Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CRUCES, ANCESTROS Y
TERRITORIALIDAD EN UN POBLADO
OTOMÍ DEL SEMIDESIERTO
DE QUERÉTARO
Resumen
cimas de los principales cerros de la co- que emprendieron los caciques otomíes
marca, además de procesiones sobre lu- en campañas de pacificación de estos te-
gares acuáticos de especial relevancia.4 rritorios (Beaumont, 1874). La siguiente
La historia de San Miguel se vincula cita ilustra la turbulencia provocada por
a la conformación del presidio de San la expansión de la Corona española en la
Pedro Tolimán en 1532 (Castillo, 2005). comarca hacia el siglo xvi:
La fundación de este presidio obedeció
a la expansión otomí del siglo xvi y xvii …que no hay mes, ni semana ni aun
hacia el norte de la provincia de Jilote- día, [en] que no hay[a] españoles y
pec, emprendida por caciques indígenas otras gentes muertas, y robado lo q[ue]
acompañados de encomenderos y misio- llevaban […] Han dado, de poco tiem-
neros españoles. Esta expansión otomí po a esta p[ar]te, en hurtar yeguas y ca-
consolidó el dominio de la Corona espa- ballos, que es el niervo de los s[eñor]
es de ganado vacuno, y hácenles tanto
ñola en las Chichimecas, transformando
daño en esto, que, si no hay remedio, se
el orden político, económico y cultural
perderán los ganados vacunos sin falta
de la comarca, a partir de la necesidad […] Está con tanto temor toda la gente
de redefinir los patrones de asentamien- que hay en esta tierra, que muchos de-
to humano, así como el usufructo y con- jan perder sus haciendas y granjerías,
trol de los recursos circundantes de ma- y despueblan sus estancias, por ver el
yor valía (Somohano y Niño, 2014). peligro patente (Ramos, 1582, p. 225).
De estas oleadas, en toda la franja
central del actual Querétaro se gene- Bajo estas situaciones, la lógica del pre-
raron interesantes, y no siempre armo- sidio en San Pedro Tolimán adquirió re-
niosos, procesos de integración entre levancia política como modelo de colo-
los nuevos moradores otomíes y sus nización en la zona limítrofe con Sierra
residentes naturales chichimecas, en Gorda (Castillo, 2005), cuyas funciones
su mayoría pames. Estos episodios de se asociaron a la contención de las in-
contacto cultural se desarrollaron so- cursiones violentas de chichimecas, sir-
bre diferentes puntos de las Chichi- viendo además como asentamiento de
mecas (Ramos, 1582; Powell, 1977), chichimecas pacificados, colonos oto-
y en varias ocasiones derivaron en la míes y españoles.
asolación chichimeca de pueblos de Para establecer una liga entre la
indios, congregaciones y villas recién construcción simbólica del espacio to-
fundadas, además de acciones militares limanense con las predominancias po-
líticas actuales, es necesario destacar
eventos que conectan la composición de
4. Algunos autores han destacado la implicación la propiedad de la tierra en la zona con
que tienen dichos rituales de petición de buenos
temporales, con la veneración a los ancestros chi-
el carácter étnico de sus habitantes. Esto
chimecos (Prieto et al., 2008). permitirá comprender las elaboraciones
simbólicas locales que actualmente en- en este periodo se sentaron las bases de
cumbran la idea de lo chichimeca para conflictos interétnicos por la propiedad
legitimar una propiedad ancestral sobre de la tierra y los montes, desarrollados
la tierra, sustentada en una relectura cos- en esta porción del Semidesierto en los
mogónica que sitúa a los montes como siglos posteriores.
moradas de los antepasados mecos, y Con el desplazamiento de chichime-
que reitera a los chichimecas como uno cas en los tolimanes5 se incorporaron
de los linajes culturales y consanguíneos actividades mineras y ganaderas en la
de los actuales otomíes de San Miguel. Sierra (Somohano y Niño, 2014); dicha
Hacia el siglo xvi la Guerra Chichi- restructuración productiva emprendida
meca, promovida por la Corona españo- por estancias y mercedes fue fomentada
la para pacificar Sierra Gorda, dotó de por el fortalecimiento de las haciendas
mercedes y repartos de estancias gana- durante el siglo xvii (Jiménez, 2013),
deras en los territorios chichimecas to- aflorando conflictos entre indígenas y
limanenses (Somohano y Gómez, 2010; españoles por invasiones y despojos de
García, 2011). Esta dotación y recono- predios. Siguiendo las propuestas de
cimiento de la propiedad de la tierra no Urquiola (1989) y García (2011), en el
se dio en el vacío, ya que operó en los siglo xvii y xviii la hacienda representó
términos de una ocupación que desplazó en Querétaro un instrumento producti-
gradualmente a otomíes y chichimecas vo y social de grandes alcances para la
de los terrenos y recursos naturales de geopolítica colonial, aglutinando a las
sus poblaciones. unidades productivas españolas conce-
De acuerdo con Jiménez (2013), esto didas mediante mercedes, pero también
creó un escenario legal y político que permitiendo la constitución de los prin-
colocó a las Chichimecas como una co- cipales latifundios en detrimento de los
marca donde no existían títulos primor- terrenos indígenas (Jiménez, 2013).
