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Hijo, te escribo esta carta la cual espero que sea un aporte muy valioso
para tu vida.
2. AMOR DE PADRE
Con tus casi tres años cumplidos nos desplazamos a Bogotá por una
buena oportunidad de trabajo… ahora estoy casi convencido que el
trabajo es muy necesario pero no lo es todo para ser feliz… Al principio
fue duro, porque no teníamos donde llegar, la primer semana estuvimos
donde unos amigos durmiendo en un sofacama hasta que encontré un
apartamento y nos trasteamos. Te conseguí una persona para que te
cuidara, ella lo estaba haciendo bien pero una vez que te dejo caer de
un parque infantil y te “raspaste” media cara y un brazo, ahí la quise
sacar, pero por la necesidad siguió con nosotros (para que después me
robara unas joyas de oro). Te coloqué en el “Jardín Musicando” ya que
quedaba cerca a donde vivíamos y a mi trabajo. No pasó mucho tiempo
y compré un apartamento (ahora era tu nuevo hogar), tú seguiste en
Musicando hasta que pasaste a primero de primaria en el “Gimnasio
Inglés”. La alegría, el orgullo y el privilegio de verte aprendiendo a leer y
a escribir marcaron una página muy especial en mi vida, tu leías
cuentos, historietas… todo, hasta los avisos de la calle… estaba viendo
crecer a mi hijo, que ¡satisfacción! Hijo, cuando quieras ver tus primeros
escritos, yo tengo guardados algunos de ellos, como también todas las
cartas que me escribías. Ya en el nuevo colegio te fue muy bien,
directivos, profesores y compañeros estaban contentos con tu
desempeño y comportamiento; llegaron más bendiciones, empezaste a
jugar futbol en la escuela del colegio ¿Te acuerdas de la camiseta? La
patrocinaba “jugos tutti-frutti” que alegría sintió mi corazón y la piel se
me erizó al verte jugar tu primer campeonato… tú corriendo, jugando,
haciendo tu mejor esfuerzo y me mirabas como diciéndome “papito,
aquí estoy”, me sentí el Papá más orgulloso del mundo…, otro día
llegaste diciéndome que iban a empezar preparaciones para la primera
comunión y que tú querías hacerla, ¡Por supuesto, te contesté, claro que
sí hijo! Otra alegría poder ver a mi hijo recibiendo a Jesús en su
corazón… hiciste la preparación tan a conciencia que tu espíritu cambió,
eso lo noté… De la “ceremonia de la luz” tengo una foto tuya
abrazándome y tú estás ¡tan feliz! Que cuando la veo, de una vez se me
forma un nudo en la garganta. Allí estudiaste hasta 4º primaria cuando
te cambié debido a que la hora de entrada la cambiaron a las 6 de la
mañana, esa levantada era muy dura para ti y para mí, no valió mis
quejas (en el gimnasio inglés) por lo cruel de la madrugada (ese colegio
me gustaba mucho). Entonces te pasé de Colegio para el “Casablanca”
donde terminaste con éxito 4º de primaria. Allí, la hora de entrada y
salida eran muy cómodos e incluso todos los días te dejaba en el colegio
y yo seguía para mi trabajo, me pareció buen colegio sobre todo por el
nivel académico superior y que quedaba cerca de la casa y al local…
Alejo, por favor aprovecha la educación que se te brinda, nunca la
desperdicies ya que esa es una de mis herencias hacia ti y con ella
podrás conseguir muchos éxitos. Siempre tendrás mi ayuda para tu
educación, pero eso si ya sabes que yo te exijo cumplimiento.
Como padre también tuve el privilegio contigo mi “chiquitín” (como de
cariño yo también te decía), de sentarte en mi regazo para hablar (así
fuera de Dragon Ball o del Hombre Araña), de acobijarte con mis brazos
para darte calor en tiempo de frío, de alimentarte, de cuidarte, de
educarte, de instruirte, todo eso es una bendición para cualquier
hombre. Eso honra el Amor de Padre.
ALE, por otro lado: No sabías del dolor que sentía mi alma cuando te
reprendía por alguna situación... un dolor que me desgarraba… pero
luego te pedía perdón y llegaba la recompensa: Un abrazo tuyo
acompañado de un “te perdono papito” y te me acostabas encima, eso
me devolvía la vida. Hijo, se tiene que reprender con amor y explicando
la situación inadecuada, sin lastimar ni maltratar, sin degradar o insultar.
Tampoco quiero que seas muy permisivo; pero si justo, humano y
solidario.
Alejo, algún día tu también serás Papá por lo que quiero que las
pequeñas cosas (que para mí son grandes) y que yo comparta contigo,
las conserves en tu pensamiento y en tu corazón por que cuando seas
padre deseo que hagas lo mismo (¡y mejor!) que lo que yo hice por ti…
tienes que aplicar lo que yo humanamente te he enseñado.
3. LA FAMILIA ES TODO
Un poco más de 7 años vivimos solos Tú y Yo, me acuerdo que la
primera vez que me dijiste que querías tener un círculo familiar más
grande tendrías apenas 5 años. Pero fue 4 años después que decidí
casarme, entonces Dios y el destino pusieron en mi camino a una
persona para cumplir con tu propósito… como ya sabes, Alexandra fue
esa persona.
A pesar que eres muy inteligente, aún sigues siendo un niño y tus
sentimientos son frágiles y maleables. ALE, los SENTIMIENTOS que cada
uno siente tienen que ser firmes y saberlos identificar, si son malos se
tienen que dominar y cambiar. Tampoco te dejes llevar por los
sentimientos (ya que estos pueden ser solamente emociones o impulsos
temporales) debes guiarte por tu inteligencia.
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