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EL RETORNO DE LOS MECOS.

CRUCES, ANCESTROS Y
TERRITORIALIDAD EN UN POBLADO
OTOMÍ DEL SEMIDESIERTO
DE QUERÉTARO

THE RETURN OF THE MECOS.


CROSSES, ANCESTORS AND TERRITORIALITY IN AN OTOMI
TOWN IN THE SEMI-DESERT OF QUERÉTARO

Ricardo López Ugalde*

Resumen

La producción del espacio refleja escenarios que pueden


abordarse desde la composición histórica y dinámica de la
territorialidad. Esto prevé un análisis que integre el estudio de
símbolos, relaciones de poder y la agencia del espacio, para
explicar cómo operan determinados recursos y dispositivos
–rituales, mitología local y vestigios materiales— en la cons-
trucción de narrativas territoriales que apelan a lecturas inge-
niosas de las tradiciones culturales. Este documento aborda
algunas elaboraciones territoriales en el poblado otomí de
San Miguel, Tolimán, Querétaro, a partir de controversias re-
cientes por la posesión de predios comunales.

Palabras clave: Territorialidad, ritual, poder, comunidad.

* Maestro en Estudios Antro- Abstract


pológicos, Centro inah Que-
rétaro, correo electrónico:
ricardo_lopezugalde@inah.
The production of space reflects scenarios that can be approa-
gob.mx. ched from the historical and dynamic composition of terri-

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toriality. This foresees an analysis that desierto tolimanense durante periodos


integrates the study of symbols, power precisos del año (Chemín, 1993; Casti-
relations and the agency of space, to ex- llo, 2005; lmtpoct, 2010; López, 2014),
plain how certain resources and devices con especial acento en la percepción y
operate —rituals, local mythology and construcción simbólica de sus territorios
material vestiges— in the construction devocionales (Piña, 2002), que en gran
of territorial narratives that refer to in- medida responden a modelos adaptati-
genious readings of cultural traditions. vos y perceptuales creados en un entor-
This document deals with some territo- no donde el agua y los terrenos agrícolas
rial elaborations in the Otomí town of han sido bienes escasos.
San Miguel, Tolimán, Querétaro, based Esta fracción del Semidesierto es
on recent controversies over the posses- uno de los principales baluartes cultu-
sion of communal properties. rales del estado de Querétaro, poniendo
de relieve la vitalidad del pensamiento
Keywords:  Territoriality,  Ritual, Power, indígena otomí en la entidad. Sin embar-
Community. go, esta valoración supone grandes retos
derivados de la incorporación de varias
poblaciones otomíes de la región a es-
Algunas categorías de análisis quemas productivos que promueven el
turismo cultural como vía de desarrollo,
San Miguel es un poblado otomí de hon- así como el manejo intensivo de los re-
das raíces chichimecas ubicado en la cursos naturales de la demarcación.
parte central del municipio de Tolimán, El interés de este trabajo es estudiar
en el Semidesierto Queretano. Como de- casos asociados a la producción del es-
legación municipal, es el centro político pacio, teniendo como contexto geográ-
y religioso que articula otras localidades fico una zona donde históricamente han
y barrios históricos a manera de subde- coexistido sociedades con bagajes cultu-
legaciones,1 con una población de 4 822 rales diferenciados (Crespo y Cervantes,
personas, de las cuales 486 son hablan- 1990). Desde la época prehispánica y
tes de lengua indígena y 1 109 personas hasta la actualidad, la interacción social
están integradas a hogares indígenas. se ha fundamentado en la necesidad de
Diversos estudios han detallado los orientar mecanismos de usufructo de
elaborados sistemas rituales que integran los recursos naturales. Como se detalla-
a buena parte de poblaciones del Semi- rá, durante el periodo virreinal la con-
vivencia de modelos diferenciados de
apropiación de la naturaleza se asoció a
1. Entre las que se encuentran La Estancia, la redefinición de los derechos de uso y
La Puerta, Gudinos, Panales, Nogales, Barrio de
propiedad de la tierra, lo que derivó en
García, El Lindero, Tierra Volteada, Don Lucas,
Diezmeros y La Cebolleta. conflictos por la delimitación de los pre-

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dios de las haciendas y de los pueblos control y definición de las vocaciones


