Está en la página 1de 2

ASUME

SUPERACIÓN POR MI PAÍS

PROGRAMA ASUME
TEMA 6: EL HOGAR

REFLEXIÓN

CARTA A UN HIJO

Hijo, el día que estemos viejos y tu madre y yo ya no seamos los mismos,


ten paciencia...Cuando alguno de nosotros derrame comida sobre nuestras ropas,
o yo olvide como atarme los zapatos... solamente compréndenos, recuerda las
horas que pasamos enseñándote con paciencia lo que ahora nosotros no
podemos hacer bien. Si cuando converses con nosotros repetimos la misma
historia, que conoces de sobra como termina, no interrumpas y escucha... piensa
que cuando eras pequeño, para que durmieras, te contamos mil veces el mismo
cuento, hasta que cerrabas tus ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te


avergüences, comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo
controlar como antes mi cuerpo... piensa cuántas veces te ayudamos de niño y
estuvimos pacientemente a tu lado esperando que terminaras lo que estabas
haciendo. No me reproches si alguna vez no quiero bañarme; no me regañes por
ello, recuerda los momentos que te perseguía y los mil pretextos que inventaba
para hacerte más agradable tu aseo. Acepta y perdona el niño que ahora somos,
cuando nos veas inútiles e ignorantes frente a todos los nuevos aparatos que ya
no podemos entender; te suplicamos darnos todo el tiempo que sea necesario
para no lastimarnos con una sonrisa burlona... acuérdate que fuimos nosotros los
que te enseñamos tantas cosas: la educación para enfrentar la vida tan bien como
lo haces, es el producto de nuestro esfuerzo, perseverancia y amor por ti.

Cuando en algún tiempo, mientras conversamos, nos lleguemos a olvidar


del tema del que estamos hablando, danos todo el tiempo que sea necesario
hasta que recordemos, y si no lo hacemos, no te burles... tal vez no era importante

www.asume.org 1
ASUME
SUPERACIÓN POR MI PAÍS

PROGRAMA ASUME
TEMA 6: EL HOGAR

lo que hablábamos pero a nosotros nos basta con que sólo nos escucharas ese
momento. Si alguna vez ya no queremos comer, no insistas. Sabemos cuánto
podemos hacer y cuánto no debemos hacer.... también comprende que con el
tiempo ya no tenemos dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando nos fallen las piernas por estar cansadas para andar, danos una
mano tierna para apoyarnos.... como lo hicimos cuando comenzaste a caminar
con tus débiles piernitas. Por último, cuando nos oigas decir que ya no queremos
vivir y sólo desearíamos morir, no te enfades... algún día entenderás que esto no
tiene nada que ver con tu cariño ni con cuánto te amamos... trata de comprender
que entonces ya no vivimos, sino sobrevivimos y eso no es vivir...

Siempre quisimos lo mejor para ti y hemos preparado los caminos que has
debido recorrer. Piensa entonces que con el paso que nos adelantamos a dar,
estaremos construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo. No
te sientas triste o impotente por vernos como nos ves. Danos tu corazón,
compréndenos y apóyanos como nosotros lo hicimos cuando empezaste a vivir,
de la misma manera como te hemos acompañado en tu sendero, te ruego nos
acompañes a terminar el nuestro. Danos amor y paciencia que te devolveremos
con gratitud y sonrisas, con el inmenso amor que tenemos para ti:

TUS PADRES.

www.asume.org 2

También podría gustarte