Fabiana y Anastasia

Ustedes son egresadas/os/es de la ESM de la UNMdP. Es-

tán en su último año de residencia, atendiendo consultorio.
Es un día con muchos pacientes, y a pesar de compartir el
consultorio con su compañera/o/e de residencia, a veces
sienten que no llegan con tantas actividades. Sin embargo
tratan de atender de la mejor manera a cada persona que
se acerca con un problema de salud.
A la consulta acuden Fabiana, de 27 años, y su madre
Anastasia, de 51. Anastasia parece muy tímida; da la im-
presión de haber venido a la consulta prácticamente obli-
gada por su hija. Con mucho respeto Fabiana comenta que
está en tercer año de medicina y que quiere hacer un control de salud general a su madre.
Agrega que Anastasia se mudó a Mar del Plata hace un mes, y que vivía en Tierra del Fuego
donde trabajó de cocinera de lunes a sábados casi 12 horas al día durante 34 años, y que
no tenía tiempo para ir a una consulta de salud.
Durante la entrevista Anastasia los observa con una mirada profunda; mezcla de cariño por
su trato como profesionales de la salud, quizás orgullo porque su hija estudia medicina, y
una tristeza de años. Parece que empieza a sentirse más segura y comienza a lentamente
a hablar.
Durante este “escuchatorio”, Anastasia comenta que no conoció a su padre y que su madre
tenía algo así como “adenomas vellosos”, pero nunca supo porque falleció. Acuerda con lo
dicho por Fabiana sobre que en Tierra del Fuego trabajaba todo el día y agrega que llegaba
a su casa solo para dormir. En el dialogo, va contando que nunca realizó actividad física,
relata que su alimentación es rica en harinas, carne roja y grasas, con pocas frutas y verdu-
ras (además muy caras en el Sur) y que toma agua cada vez que tiene sed. Está casada
con Jorge de 53 años y tiene dos hijas, Carla de 32 años y Fabiana. Recuerda que hace
aproximadamente cinco años se hizo un control de salud y la médica le dijo que tenía sobre-
peso y dislipemia, pero no pudo cumplir el tratamiento. Anastasia comenta que a veces
presenta dificultad “para ir de cuerpo” y otras “dolor de panza”, pero está acostumbrada a
aguantar; y con lágrimas en los ojos dice que en las últimas dos semanas presentó sangrado
cada vez que defeca.
Además recuerda que hace poco su esposo se hizo un control de salud. Él no tiene antece-
dentes familiares de enfermedades, es una persona aparentemente sana, sin ningún sín-
toma; juega al fútbol todos los sábados y no fuma ni toma alcohol. Fabiana interviene y
cuenta que a Jorge su médico le dijo que tenía que hacerse una videocolonoscopía, pero
como la obra social no le reconocía el estudio porque “era preventivo”, le cambiaron la orden
por el test inmunohistoquímico de sangre oculta en materia fecal, que le dio positivo, con lo
que ahora igual se tiene que hacer la video. Ella está preocupada, aunque el médico trató
de tranquilizarlos, diciendo que Jorge no presenta ningún síntoma de enfermedad, por lo que
–de existir alguna- esta estaría en una etapa temprana y tratable con muy buen pronóstico.
Agrega que en la facultad están estudiando los criterios que tiene que cumplir una enferme-
dad para que corresponda pesquisarla en la población general, y que tiene dudas sobre si
correspondía hacer esos estudios a su padre antes, porque leyó que hay mucho debate.
Al examen físico observan que Anastasia presenta, como datos relevantes:
Talla de 1,63m y peso de 81 kg.
Piel y mucosas levemente hipo coloreadas.
Abdomen doloroso en flanco y fosa ilíaca izquierda.