de indios. espaciales de los entornos habitados por
En contextos como el Semidesierto estos grupos indígenas, situación por
queretano caracterizados por un mar- demás evidente a través de la presencia
cado perfil interétnico, la interacción del indigenismo estatal durante el siglo
social ha involucrado 1) modelos cultu- xx, de la explotación de algunos nichos
rales de concepción y uso de la natura- ecológicos con fines mercantiles, así
leza, particularmente ligados al uso de la como de los recientes emprendimientos
vegetación xerofita de los cerros y lade- empresariales foráneos que apuestan a
ras, y al manejo de cuerpos de agua; 2) terciarizar las economías de la zona.
estructuras políticas vinculadas a intere- Es importante enfatizar la premisa
ses de grupos de poder inmersos en los sobre la construcción social del espacio
entramados administrativos vigentes; y de autores provenientes de la Geografía
3) elementos fisiográficos que delimitan crítica (Lefebvre, 1974, 1976; Santos,
al Semidesierto como un conjunto de 1990), ya que el Semidesierto de Que-
ecosistemas particulares. rétaro históricamente ha sido motivo de
Si bien en años recientes ha habido elaboradas representaciones a partir de
un impulso de la academia y la admi- las cuales distintos sectores sociales po-
nistración pública para identificar al tencializan sus cualidades o funciones,3
Semidesierto tolimanense con sus ras- subrayando la inmersión de símbolos y
gos eminentemente culturales, constru- tradiciones en las competencias políticas
yendo una noción del Semidesierto pre- que dirimen las posibilidades de uso y
dominantemente indígena y católico,2 control del entorno.
la omisión al resto de las dimensiones Para Lefebvre (1974) el espacio es
que complementan la realidad indígena eminentemente social porque es produ-
de esta región limita la comprensión in- cido por medio de trabajo, generando ac-
tegrada de fenómenos socioespaciales ciones que se articulan directamente con
desarrollados en últimas décadas. La propósitos, proyectos y ejercicios políti-
constitución simbólica de los territo- cos. De acuerdo con esto, el estudio del
rios devocionales tolimanenses nunca espacio busca la identificación del tipo
ha sido ajena a los procesos políticos de de relaciones que lo crean y lo sostienen
(Lefebvre, 1976), pero también sugiere

2. Para mayores detalles sobre este punto con-


sultar el expediente técnico lmtpoct (2010), la 3. Un trabajo excepcional que ejemplifica este
sección del municipio de Tolimán dentro del Ca- aspecto para el Semidesierto queretano se en-
tálogo digital del Patrimonio Cultural de Querétaro cuentra en Meyer, F. (2001), Querétaro árido en
(2014), así como las iniciativas de intervención de 1881. Una visita gubernamental a Tolimán, Colón
la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro y Peñamiller, Universidad Autónoma de Queréta-
de 2009 a la fecha. ro, México.

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la caracterización de aquellas ideas, espacio opera más como una totalidad


símbolos y valores que orientan las re- donde se desenvuelve la existencia hu-
laciones desde horizontes significativos. mana, mientras el territorio denota una
El acento que se pone a la dimensión apropiación espacial que realizan las
cultural no desconoce la implicación de sociedades para “asegurar su reproduc-
los factores económicos, biofísicos y ción y la satisfacción de sus necesida-
políticos para producir el espacio, pero des vitales, que pueden ser materiales
sí destaca que en lo cultural operan có- o simbólicas” (Giménez, 2007, p. 151).
digos fundamentales para la elaboración Desde esta perspectiva, algunos autores
de representaciones que enraízan en el confieren al territorio un carácter políti-
pensamiento de las sociedades; de acuer- co ligado a la gobernancia ejercida so-
do con esta premisa, la principal función bre el espacio (Mançano, 2011, p. 21),
de dichas representaciones espaciales es destacando la participación social en
conferir “coherencia” (Lefebvre, 1974) las decisiones para controlar y acceder
tanto a las acciones como a las institu- al espacio físico. De dichas acciones se
ciones que apuntalan un proyecto espa- desprenden las consecuencias de una
cial determinado. fragmentación material o expresiva del
Al concluir que el espacio no es un espacio, cuyas intenciones se enmarcan
dato universal ni constante, Lefebvre da políticamente (p. 26).
un paso sólido hacia el estudio de las Así, la territorialidad enfatiza la
relaciones entre sociedades portadoras producción de territorios, encaminando
de diversos y contradictorios modelos acciones y relaciones intencionadas que
de espacialidad, aspecto claramente in- clasifican al espacio en términos polari-
fluido por la perspectiva materialista del zados, bajo una fórmula que Raffestin
autor; esto anticipa la conformación de (2013) define como de inclusión-exclu-
escenarios de confrontación donde se sión de las partes involucradas (p. 191);
negocian o se imponen tales modelos. de esta manera, se pueden considerar
En este punto de la argumentación, es algunas interrogantes dirimidas por las
prudente dialogar con algunos postu- territorialidades, destacando ¿quiénes
lados de los estudios territoriales para pueden disponer de los recursos disputa-
detallar la composición y dinámica de dos?, ¿qué valores permean las prácticas
los procesos y recursos inmersos en la sociales a manera de modelos éticos y
producción del espacio, aspectos funda- deseables?, y ¿cómo se difunden o afian-
mentales que no son profundizados del zan socialmente dichos valores? Como
todo por la propuesta lefebvriana. se expuso en otro documento (López et
Habría que aclarar la distinción en- al., 2018), considero que un dato fun-
tre espacio y territorio, por cuanto el damental que aporta el estudio de las
primero es sustrato de donde emerge el territorialidades radica no solamente en
segundo (Raffestin, 2013), es decir el identificar modelos organizativos que

