ésta, una interpretación de los medios como instrumento de
propaganda que, por razones de autocensura (y no de conspiración) ofrecen
una visión sesgada de la realidad: los periodistas producen los mensajes
propagandísticos condicionados por la organización en la que trabajan;
condicionados por las rutinas productivas en las que desarrollan su actividad; y
condicionados por las expectativas informativas que perciben -expresadas
desde instancias sociales externas al hecho de la producción de información, o
expresadas por el conjunto de profesionales del que forman parte-etc.

"El dominio de los medios de comunicación por parte de la élite, y la


marginación de la disidencia que se deriva de la actuación de los filtros que
hemos mencionado, se realiza de una manera tan natural que la gente que
trabaja en dichos medios, y que con frecuencia actúa con absoluta integridad
y buena voluntad, son capaces de autoconvencerse de que eligen e
interpretan las noticias de una manera "objetiva" y sobre la base de unos
valores profesionales. (...)"45

En el modelo, la autocensura se justifica en una serie de cinco "filtros":


primero, la concentración de los medios en una docena de corporaciones
empresariales de ámbito mundial que manejan el contenido de la
comunicación de masas en función de la obtención de beneficios; segundo, la
colonización de los medios por la publicidad; tercero, la dependencia de los
medios respecto de las fuentes de información gubernamentales y

44 N. Chomsky y E. S. Herman, Los guardianes de la libertad, Crítica, Barcelona 1990.

45 N. Chomsky y E. S. Herman, Los guardianes de la libertad, Crítica, Barcelona 1990, pág. 22


41
MARIA TRINIDAD BRETONES

corporativas a través de la gestión burocrática de las empresas de


información; cuarto, los grupos que actúan como "reforzadores de opinión" y
como elementos de presión para que los medios sigan la agenda de los
intereses corporativos de las élites; y quinto, la ideología del anticomunismo o,
en sentido más amplio, la especificidad de la ideología dominante (tanto en el
caso de Estados Unidos como de otras sociedades, dependiendo del momento
y del interés político este "anticomunismo" se transforma en otros conjuntos
de significados asociados a los símbolos-estandarte de la ideología
dominante).

Hay dos premisas que operan en la identificación de estos cinco filtros. Una, la
desigualdad manifiesta de riqueza y poder que penetra cualquier forma de
sociedad estratificada, en concreto, la forma de las sociedades de los países
desarrollados y con sistemas políticos democráticos (como es el caso de la
sociedad de Estados Unidos que es el ejemplo real que ha inspirado al
modelo). La segunda premisa, derivada de la desigualdad de poder y riqueza,
es el papel diferenciado o las formas en que los medios pueden ser
intervenidos por parte de los poderosos y ricos y, a su vez, legitimados por las
condiciones definidas por el "libre mercado" y la "democracia liberal" que
caracteriza a las sociedades desarrolladas. Es en este tipo de condiciones y de
sociedades en las que el modelo encuentra el mejor ejemplo de aplicación. La
dos premisas juntas operan caracterizando al funcionamiento de este tipo de
sociedad dirigido -o controlado- desde aquellos grupos o corporaciones que
representan el capital (el mercado) y aquellos grupos que representan el
poder político (básicamente, los partidos políticos y el gobierno). Todo lo que
sucede en este tipo de sociedades está sometido a las pautas que se imponen
desde estos grupos, también la producción de los mensajes de los medios.

El modelo se limita, a partir de estas premisas, a detectar la forma en que los


medios son sometidos o controlados desde el poder:

a- Primer filtro- El poder económico-político de los medios:

Este poder se hace manifiesto en las formas de concentración de poder


económico que expresan las organizaciones de los medios bajo la forma de
propiedad centralizada (monopolística u oligopólica, que aglutinan distintos
medios de comunicación de masas o aglutinan distintos sectores de la
actividad cultural e informativa) y en la forma de multinacionales (tanto si
42
MARIA TRINIDAD BRETONES

sólo aglutinan a un conjunto de medios, como si aglutinan distintos sectores


de la actividad cultural e informativa). Estos grandes corporaciones
empresariales -nacionales y multinacionales- constituyen el estrato superior
que -por medio de la propiedad y la gestión- organiza y controla toda la
comunicación de masas concebible:

"(...) Desde hace tiempo es sobradamente conocida la estratificación de los


medios de comunicación, con un estrato superior -que se mide por el
prestigio, los recursos y la difusión- en el que se encuentran de diez a
veinticuatro organizaciones. Es este estrato superior, junto al gobierno y a los
servicios informativos por teletipo, quien define el orden del día y proporciona
la mayoría de noticias nacionales e internacionales a los estratos inferiores de
los medios de comunicación, y por ende al público en general (...)"46

Estas formas de concentración de poder económico se revelan en los medios a


través de sus órganos gestores: existe una propiedad y una gestión cruzada47
que vincula a los medios con otro tipo de organizaciones productivas48. Es
relevante aquí, la coincidencia en un número importante entre aquellos que
son propietarios de empresas ajenas a los medios y que son a la vez
propietarios de los medios. Este dato perfila una forma de gestión homogénea
entre uno y otro tipo de empresas: a veces, los órganos gestores directamente
coinciden, y otras, son designados bajo los intereses de este tipo de
propietarios.

Se detecta, también, un poder cruzado entre los que detentan un poder


político y los medios49: a veces, se comprueba que los accionistas de las

46 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 26-7.

47 Lo que en la literatura especializada se conoce como "interlocking directorates".

48 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 36.


43
MARIA TRINIDAD BRETONES

empresas mediáticas tienen vínculos o directamente forman parte de un


determinado partido político; y otras, se comprueba que los gestores de los
medios eran previamente funcionarios -de un cierto nivel- del gobierno.

b- Segundo filtro- La publicidad como forma de financiación económica de los


medios:

Esta forma de financiación condiciona el contenido de los mensajes de los


medios: la publicidad acompaña al medio que más audiencia tiene y,
viceversa, el medio de más audiencia tiene garantizada la subvención
económica que aporta la publicidad; además, en la medida en que detrás de
la publicidad están operando empresarios con intereses, cultura e ideología
específicos, se puede generalizar que los medios más susceptibles de recibir
publicidad -y la subvención económica que implica- son aquellos que expresan
cierta consonancia con los valores empresariales, o que al menos no
contrarían estos valores empresariales; de hecho, "(...) los anunciantes se
convierten (...) en las <organizaciones normativas de referencia> a cuyas
exigencias y demandas deben acomodarse los medios de comunicación si
desean tener éxito."50

c- Tercer filtro- La accesibilidad a las fuentes de información gubernamentales,


corporativas y de "expertos" de la información:

Los medios dependen del suministro regular de noticias para su


funcionamiento cotidiano. En la medida, en que los gobiernos y las grandes
corporaciones han creado mecanismos rutinarios y ágiles para el suministro de
noticias a los medios, entonces éstos tienden a reproducir (aunque seleccionen
y editen) aquello que reciben con tanta facilidad y que acaba siendo -
necesariamente- lo que a gobiernos y corporaciones interesa:

"Para consolidar su privilegiada posición como fuentes de información, los


promotores de informaciones gubernamentales y empresariales se esfuerzan

49 Chomsky y Herman, op. cit, págs. 40 y 41.

50 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 46.


