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Estudiante: Génesis Albornoz

C.I. 22074665

Ensayo de salud ocupacional y la nueva normalidad

Bajo la creciente situación reflejada por el Covid-19 desde el año 2020, ha


generado modificaciones en todos los contextos y aspectos del trabajador y su
entorno, así como a nivel mundial. Eso desarrollo una diminución de la fuerza
de trabajo, aislamiento por parte de la sociedad frente a esta pandemia, y un
desajuste significativo en el vivir día a día, las horas de trabajo y la asistencia
presencial a los empleos, ocasionando una pérdida de la población, dejando a
la gente a la deriva frente a esa situación.

A medida que se va desenvolviendo el manejo de esta circunstancia, el mundo


no se puede parar, y debe continuar con su funcionalidad, esto propició que las
personas trabajaran en casa, una disminución de las horas trabajadas, pero
con la asistencia del personal esencial para desarrollar el proceso productivo,
para que las organizaciones se puedan levantar nuevamente.

Hoy en día, posterior a ese incremento progresivo de apertura, la enfermedad


no ha dejado de cesar ni de propagarse, esto conlleva a que estas empresas
desarrollen medidas preventivas y acordes a esa realidad para continuar
activos.

Basados en la información suministrada por la Organización mundial de la


Salud donde explica que el virus puede propagarse a través del aire, y que
debe seguir una medida preventiva por parte de la población no exenta a los
centros de trabajos.

Por otro lado, existen diversos análisis referentes sobre el covid, y se considera
una enfermedad de origen ocupacional siempre y cuando sea contagiada
dentro del centro de trabajo, de acuerdo a organización Internacional de
Trabajo (OIT), 2020.

A partir de esto, el día a día debe continuar, esto hace que las organizaciones
establezcan métodos y/o técnicas de prevención. A través de esto la
organización Internacional de Trabajo establece normas que se deben cumplir
en cualquier contexto pero más específicamente en los centro de trabajo, a fin
de proteger la salud ocupacional de sus trabajadores.

Entonces, el respeto de estas normas también contribuye a fomentar una


cultura de diálogo social y de cooperación en el lugar de trabajo, lo cual es
determinante para instituir la recuperación y prevenir una espiral descendente
del empleo y de las condiciones de los trabajadores durante la crisis y en el
período posterior a ésta.

las orientaciones referentes a estas medidas se extienden a la situación


específica de ciertas categorías de trabajadores, tales como el personal de
enfermería, los trabajadores domésticos, migrantes, la gente de mar, como se
sabe, son muy frágiles en el contexto actual.

Otro punto a favor a considerar y que es esencial es el instaurar un clima de


confianza mediante el diálogo social para aplicar de manera efectiva las
medidas destinadas a enfrentar el brote de COVID-19 y sus repercusiones.
Fortalecer el respeto de los mecanismos de diálogo social y utilizarlos es una
forma de fijar la resiliencia y el compromiso de los empleadores y de los
trabajadores para la adopción de medidas de política necesarias.

Bajo esta perspectiva, la promoción de una política activa destinada a fomentar


el pleno empleo, productivo, debe incluir medidas selectivas para estabilizar las
economías y abordar los problemas de empleo. No obstante, los empleadores
tendrán la responsabilidad de asegurarse de que se adopten todas las medidas
de prevención y protección posibles para reducir al mínimo los riesgos
profesionales de suministrar cuando sea necesario y en la medida en que sea
razonable y factible, ropas y equipos de protección apropiados sin costo alguno
para el trabajador. Seguidamente el empleador tiene la responsabilidad de
proporcionar información adecuada y formación apropiada en el ámbito de la
Seguridad y salud laboral. OIT, Mayo, (2020).

Ahora bien, para realizar un análisis exhaustivo de los riesgos de infección.


Es clave en materia de salud ocupacional determinar las estrategias de
control. Para ello, las organizaciones pueden basarse en la pirámide de
riesgo de exposición de OSHA.

Donde Determinan los factores de riesgos personales de cada uno de los


trabajadores. Adultos mayores y personas con enfermedades cardíacas,
pulmonares o con diabetes los cuales corren un mayor riesgo de desarrollar
complicaciones graves al contagiarse de COVID-19. A ellos hay que
designarles responsabilidades laborales o ubicaciones especiales que
minimicen la exposición al virus.

Otro aspecto es dotar a los trabajadores de los elementos de protección


personal (EPP) en función del nivel de riesgo asociado a su actividad. Es
importante capacitarlos para que los usen y desechen de forma correcta.

Establecer dentro de la política de seguridad y salud ocupacional  la


obligación de lavarse las manos periódicamente –durante al menos 40
segundos con agua y jabón o con desinfectante a base de alcohol-, y
alentarlos a practicar una buena higiene respiratoria, como cubrirse la boca
al toser o estornudar.