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categorizan al espacio, sino además en y recursos mnemotécnicos que invocan


la posibilidad de indagar las maneras y esta vena cultural indiscutible para va-
estrategias para que dichos modelos se rias poblaciones indígenas de la zona.
materialicen y aseguren sus propósitos. Una parte fundamental de la idea sobre
Históricamente en el Semidesierto lo chichimeca se manifiesta a través de
tolimanense estos ejercicios territoriales danzas de conquista, relatos, lugares sa-
proyectan modelos de espacialidad que grados, ofrendas y rituales que reiteran
no sólo orientan las prácticas y concep- el vínculo metonímico de los antiguos
tualizaciones de los cerros, pues además chichimecas con los cerros y con su ca-
confieren legitimidad al control y a la re- rácter salvaje.
gulación administrativa que se pretende Actualmente en diversas poblacio-
o declara sobre dichos elementos. Para nes de Tolimán perviven narrativas mí-
ello, es primordial atender a los arte- ticas que consignan los orígenes de los
factos y dispositivos que, en diferentes linajes culturales y consanguíneos que
periodos históricos, han utilizado los ha- formaron a barrios y comunidades, así
bitantes de San Miguel para cubrir las como las heredades religiosas que hoy
necesidades performativas de proyectar construyen los principales episodios fes-
los derechos de uso sobre el entorno, tivos de la región. Esto ocurre de mane-
destacando los vestigios materiales, los ra ejemplar con la alusión a los cerros
relatos cosmogónicos vinculados a los como antiguas residencias de los chichi-
mecos o chichimecas y los rituales para mecas, ya que de acuerdo con Castillo
honrar a sus santos, específicamente a la (2005), durante los primeros años de la
Santa Cruz. ocupación otomí y española, éstos se re-
plegaron hacia los montes que bordean
los valles de Tolimán.
El contexto histórico y cultural Esta idea se refuerza con relatos lo-
cales donde se resalta que los primeros
Los episodios que orientaron la coloni- chichimecas bautizados de San Miguel
zación de la zona durante el siglo xvi procedían del cerro del Cantón (Che-
y xvii, hoy se manifiestan en algunos mín, 1993), mientras en poblados ve-
poblados tolimanenses con la vigencia cinos como San Pablo, los chichimecas
de elementos culturales y lingüísticos dejaron vestigios materiales esparcidos
otomíes, aunado a un reconocimien- en el cerro del Tenxi, como figurillas de
to emotivo y ritual de sus antepasados barro, tepalcates, así como lascas y pro-
chichimecas (Mendoza, et al., 2016). yectiles de diversas rocas ígneas. De esta
Con el paso del tiempo en Tolimán se manera, junto a los mecos, es vigente el
diluyó la presencia demográfica pame, culto a la Santa Cruz para la petición
pero su vigor se mantuvo hasta la actua- de lluvias, motivando peregrinaciones
lidad a través de diferentes elementos durante los meses de abril y mayo a las

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cimas de los principales cerros de la co- que emprendieron los caciques otomíes
marca, además de procesiones sobre lu- en campañas de pacificación de estos te-
gares acuáticos de especial relevancia.4 rritorios (Beaumont, 1874). La siguiente
La historia de San Miguel se vincula cita ilustra la turbulencia provocada por
a la conformación del presidio de San la expansión de la Corona española en la
Pedro Tolimán en 1532 (Castillo, 2005). comarca hacia el siglo xvi:
La fundación de este presidio obedeció
a la expansión otomí del siglo xvi y xvii …que no hay mes, ni semana ni aun
hacia el norte de la provincia de Jilote- día, [en] que no hay[a] españoles y
pec, emprendida por caciques indígenas otras gentes muertas, y robado lo q[ue]
acompañados de encomenderos y misio- llevaban […] Han dado, de poco tiem-
neros españoles. Esta expansión otomí po a esta p[ar]te, en hurtar yeguas y ca-
consolidó el dominio de la Corona espa- ballos, que es el niervo de los s[eñor]
es de ganado vacuno, y hácenles tanto
ñola en las Chichimecas, transformando
daño en esto, que, si no hay remedio, se
el orden político, económico y cultural
perderán los ganados vacunos sin falta
de la comarca, a partir de la necesidad […] Está con tanto temor toda la gente
de redefinir los patrones de asentamien- que hay en esta tierra, que muchos de-
to humano, así como el usufructo y con- jan perder sus haciendas y granjerías,
trol de los recursos circundantes de ma- y despueblan sus estancias, por ver el
yor valía (Somohano y Niño, 2014). peligro patente (Ramos, 1582, p. 225).
De estas oleadas, en toda la franja
central del actual Querétaro se gene- Bajo estas situaciones, la lógica del pre-
raron interesantes, y no siempre armo- sidio en San Pedro Tolimán adquirió re-
niosos, procesos de integración entre levancia política como modelo de colo-
los nuevos moradores otomíes y sus nización en la zona limítrofe con Sierra
residentes naturales chichimecas, en Gorda (Castillo, 2005), cuyas funciones
su mayoría pames. Estos episodios de se asociaron a la contención de las in-
contacto cultural se desarrollaron so- cursiones violentas de chichimecas, sir-
bre diferentes puntos de las Chichi- viendo además como asentamiento de
mecas (Ramos, 1582; Powell, 1977), chichimecas pacificados, colonos oto-
y en varias ocasiones derivaron en la míes y españoles.
asolación chichimeca de pueblos de Para establecer una liga entre la
indios, congregaciones y villas recién construcción simbólica del espacio to-
fundadas, además de acciones militares limanense con las predominancias po-
líticas actuales, es necesario destacar
eventos que conectan la composición de
4. Algunos autores han destacado la implicación la propiedad de la tierra en la zona con
que tienen dichos rituales de petición de buenos
temporales, con la veneración a los ancestros chi-
el carácter étnico de sus habitantes. Esto
chimecos (Prieto et al., 2008). permitirá comprender las elaboraciones