44
MARIA TRINIDAD BRETONES

por facilitar las cosas a los organismos informativos. Así, les proporcionan
instalaciones en las que reunirse; dan a los periodistas copias de los discursos
por adelantado, e informes posteriores; programan conferencias de prensa
teniendo en cuenta las horas de cierre de recepción de noticias; escriben
comunicados de prensa en un lenguaje asequible, y organizan
cuidadosamente sus conferencias de prensa y sesiones fotográficas. La
obligación de los funcionarios informativos es <satisfacer las necesidades
programadas de los periodistas con material que su sincronizada oficina ha
generado a su propio ritmo>."51

Los "expertos" de la información son, a veces, autoridades científicas,


académicas o intelectuales sobre determinados temas; pero estos "expertos"
(que acaban por tener este rango porque aparecen regularmente en los
medios) lo son, en primer lugar, porque están vinculados de una manera u
otra a instituciones (culturales, académicas, científicas, etc.) que nunca son
totalmente ajenas o independientes de los gobiernos y de las grandes
corporaciones: es fácil pensar que la información que facilitan estos "expertos"
como mínimo no contraría los intereses de las instituciones a las que sirven52.

d- Cuarto filtro- Las contramedidas o correctivos que disciplinan a los medios.

En las sociedades de "libre mercado" y con sistemas políticos democráticos no


existe la censura directa sobre el contenido de los mensajes de los medios.
Existen, sin embargo, leyes anti-trust y cuotas de propiedad predeterminadas
legalmente, formas de suspensión del suministro de información rutinaria
desde las fuentes establecidas, la retirada de anunciantes, etc. que sirven
como medidas correctivas de la conducta de los medios. Algunos de estos
correctivos tienen el amparo de leyes reconocidas en las constituciones de
estas sociedades pero lo que opera en primer término es la autocensura: los

51 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 56.

52 Chomsky y Herman, op. cit, págs. 58 a 62.


45
MARIA TRINIDAD BRETONES

correctivos son aplicados excepcionalmente, de hecho, basta con que los


medios los reconozcan como posibilidad.

En segundo término, operan las "respuestas críticas" como correctivos


rutinarios y preventivos que tienen el objetivo de indicar la conducta adecuada
que deben seguir los medios: estas respuestas críticas tienen orígenes
distintos (anunciantes, gobiernos, corporaciones, grupos dominantes que
apoyan una determinada ideología, etc.); se expresan en formas distintas
(menos publicidad, suspensión del suministro de noticias, apoyo a un
determinado partido político, campañas de desprestigio del medio, etc.), y se
refuerzan unas a otras53. Con estas medidas, la censura real no tiene razón
de ser como práctica cotidiana54.

e- Quinto filtro- El "anticomunismo" como filtro ideológico.

"El mecanismo de control anticomunista llega, a través del sistema, a ejercer


una profunda influencia en los medios de comunicación. En épocas normales,
así como en períodos de caza de rojos, los temas suelen ser esquematizados
en términos de un mundo dividido en potencias comunistas y anticomunistas,
con pérdidas y ganancias asignadas a los bandos contestatarios, y en el cual la
propaganda en favor de "nuestro bando" se considera como una práctica
totalmente legítima (...)"55

De hecho, el "modelo de propaganda" refleja con este tipo de filtro la


existencia de una ideología dominante que se percibe a sí misma como
enemiga de otra u otras ideologías a las que debe hostigar. En el caso de
Estados Unidos especialmente, como es sabido, fue el comunismo como forma
de organización social el blanco preferido y obsesivo de ese hostigamiento.
Este filtro significa que la "ideología dominante" opera erosionando todo

53 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 66 a 68.


54 Hay excepciones. Véase como ejemplo, el contenido del "prologo" M. Vázquez Montalbán en
Vázquez Montalbán y otros, Las mentiras de una guerra, Deriva, Barcelona 1991, págs. 9 y ss.

55 Chomsky y Herman, op. cit, pág. 71.


46
MARIA TRINIDAD BRETONES

aquello que la cuestiona o la puede cuestionar, y opera activamente


devaluando cualquier cosa -país, intelectual, forma de relación, valor, creencia,
etc.- que se perciba como contraria o enemiga de los valores centrales de la
ideología.

El "modelo" está pensado desde la actuación de los medios de comunicación


en el contexto de la sociedad de Estados Unidos. En nuestro trabajo
extrapolamos sus conclusiones al conjunto de los países de la OCDE, ya que,
primero, la función de propaganda de los intereses de la élite, y las
distinciones implícitas en esta afirmación sobre la sociedad de Estados Unidos
son aplicables a sociedades diversas, y no sólo a la de Estados Unidos; y
segundo, el modelo sirve para el análisis sociológico que puede realizarse
sobre la actividad de los medios de comunicación bajo las condiciones
derivadas -comunes a un conjunto de países- del "libre mercado" y del sistema
político democrático.
47
MARIA TRINIDAD BRETONES

ESTRUCTURA DE DESIGUALDAD Y LA DIFUSIÓN DE “ILUSIONES


NECESARIAS”
VISIÓN DE LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL DESDE EL PUNTO DE VISTA
DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL Y EL ACCESO A LA INFORMACIÓN
(Según la versión de la estructura de desigualdad social expuesta en las obras
de N. Chomsky: Ilusiones necesarias y Crónicas de la discrepancia)

Clases bajas políticamente inmovilizadas

Clases medias
Educadas y
Políticamente
activas Periodistas y expertos
regulares

Elementos
Cruciales de las
élites
48
MARIA TRINIDAD BRETONES

1. Elementos cruciales de las élites: miembros de núcleo social imperante


(político, económico y cultural); se incluyen a los miembros de la alta jerarquía
política del gobierno y de los partidos políticos y a la alta jerarquía empresarial;
operan de manera conjuntada porque, en general, tienden a ocupar ambas
esferas de manera alternativa y comparten, por tanto, los mismos intereses.
¿Cómo gestionan la información?:
a- conocen la verdad de los hechos y regularmente la falsean ante otros (ya
se por razones de interés o por razones de patología)
b- incluyen a individuos que Chomsky califica como “pasmosos lunáticos y
embusteros” (tienden a decir lo que creen habiendo, en primer lugar, llegado a
creer lo que dicen) (Ejemplo: Bush decía, en el año 1990, “lo que importa es
que siempre estaremos contra el agresor y defendiendo a los agredidos”; la
cuestión no se plantea alrededor de la legitimidad de una intervención bélica –
más agresión- para impedir la invasión). El error de Chomsky en este punto
consiste en una sobrevaloración de la capacidad estratégica de esta élite. En
muchos casos, como en la guerra de Vietnam, es difícil para esta élite dar
marcha atrás en un proceso que, aunque ellos han iniciado, les atrapa y del que
se derivan consecuencias negativas para los propios intereses que defienden.

