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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp.

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La construcción de la ciudadanía:
Dinámicas de desigualdad en la experiencia escolar juvenil

The construction of citizenship:


Inequality dynamics in youth school experience

Por Pedro Núñez*


Fecha de Recepción: 31 de enero de 2019.
Fecha de Aceptación: 04 de abril de 2019.

RESUMEN ción de los jóvenes en protestas o marchas, es


Este artículo de investigación tiene como obje- decir, examinamos la incidencia de los marcos
tivo analizar las dinámicas que adquiere la des- institucionales en las posibilidades de mo-
igualdad en las experiencias escolares juveniles vilizar recursos para la participación. Como
en la escuela secundaria, prestando atención a consecuencia de esta disparidad de soportes
las formas de construcción de la ciudadanía. tienen lugar diferencias en la construcción
En este trabajo sostenemos la hipótesis que las ciudadana que implican desigualdades tanto
experiencias de ciudadanía resultan dispares en las posibilidades de expresión como en la
de acuerdo a las tradiciones institucionales construcción de sentido acerca de los derechos
y el tipo de propuesta escolar. Luego de una y la participación. Para ello, retomamos ha-
presentación de las distintas perspectivas para llazgos de distintas investigaciones realizadas
estudiar las desigualdades educativas desarro- en el Área Educación de la FLACSO. Gran
llamos los argumentos en dos apartados. En parte de las reflexiones iniciales son resultados
el primero presentamos una tipología de las de un proyecto de investigación desarrollado
comunidades educativas, expresión de distin- entre 2006 y 2010. En esa investigación cons-
tos estilos institucionales que cuentan con so- truimos una tipología de comunidades educa-
portes institucionales dispares; en un segundo tivas, contemplando las formas de selección de
momento nos preguntamos por la participa- la matrícula, el tipo de propuesta, las represen-

* Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento e Instituto de Desa-
rrollo Económico y Social. Magister en Estudios y Políticas de Juventud por la Universidad de Llei-
da, España. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires. Investigador adjunto
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en el Instituto de Investigaciones
de Ciencias Sociales de América Latina y en el Área Educación de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales, sede Argentina. Correo electrónico: pnunez@flacso.org.ar
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taciones sobre los jóvenes, los vínculos inter- participation. As a consequence of this dispa-
generacionales y aspectos normativos como la rity of supports, differences in citizen cons-
presencia de instancias de participación y las truction take place, which imply inequalities
formas de regulación. Por su parte, el análisis both in the possibilities of expression and in
sobre la participación en marchas y protestas y the construction of meaning about rights and
de las cuestiones por las cuales los estudiantes participation. To do this, we return to the fin-
más se movilizan surge como parte del trabajo dings of different investigations carried out in
de campo realizado en el marco del Proyecto the Education Area of ​​FLACSO. Much of the
PICT 2014-2958: “Escuela secundaria, políti- initial reflections are the results of a research
cas públicas e impacto en la desigualdad: con- project developed between 2006 and 2010.
vivencia y formación intergeneracionales” con In this research we built a typology of educa-
sede en la UNIPE y FLACSO Argentina. En tional communities, contemplating the forms
ese proyecto consideramos nueve escuelas se- of enrolment selection, the type of proposal,
cundarias de tres centros urbanos: Ciudad de representations about young people, interge-
Buenos Aires, tres localidades de la Provincia nerational links and regulatory aspects such as
de Buenos Aires (La Plata y Moreno) y Co- the presence of instances of participation and
modoro Rivadavia (Chubut). Este ejercicio, the forms of regulation. On the other hand,
si bien preliminar, permite señalar una rela- the analysis of participation in marches and
ción directamente proporcional entre mayo- protests and the issues for which students are
res grados de institucionalidad y la presencia more mobilized arises as part of the fieldwork
en marchas y protestas en el espacio público. carried out in the framework of the Project
Asimismo, posibilita observar qué cuestiones PICT 2014-2958 “Secondary school, public
interpelan más al colectivo estudiantil. policies and impact in inequality: coexistence
Palabras clave: Desigualdad, Escuela Se- and intergenerational training” in UNIPE and
cundaria, Ciudadanía, Juventudes. FLACSO Argentina. In this project we con-
sider nine secondary schools of three urban
ABSTRACT centres: City of Buenos Aires, three locations
This article analyses the dynamics that in- of the Province of Buenos Aires (La Plata and
equality acquires in the experiences of young Moreno) and Comodoro Rivadavia (Chubut).
people in secondary school, paying attention This exercise, although preliminary, allows to-
to the construction of citizenship. In this point out a directly proportional relationship
work we support the hypothesis that citizen- between greater degrees of institutionality and
ship experiences are different according to the presence in marches and protests in the
institutional traditions and the characteristics public space. Likewise, it makes it possible to
of school proposal. After a presentation of the observe which issues interpellate the student
different perspectives to study educational in- collective more.
equalities, we develop the arguments in two Keywords: Inequality, Secondary School,
sections. In the first one we present a typology Citizenship, Youth.
of educational communities, expression of di-
fferent institutional styles that have different Una discusión sobre las desigualdades
institutional supports; in a second moment extendidas en el nivel secundario
we ask ourselves about the participation of Carecemos de originalidad al afirmar que
young people in protests, that is, we exami- América Latina es el continente más desigual
ne the incidence of institutional frameworks (Portes & Hoffman, 2003), aun cuando no
on the possibilities of mobilizing resources for el de mayor pobreza. Si bien en los últimos
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años, muchos de los gobiernos de la región como aparenta a primera vista. A pesar de
han sido exitosos en la reducción de la pobre- los intentos desplegados por recuperar cierta
za extrema, no sucedió lo mismo en términos homogeneidad del sistema a nivel nacional,
de la desigualdad. Según la CEPAL (2016), particularmente en el periodo 2006-2011, se
el fenómeno de la desigualdad en esta región consolidaron sus tendencias centrífugas. Más
es tal que impide el crecimiento inclusivo. Si recientemente existen indicios de la exacerba-
focalizamos en la situación de las juventudes ción de este rumbo ante el desmantelamiento
en la región encontramos que, si bien mues- de un conjunto de políticas que se impulsaban
tra algunos indicadores alentadores, aún hoy desde el Estado nacional, ciertamente con re-
transita un escenario social con mayores ex- percusión dispar en las jurisdicciones. Como
pectativas de autonomía y menos opciones resultado, cada subsistema despliega las po-
para materializarla tal como algunos trabajos líticas posibles, en algunos casos generando
sostenían a inicios del nuevo milenio (Hopen- programas propios, en muchos otros depen-
hayn, 2004) 1. diendo de lo resuelto en el Consejo Federal de
Estas desigualdades se plasman de manera Educación, el INFOD u otros organismos na-
diferente en distintas esferas. En lo relativo al cionales. Las provincias con mayor capacidad
sistema educativo argentino existe consenso en contributiva (Morduchowicz, 2008) cuentan
señalar que en los últimos años se expandieron con más elementos para desarrollar políticas
las tasas de cobertura del nivel inicial y en el educativas, independientemente de la orienta-
secundario se incrementaron las posibilidades ción de las mismas (aspecto que no es objeto
de acceder a estudios terciarios. De manera de este artículo de investigación).
concomitante, persisten desigualdades en la Más allá de situar un momento o hecho
calidad del tiempo escolar, los niveles salariales significativo, y de la mejora en algunos indi-
docentes y las políticas públicas implementa- cadores, pocas dudas caben de que la desigual-
das en cada jurisdicción, entre otras cuestiones dad en el sistema educativo en la actualidad
(Kessler, 2014). Desde el cambio de gobierno adquiere una nueva cartografía que precisa
en el año 2015, la tendencia pareciera ser la de abordajes novedosos, nuevas perspectivas
pérdida de referencia de los programas nacio- y formas de analizar sus transformaciones. Si
nales, cuestión que redunda en una descentra- bien una arista insoslayable de los temas de
lización encubierta de la política educativa. agenda que la tendencia a la universalización
La combinación de descentralización y del nivel medio supuso fue la relacionada con
persistencia de las desigualdades no es un la desigualdad, en particular sobre la necesidad
problema novedoso, o al menos no tanto de reflexionar acerca de los factores endóge-
nos que dificultan la escolarización (Mayer &
Núñez, 2017) y del esfuerzo de algunas inves-
tigaciones, aún no contamos con una densidad
1 En un escenario social donde los jóvenes
de estudios que logren precisar las distintas
afrontan un conjunto de paradojas y tensio-
dimensiones de la desigualdad o, en palabras
nes que hoy parecen caracterizarse por la mix-
de Reygadas (2004), que apelen a enfoques
tura de elementos que apuntan a la cohesión
que conjuguen la atención a la distribuciones
y otros que les recuerdan las dificultades de
de capacidades y recursos, las relaciones
emancipación: por ejemplo, en más educa-
e intercambios y las características de las
ción y menos empleo, más acceso a la infor-
estructuras sociales. Es decir, cómo estudiar
mación y menos al poder, más expectativas de
el movimiento paradojal de una tendencia
autonomía y menos opciones para materiali-
a la democratización en el acceso que se
zarla (Hopenhayn, 2004).
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combina con la percepción de la desigualdad experiencia considerada de baja intensidad