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simbólicas locales que actualmente en- en este periodo se sentaron las bases de
cumbran la idea de lo chichimeca para conflictos interétnicos por la propiedad
legitimar una propiedad ancestral sobre de la tierra y los montes, desarrollados
la tierra, sustentada en una relectura cos- en esta porción del Semidesierto en los
mogónica que sitúa a los montes como siglos posteriores.
moradas de los antepasados mecos, y Con el desplazamiento de chichime-
que reitera a los chichimecas como uno cas en los tolimanes5 se incorporaron
de los linajes culturales y consanguíneos actividades mineras y ganaderas en la
de los actuales otomíes de San Miguel. Sierra (Somohano y Niño, 2014); dicha
Hacia el siglo xvi la Guerra Chichi- restructuración productiva emprendida
meca, promovida por la Corona españo- por estancias y mercedes fue fomentada
la para pacificar Sierra Gorda, dotó de por el fortalecimiento de las haciendas
mercedes y repartos de estancias gana- durante el siglo xvii (Jiménez, 2013),
deras en los territorios chichimecas to- aflorando conflictos entre indígenas y
limanenses (Somohano y Gómez, 2010; españoles por invasiones y despojos de
García, 2011). Esta dotación y recono- predios. Siguiendo las propuestas de
cimiento de la propiedad de la tierra no Urquiola (1989) y García (2011), en el
se dio en el vacío, ya que operó en los siglo xvii y xviii la hacienda representó
términos de una ocupación que desplazó en Querétaro un instrumento producti-
gradualmente a otomíes y chichimecas vo y social de grandes alcances para la
de los terrenos y recursos naturales de geopolítica colonial, aglutinando a las
sus poblaciones. unidades productivas españolas conce-
De acuerdo con Jiménez (2013), esto didas mediante mercedes, pero también
creó un escenario legal y político que permitiendo la constitución de los prin-
colocó a las Chichimecas como una co- cipales latifundios en detrimento de los
marca donde no existían títulos primor- terrenos indígenas (Jiménez, 2013).
diales, como sí ocurrió en otras zonas del Esto marcó varias pugnas por la
Virreinato, debido a la lógica colonial de propiedad, acceso y usufructo de gran-
reconocimiento territorial que vinculó a des extensiones de terrenos en las es-
los chichimecas a su condición de genti- tribaciones serranas del Semidesierto y
lidad y los reconoció como los habitan- del centro-sur queretano, como las que
tes originarios de dichas zonas (p. 15). confrontó a poblados chichimecas y oto-
Esta reconfiguración de la propiedad de míes con un conjunto de haciendas de la
la tierra trajo mecanismos instituciona- región, entre las que se encontraban las
les que orientaron los subsiguientes li-
tigios para delimitar las posesiones de
estancieros y nativos, acotando ciertas 5. De acuerdo con Jiménez (2013), se trata del
nombre dado a un área histórica que integraba
prebendas para los nuevos colonos eu-
varias poblaciones indígenas entre Tolimanejo
ropeos. Es importante considerar que (actual Colón) y Tolimán.

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de Ajuchitlán, Tequisquiapan, Panales, y Tierra Blanca, que se hallaban cons-