2. Los periodistas y expertos regulares constituyen un grupo con puntos de


vista semejantes a la élite por:
a- la selección para el acceso a estos puestos es mayormente eficaz;
b- los expertos académicos trabajan para instituciones que necesariamente
defienden los intereses o el orden establecido;
c- los expertos lo son en parte porque se constituyen por medio de una
construcción mediática (lo son, no por razones de los conocimientos que
poseen sino, porque son expertos comunicadores mediáticos)
d- el conjunto de expertos es resultado de una doble selección, la primera
depende del hecho de que los medios eligen a los expertos que destacan en las
instituciones por el cargo que ocupan y porque son capaces de difundir sus
puntos de vista en el espacio y tiempo mediáticos y, la segunda, es resultado
de la autoselección que llevan a cabo los mismos intelectuales, académicos y
científicos entre los que algunos de ellos no están dispuestos a salir en los
medios por razones de la superficialidad implícita en el contenido mediático o
porque perciben a los medios como un instrumento engañoso y banal
(Chomsky hace un llamamiento a la responsabilidad de los intelectuales
procurando decir la verdad y contribuyendo al desenmascaramiento de
falsedades y mentiras);
e- este segundo estrato que opera en el proceso de comunicación de masas
es el encargado de difundir las “ilusiones necesarias” que ellos mismos
contribuyen a construir y de las que también se han “autopersuadido” (“los
periodistas y expertos en su mayoría cree decir la verdad y creen en su papel
de difusores de información relevante).
49
MARIA TRINIDAD BRETONES

3. Las clases medias educadas y políticamente activas constituyen el verdadero


blanco u objetivo de la difusión de “ilusiones”. Es a estas clases a las que hay
que adoctrinar en la preservación del statu quo y en el peligro que se deriva de
cualquier acción en contra porque, aunque puede no satisfacer suficientemente
lo que hay –el orden político y económico- la alternativa siempre es peor. A
este grupo es al que se le adoctrina contra un enemigo del que hay que
defenderse y las únicas armas disponibles son, hoy por hoy, el orden político y
económico alcanzado. Los mecanismos de adoctrinamiento son sutiles y, en
apariencia, difíciles de combatir: se emplean mecanismos de adoctrinamiento
cada vez que se combaten a los ocupas y no se discute el principio de la
propiedad privada y su uso; o cada vez que se presentan convocatorias de
solidaridad de todo tipo (hacia la población del tercer mundo, de los
necesitados del mundo rico, de enfermos...) pero no se pone en cuestión un
orden que es el origen causal o el mecanismo de mantenimiento de las
múltiples formas de necesidad y precariedad en la que viven muchos seres
humanos (se apela a la solidaridad pero en la raíz se mantiene inamovible un
orden social absolutamente insolidario).

4. Las clases bajas políticamente inmovilizadas son, para Chomsky, el grupo


más numeroso de la población que comparte la situación de carencia o escasez
de recursos materiales y culturales. Desde el punto de vista de Chomsky, este
estrato es el que requiere de menor adoctrinamiento o difusión de “ilusiones
necesarias” porque, en su particular situación, operan espontáneamente de
manera alienada respecto del funcionamiento del sistema. El esfuerzo que se
dedica a este grupo consiste simplemente en mantenerlos entretenidos.

II- El "modelo de la agenda setting"56 se constituye por la exploración de


las condiciones mediáticas implicadas en la producción de noticias. El modelo
muestra cómo las condiciones internas (producción y selección de noticias) y
las condiciones externas (suministro rutinario de noticias), implicadas en la
actividad que los medios llevan a cabo, predeterminan la producción final de
los mensajes de los medios.

Las investigaciones empíricas de las dos últimas décadas, especialmente,


coinciden en una conclusión sobre los efectos de los mensajes de los medios
en sus públicos: los medios no organizan cómo pensamos y opinamos los

56 La presentación de este modelo en M. Wolf, La investigación en la comunicación de masas,


Paidós, Barcelona 1991, págs. 155-286, nos ha servido de guía en la elaboración de la síntesis que
aquí ofrecemos que, sólo parcialmente, es una reproducción de los temas que allí se tratan.
50
MARIA TRINIDAD BRETONES

miembros de una sociedad pero sí establecen la jerarquía de temas sobre los


que pensamos y opinamos. Con su trabajo diario, de producir y difundir
noticias, establecen el orden temporal y la prioridad que cabe asignar a los
temas sobre los que pensamos y opinamos, a la vez que subrayan las
condiciones -los marcos de posibilidad- desde donde podemos comprender,
pensar y opinar sobre esos mismos temas.

Desde el marco de estas afirmaciones, las funciones sociales de los medios se


sintetizan en su capacidad para "indicarnos" la dirección de nuestras
preocupaciones, la dirección donde aplicar nuestra capacidad discursiva y
reflexiva, y las direcciones, al menos algunas, en las que se espera podamos
encauzar nuestra actividad propiamente pública -porque desde los medios se
establece la demanda-. Por ejemplo, es por los medios desde donde recibimos
demandas para solidarizarnos con la pobreza del tercer mundo o con
determinadas formas de pobreza y enfermedad de nuestro mundo, o
recibimos estímulos que centran nuestra atención sobre las relaciones entre
gobiernos y grupos de presión establecidos, sobre conflictos puntuales entre el
poder y grupos que ponen en cuestión cualquier regla de juego del
funcionamiento normal de la vida social (abortistas, antiabortistas,
homosexuales, okupas, jóvenes, etc.), etc. El hecho de que centremos
nuestra atención en uno u otro tema de debate público o de que escojamos
alguna forma de participación pública evidentemente no surge de los medios,
son necesidades producidas socialmente, fuera del territorio productivo de los
medios, pero son ellos el vehículo por el que se reconducen nuestras
necesidades así como la ventana desde donde miramos "casi todo" lo que
acontece socialmente. Desde ellos, además, se marcan los tiempos (hoy son
los niños de Somalia, mañana pueden ser los enfermos de sida) y los ritmos e
intensidades de nuestras preocupaciones (hoy nos piden "que estemos
enterados", mañana nos piden "ayuda económica"), etc. Las cuestiones de
interés común -social, político, económico o cultural- tienen su origen al
margen de los medios, una duración independiente del tiempo de información
de tales cuestiones, y unas demandas que no producen los medios sino
formas de organización social diversas -ONG, partidos políticos, grupos
organizados, enfermos, pobres, países concretos, etc.-, sin embargo, la
mayoría de esas cuestiones inician su existencia -para los que no son
directamente afectados- porque aparecen en los medios; su final como
"cuestión social" llega cuando los medios dejan de informar durante un tiempo
51
MARIA TRINIDAD BRETONES

y, en algunos casos, no existe "cuestión social" en absoluto si los medios no


informan de ella.

Los medios "controlan" la sociedad en la misma medida en que dirigen la


atención que la sociedad dedica a los "asuntos relevantes", seguramente
socialmente relevantes pero, especialmente, fabricados por los medios como
"mensajes relevantes". Como G. Tuchman afirma, las noticias son "una
ventana al mundo (...) tienden a decirnos qué queremos saber, qué
necesitamos saber, y qué deberíamos saber."57

Así, para el establecimiento de los temas de interés -para que sean noticia-
importa tanto aquello de que se informa como aquello de lo que no se informa
-o descartes que de manera rutinaria realizan los medios para la producción
de la información que finalmente llega a los consumidores-. Tanto en el orden
de temas como en los descartes puede estar operando un conjunto de
intereses: mercantiles y/o sensacionalistas, propiamente del medio; políticos,
propios de la élite que gobierna y que rutinariamente "filtra noticias";
ideológicos, ya sea la ideología de cada medio o la ideología dominante del
"establishment" económico, político y cultural; etc58. Estos intereses pueden
expresar la forma común de los intereses que adoptan los medios en general,
y cada medio en particular, en correspondencia con los intereses dominantes
de la sociedad en que operan. Y, por tanto, pueden concretarse de manera
espontánea. Pero también pueden expresar una dirección concreta,
especificada en la forma del interés particular que cada medio concreto puede
asumir para dar apoyo a un determinado grupo organizado (partido político,
organización económica, grupos de presión, movimiento social, etc).

