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Marcos 6,1-6
“Su relación con la gente era la de un joven que compartía toda la vida
de una familia bien integrada en el pueblo. Aprendió el trabajo de su padre
y luego lo reemplazó como carpintero. Por eso, en el Evangelio una vez
se le llama «el hijo del carpintero» (Mt 13,55) y
otra vez sencillamente «el carpintero» (Mc 6,3)” CV 28
Oración Inicial
b. Leer el texto: Marcos 6,1-6: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva. Tratar de descubrir el
mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad. Leerlo una segunda vez.
c. Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio, para que la palabra de Dios
pueda penetrar en nuestros corazones. Terminar cantando: «Tu Palabra me Da Vida».
1) Cada persona lee el versículo o parte del texto que le impresionó más.
2) ¿Dónde se halla Jesús? ¿Qué hace?
3) ¿Cómo reacciona la gente? ¿Por qué es despreciado Jesús?
4) ¿Cómo responde Jesús? ¿Por qué Jesús no pudo hacer muchos milagros allí?
No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo. Lo
importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra
vida.
a) Los paisanos de Jesús no fueron capaces de reconocer en medio de ellos el Señor. ¿Por dónde
pasa el Señor hoy en nuestro tiempo? ¿Somos capaces de reconocerlo?
b) Como mínimo debemos ser profetas anónimos, un(a) cristiano(a) que se toma en serio su
deber profético: decir la verdad, vivir la verdad, denunciar la mentira que nos encuentre, ser
incorruptible, combatir la corrupción. ¿De qué manera vivimos o nos falta vivir como profetas?
¿Mostramos con nuestra conducta y manera de ser que «otro mundo es posible»?
c) Ser profeta no es un deber para personas especiales, prodigiosas, extraordinarias... sino una
responsabilidad de todo bautizado por seguir a Jesucristo. ¿Cómo deberíamos vivir ese ministerio
profético en la comunidad cristiana, en la población y en la sociedad?
d) ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para
que se haga realidad?
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra?
Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre
nuestra vida. «Jesús se asombraba de su falta de fe».
Compromiso: Nuestro deber profético es decir la verdad, vivir la verdad, denunciar la mentira que
me encuentre, combatir la corrupción. Hagamos un compromiso para esta semana. Llevamos una
"palabra". Puede ser un versículo o una frase del texto. Tratar de tenerla en cuenta y buscar un
momento cada día para recordarla y tener un tiempo de oración donde volver a conversarla con el
Señor.
Oración final