El Chilar, San Pablo, Fuentezuelas, Za- treñidos dentro del radio de expansión
morano, Santillán y Atongo (Somohano de las haciendas citadas. Por otro lado,
y Gómez, 2010). destacó la construcción de un discurso
A finales del siglo xviii, varios po- de posesión territorial relacionado con
blados indígenas disgregados entre To- el carácter étnico que argumentó una
limán, Tolimanejo y Tierra Blanca en posesión ancestral sobre los terrenos en
Guanajuato, sumaron fuerzas para recu- pugna (Jiménez, 2013).
perar los predios cerriles que les habían Esta posesión ancestral era entendida
despojado las haciendas vecinas; quie- como ejercicio pleno de derechos sobre
nes habían agrupado un bloque solido de los terrenos y montes que les habían per-
terrenos productivos cuyas extensiones tenecido antes de la colonización hispa-
se prolongaban sobre amplias porciones na, y para ello destacaban su parentesco
de los actuales municipios de El Mar- chichimeca por cuanto “en la gentilidad
qués, Colón, Tequisquiapan, Tolimán, y todas eran tierras de sus ancestros” (p.
probablemente hasta la zona serrana del 31). Esta idea de territorio ancestral se
estado de Guanajuato. fortaleció discursivamente con la yux-
taposición de lo indígena y lo español,
donde los hacendados fueron concebi-
dos como intrusos que afectaban el bien-
estar de los poblados indios (p. 31).
Es necesario resaltar la estrategia ex-
presiva empleada por los indígenas mo-
vilizados, quienes ocuparon los predios
en pleito y demolieron los cuños limítro-
fes colocados por las haciendas creando
“marcas con cruces en las palmas y mez-
Figura 1. Fragmento de mapa geográfico de quites, y con montones de piedra, en to-
Querétaro, 1840. das las tierras en que se introdujeron” (p.
Mapoteca Manuel Orozco y Berra 31); se puede sugerir que dichas marcas
delimitaron material y simbólicamente
Considero que de esta movilización in- el territorio despojado, empleando el re-
dígena se pueden destacar aspectos cla- curso cosmogónico de la cruz.
ve para comprender la relevancia del ca-
rácter étnico en la constitución política
de un sentido de pertenencia chichimeca Antecedentes del conflicto
ligado al territorio. Por una parte, sobre-
salió la integración de poblados como Actualmente Tolimán está articulado
San Miguelito, Tolimanejo, San Pablo a diferentes procesos regionales que

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buscan la consolidación de espacios Un aspecto que complejiza la situa-


mercantiles y de consumo de bienes ción es que en San Miguel y sus zonas
con diversos alcances; junto al turismo aledañas coexisten diversos esquemas
cultural,6 la industria avícola es una ac- de propiedad de la tierra, destacando la
tividad productiva de creciente presen- pequeña propiedad hacia el caserío de
cia en el municipio y zonas aledañas, San Miguel y sus barrios históricos, el
incorporando sitios estratégicos para su ejido hacia los montes que bordean el
expansión, y ocasionando que las em- este, sur, oeste y parte del norte del po-
presas del ramo busquen terrenos aptos blado, y la propiedad comunal8 hacia los
para sufragar las demandas de produc- lomeríos del suroeste y sur del caserío,
ción que desbordaron a las tradicionales sitio donde se haya el predio disputado.
zonas avícolas de los Valles queretanos.7 Es prudente pensar que dicha pres-
En 1992 una persona ajena al poblado cripción haya procedido jurídicamente
acudió al Registro Público de la Propie- debido a los antecedentes históricos de
dad para realizar la prescripción positi- la zona relacionados con los derechos
va de un predio de 210 hectáreas, ubica- de propiedad de la tierra, y que la com-
do en la zona cerril aledaña al barrio de pra se haya definido sobre un conjunto
La Cebolleta en San Miguel, aludiendo de terrenos cerriles baldíos colindantes
una inexistencia de propietarios y una con el ejido de San Miguel. De acuer-
residencia en el sitio mayor a 5 años. do con los habitantes de San Miguel,
De acuerdo con la tradición oral, este la extensión de sus predios comunales
predio ha pertenecido a la comunidad fueron convenidos históricamente por
desde épocas remotas, probablemente a tradición oral, mediante usos y costum-
partir de la constitución de San Miguel bres heredados de sus antepasados, sin
como pueblo, sin que hubiese existido la necesidad de contar con documentos
necesidad de contar con escrituras o tí- que lo garantizaran; esto operó en bue-
tulos legales que avalaran tal condición. nos términos por lo menos hasta finales
del siglo xx cuando ocurre la prescrip-
6. Redimensionado por la declaratoria de la ción, logrado que los colindantes fueran
zona como patrimonio cultural de la humanidad las haciendas vecinas de Panales y Aju-
de la unesco en 2009. chitlán o los ejidatarios y pequeños pro-
7. De acuerdo con algunas fuentes, las prin-
cipales empresas en el municipio son Bachoco, pietarios que se instalaron posterior al
Pilgrims y PolloQro, quienes para el año 2018 ya reparto agrario en la zona, desde 1929.
contabilizaban 36 granjas distribuidas en Tolimán,
anticipando el incremento de la actividad para los
siguientes años con el proyecto de construcción 8. Es necesario aclarar que este esquema de
de otras 32 granjas. Barrero, M. (2018), “Alistan propiedad de la tierra no se corresponde con la
instalación de nueva planta de producción de figura jurídica de la comunidad agraria, por lo que
pollos en Tolimán”, Código Qro., Recuperado de los habitantes subrayan que el pueblo de San Mi-
http://codigoqro.mx/2018/03/04/alistan-instala- guel cuenta con terrenos comunales otorgados y
cion-nueva-planta-produccion-pollos-en-toliman/ reconocidos de manera consuetudinaria.