El modelo de la "agenda setting" muestra cómo son posibles este tipo de


consonancias entre "temas de interés particular" (de las élites, de los

57 G. Tuchman, La producción de la noticia, Gustavo Gili, Barcelona 1983, pág. 13.

58 De hecho, como afirma G. Tuchman: "La red de noticias se ha hecho para el pez grande", op.
cit. pág. 34. Y decimos nosotros, los puntos de información establecidos que filtran rutinariamente
noticias coinciden con el "establishment" de la sociedad; estos puntos nos identifican socialmente,
al tiempo que representan el "establishment": desde el punto de vista del análisis sociológico
podríamos reproducir cómo se jerarquiza el poder del "establishment" en relación a un
determinado aspecto de la vida pública a partir del espacio y el tiempo informativo otorgado a
cada uno de los componentes del mismo.
52
MARIA TRINIDAD BRETONES

gobiernos o de grupos específicos) y "temas noticiables". Sin embargo, lo que


el modelo pone esencialmente de relieve es que en el análisis organizativo y
profesional de los medios de comunicación se descubren un conjunto de
factores que se constituyen en los mecanismos determinantes de "la
información y la desinformación"59 y determinantes para el orden y prioridad
de temas que los medios manufacturan como información. Estos factores son
comunes a todos los medios y se sintetizan, básicamente, en las condiciones
de producción en las que están inmersos y por las que, unas veces, puede ser
relativizada la intencionalidad que opera en la elección de la información, y
otras, simplemente la enmascaran. Para el primer caso, los medios funcionan
como "controladores" de la sociedad sólo en el sentido en que pueden ser
usados como "instrumentos de control", al servicio del control que se demanda
desde otro lugar distinto a los medios (las élites, los gobiernos, los grupos
organizados, etc). Para el segundo caso, los medios operan como
"controladores" directamente emparentados con las instancias sociales que
requieren de control social para su funcionamiento (una élite determinada, un
gobierno, un grupo organizado concreto, etc.).

III- La "teoría de la espiral de silencio"

Este trabajo se sitúa en las últimas líneas de investigación social sobre los
medios de comunicación de masas (década de los setenta y ochenta). La

59 Utilizamos esta expresión parafraseando a G. Durandin (en su obra, La información, la


desinformación y la realidad, Paidós, Barcelona 1995) pero nos distanciamos del sentido en que la
utiliza: para este autor las situaciones de "desinformación" en sentido estricto -o las mentiras- son
propias de los sistemas sociales con alguna variante de totalitarismo (el sistema nazi o el sistema
comunista de la antigua URSS); y para éste también, en la media en que estas "desinformaciones"
son intencionales son directamente "mentiras" que se ofrecen como noticias. Nosotros
confrontamos los términos "información" y "desinformación" para describir una condición de
normalidad implícita a la producción de noticias: por esta condición sabemos que no se informa de
todo sino que se produce un descarte rutinario, pero en ella lo difícil es establecer si el descarte se
lleva a cabo guiado o no por una determinada "intencionalidad". Por tanto, al no poder establecer
la línea que separa uno u otro tipo de descartes tampoco podemos generalizar, para los sistemas
políticos democráticos, la no intencionalidad de los descartes informativos, ni podemos negar el
hecho de que en estos mismos sistemas se produzca "desinformación" (en el sentido utilizado por
Durandin). (La conexión entre desinformación y mentira en la obra citada del autor en las págs. 31
y ss., en el capítulo titulado "Definición de la mentira y desinformación", y la conexión entre
"propaganda" y "mentira" en las págs. 130 y ss.).
53
MARIA TRINIDAD BRETONES

autora de esta teoría es la primera que manifiesta que se está produciendo


"una vuelta a la idea de los powerful media"60.

La teoría está emparentada con el modelo de la "agenda setting" en lo que


éste pretende sacar a la luz: cuál es el proceso característico por el que los
medios de comunicación de masas estructuran las preocupaciones sociales y
políticas -los temas de interés- de los individuos. Y está emparentada con el
"modelo o perspectiva culturológica"61 que atribuye a los medios el papel de
"constructores de la realidad", esto es, constructores de significados y
conocimientos sobre la cotidianeidad y, en esa condición, operan como
mediadores necesarios de la sociedad para articular la "experiencia de vida"
concreta de cada individuo.

A primera vista lo que distingue a la propuesta de E. Noelle-Neumann respecto


de las investigaciones de las dos últimas décadas es, precisamente, la elección
del problema central de la obra: determinar el proceso de construcción e
identificación de la opinión pública. De otro lado también la distingue la
manera en que aborda la cuestión sobre qué es la opinión pública: la "teoría
de la espiral de silencio" se compone, en su elaboración, de dos niveles -uno
teórico, elaborado en consonancia con los resultados de su investigación
empírica, y otro historiográfico, por el que recopila, desde el primer uso del
término hasta las elaboraciones más recientes, los significados asociados al

60 Esta expresión (cita de Noelle-Neumann reproducida en M. Wolf, Los efectos sociales de los
medios, Paidós, Barcelona 1994, pág. 30) y esta teoría se usan como punto de referencia en la
inauguración del nuevo período en la investigación de los medios: por ejemplo, M. Wolf hace uso
de esta expresión para dar título a dos de los capítulos ("La <vuelta> al poder de los medios" y
"Las causas de la vuelta") en la obra que acabamos de mencionar, o hacen uso de la teoría como
expresión paradigmática del cambio de perspectiva en la evaluación del público de los medios (al
que "los medios le imponen <lo que debe pensar y lo que no debe pensar, lo que debe decir y lo
que debe callar, y cuando debe hacerlo>", D. Dayan, En busca del público, Gedisa, Barcelona
1997, pág. 16), que se produce una vez superada la década de los sesenta y las investigaciones
que en ese momento se llevan a cabo desde el paradigma funcionalista.

61 De la que daremos cuenta inmediatamente (en la sección que sigue en este mismo capítulo).
54
MARIA TRINIDAD BRETONES

término "opinión pública" - que van desgranado una manera de aproximarse a


la investigación del proceso de formación de la opinión pública62.

En el resultado final de este trabajo, este proceso se concreta en la


especificación de las condiciones en que la opinión pública se genera, esto es,
las condiciones que individuos, grupos, ambiente social y medios de
comunicación generan en su interrelación cotidiana y alrededor de cuestiones
centrales de la vida social. La opinión pública -sobre un tema- es producto de
la interrelación y la afectación mutua de las condiciones que imponen cada
uno de los elementos - individuos, grupos, ambiente social y medios-
implicados en ella.

Su teoría sobre el proceso de formación de la opinión pública se constituye, en


nuestra opinión, en la mejor crítica argumentada contra la idea de la opinión
pública como la simple suma de las opiniones individuales, o como las
opiniones mayoritarias en términos estadísticos. Siendo como es la opinión
pública un proceso, su instrumentalización o control radica en las posibles
intervenciones que se pueden hacer sobre el proceso que la define: para esta
teoría un individuo, o un grupo, o un medio pueden intervenir en el proceso
previo que consolida una opinión mayoritaria (una de las maneras en que se
puede intervenir es referirse a ella haciéndola equivaler a los resultados de los
sondeos o eliminando conceptualmente el proceso que la genera).

El elemento catalizador del proceso de formación de la opinión pública es la


interacción entre individuo y grupo o, de manera más general, entre individuo
y ambiente. Esta interacción se funda en un mecanismo básico -respecto de la
formación de opiniones- por el que tanto el grupo como el ambiente pueden
ejercer presión sobre el individuo para que oriente su reflexión y su opinión63.
En principio, esta interacción reducida al ejercicio de "presión sobre el

62 Por la confluencia de estos dos niveles el resultado de su propuesta puede ser evaluada como
la elaboración más completa de la que disponemos para el análisis empírico de cualquier aspecto
del proceso de la opinión pública desarrollándose en la sociedad actual.