Adicionalmente las empresas deben tener un programa de seguridad y


salud ocupacional este debería considerar estrategias para que el contacto
entre trabajadores sea el mínimo posible, procurando el distanciamiento
entre ellos superior a 1 metro.
No deja de ser esencial capacitar a los trabajadores sobre el nuevo
coronavirus, cómo se transmite y los protocolos apropiados en el lugar de
trabajo para prevenir o reducir la probabilidad de exposición. Asimismo,
alentar a los trabajadores con síntomas de la enfermedad -fiebre, tos, falta
de aire, entre otros- a informarlo a la dirección o a su supervisor (bajo
protocolos de discreción máxima) para tomar las medidas pertinentes.

El Establecer protocolos para identificar y aislar casos sospechosos de tener


COVID-19. Es sumamente importante, se diría que crucial para la
disminución y control del virus.

En efecto, cuando las personas tocan una superficie u objeto contaminado, y


luego se tocan los ojos, la nariz o la boca, pueden exponerse al virus. Por
ello, para cuidar la salud ocupacional de la empresa es importante
establecer protocolos de limpieza y desinfección ambiental,
preferiblemente con desinfectantes registrados por las organizaciones
pertinentes y con declaraciones en la etiqueta de efectividad contra el
SARS-CoV-2. Al respecto, hay que tener presente que
la información disponible sobre el virus sugiere que este puede sobrevivir de
2 a 3 días en superficies de plástico y acero inoxidable.

Por lo tanto, esta contexto actual ha producido que se vuelva una realidad para
toda la población, donde todas estas medidas o normas establecidas se
vuelvan parte importante en el vivir diario de los habitantes, esto no puede
dejar a un lado el efecto emocional y/o psicológico que ha producido el
aislamiento luego de que las personas estaban acostumbrada a un ritmo de
trabajo constante, de esta manera los efectos ocasionados a nivel emocional
y la perdida de personas cercanas o de su alrededor les desarrolle duelos y
depresiones por las circunstancias producidas.

Por su parte, un estudio sobre el impacto psicosocial del COVID-19 en base a


la observación sistemática de 58 investigaciones científicas ha revelado que,
entre las alteraciones más habituales entre la población general figura la
depresión con un 46%, la ansiedad (60%), los síntomas de estrés (17%), el
insomnio (17%), la percepción de soledad (3%) y el trastorno de estrés post-
traumático (3%). En referencia al colectivo sanitario, la detección de síntomas
de depresión ha sido ligeramente inferior en un 41%, pero más elevada en el
caso de la ansiedad (67%), los síntomas de estrés (33%), el insomnio (29%),
la sensación de soledad (4%) y el trastorno de estrés post-traumático (8%).

Esto ha propiciado que el gremio de psicólogos y psiquiatras establezcan


estrategias preventivas y que ayuden a llevar de una mejor forma el
aislamiento involuntario ocasionado por el virus. En base a eso, la Organización
Mundial de la Salud sugiere lo siguiente:
 Manténgase informado sobre noticias de canales o medios de
comunicaciones con información veraz sobre el virus. Para no
desinformarse.
 Siga una rutina. Conserve sus rutinas diarias en la medida de lo
posible o establezca nuevas rutinas. 
 Reduzca la exposición a noticias.  
 El contacto social es importante. Si sus movimientos se encuentran
restringidos, mantenga un contacto regular con las personas próximas
por teléfono o internet.
 Evite el alcohol y las drogas. Limite el consumo de bebidas
alcohólicas o evítelas por completo. No empiece a consumir alcohol si
nunca lo había hecho.
 Controle el tiempo de pantalla. Sea consciente del tiempo que pasa
cada día delante de una pantalla.
 No abuse de los videojuegos. Aunque los videojuegos pueden ser una
forma de relajarse, cuando se está en casa mucho tiempo se puede caer
en la tentación dedicarles mucho más tiempo del habitual. Asegúrese de
mantener un equilibrio adecuado con las actividades sin dispositivos
electrónicos.
 Utilice adecuadamente las redes sociales. Emplee sus cuentas en
redes sociales para promover mensajes positivos y esperanzadores.

Todos estos métodos, de medidas preventivas para trabajar y a nivel


psicológico son parte de hoy en día hasta que se vuelvan a regular o volver a
lo que se establecía en tiempo antes de esta pandemia. No se puede negar
que es una realidad que la población no está acostumbrada y ha costado
adaptarse. Entonces, a través de estos métodos se busca generar capacidades
de resiliencia así como tranquilidad mientras se logra una disminución
importante en la tasa de mortalidad y contagio del virus. Esto, en la nueva
realidad del mundo.
Bibliografía:

https://www.flsida.org/es/blog/los-efectos-psicologicos-covid-19#:~:text=Un
%20estudio%20sobre%20el%20impacto,de%20estr%C3%A9s
%20(17%25)%2C%20el

https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---
normes/documents/publication/wcms_739939.pdf

https://www.zyght.com/blog/es/covid-19-lo-que-hay-que-saber-sobre-salud-
ocupacional/

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