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Durante 25 años la población no co- reglas de juego judiciales conformando


noció esta prescripción, hasta que en dicho referente escrito antes de empren-
2017 arribaron al predio representantes der el litigio.
de una empresa dedicada a la engorda
de pollos, ostentándose como sus pro-
pietarios, con la intención de cercar el La (re)construcción de un lugar sa-
terreno. Ante esta situación se convoca- grado. Ejercicios de territorialidad
ron algunos habitantes de San Miguel
para impedir la circulación del terreno, Desde antaño, para los san miguelenses
resaltando su propiedad comunal con la dicho predio ha tenido diversas utili-
colocación de una cruz de herrería en la dades y usos, algunos de los más des-
cima del cerro de La Cuesta, sitio ubi- tacados son la recolección de plantas
cado dentro del predio disputado. El 3 medicinales, de ornato y rituales, frutos
de mayo de 2017, por iniciativa de al- de cactáceas y matorrales, leña seca;
gunos pobladores de San Miguel, se im- además sirve como zona de pastoreo de
pulsó la celebración a la Santa Cruz de ganado menor; asimismo, en las laderas
La Cuesta o Cruz a cuesta, como ahora del cerro de La Cuesta se ubica el ma-
la conocen coloquialmente, aspecto que nantial que abastece al poblado de agua
se detallará en el último apartado de este para consumo humano, por lo que se
documento. vuelve un sitio estratégico de subsisten-
Junto a estas medidas, los habitantes cia para la población.
conformaron una comisión local para Al tratarse de un punto geográfico de
defender el predio y encauzar gestiones camino real, el cerro también sobresale
institucionales, destacando la solicitud como lugar de paso de antiguas rutas de
de un dictamen antropológico al Insti- peregrinaje hacia santuarios regionales
tuto Nacional de Antropología e Histo- como la basílica de Soriano, en el mu-
ria de Querétaro (inah-Qro.), así como nicipio vecino de Colón; mientras en los
asesoría jurídica para emprender una de- meses de septiembre aún se desarrollan
manda legal. Este punto es fundamental la Encaminada y el Encuentro de los
para comprender parte de la producción vestidos, dos rituales asociados a la con-
territorial abordada, considerando los fi- secución de los atuendos usados para la
nes que perseguían los habitantes de San danza de conquista con la que se venera
Miguel y la maniobra que definió su vin- a San Miguel Arcángel en sus festivida-
culación hacia órganos gubernamentales des patronales.
federales. Ante la ausencia de registros Pero existe otro elemento en dicho
escritos, el dictamen antropológico su- predio de especial trascendencia para
ponía una oportunidad inmejorable las elaboraciones territoriales locales:
para detallar la propiedad ancestral del se trata de un conjunto arquitectónico
predio, y para participar con ello de las ubicado al sur de San Miguel, confor-

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mado por paredes inclinadas de piedra a quedaron viendo que era gente humil-
manera de terrazas que coloquialmente de, lo recibieron bien, no hicieron nada
reciben el nombre de paderones, y que esa vez hasta los quince días regresa-
fueron construidas sobre las laderas ron, entonces sí ya tuvieron confianza,
norte y noreste del cerro de La Cuesta; vieron que no era bravo esa gente, en-
el conjunto lo completa un sistema de tonces dice ¿qué nombre le pusimos?
Nada más se bautizó un señor que le
calzadas empedradas que se distribuyen
pusieron José Cruz Pérez… (Habitante
sobre distintos puntos de la parte baja
de San Miguel, Tolimán, Qro., febrero
del cerro. 2018).
Para la elaboración del dictamen an-
tropológico fueron fundamentales los Este testimonio, sin señalar fechas pre-
habitantes de San Miguel, ya que éstos cisas, puede ubicarse en el contexto de
previeron la necesidad de construir los colonización y pacificación de los toli-
datos requeridos a partir de la búsqueda manes del siglo xvi y xvii, destacando
en la tradición oral, hilando con ello una tanto la antigüedad del asentamiento,
narrativa que asentó los orígenes histó- como su liga con los chichimecas mon-
ricos de dicho lugar con la ascendencia taraces. Recordando que la fundación
chichimeca de San Miguel. Uno de los de San Miguel es posterior a la de San
eventos cosmogónicos relatados incluye Pedro Tolimán, y siendo un punto arti-
al cerro de La Cuesta dentro de la saga culado a las labores de los franciscanos
de fundaciones de pueblos chichime- del presidio (Chemín, 1993, p. 30), los
cas evangelizados y sedentarizados en eventos consignados por el relato de
los valles de Tolimán, integrándose a La Cuesta resaltan la obra misionera
un bloque de cerros especialmente sig- de cristianización de los chichimecas,
nificativos para la zona por tratarse de teniendo paralelismos interesantes con
antiguas moradas chichimecas, como los relatos de otros cerros de la comarca,
el Cantón, el Zamorano, el Tenxi o el principalmente con el cerro del Cantón.
Frontón. Específicamente, sobre el cerro En este fragmento de relato se obser-
de La Cuesta se señala lo siguiente: va cómo la sacralización del lugar ocu-
rre en dos momentos, primero, sobresale
Entonces ya de allí vieron [los misio-
neros católicos] el cerro y esas pirámi-
la identificación de los montes como re-
des entonces dice los fraile: pues ¿nos ducto chichimeco, tratándose del motivo
animamos o no? porque ya se veía que principal que guiaba a los frailes en su
andaba la gente, puro chichimeca, en- ejercicio misionero por la región; y se-
tonces ya se animaron, aquí no hablaba gundo, la instauración del lugar se con-
la gente, todavía no tenía una idioma, creta a partir de distintos eventos como
entonces el jefe se bajó, lo recibió al el bautizo de los gentiles, con lo que se
sacerdote y entonces nada más se le podría constituir una comunidad moral