63 Una formulación semejante de la presión que lleva a cabo el ambiente social sobre el individuo,
pero referida a contextos sociales premodernos, aparecen en los trabajos del antropólogo M.
Harris, específicamente en su Introducción a la antropología general, A.E, Madrid 1984, cap. XVI
"La organización política en las bandas de aldeas", referido con los términos de "movilización de la
opinión pública: el duelo de las canciones y la caza de brujerías", págs. 305 y ss.
55
MARIA TRINIDAD BRETONES

individuo" para que adopte una opinión no es -generalmente- directa o


intencionada, sino que el individuo para "no sentirse aislado" respecto de los
grupos o del ambiente en los que opera, acomoda su opinión en consonancia
a la opinión que percibe de ellos, y si no es posible tal acomodación
simplemente la silencia64. Por tanto, la opinión pública es la posición
expresada sobre un tema o cuestión- ya sea en la forma de asunción y
expresión de símbolos, de acciones o de comunicaciones- y es, también, la
opinión silenciada. La expresión o silencio de la opinión es consecuencia de la
impresión individual de respaldo o rechazo -de comunidad o aislamiento-
sobre las propias actitudes y posiciones que se precipitan alrededor de un
determinado hecho -fenómeno social, información o expresión de actitudes de
otros-.

La hipótesis del "silencio" -formando parte del proceso de la opinión pública-


surge a partir de dos trabajos que la autora lleva a cabo en las elecciones
generales de Alemania en 1965 y 1972. La hipótesis ofrece una explicación de
los dos resultados a primera vista contradictorios y paradójicos de estas
elecciones65: En el primer caso, el resultado de las elecciones es la victoria del
partido de la Unión Cristianodemócrata, nueve puntos por encima del partido
Socialdemócrata; sin embargo, las medidas previas -los sondeos- de las
intenciones de voto daban un empate aproximado entre ambos partidos, con
una ligera ventaja para el partido socialdemócrata. Las medidas de las
expectativas de resultado en las elecciones daban una ventaja progresiva para
el partido de la Unión Cristianodemócrata. Las dos medidas eran
contradictorias pero, sin embargo y según la autora, no podían reflejar errores
en los sondeos; ésto parece confirmarse con la repetición de un esquema de
resultados semejantes en el segundo caso que analiza. En 1972, se invertía el
resultado final de la elecciones, pero aparecía de nuevo la misma contradicción
entre las predicciones y el resultado. ¿Por qué este resultado contradictorio?
¿Pudo haberse dado "un vuelco en el último minuto" como efecto de un

64 Noelle-Neumann nos introduce en su propia reflexión por medio de la reproducción de fábula


que la inspira: "El unicornio, la gorgona y la mantícora o Los tres domingos de un potea", título de
la representación de un ballet. En La espiral de silencio: Opinión pública, nuestra piel social,
Paidós, Barcelona 1994, págs. 12-15.

65 Noelle-Neumann, op. cit. págs. 17-25.


56
MARIA TRINIDAD BRETONES

cambio de opción para seguir al "carro ganador"? Sin embargo -dice la autora-
sabemos que: uno, las intenciones de voto son más o menos fijas en el
tiempo; dos, las expectativas del partido ganador varían según el contexto; y
tres, la reputación del partido Socialdemócrata estaba, en el contexto de 1965,
en entredicho. Esta última condición actuaba -desde su formulación- como
"ambiente" que presiona en la determinación de las opiniones individuales. Era
el "clima de opinión" que favorecía la expresión pública de los seguidores del
partido que finalmente ganó, y el silencio de los seguidores del partido que
perdió. Por tanto,"el vuelco del último minuto" tiene su explicación no desde
"el efecto del carro ganador" sino desde la necesidad de los individuos de
asumir -en la elección de una conducta determinada- opciones que el
ambiente favorece, ya que necesitan no sentirse aislados.

El análisis concreto de las dos situaciones descritas induce a E. Noelle-


Neumann a proponer, de manera argumentada y operativa, el modelo teórico
de "la espiral de silencio". Pero ¿qué expresa la imagen de una "espiral de
silencio"? Parte de su trabajo consiste en la descripción de situaciones66
empíricamente controladas, en las que el individuo es presionado por el
ambiente -generalmente, aquí, los objetos de la investigación son individuos
concretos y anónimos y grupos de referencia que actúan como "ambiente", y
las situaciones que se analizan se corresponden con contextos sacados de la
vida cotidiana y sin implicaciones políticas reales-. A través de ellas se da un
sentido nuevo al proceso de formación de la opinión pública. El sentido común

66 Las situaciones que describe forman parte de la "experimentación" que la autora llevó a cabo
para la comprobación de la hipótesis de la "espiral de silencio": el control de la opinión sobre la
posible unión entre la RDA y la RFA (en 1971); el control de la actitud individual en relación a la
presencia de fumadores-no fumadores; el control del "clima de opinión" como algo que se percibe
individualmente y que produce consecuencias individuales; o el control de lo que denomina el "test
del tren" y que consistía en la confrontación de individuos de opiniones contrarias sobre temas
diversos ( "... sobre los cristianodemócratas y los socialdemócratas, sobre la discriminación racial
en Sudáfrica, la cohabitación entre jóvenes no casados, las centrales nucleares, la mano de obra
extranjera, el aborto, el peligro de las drogas ilegales o el acceso al funcionariado de personas con
ideas radicales." Op. cit., pág. 37), etc. Con estos experimentos comprobó una de sus hipótesis y
estableció algunas de sus conclusiones: el grupo dispuesto a proclamar su posición tiene mayor
capacidad para influir a otros y, en la misma proporción, el grupo que silencia una posición no
puede influir sobre otros; aquellos que proclaman su opinión o posición en relación a un tema, en
la medida que influyen en otros, producen el efecto de acrecentar el número de los que están
dispuestos a adoptar y proclamar esa opinión, y producen el efecto de silencio sobre los que
mantienen una posición u opinión contraria (op. Cit. Págs. 28- 81).
57
MARIA TRINIDAD BRETONES

nos induce a pensar que tal proceso es el resultado de adhesión -o adición- de


los individuos a una misma opinión, pero con la "espiral de silencio" se
disuelve el sentido común y se propone, al menos parcialmente, lo inverso: los
individuos no se suman a la opinión común sino que muchos de ellos restan
callados, en silencio, por la presión del contexto social en el que se mueven. El
proceso de formación de la opinión pública es una "espiral" que se inicia a
partir de la manifestación de aquellos que están dispuestos a expresarla y,
después de esto, la espiral continúa acumulando manifestaciones en la misma
dirección al tiempo que deja fuera las opiniones contrarias, silenciadas, porque
se ejerce presión sobre ellas. La opinión pública es un proceso paralelo de
suma y resta, de voz y de silencio.

Esta autora nos aproxima, además, a una definición67: la opinión pública es


aquello que cada sociedad opina sobre su forma de gobierno o su forma de
vida social, económica y cultural; es la guía social para la acción de cada
individuo en su sociedad -las modas, los principios morales o de "buena
reputación"- , y es el conjunto de penalizaciones expresadas que acompañan a
los márgenes de aquellas opiniones y estas formas de conducta-guía. La
opinión publica se puede encontrar materializada en las expresiones generales
sobre asuntos públicos de gobernantes y gobernados, de colectividades
amplias o de minorías, y materializada, también, como forma de conducta de
gobernantes y gobernados, de colectividades amplias o de minorías. Con esta
definición, y de manera sintética, nos aproxima a todas las connotaciones e
implicaciones -políticas, culturales y sociales - implícitas al término.