en la calidad de los bienes educativos –tanto (Kessler, 2002). En este escenario algunos au-
en recursos tangibles como infraestructura o tores señalaron que los recientes procesos de
materiales de estudio y en aquellos intangibles masificación educativa adquieren una dinámi-
vinculados con las formas de circulación de ca propia de un proceso de inclusión exclu-
los conocimientos, roles docentes o el tiempo yente (Gluz, 2011; Gluz & Rodríguez Moya-
escolar–, las interacciones que tienen lugar y no, 2016) o de exclusiones recíprocas (Saraví,
las características de cada institución. En de- 2015). La expansión de los sistemas educati-
finitiva, precisamos dar cuenta de estas cues- vos amplía la posibilidad de ser joven, aunque
tiones que inciden en el tipo de experiencia el tiempo que cada uno puede destinar a su
escolar y que requieren de considerar desde ya experiencia escolar es desigual. A pesar de la
las desigualdades inter categoriales, siguiendo democratización del acceso a los estudios, las
el planteo de Fitoussi & Rosanvallon (1997), desigualdades sociales siguen teniendo peso en
así como entre generaciones, integrantes de la trayectoria de los alumnos (Dubet, 2015).
una misma institución o quienes estudian en En este artículo profundizamos una línea
establecimientos similares. La inquietud por de investigación sobre la desigualdad educa-
dar cuenta de las fronteras simbólicas y de tiva, explorando en los procesos de construc-
creación de estigmas (Chaves, Fuertes & Ve- ción de la ciudadanía. Si bien se trata de una
cino, 2017) emerge como un aspecto esencial dimensión difícil de cuantificar, creemos que
para desentrañar las características que adquie- es factible reconocer distintos modos de apro-
re la dinámica de la desigualdad en el sistema piación y construcción de sentido acerca de
educativo. los derechos y la participación. Para ello, ex-
Esta tarea se vuelve más acuciante en el ni- ploramos en dos aspectos que se despliegan de
vel secundario, ya que se trata de uno donde manera secuencial en los distintos apartados:
mayor repercusión tienen las transformacio- en primer lugar, presentamos una tipología de
nes del sistema. Sólo por señalar algunas de comunidades educativas que se expresan en
sus características, es factible observar que la estilos distintivos y cuentan con soportes ins-
tendencia a su universalización no siempre se titucionales2 dispares; en un segundo momen-
tradujo en experiencias escolares gratificantes
y que el acceso ocurrió de forma diferenciada
(García-Huidobro, 2010). Tal como fue seña-
2 Si bien no es la intención de este artículo, la
lado por la investigación educativa en otros
utilización de la noción de soporte nos obliga
países del Cono Sur, además de las situaciones
a remitir a la discusión de la obra de Castel
de inequidad, el proceso de selección de los
y de Martuccelli y sus diferencias en la ma-
establecimientos consolidó una distribución
nera de pensarlos. Mientras para el primero
segmentada de la población en edad escolar
la consolidación de una trama de soportes de
(Redondo, 2009). Sobre este fenómeno otros
carácter político y estadocéntrico, ligados a la
trabajos enfatizaron en la configuración en el
condición salarial y las redes asociadas al tra-
ámbito educativo de distintos fragmentos sin
bajo, permiten al individuo constituirse con
relación entre sí (Tiramonti, 2004). Más allá
tal y lo ubican en una zona de integración,
de las dificultades de acceso, en muchos ca-
Martuccelli señala la existencia de una plura-
sos sus trayectorias reales siguen un patrón ya
lidad de soportes en acción (afectivos, mate-
constatado desde fines de la década del noven-
riales y simbólicos), ligados al imperativo de
ta donde combinan el abandono, el desgra-
la autonomía, entendiéndolos como los me-
namiento, la sobreedad y el tránsito por una
dios por los cuales el individuo llega a tener-
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to, examinamos la participación de los jóvenes posibilidad de acceder a derechos universales.