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El retorno de los mecos. Cruces, ancestros... López Ugalde R.

que a la larga estaría asociada con San altura en la cima del cerro, como un acto
Miguel; con la toponimia y patronazgo eminentemente expresivo que marcaba
del lugar ligado a la Santa Cruz; y tam- la extensión del territorio comunitario y
bién con los planes de edificar un templo donde el pueblo se posicionaba frente al
bajo el patrocinio de esta entidad, insti- supuesto propietario.
tuyendo con ello las tradiciones religio- Para ello se convocó a una misa don-
sas cristianas en la zona: de un sacerdote bendijo la cruz, y poste-
riormente los habitantes congregados la
¿Pues qué nombre le ponemos al lu- cargaron sobre sus hombros para subir
gar?, vinieron en la noche, que se ocul- en romería hasta la cima del cerro de
taba esa estrella que se llama la Santa La cuesta y depositar la imagen, acom-
Cruz de Mayo, se ocultó en el punto pañándose de música ritual de tambor
sur, allí se ocultó por eso le pusieron el y flauta, de mujeres sahumadoras que
nombre El Cerro de la Cruz a Cuesta. quemaron copal, así como alimentos
El primer patrono que iban a poner ahí
preparados que se repartieron entre los
es la Santa Cruz, por el conocimiento
asistentes. Un aspecto relevante de esta
de las cinco estrellas de la Santa Cruz
de mayo. Ahí está todavía una cerquita romería fue la participación de la Santa
de piedra sin mezcla, donde marcaron Cruz del Carmen y de algunas imágenes
que iba a ser el templo patrono de la peregrinas de San Miguel Arcángel, lo
Santa Cruz […] eso lo hizo el primer que otorgó mayor importancia al acto
sacerdote (p. 30). bajo la tutela de los dos principales san-
tos que reposan en el templo principal
De acuerdo con el relato, la cruz de fie- del pueblo. De esta manera se instauró
rro colocada en la cima del cerro después la fiesta a la Santa Cruz a cuesta o de La
de la intromisión de la empresa avícola Cuesta.
muestra la continuidad o culminación de Un aspecto para destacar es que la
un proyecto no concluido por frailes y población desconoce los orígenes, la an-
chichimecos bautizados en el siglo xvi, tigüedad o las funciones de los vestigios
reconstruyendo un lugar sagrado con arquitectónicos de La Cuesta o pade-
ligas ancestrales desde las condiciones rones, señalando que ya existían desde
del presente, para lo cual dichos vesti- antes de la fundación de San Miguel,
gios fueron interpretados localmente lo que no ha limitado las reflexiones y
como pirámides de hechura prehispáni- explicaciones que los habitantes han
ca. Es evidente que los orígenes del cul- construido para dotar de significado a
to a esta cruz son circunstanciales y se este importante sitio comunitario. Uno
asocian con las amenazas de despojo de de los puntos coincidentes de dichas
los predios comunales. Ante esta situa- exegesis locales, señala que se tratan de
ción, un habitante planteó la colocación pirámides construidas por los antiguos
de una cruz de herrería de 8 metros de moradores de la demarcación, asociados

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El retorno de los mecos. Cruces, ancestros... López Ugalde R.