Finalmente, el proceso de la opinión pública es, para esta teoría, un proceso


complejo, mucho más en la medida en que entran en escena los medios de
comunicación de masas. Desde la misma teoría se pueden extraer algunas de
las características del papel de los medios en la formación de la opinión
pública:

•los medios son la "caja de resonancia" de los grupos que operan en la


sociedad; evidentemente en mayor medida de aquellos que están más

67 En Noelle-Neumann, op. cit. págs. 83-90, aunque en realidad la va expresando a lo largo de


toda la obra.
58
MARIA TRINIDAD BRETONES

organizados o de aquellos que se sitúan en la parte alta de la pirámide del


poder social;

•los medios son, también, el ambiente que cada individuo percibe como
impresión de la dirección de la mayoría -mucho más cuanto más aislado, o
cuanto menos participa en la actividad de los grupos, o mucho más cuanto
menor es su capacidad para articular un conocimiento propio sobre la realidad
de un determinado tema-;

•los medios son los agentes institucionales que canalizan los temas sobre los
que se requiere opinión.68

•••••••••••••••••

Para referirnos a la imagen de la sociedad que proyecta este conjunto de


trabajos tenemos que, primero, dar cuenta del conjunto de cambios sociales
que estaban cuajando al mismo tiempo:

A partir de la década de los setenta confluyen una serie de nuevas condiciones


sociales69 que interpretamos aquí desde el punto de vista de su vinculación a
los medios. Estas nuevas condiciones se concretan en tres tendencias básicas:
una, general y que afecta al conjunto de sociedades del planeta; dos,
específica y que vincula a los medios -especialmente la televisión- con el
desarrollo de la actividad política, y tres, otra específica que se expresa -unas
veces en forma de hipótesis, y otras como hecho constatado- en la
consideración de la realidad como igual a la realidad que aparece en los
medios en el sentido de que, esta última, opera produciendo consecuencias

68 En Noelle-Neumann, "The Contribution of Spiral of Silence Theory to an Understanding of Mass


Media", en S. Rothman (ed.), The mass media, Paragon House, New York 1992, cap. 3, págs. 75-
84.

69 Presentadas por M. Wolf en Los efectos sociales de los media, Paidós, Barcelona 1994, págs.
51-58.
59
MARIA TRINIDAD BRETONES

reales (casi todas las que se producen efectivamente). Siguiendo a M. Wolf70,


estas tendencias se pueden caracterizar como sigue:

1. La planetarización o globalización que resume en el "crecimiento sustancial


de la integración entre las distintas regiones, sociedades y culturas del
planeta"71. En esta tendencia se encuentran implícitos los cambios
tecnológicos, empresariales, culturales y políticos que la posibilitan (por
ejemplo, redes de comunicación "vía satélite" que conectan cualquier punto
del mundo con cualquier otro punto del mundo; empresas multinacionales,
más propiamente transnacionales, operando -produciendo y vendiendo- en
todo el mundo; empresas que extienden por distintos puntos del planeta sus
centros de producción y que los separan geográficamente de los centros de
gestión y propiedad; organizaciones políticas que afectan con sus decisiones y
aglutinan a distintos estados; el predominio lingüístico y cultural de la lengua
inglesa que afecta a múltiples ámbitos de la vida diaria -empresarial, política y
cultural-; etc.). Desde el punto de vista exclusivo de la comunicación de
masas, la planetarización (parafraseando a M. Wolf72) está significando una
situación nueva para los consumidores de los medios y en la que el medio
televisivo tiene un papel hegemónico73:
a- con un aumento de la oferta (especialmente con los nuevos canales de
televisión, pero también con la posibilidad de disponer de la prensa y la radio
más variada)
b- con la colonización de la propia cultura, desde culturas distintas, hasta la
colonización de las horas nocturnas -desde la televisión, por ejemplo, y la
consiguiente desincronización de actividades- ordenando mediáticamente la
vida diaria al margen de los ritmos naturales o los ritmos de actividad social;

70 Me remito a la cita inmediatamente anterior.

71 M. Wolf, op. cit, pág. 51.

72 M. Wolf, op. cit, pág. 52.

73 M. Gurevitch, M. R. Levy and I. Roeh, "The global newsroom: convergences and diversities in
the globalization of television news", en P. Dahlgren y C. Sparks, Communication and Citizenship,
Routledge, Londres 1991, págs 195-216.
60
MARIA TRINIDAD BRETONES

c- con la conexión permanente con centros de información (mediáticos e


informáticos) situados en cualquier punto del mundo a nivel individual y
colectivo.

2. La videopolítica: es la tendencia generalizada de hacer depender la


actividad política del funcionamiento de los medios, especialmente la
televisión. Los cambios institucionales, la representación y resolución de
conflictos, las campañas electorales y la elecciones, etc., son todos temas del
funcionamiento normal de vida pública y de la actividad política resueltos a
través de la mediación de los medios de comunicación de masas74.

74 Como expresión y efecto de esta dependencia, y en relación a las campañas electorales


mediáticas y los resultados traducidos en votos, se empieza a considerar desde la ciencia política -
dice M. Wolf- la necesaria distinción entre varios niveles de voto, el voto de pertenencia (a un
partido, a una orientación ideológica, a la solidaridad o fidelidad hacia un grupo con una
determinada tendencia política, etc.); el voto de intercambio (el determinado por una ordenación
de intereses); y el voto de opinión (creado inmediatamente a partir del conocimiento de una
determinada realidad). En estas distinciones de los niveles o causas en el signo del voto de los
individuos, los medios pueden intervenir tanto en el denominado voto de intercambio como en el
denominado voto de opinión, y especialmente en este último: se sabe, por las investigaciones en
comunicación política, que cada vez más el voto de opinión puede pesar en el resultado de las
elecciones. M. Wolf, op. cit, pág. 54.

Otros ejemplos de esta vinculación entre medios y actividad política se expresan en la relación
entre participación política de los individuos e influencia de los medios: orientando el interés social
sobre un determinado tema o desactivando temas de potencial interés, activando la participación
en el debate público de determinados grupos con algún grado de organización colectiva más que a
otros (por ejemplo, la salida en la escena de los medios de manera continua de los partidos
políticos o de las instituciones y representantes de gobiernos frente al silencio, absoluto en muchos
casos, de los movimientos sociales), etc.

Todos estos ejemplos dan cuenta de que las mutaciones internas que se producen en el sistema
político dependen del papel ("político") que hoy están jugando los medios de comunicación de
masas. Por último, una ilustración de cómo esta dependencia se percibe casi inmediatamente: los
partidos políticos hoy definen sus programas electorales desde los símbolos y esquemas
mediáticos con los que serán reproducidos por los medios, independientemente de la claridad en
los contenidos políticos que el programa refleje; incluso, los partidos van incorporando ciertos
temas sociales como parte del contenido del programa electoral, aquellos que previamente han
señalado los medios, produciendo ciertas desviaciones respecto de la línea ideológica originaria
del partido.

Citamos aquí sólo algunos de los trabajos que dan cuenta de las múltiples vinculaciones entre
medios y actividad política. En el trabajo de J. M. Phelan,"Selling consent: the public sphere as a
61
MARIA TRINIDAD BRETONES

3. La orientación hacia una definición de la "función cognoscitiva" de los


medios. En esta orientación, ligada a la planetarización, se pretende poner de
relieve la capacidad de los medios para crear imágenes y conocimiento de la
realidad que trasciende la experiencia directa de cada individuo.

En este período (desde la década de los setenta), y desde esta tendencia, los
temas de investigación que se añaden son los derivados de la consideración
de los medios como instituciones que forman parte del proceso de
socialización, indirecta e informal, distinta por tanto a la llevada a cabo por las
instituciones de socialización más convencionales, como la escuela o la familia.
Y se añaden también los temas derivados de la consideración del tipo de
"construcción de la realidad" llevada a cabo por los medios.