en protestas o marchas, es decir, indagamos en Desde ya que la mera existencia de estas repre-
la incidencia de los marcos institucionales en sentaciones no anula las formas más sutiles e
las posibilidades de movilizar recursos para la invisibles en las que el origen social acompaña
participación. Se trata de un ejercicio inicial a las personas a lo largo de su trayectoria ni
para interrogarnos sobre la correlación entre la construcción de fronteras simbólicas que
un aspecto y el otro y, de esta forma, explorar trazan diferentes itinerarios (Chaves, Fuentes
en la existencia de formas diferentes –y des- & Vecino, 2016). A riesgo de ser insistentes,
iguales– de construir la ciudadanía. sostendremos que la ampliación de la cobertu-
Intentamos así dar cuenta de dos debates. ra del nivel implica un trastrocamiento de las
Por un lado, reactualizar la pregunta por el expectativas –el cambio brusco entre la posibi-
par igualdad/desigualdad. Tal como lo des- lidad de continuar cursando estudios secunda-
taca Dussel (2005), la reflexión respecto a rios o no–, de lo imaginable, desdibujándose
las desigualdades en el sistema educativo nos ciertas fronteras (lo que no implica la creación
hace pensar qué ocurre con la afirmación de de otras, cuestiones de las que precisamente
la igualdad en las sociedades contemporáneas daremos cuenta).
y cómo se procesa históricamente esa afirma- Optamos por abordar el estudio de la ciu-
ción, aspectos que implican indagar en el lugar dadanía porque la misma, aún con las críticas
de la política. Así como alguna vez O´Donnell que pueden señalarse en torno a la creación
retrató a la sociedad argentina como relativa- de la ficción igualitaria, implica la construc-
mente igualitaria y autoritaria (O´Donnell, ción de un sentimiento de pertenencia a un
2004) es plausible señalar la presencia, a ve- común3. La noción de ciudadanía supone
ces más disipada, otras más extendida, pero
vigente en amplios sectores de cierta pulsión
igualitaria. En otras palabras, creemos que
3 Recordemos que, de acuerdo al clásico tra-
persiste en gran parte de la sociedad argentina
bajo de Marshall (1998) la ciudadanía es
un imaginario que otorga a la educación un
aquella condición otorgada a miembros ple-
rol central en la consolidación de expectati-
nos de una comunidad, iguales en derechos
vas sobre la construcción de la igualdad y la
y responsabilidades. Para Marshall, si bien
la condición ciudadana es conferida desde
el Estado, se constituye como producto de
se frente al mundo. Estos soportes producen luchas sociales a lo largo de la historia. En
efectos diversos, en función de las biografías su ensayo desagrega el análisis del concepto
individuales, proceso que se vuelve observa- en tres esferas: la civil, la política y la social;
ble a partir de la noción de “prueba” a la que que son producto del camino de expansión
son sometidos. Los soportes institucionales a de derechos que corresponden a cada siglo
los que hacemos referencia tienen un carácter de la edad moderna. El elemento civil está
político y estado céntrico, pero también pue- compuesto por los derechos necesarios para
den pensarse como parte de una forma efec- la libertad individual de la persona, libertad
tiva a través de la cual los individuos deben de palabra, pensamiento y fe, derecho a po-
dar cuenta de sí mismos en relación con los seer propiedad y concluir contratos válidos, y
fenómenos sociales. Para una discusión sobre el derecho a la justicia. El elemento político
estas nociones, remitimos al trabajo de Nar- refiere al derecho a participar en el ejercicio
dín (2017) y a Di Leo, Camarotti, Güelman del poder político, como candidato y como
& Touris (2013). elector. Finalmente con elemento social se re-
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contemplar grados de pertenencia y reco- prisma nos brinda elementos para reactualizar
nocimiento y comprender quiénes deciden la pregunta por la tensión ciudadanía-sistema
y sobre qué temas (Jelin, 1997). Más allá educativo, rediscutir la idea de pertenencia a
de los diferentes significados que adquirió un común en tiempos de dispersión y frag-
a lo largo de la historia, el sistema educativo mentación y las combinaciones posibles en el
históricamente ocupó un lugar central en la par igualdad-jerarquía.
conformación del ser ciudadano, fundamental- La dispersión y fragmentación del sistema
mente orientada a la construcción de una ciu- educativo argentino –especialmente constata-
dadanía nacional, de pretensión homogénea, ble en el nivel secundario–, que fue objeto de
capaz de incorporar el conjunto de derechos amplia reflexión, deriva en la conformación de
y responsabilidades. En el mundo contem- comunidades educativas orientadas a la pro-
poráneo, de características más cosmopolitas, moción de ciertos valores, así como la cons-
enfrentemos el desafío de pensarla a la par de trucción de una atmósfera escolar y propuestas
la constatación de la coexistencia de múltiples acordes a las expectativas de distintos grupos
identidades (Kymlicka & Norman, 1997). (Tiramonti & Ziegler, 2008). Esta diversifi-
Este, y otros fenómenos, resignifican sus senti- cación puede ser vista como parte de una es-
dos. Probablemente, pocos estudios hayan leí- trategia de una escuela que busca orientarse a
do con tanta agudeza las transformaciones del los públicos que acceden o como parte de una
contexto social en el ámbito latinoamericano, fragmentación producto de la expansión a tra-
y su impacto en las posibilidades de agencia vés de inclusiones desiguales (Saraví, 2015). Si
juvenil, como el trabajo de Rossana Reguillo por un lado parecieran incrementarse las posi-
(2000) donde discute el modo en que nuestras bilidades de elegir a qué escuela asistir –aspec-
sociedades conciben la democracia y la ciuda- to más visible para algunos sectores–, dichas
danía. La autora se muestra particularmente oportunidades se encuentran desigualmente
interesada en explorar si efectivamente se con- distribuidas entre quienes pueden optar entre
figura un actor político a través de un conjunto distintas alternativas y quienes sólo pueden
de prácticas culturales, haciendo hincapié en elegir entre aquellas más cercanas o por descar-
la sociabilidad juvenil como un tema central te. Esto puede deberse no sólo a las diferencias
para comprender lo contemporáneo. Por otra en recursos sino también en las expectativas
parte, nos situamos en una perspectiva que si entre lo deseado y lo posible, en tanto se eri-
bien reconoce su estatus jurídico de igualdad, gen fronteras simbólicas que trazan diferentes
considera que históricamente la ciudadanía destinos.
implicó modos de pertenencia a una comuni- Volviendo a nuestro foco de interés, la
dad política organizada a la vez que una es- existencia de una constelación de institucio-
tratificación o diferenciación de prerrogativas nes se traduce en la práctica, y en particular en
entre sus miembros (Andrenacci, 2003). Este relación a la ciudadanía, en diferentes apren-
dizajes y experiencias escolares para los jóvenes
(Núñez & Fuentes, 2015). Cada tipo de insti-
tución pareciera exigir atributos diferenciales,
fiere a toda una variedad de derechos, desde el
proponer modos distintos de aprendizaje y
derecho a una medida de bienestar económi-
ejercicio de los derechos, las formas de vincu-
co y seguridad hasta el derecho a compartir la
lación en el marco institucional entre docentes
herencia social y llevar una vida acorde a las
y estudiantes; dimensiones que inciden en las
pautas que prevalezcan en esa sociedad. Estos
motivaciones a la participación. De esta for-
ejes adquieren una ponderación diferente de
ma, se exacerban las distancias entre sectores
acuerdo a las características de cada sociedad.
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sociales, dificultando la construcción de un nuevas y pequeñas desigualdades iniciales, las