principalmente con los grupos chichi- En 2018, la segunda edición de la


mecas que habitaron en los cerros de la festividad a la Santa Cruz de La Cues-
zona: ta sorprendió por la buena presencia de
habitantes, integrando la participación
De las pirámides, de las cerquitas que de danzas de apaches, grupos de pere-
hay allí, eso si no sé, me platicaron que grinos montados a caballo y un concur-
ya desde los demás que vieron ya es- so de vuelo de papalotes para los niños
taba, eso sí no tenemos ni fecha, pero que asistieron. Dentro de los actos que
eso emana de la raza chichimeca… institucionalizaron la festividad volvió a
pues eso sí como que no he encontrado destacar el especial vínculo de los car-
la forma ahí porque las piedras que pu-
gueros de San Miguel y particularmente
sieron es el mismo rostro de la piedra;
de la Santa Cruz del Carmen, incorpo-
está, pero bien bonito así mira (Habi-
tante de San Miguel, Tolimán, Qro., rando la subida al cerro de La Cuesta
enero 2018). dentro del programa de los actos reali-
zados durante las festividades acuáticas
Si bien el culto a la Santa Cruz es exten- a esta cruz en el mes de mayo.
sivo al Semidesierto y particularmente a
Tolimán, sobre el cerro de La Cuesta no
existían registros de celebraciones que Consideraciones finales
honraran a esta entidad sagrada. Además
de la creación de la festividad crucífera, Es destacable la preponderancia de la
destacó el papel de las narrativas cosmo- Santa Cruz y de los mecos como recur-
gónicas en la tradición oral comunitaria, sos territoriales tanto en el conflicto ac-
donde se explican los orígenes y signifi- tual frente a la granja de pollos, como
cados de los principales lugares natura- en el siglo xviii frente a los latifundios
les y devocionales de Tolimán, y espe- de la zona. Si bien ambas narrativas re-
cíficamente del pueblo de San Miguel. toman elementos sustantivos de tales
En estos relatos La Cuesta aparece personajes, no operan en la lógica de
como el lugar donde se ubican las pirá- una continuidad histórica que pudiera
mides de los chichimecas, pero también conectar ambos eventos.
como el punto geográfico donde los an- El encumbramiento de la Cruz de
tiguos pobladores observaban en el cie- La Cuesta tuvo diferentes intenciones
lo nocturno, -durante las primaveras de en la construcción territorial. Primero,
cada año- una peculiar alineación de es- resaltó la jurisdicción comunal sobre el
trellas en forma de cruz, sugiriendo que sitio, buscando que el propietario pres-
se trataba de un cerro donde se manifes- criptor se apersonara para afrontar la
taba esta entidad de amplia devoción en- controversia. Segundo, a partir del ritual
tre los otomíes de Querétaro. se involucró a la Santa Cruz, bajo su
advocación del Carmen o de la Cuesta,

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en las necesidades del pueblo y princi- de la historicidad del lugar ya que éste,
palmente en las tortuosas situaciones de simbolizado como vestigio prehispáni-
la defensa de los bienes comunes, forta- co, sirve de referente ancestral inmejo-
leciendo entre los habitantes la certeza rable para la recreación de un imaginado
de contar con un apoyo divino. Terce- centro ceremonial chichimeca antiquísi-
ro, por vía de la Santa Cruz se sacralizó mo, protagonizado por el culto a la San-
un lugar que, en el imaginario local, se ta Cruz de La Cuesta y no tanto por una
asocia discretamente con la celebración divinización de estos personajes.
de rituales específicos dentro del ciclo La situación muestra la capacidad de
festivo al patrono San Miguel Arcángel, organización local y la inventiva para
pero también con la residencia mítica de generar rutas críticas con objetivos y
los antepasados chichimecas. Sobre este gestiones diferenciadas; junto al diseño
último aspecto destaca el papel perfor- de una estrategia jurídica para encami-
mativo de la ritualidad en la institucio- nar la denuncia, sobresale el interés por
nalización de la festividad de la Santa recuperar repertorios de sus tradiciones
Cruz de La Cuesta, cuyos ejercicios orales y reconstruir un relato coherente
territoriales se sustentan en la cualidad que argumente la composición ances-
expresiva y transformadora de este dis- tral de un territorio soportado en buena
positivo. parte por una parentela étnica y sanguí-
La fiesta a la Santa Cruz de La Cues- nea. Esta recuperación cosmogónica
ta, si bien aparece articulada al sistema sintetizada por medio del ritual supo-
ritual hídrico de la demarcación enca- ne un acto eminentemente político que
bezado por su compañera la Santa Cruz plantea controlar el manejo y acceso al
del Carmen, no opera en el campo de la territorio, incorporando a su favor otros
propiciación del agua, sino que amplía recursos escritos como ocurrió con el
su ámbito expresivo para participar de dictamen antropológico.
las labores enunciativas de las exten- A través de la fiesta a la Santa Cruz
siones geográficas del territorio de San de La Cuesta se produjeron ideas preci-
Miguel. De manera similar, los mecos sas acerca de la importancia, el conte-
no aparecen como entidades sacraliza- nido y la extensión de un territorio co-
das en este ejercicio territorial, como sí munal, teniendo relevancia la necesidad
ocurre en otros contextos devocionales de conocer el territorio para defenderlo,
del pueblo, especialmente en los depó- pero también de recorrer el territorio
sitos de ofrendas del cerro Zamorano y para conocerlo. De acuerdo con los im-
Cantón, así como en calvarios pertene- pulsores de esta fiesta religiosa, hasta
cientes a antiguos difuntos chichimecas. antes de la solemnidad la mayoría de los
En esta trama territorial, los chichi- asistentes no conocían la existencia del
mecas repercuten más como recurso predio o sólo habían escuchado de él por
narrativo que fortalece la recuperación voz de sus abuelos y padres.

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El retorno de los mecos. Cruces, ancestros... López Ugalde R.

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