Temas como el nacionalismo, la religión o la raza por su expresión en los


medios están siendo vividos o pensados desde parámetros distintos75: los

televisual market-place", la atención se pone en cómo los medios perfilan las cuestiones de debate
o interés del "espacio público" desde las preocupaciones -como temas de interés social, por
ejemplo la enfermedad del sida- que subrayan en sus mensajes, y cómo ellos mismos organizan la
actividad política necesaria (hacia dónde deben dirigirse las políticas públicas) y la opinión pública
que la acompaña. En P. Dahlgren and C. Sparks, Communication and citizenship, Routledge,
Londres 1991, Cap. 3. O el trabajo de P. Champagne, "Los sondeos, el voto y la democracia", en
Voces y Culturas. Revista de comunicación, nº 10, Barcelona 1996.

75 Un ejemplo cercano (y de múltiples implicaciones que no pretendemos abarcar aquí): es el


denominado "problema lingüístico" en Cataluña, como expresión de la convivencia de dos
culturas ejemplificadas en el uso de dos idiomas, que aparece -desde los partidos políticos y desde
los medios- como tema relevante en tiempos de campaña, , esto es, sacado a la luz para la
compra de votos. En tiempos de campaña, las discusiones entre partidos políticos, mediadas por
los MCM, se reducen a un esquematismo del problema y en él se perfilan las posibilidades de
comprensión y conocimiento del mismo, incluso más allá del tiempo de campaña: este
esquematismo opera simplificando la cuestión del nacionalismo catalán por medio de la
concentración en el "problema lingüístico" y opera simplificando el tiempo real de la cuestión
nacionalista o el problema lingüístico, dado que es objeto de máxima atención mediática, como lo
es de atención política, en tiempos de campaña.

Otro ejemplo en la misma dirección, es la realidad mexicana y "el problema de Chiapas", sobre el
que existe un claro punto de acuerdo en la constatación del hecho de que su existencia comienza
para el mundo porque existe en los medios.

Y un ejemplo más: el largo período de la "guerra fría" previo a la disolución de la antigua URSS
para el que los mismos parámetros de conocimiento eran marcados desde los medios de
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MARIA TRINIDAD BRETONES

medios están contribuyendo en estos temas a echar abajo las barreras


cognitivas "tradicionales" para dar lugar a otro tipo de barreras junto con otras
consideraciones sobre los mismos.

Junto con estos cambios, ¿cuál es la imagen de la sociedad implícita a las


teorías y modelos de investigación que asignan a los medios una función de
control social?:

1. Desde el punto de vista exclusivo del contenido de estos trabajos podemos


afirmar que la sociedad de la que intentan dar cuenta -y en la que operan los
medios- es:

a- una sociedad multidimensional en la expresión del poder (está en manos de


grupos organizados plurales que persiguen intereses distintos -económicos,
políticos y culturales) y multidimensional en las actividades que desarrollan los
grupos organizados de poder ( actividades políticas, económicas y culturales);
pero es

b- una sociedad dirigida desde un poder hegemónico (que se manifiesta por


los vínculos que se establecen entre la pluralidad de grupos organizados) que
se escenifica -en los medios- como poder plural (por medios de la
escenificación de intereses y grupos diversos), pero que se ejecuta
hegemónicamente por parte de los grupos estructurados de poder y, por
tanto, estables en el tiempo76 (estos grupos coinciden con los que aparecen
en los medios señalando los temas de interés público, representando formas
de consenso o controlando el proceso de la formación opinión pública).

2. Estos trabajos unidos a las nuevas tendencias en las condiciones sociales


que les acompañan, devuelven una imagen de la sociedad mundial,
comunicación de masas para todo el mundo, y para la población estadounidense, en concreto, era
una realidad-ficción creada por los medios y derivada del anticomunismo del gobierno de Estados
Unidos.

76 El poder de estos grupos incluye la posibilidad de intervenir en los medios, suministrándoles


mensajes de manera rutinaria. Esta es ya una de las vías por las que mantienen su poder: al
tiempo que influyen en la especificación de temas de la vida pública, mantienen su identidad como
tal grupo por medio del reconocimiento social que les confiere la escenificación mediática
permanente de cuáles son sus intereses, su capacidad de representación, sus dificultades o las
soluciones sociales que propician, etc.
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MARIA TRINIDAD BRETONES

organizada desde una hegemonía económica y política que se sirve de los


medios para gestionar los procesos de opinión pública o para gestionar las
cuestiones controvertidas implicadas en el mismo proceso de la organización
de la sociedad mundial.

5. La función de reproducción cultural.

La especificación de la función social "reproductiva" que los medios


desempeñan aparece -aunque definida de manera imprecisa- en las
denominadas "teoría culturológica" y "perspectiva culturológica". A pesar del
término común que en principio las define, cada una de ellas tiene un origen -
geográfico- distinto y una manera de operar diferente. Lo verdaderamente
común en ellas es su aproximación a la función social de los medios:

I- La "teoría culturológica" es el desarrollo de la explicación del papel social


del conjunto de actividades culturales -y, específicamente, las actividades
culturales que se atribuyen a los medios- que llevan a cabo E. Morin y A.
Moles desde una perspectiva esencialmente antropólógica. El primero, hace
hincapié en la caracterización de la cultura de masas como producto industrial
y como producto de consumo77. El segundo produce su reflexión sobre los
medios desde el marco de la denominada "cultura mosaico" y subrayando
cómo éstos operan en ella dejando en la mente de los individuos un depósito
de conocimientos -adquiridos pasivamente- que utilizan activamente en su
comprensión del mundo:

"(...) es el Occidente el que esencialmente produjo la cultura en mosaico; ésta


es el resultado de una civilización conquistadora orientada hacia la abundancia
y de la tecnología de los mass-media (...)'

"(...) lo seguro es que el agregado de conocimientos contingentes en el


devenir de la sociedad, promueve una cultura en mosaico que se basa
precisamente en la contingencia. (...) Debemos acostrumbrarnos a la idea de

77 E, Morin, El espíritu del tiempo, Taurus, Madrid 1976.


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MARIA TRINIDAD BRETONES

que vivimos en el seno de una cultura en mosaico, que es ella la que


determina nuestro comportamiento (...)"78.

Ambos coinciden, finalmente, en la aproximación a la evaluación de los


medios desde la recepción de sus mensajes y del uso final que los individuos
pueden hacer de ellos: desde el punto de vista de A. Moles la avalancha
informativa -desde la "caja negra" que son los medios- obliga a una recepción
nada organizada y, por lo mismo, un uso poco serio de los datos del mundo
que los medios nos suministran79; desde el punto de vista de E. Morin, el
consumo de los medios está condicionado al hecho de que lo que en ellos se
ofrece -como datos del mundo- es, esencialmente, homogéneo y
estandarizado en la fórmula común que impone el formato de cada medio. Los
dos ofrecen la idea de que en la recepción de los mensajes de los medios no
es posible obtener un criterio que discrimine los mensajes relevantes de los
que no lo son. Este criterio queda, por tanto, en manos de los mismos medios
y con ello se disuelve la posibilidad de un recepción activa y crítica.

La superficialidad cultural (que describe E. Morin como propia de nuestro


tiempo) y la desestructuración implícita en la "cultura mosaico" (que define A.
Moles) operan sobre los sujetos receptores de los medios dejando en ellos una
determinada e imprecisa "huella" o un poso cultural, a la manera en que lo
hacen otras instituciones de socialización, pero en este caso por medio de una
socialización indirecta (ni organizada, ni planificada desde alguna institución
social que se perfila para tal objetivo).