diales, como sí ocurrió en otras zonas del Esto marcó varias pugnas por la
Virreinato, debido a la lógica colonial de propiedad, acceso y usufructo de gran-
reconocimiento territorial que vinculó a des extensiones de terrenos en las es-
los chichimecas a su condición de genti- tribaciones serranas del Semidesierto y
lidad y los reconoció como los habitan- del centro-sur queretano, como las que
tes originarios de dichas zonas (p. 15). confrontó a poblados chichimecas y oto-
Esta reconfiguración de la propiedad de míes con un conjunto de haciendas de la
la tierra trajo mecanismos instituciona- región, entre las que se encontraban las
les que orientaron los subsiguientes li-
tigios para delimitar las posesiones de
estancieros y nativos, acotando ciertas 5. De acuerdo con Jiménez (2013), se trata del
nombre dado a un área histórica que integraba
prebendas para los nuevos colonos eu-
varias poblaciones indígenas entre Tolimanejo
ropeos. Es importante considerar que (actual Colón) y Tolimán.
mado por paredes inclinadas de piedra a quedaron viendo que era gente humil-
manera de terrazas que coloquialmente de, lo recibieron bien, no hicieron nada
reciben el nombre de paderones, y que esa vez hasta los quince días regresa-
fueron construidas sobre las laderas ron, entonces sí ya tuvieron confianza,
norte y noreste del cerro de La Cuesta; vieron que no era bravo esa gente, en-
el conjunto lo completa un sistema de tonces dice ¿qué nombre le pusimos?
Nada más se bautizó un señor que le
calzadas empedradas que se distribuyen
pusieron José Cruz Pérez… (Habitante
sobre distintos puntos de la parte baja
de San Miguel, Tolimán, Qro., febrero
del cerro. 2018).
Para la elaboración del dictamen an-
tropológico fueron fundamentales los Este testimonio, sin señalar fechas pre-
habitantes de San Miguel, ya que éstos cisas, puede ubicarse en el contexto de
previeron la necesidad de construir los colonización y pacificación de los toli-
datos requeridos a partir de la búsqueda manes del siglo xvi y xvii, destacando
en la tradición oral, hilando con ello una tanto la antigüedad del asentamiento,
narrativa que asentó los orígenes histó- como su liga con los chichimecas mon-
ricos de dicho lugar con la ascendencia taraces. Recordando que la fundación
chichimeca de San Miguel. Uno de los de San Miguel es posterior a la de San
eventos cosmogónicos relatados incluye Pedro Tolimán, y siendo un punto arti-
al cerro de La Cuesta dentro de la saga culado a las labores de los franciscanos
de fundaciones de pueblos chichime- del presidio (Chemín, 1993, p. 30), los
cas evangelizados y sedentarizados en eventos consignados por el relato de
los valles de Tolimán, integrándose a La Cuesta resaltan la obra misionera
un bloque de cerros especialmente sig- de cristianización de los chichimecas,
nificativos para la zona por tratarse de teniendo paralelismos interesantes con
antiguas moradas chichimecas, como los relatos de otros cerros de la comarca,
el Cantón, el Zamorano, el Tenxi o el principalmente con el cerro del Cantón.
Frontón. Específicamente, sobre el cerro En este fragmento de relato se obser-
de La Cuesta se señala lo siguiente: va cómo la sacralización del lugar ocu-
rre en dos momentos, primero, sobresale
Entonces ya de allí vieron [los misio-
neros católicos] el cerro y esas pirámi-
la identificación de los montes como re-
des entonces dice los fraile: pues ¿nos ducto chichimeco, tratándose del motivo
animamos o no? porque ya se veía que principal que guiaba a los frailes en su
andaba la gente, puro chichimeca, en- ejercicio misionero por la región; y se-
tonces ya se animaron, aquí no hablaba gundo, la instauración del lugar se con-
la gente, todavía no tenía una idioma, creta a partir de distintos eventos como
entonces el jefe se bajó, lo recibió al el bautizo de los gentiles, con lo que se
sacerdote y entonces nada más se le podría constituir una comunidad moral
que a la larga estaría asociada con San altura en la cima del cerro, como un acto
Miguel; con la toponimia y patronazgo eminentemente expresivo que marcaba
del lugar ligado a la Santa Cruz; y tam- la extensión del territorio comunitario y
bién con los planes de edificar un templo donde el pueblo se posicionaba frente al
bajo el patrocinio de esta entidad, insti- supuesto propietario.