universal común (Saraví, 2015). cuales van desde la elección del establecimien-
Esta cuestión nos lleva al último punto de to, la inscripción en esparcimientos culturales
esta introducción, ya algo extensa. El estudio favorables al éxito escolar, las clases de apoyo,
de la desigualdad implica también discutir so- o la estimulación de aprendizajes precoces.
bre la categoría de diferencia. En este sentido, En los próximos apartados, examinamos estas
el trabajo de Therborn es clave para pensar tendencias indagando en la conformación de
su complejidad. Mientras las diferencias son comunidades educativas y la propensión juve-
dadas o elegidas (en términos de estilos) las nil a la participación en protestas o marchas.
desigualdades se construyen socialmente. En
la base de la desigualdad siempre hay algo en Desigualdad en la participación:
común. Por lo tanto, la desigualdad puede ser la importancia de los
pensada como una diferencia que viola algu- estilos institucionales
na norma/supuesto de igualdad (Therborn, En el periodo que va entre los años 2005 y
2015). Precisamente la ciudadanía es ese algo 2009 formamos parte de una investigación
en común que tenemos, pero que puede llevar coordinada por el Área Educación de FLAC-
a sentirnos tratados de manera injusta y, así, SO en la cual participaron cuatro equipos de
desiguales. la misma cantidad de jurisdicciones del país
Efectivamente, ante las dificultades para (Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Bue-
lograr que más jóvenes sostengan su proce- nos Aires, Salta y Neuquén)4. Tal como seña-
so de escolarización investigaciones recientes lamos más arriba, por esos años la sociología
presentan evidencia acerca de que pareciera de la educación planteaba el concepto de frag-
ser menos un problema de ingresos que de mentación educativa como prisma para obser-
organización de la propuesta educativa y prác- var las características que asumía un sistema
ticas implícitas que funcionan como límite. educativo en transición entre dos leyes, una
La presencia de un discurso de derecho en las sancionada en el año 1993 y la otra precisa-
normas y legislaciones no es condición sufi- mente en 20065. Aún coincidiendo en gran
ciente para un trato en los mismos términos
en la cotidianeidad escolar (Gluz & Moyano,
2014). Estas formas de pensar el par igualdad/ 4 Nos referimos al Proyecto PAV “Interseccio-
desigualdad, reconocibles en los actores esco- nes entre desigualdad y educación media: un
lares, funcionan como categorías excluyentes, análisis de las dinámicas de producción y re-
como fronteras que delimitan posibilidades producción de la desigualdad escolar y social
(Chaves, Fuertes & Vecino, 2016). En defini- en cuatro jurisdicciones” (PAV-108/2003). La
tiva, así como las posibilidades de transitar por investigación se realizó en veinticuatro escue-
una experiencia escolar gratificante no es fruto las secundarias, de gestión estatal y de gestión
únicamente de la posesión de recursos econó- privada, de diferentes modalidades (bachiller,
micos –y aún coincidiendo con la necesidad comercial, técnica) en cuatro jurisdicciones
de discutir la matriz tradicional de la escuela del país (Ciudad de Buenos Aires, Provincia
media, su formato y modos de organización de Buenos Aires, Neuquén y Salta), fue diri-
(Terigi, 2008; Nobile, 2011) – creemos que es gida por Inés Dussel y contó con la partici-
necesario resaltar los aspectos relacionales de pación de equipos de universidades de cada
la desigualdad. Recientemente Dubet (2015) provincia.
enfatizó en la necesidad de dar cuenta de la
5 La Argentina cuenta desde 2006 con una nue-
democratización segregativa, el conjunto de
va Ley Nacional de Educación (Nº26.206)
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parte con este diagnóstico, encontrábamos de cada comunidad implicaba para los jóve-
que era preciso describir con mayor precisión nes transitar una experiencia con mayores o
las características que asumían las líneas de di- menores grados de gratificación y desiguales
ferenciación entre las escuelas. accesos a la ciudadanía, en un escenario ca-
Una de las cuestiones que más nos llamó la racterizado por la dificultad para construir un
atención durante dicha investigación fue que vínculo universal con la ley.
a la tradicional presencia de experiencias des- Efectivamente, cada comunidad educativa
iguales entre instituciones que reciben jóvenes busca promover actitudes y disposiciones que
de un perfil socio-económico, consecuencia priorizan aspectos distintos ante la vida en co-
de los modos de distribución de la matrícula mún, y, de este modo, producen experiencias
escolar, se sumaba la configuración de diferen- escolares diferentes de acuerdo a los sectores
tes tipos de comunidades educativas. De esta sociales que estudian allí. Seguimos aquí la
forma, hallamos la presencia de desigualdades idea de Walzer (2004) para quien la perte-
horizontales, debidas a los intentos de dife- nencia es el primero de los bienes primarios
renciación entre las instituciones que reciben que se distribuyen en una sociedad. Para este
jóvenes de un perfil socio-económico similar autor, la misma idea de su existencia presupo-
que se traducía en diferencias en los apren- ne un mundo de demarcaciones, de entre las
dizajes y las posibilidades en su experiencia cuales la más importante refiere a la decisión
escolar (Núñez & Litichever, 2015). De ma- de a quién integrar a la comunidad confor-
nera concomitante, la búsqueda por ser parte mada. Ese grupo de hombres y mujeres que
conforman la comunidad política intercam-
bian, dividen y comparten los bienes sociales
entre ellos, se distribuyen entre sí el poder y
que estableció la obligatoriedad del nivel
tienden a evitar compartirlo con otros. Es que
secundario e intentó dotar de mayor homo-
toda comunidad, para funcionar efectivamen-
geneidad a un sistema educativo que había
te como tal, cuenta con un derecho –aunque
atravesado en los años noventa una reforma
limitado– al cierre, a la implantación de lími-
virulenta. Recordemos que en la década del
tes al ingreso a la misma. La conformación
noventa se sancionó no sólo la Ley Federal
de comunidades educativas, expresadas en la
de Educación Nº24.195/93, sino que previa-
producción de distintos estilos institucionales
mente se implementó la Ley de Transferencia
implica, por lo tanto, una tensión entre la in-
(Nº 24.048/91), que habilitó el traspaso de
clusión y la exclusión.
aquellas instituciones que estaban aún bajo
Tal como sostuvimos en el apartado ante-
jurisdicción nacional –el nivel primario había
rior, un escenario con incremento de las tasas
sido ya transferido por la dictadura militar
de cobertura del nivel medio, trastoca las ex-
en 1977–. El resultado de la combinación de
pectativas de los sujetos, pero esto no obtura
ambas normativas fue un proceso de descen-
la reafirmación de jerarquías. Es decir, la mera
tralización estatal, transferencia a las provin-
posibilidad de obtención de un bien (el acceso
cias de las escuelas de sector medio, cambio
al nivel secundario, posteriormente la titula-
en la estructura de los niveles, renovación de
ción) permite considerar la dinámica que ad-
los contenidos curriculares, aumento en la
quiere la desigualdad de recursos (Therborn,
inversión educativa y la implementación de
2004). Sin embargo, si contempláramos sólo
políticas focalizadas en los sectores de mayor
este aspecto nos quedaríamos en un nivel de
vulnerabilidad social y económica, desde una
abstracción que, aun siendo válido, impide
perspectiva asistencialista (Tedesco & Tenti
observar las dinámicas cotidianas de la des-
Fanfani, 2002).
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igualdad, las formas de agrupación y exclu- aumentó la cantidad de establecimientos, se