78 A. Moles, Sociodinámica de la cultura, Paidós, Buenos Aires 1978, pág. 309 y 312,
respectivamente. Del mismo autor, Théorie structurale de la communication et la societé, Masson,
París 1986.

79 Según A. Moles, los datos del mundo que los medios nos ofrecen son datos "fabricados" o
industriales que alimentan la cultura de los hombres y, con ello, la cultura pierde su potencial de
creatividad y renovación. A. Moles, Sociodinámica de la cultura, Paidós, Buenos Aires 1978, pág.
317 y ss.
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MARIA TRINIDAD BRETONES

II- La "perspectiva de los cultural-studies "80 encuentra su mejor


exponente en las investigaciones y trabajos de S. Hall, J. B. Thompson y R.
Williams81:

"El interés de los cultural studies se centra sobre todo en analizar una forma
específica de proceso social, correspondiente a la atribución de sentido de la
realidad, al desarrollo de una cultura, de prácticas sociales compartidas de un
área común de significados. (...) En el concepto de cultura caben tanto los
significados y los valores que surgen y se difunden entre las clase y los
grupos sociales, como las prácticas efectivamente realizadas a través de los
valores y significados y en las que están contenidos.(...)"82

Esta perspectiva trata de investigar las conexiones entre la cultura de la


sociedad y la cultura que producen los medios: la negociación, los
intercambios y las adaptaciones que se establecen entre ellas. Para ésta, la
cultura de nuestra sociedad es una, pero emerge de estos dos puntos de
conexión diferenciados. Y reconocer el proceso que opera en nuestra forma
cultural implica: conocer las diferentes ideologías de los grupos y las clases
sociales que operan en nuestra sociedad y las condiciones estructurales que

80 Siguiendo la denominación de M. Wolf en la presentación de esta perspectiva de investigación,


en La investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas, Paidós, Barcelona 1991,
págs. 120 y ss.

81 Referidos por J. Curran et al. como los mejores exponentes en su presentación de esta
perspectiva. J. Curran et al., "The study of the media: Theoretical approaches", en O. Boyd-
Barret and P. Braham (eds.), Media, Knowledge and Power, Routledge, Londres 1990, pág. 76. La
presentación sintética de esta perspectiva en:

R. Williams, "Human Communication and its History", en Boyd-Barret and P. Braham, op. cit, págs.
32-50.

S. Hall, "La cultura, los medios y el <efecto ideológico>", en J. Curran, M. Gurevitch y J.


Woollacot, Sociedad y comunicación de masas, FCE, México 1981.

J. B. Thompson, Ideology and modern culture, Stanford University Press, California 1990,
especialmente "Towards a social theory of mass communication", págs. 216-271.

82 M. Wolf, op. cit, pág. 121.


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MARIA TRINIDAD BRETONES

las perfilan; conocer las ideologías que subyacen en los mensajes mediáticos;
y conocer los refuerzos y las rupturas que se establecen entre el conjunto de
ideologías que operan dando forma a una "ideología de dominancia" -que
organiza las inclusiones y exclusiones de los temas de los medios- y que se
expresa en la forma de un consenso y de un sistema cultural83.

••••••••••

La imagen de la sociedad que emerge ahora (desde estos trabajos y desde la


"función reproductiva" atribuida a los medios) sobrepasa las dimensiones
normales en las que nos hemos manejado hasta el momento.

a- La imagen de una sociedad que traspasa las fronteras de los Estados ha


dejado de ser algo implícito -que emerge de la teoría- para convertirse en la
premisa de partida para la teorización y la investigación.

b- Las dimensiones implícitas en un supuesto consenso (político o cultural),


entendido así en la medida en que era producido o era controlado (como
ocurría en la agenda setting, en el modelo de propaganda o en la teoría de la
espiral de silencio), ahora se teorizan reconociéndolas directamente como
supuesto (en "la cultura mosaico", o en el mundo estandarizado del consumo
de los medios) y se investigan las dimensiones reales -las ideologías y la
ideología de los medios de comunicación- que producen este supuesto
consenso (expresado ahora en clave de sistema cultural o sistema simbólico):

"Si concebimos la ideología en términos de las maneras a través de las cuales


el significado movilizado por las formas simbólicas sirve para establecer y
mantener relaciones de dominio, entonces es posible apercibirse de que el
desarrollo de la comunicación de masas tiene consecuencias enormes para el
desarrollo y la naturaleza y el ámbito de los fenómenos ideológicos. Con ese
desarrollo de la comunicación de masas, la circulación de formas simbólicas es
crecientemente separada del hecho de que se comparta una ubicación física
común y, en consecuencia, la movilización del significado es cada vez más
capaz de transcender el contexto social dentro del cual se producen las formas

83 S. Hall, "La cultura, los medios y el <efecto ideológico>", en J. Curran, M. Gurevitch y j.


Woollacot, Sociedad y comunicación de masas, FCE, México 1981.
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simbólicas. Es únicamente con el desarrollo de la comunicación de masas que


los fenómenos ideológicos podían convertirse en fenómenos de masas..."84.

84 J. B. Thompson, Ideology and modern culture, Stanford University Press, California 1990, pág. 19.
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MARIA TRINIDAD BRETONES

6. La síntesis de las "funciones sociales" atribuidas a los medios:

Función social Teoría de los efectos Imagen de la sociedad

MANIPULATIVA Teoría hipodérmica • Sociedad masa/ individuo


atomizado
Teoría crítica
• Elite política y económica

• Hegemonía totalitaria

MOVILIZADORA Modelo de la comunicación • Sociedad= Subsistemas


en dos pasos sociales interdependientes

Modelos de la comunicación • Pluralismo hegemónico


en múltiples pasos (multiplicidad de centros de
actividad social y de poder)
Difusión en J

Teoría de los usos y


gratificaciones

CONTROL

a) del proceso Modelo de la Agenda/Teoría de la• Sociedad= Poder político-


Espiral de silencio económico + sociedad
estratificada y jerarquizada
(cultural, política y
económicamente)
Modelo de Propaganda
b) del resultado

REPRODUCTIVA Teoría culturológica • Sociedad = sistema de


reproducción cultural
Perspectiva de los Estudios
culturales • Ideología de dominación
(capitalismo industrial) +
ideologías estructuras
múltiples
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MARIA TRINIDAD BRETONES

EVOLUACIÓN DE LAS TEORÍAS SOBRE LOS EFECTOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS (SIGLO XX)

Modelo de la Agenda
(McCombs)
Modelo de propanganda
(Chomsky y Herman)
Teoría de la espiral del silencio
ALTOS (Noelle-Neumann)
TEORÍA
PODEROSOS

HIPODÉRMICA

Modelo de comunicación
en múltiples pasos
Modelo de
comunicación en J

MODERADOS
EFECTOS
DE
LOS Usos y gratificaciones
MEDIOS Análisis del contenido
Modelo de
comunicación en dos Análisis del discurso
pasos

Estudios de la propaganda Desarrollo de la teoría de la


bélica comunicación y de la pragmática
EFECTOS LIMITADOS
BAJOS

“La guerra de los Mundos”


Lazarsfeld (1949) Hovland Noelle Neumann (1973)
Lasswell (1927) 1940 Cantril 1950 1960 1970 McCombs 1980 Chomsky

1910 (I Guerra Mundial1914) 1920 1937 (Instituto análisis de la Propaganda) Klapper (Efectos de la comunicación de masas)

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