tuyendo con ello las tradiciones religio- Para ello se convocó a una misa don-
sas cristianas en la zona: de un sacerdote bendijo la cruz, y poste-
riormente los habitantes congregados la
¿Pues qué nombre le ponemos al lu- cargaron sobre sus hombros para subir
gar?, vinieron en la noche, que se ocul- en romería hasta la cima del cerro de
taba esa estrella que se llama la Santa La cuesta y depositar la imagen, acom-
Cruz de Mayo, se ocultó en el punto pañándose de música ritual de tambor
sur, allí se ocultó por eso le pusieron el y flauta, de mujeres sahumadoras que
nombre El Cerro de la Cruz a Cuesta. quemaron copal, así como alimentos
El primer patrono que iban a poner ahí
preparados que se repartieron entre los
es la Santa Cruz, por el conocimiento
asistentes. Un aspecto relevante de esta
de las cinco estrellas de la Santa Cruz
de mayo. Ahí está todavía una cerquita romería fue la participación de la Santa
de piedra sin mezcla, donde marcaron Cruz del Carmen y de algunas imágenes
que iba a ser el templo patrono de la peregrinas de San Miguel Arcángel, lo
Santa Cruz […] eso lo hizo el primer que otorgó mayor importancia al acto
sacerdote (p. 30). bajo la tutela de los dos principales san-
tos que reposan en el templo principal
De acuerdo con el relato, la cruz de fie- del pueblo. De esta manera se instauró
rro colocada en la cima del cerro después la fiesta a la Santa Cruz a cuesta o de La
de la intromisión de la empresa avícola Cuesta.
muestra la continuidad o culminación de Un aspecto para destacar es que la
un proyecto no concluido por frailes y población desconoce los orígenes, la an-
chichimecos bautizados en el siglo xvi, tigüedad o las funciones de los vestigios
reconstruyendo un lugar sagrado con arquitectónicos de La Cuesta o pade-
ligas ancestrales desde las condiciones rones, señalando que ya existían desde
del presente, para lo cual dichos vesti- antes de la fundación de San Miguel,
gios fueron interpretados localmente lo que no ha limitado las reflexiones y
como pirámides de hechura prehispáni- explicaciones que los habitantes han
ca. Es evidente que los orígenes del cul- construido para dotar de significado a
to a esta cruz son circunstanciales y se este importante sitio comunitario. Uno
asocian con las amenazas de despojo de de los puntos coincidentes de dichas
los predios comunales. Ante esta situa- exegesis locales, señala que se tratan de
ción, un habitante planteó la colocación pirámides construidas por los antiguos
de una cruz de herrería de 8 metros de moradores de la demarcación, asociados
en las necesidades del pueblo y princi- de la historicidad del lugar ya que éste,
palmente en las tortuosas situaciones de simbolizado como vestigio prehispáni-
la defensa de los bienes comunes, forta- co, sirve de referente ancestral inmejo-
leciendo entre los habitantes la certeza rable para la recreación de un imaginado
de contar con un apoyo divino. Terce- centro ceremonial chichimeca antiquísi-
ro, por vía de la Santa Cruz se sacralizó mo, protagonizado por el culto a la San-
un lugar que, en el imaginario local, se ta Cruz de La Cuesta y no tanto por una
asocia discretamente con la celebración divinización de estos personajes.
de rituales específicos dentro del ciclo La situación muestra la capacidad de
festivo al patrono San Miguel Arcángel, organización local y la inventiva para
pero también con la residencia mítica de generar rutas críticas con objetivos y
los antepasados chichimecas. Sobre este gestiones diferenciadas; junto al diseño
último aspecto destaca el papel perfor- de una estrategia jurídica para encami-
mativo de la ritualidad en la institucio- nar la denuncia, sobresale el interés por
nalización de la festividad de la Santa recuperar repertorios de sus tradiciones
Cruz de La Cuesta, cuyos ejercicios orales y reconstruir un relato coherente
territoriales se sustentan en la cualidad que argumente la composición ances-
expresiva y transformadora de este dis- tral de un territorio soportado en buena
positivo. parte por una parentela étnica y sanguí-
La fiesta a la Santa Cruz de La Cues- nea. Esta recuperación cosmogónica
ta, si bien aparece articulada al sistema sintetizada por medio del ritual supo-
ritual hídrico de la demarcación enca- ne un acto eminentemente político que
bezado por su compañera la Santa Cruz plantea controlar el manejo y acceso al
del Carmen, no opera en el campo de la territorio, incorporando a su favor otros
propiciación del agua, sino que amplía recursos escritos como ocurrió con el
su ámbito expresivo para participar de dictamen antropológico.
las labores enunciativas de las exten- A través de la fiesta a la Santa Cruz
siones geográficas del territorio de San de La Cuesta se produjeron ideas preci-
Miguel. De manera similar, los mecos sas acerca de la importancia, el conte-
no aparecen como entidades sacraliza- nido y la extensión de un territorio co-
das en este ejercicio territorial, como sí munal, teniendo relevancia la necesidad
ocurre en otros contextos devocionales de conocer el territorio para defenderlo,
del pueblo, especialmente en los depó- pero también de recorrer el territorio
sitos de ofrendas del cerro Zamorano y para conocerlo. De acuerdo con los im-
Cantón, así como en calvarios pertene- pulsores de esta fiesta religiosa, hasta
cientes a antiguos difuntos chichimecas. antes de la solemnidad la mayoría de los
En esta trama territorial, los chichi- asistentes no conocían la existencia del
mecas repercuten más como recurso predio o sólo habían escuchado de él por
narrativo que fortalece la recuperación voz de sus abuelos y padres.