sión, los atributos considerados legítimos en expandió la matrícula de manera más diná-
cada institución; en definitiva, las formas de mica en los márgenes, en entornos rurales o
transitar una experiencia escolar ahora más ex- donde no existía infraestructura, proliferaron
tendida para las distintas clases sociales. intentos de cambio en el formato, se proyec-
Llegados a este punto, y con la intención taron nuevas escuelas universitarias –en este
de robustecer nuestros argumentos, precisa- caso dependientes de universidades en el co-
mos recurrir a la noción de experiencia escolar. nurbano bonaerense–, pero esta ampliación
La misma permite dar cuenta de la forma en fue acompañada por un crecimiento heterogé-
que esos recorridos, vivencias y sentires “in- neo, que generó una disparidad de situaciones,
dividuales” se inscriben en relaciones sociales preservando (e incluso podríamos insinuar
de poder e históricamente situadas (Rockwell, potenciando) las desigualdades de acuerdo al
1990). En tanto nuestra intención es dar cuen- tipo de institución. Es más, sostendremos que
ta de las formas desiguales de construcción de en un escenario de dispersión y fragmentación
ciudadanía, precisamos conocer las relaciones, los distintos tipos de comunidades educati-
significaciones, lógicas de acción y estrate- vas funcionan como líneas de división que se
gias a través de las cuales estudiantes y pro- plasman en desigualdades. Tal como enfatizan
fesores se constituyen en su integración a un quienes exploraron las transformaciones re-
espacio escolar con diversas lógicas de acción cientes en la estructura social, en un contexto
institucional (Dubet & Martuccelli, 1998) y de incremento de los niveles de estudios de
así comprender las lógicas predominantes en la población adquieren más importancia los
cada institución educativa, sus tradiciones, factores complementarios a los niveles de es-
modos de hacer, la institucionalidad existente tudio como las instituciones proveedoras de
en lo relativo a las posibilidad de participación credenciales o atributos como el capital social,
estudiantil. la habilitad para manejarse dentro de ciertos
En los últimos años la investigación edu- contextos socioculturales o la apariencia per-
cativa aportó considerables evidencias que sonal (Benza, 2016). En el caso de la confi-
permiten afirmar que las experiencias esco- guración actual del sistema educativo resulta
lares juveniles difieren considerablemente de esencial dar cuenta de la conformación de
acuerdo al tipo de institución en que estudien, las comunidades educativas como forma de
las dinámicas que allí tienen lugar y el clima aproximarnos a comprender las dinámicas de
escolar que se configure, lo que otorga un peso desigualdad.
notable al análisis de los estilos institucionales En esa investigación, junto a Lucía Liti-
(Litichever, 2010). En síntesis, podemos insi- chever, agrupamos las escuelas en cuatro tipos
nuar que, en los últimos tiempos, al proceso de comunidades educativas: las endogámicas,
de fragmentación se sobreimprime una distin- otras con énfasis en la formación ciudadana,
ción entre tipos de comunidades educativas, instituciones desgranadas y las conexas6. En el
donde la modalidad no tiene tanta impor-
tancia sino el ámbito formativo, la orienta-
ción general de la propuesta escolar, el clima
6 Más allá de los ejemplos concretos conside-
educativo que se conforme. Dicho de manera
ramos que en muchas instituciones conviven
más clara, en estos años el sistema educativo se
diversas características; de acuerdo al énfasis
expandió sin un patrón uniforme o, para usar
que se le otorgue a cada una de ellas prevale-
una metáfora, con un patrón uniformemente
cerá un tipo de comunidad. En este trabajo,
deformado (Núñez & Litichever, 2015). Se
nos enfocaremos al análisis de las dimensiones
131
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

momento de construir la tipología contempla- ticulan la enseñanza en diferentes áreas vin-


mos diferentes aspectos: las formas de selec- culadas con la ciudadanía y la participación).
ción de la matrícula (cuotas, examen, aspectos Asimismo, si bien presentamos una tipología,
informales), el tipo de propuesta educativa, las que en la práctica funciona como una foto-
representaciones existentes sobre los jóvenes, grafía de los elementos más reconocibles en
los vínculos intergeneracionales, entre otras cada institución, es preciso considerar que di-
cuestiones. El análisis de las comunidades chos componentes atraviesan por procesos de
educativas implica así una doble mirada en transformación que podría llevar a mutaciones
torno a la organización de cada establecimien- de sus características más visibles y deben ser
to. En primer lugar, es necesario hacer hinca- continuamente revisadas.
pié en los aspectos normativos de la organiza- En cada una de las comunidades educati-
ción escolar, particularmente en el modo en vas predomina una impronta, por ejemplo, el
que dicha organización determina el tipo de primer tipo (las que denominamos endogámi-
comunidad conformada. En segundo lugar, cas) se caracteriza por conformar un ambiente
implica considerar aquellas variables que en- cerrado, protegido y altamente valorizado por
fatizan las características de los estudiantes, de los sujetos que asisten a ellas. Por lo general, se
los docentes y directivos que concurren a ella, trata de instituciones que cuentan con meca-
y cómo los vínculos que se establecen redun- nismos de selección que regulan el cupo: me-
dan en la conformación de una comunidad diante exámenes, la alta exigencia, el derecho
más democrática o más excluyente. de admisión, o el valor de la cuota. El segundo
El perfil institucional de cada escuela, sus grupo de establecimientos lo denominamos
tradiciones y formas de organización, la pro- de formación para la ciudadanía, ya que son
puesta pedagógica, la existencia de espacios instituciones donde prevalece una preocupa-
de participación e intervención de los estu- ción por desarrollar una formación crítica y de
diantes, tanto como las percepciones juveni- compromiso con la sociedad, que establecen
les acerca de lo que es posible o no hacer en sólidos vínculos con el conjunto social. Por lo
dicha institución y el sentimiento de perte- general se trata de instituciones de larga tra-
nencia a la misma, son indicadores del tipo yectoria, algunas de ellas fundadas a fines del
de construcción comunitaria que tiene lugar siglo XIX, otras a principios o mediados del
y, fundamentalmente, de lo que la institución XX. En el tercer tipo de comunidades, que
busca fomentar en lo relativo a la experiencia caracterizamos como desgranadas, predomi-
escolar juvenil. Es preciso aclarar que, en esta nan los discursos acerca de la peligrosidad de
oportunidad, se abordarán las dimensiones determinado tipo de jóvenes, cobrando la for-
mencionada, las cuales no agotan, ni mucho ma de relatos útiles para justificar la existencia
menos, los componentes de la construcción de de mecanismos informales de exclusión. Este
ciudadanía juvenil en la escuela (que podrían tipo de instituciones ofrece a los jóvenes una
incluir las relaciones pedagógicas, la construc- experiencia educativa incierta: si bien conocen
ción de autoridad y la enseñanza y el aprendi- cuándo inician su escolarización secundaria no
zaje, así como la relación con la comunidad, saben bien cuándo finaliza ya que a lo largo de
la propuesta curricular, los proyectos que ar- los años se desprenden múltiples trayectorias
divergentes. Por último, otro conjunto de es-
tablecimientos, que denominamos comunida-
des conexas, buscan generar herramientas que
señaladas sin por eso dejar de reconocer que
permitan revertir las desigualdades sociales del
existen otros aspectos de la vida escolar que
contexto en el que se encuentran. El espacio
pudieran ser relevantes.
132
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

escolar, al poder ser apropiado genera un sen- de Estudiantes7 consolidado, participación


timiento de pertenencia de mayor intensidad de los estudiantes en diferentes espacios e
en los alumnos, y logra disminuir, según lo instancias como Consejos de Aula, pero con
argumentan los actores escolares, considera- reglamentos de convivencia más tradiciona-
blemente los niveles de violencia que carac- les, las desgranadas carecen de estos espacios
terizarían al entorno. En estos casos, la idea y la regulación suele enfocarse en una serie
de comunidad refiere a un tipo de comunidad de conductas juveniles que buscan ser pro-
incluyente, en la cual el respeto y el reconoci- hibidas. En las instituciones conexas existen
miento de derechos es el eje que vertebra las instancias como asambleas o jornadas de con-
relaciones entre los diferentes actores. vivencia y los estudiantes se encuentran más
Si bien son varios los aspectos que hacen a involucrados en la elaboración de las normas,
la construcción de una comunidad educativa, aun cuando la presencia de instancias como
una de las cuestiones esenciales para pensar en el Centro de Estudiantes o el Consejo de
términos de la ciudadanía refiere a lo que aquí Convivencia8 son intermitentes en su accio-
llamaremos soportes institucionales, la presen- nar. Asimismo, y a diferencia de las escuelas
cia de instancias reconocibles de participación, más tradicionales, en estos establecimien-
el tipo de reglas de convivencia, el lugar de los tos suelen existir también acuerdos áulicos
derechos y las posibilidades de expresión). Las (donde estudiantes y docentes establecen
comunidades educativas, y los estilos institu-
cionales que de ellas se derivan, operan en una
doble vía: establecen criterios de inclusión en 7 Los Centros de Estudiantes son espacios ins-
la comunidad en tanto brindan el mapa que titucionales de representación del alumnado,
los jóvenes deben conocer para lograr adaptar- con autoridades electas por voto. A partir del
se a la comunidad construida y presentan tam- 2013, con la Ley de centros de estudiantes Nº
bién las opciones consideradas legítimas como 26.877 se estableció su carácter obligatorio.
modos de participación estudiantil, expresado Sin embargo, no hay datos concretos sobre la
en la existencia o no de Centros de Estudian- cantidad de centros existentes en todo el país
tes, delegados, Consejos de Convivencia, dis- y, por lo general, suele tratarse de un espacio
tintas instancias institucionales y modos de de mayor dinamismo en algunas instituciones
apropiación y circulación por el espacio es- más emblemáticas o con tradición de partici-
colar. Al estudiar los marcos normativos que pación política de sus estudiantes.
organizan los vínculos escolares podemos dar
8 Los Consejos de Convivencia son instancias
cuenta del peso de aspectos institucionales en
de resolución de conflictos de convivencia,
la experiencia escolar juvenil. De esta forma, el
con representación de familias, docentes y
grado de participación en la elaboración de los
estudiantes. Su creación está planteada en la
Acuerdos Escolares de Convivencia, los aspec-
Ley Nº 26.892/2013 para la Promoción de
tos que se regulan así como su conocimiento
la Convivencia y el Abordaje de la conflicti-
de las normas y tipos de injusticias percibidas
vidad social en las institucionales educativas y
por las y los jóvenes dan cuenta de procesos
es impulsada por los Programas de Conviven-
de desigualdad a los cuales es necesario prestar
cia existentes a nivel nacional y jurisdiccional.
atención. Mientras las escuelas de formación
Las normativas también prevén la existencia
para la ciudadanía se caracterizan por contar
de Acuerdos Institucionales de Convivencia,
con espacios institucionales como el Centro
también llamados Reglamentos de Conviven-
cia, donde se plasman las cuestiones acorda-
das por los actores educativos.
133
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

condiciones de cursada de cada materia, tanto Lo cierto es que el nuevo trabajo de cam-
en lo relativo a evaluaciones y presentación de po nos acercó a instituciones que despliegan
trabajos como a posibilidades de tomar mate, estrategias y cuentan con aspectos institucio-
escuchar música mientras trabajan en grupo o nales particulares al punto que permiten hacer
sobre el uso de teléfonos celulares). En estas referencia a un tipo de establecimiento fácil-
escuelas, más allá del valor otorgado a los so- mente identificable. No contamos aún con los
portes institucionales de carácter más formal, elementos necesarios para señalar si efectiva-
predominan estrategias de personalización de mente implica una profundización del pro-
los vínculos que otras investigaciones hallaron ceso de fragmentación educativa o más bien
como rasgo de la experiencia escolar en la es- respuestas a ese fenómeno, en tanto espécimen
cuela media contemporánea (Nobile, 2011). que da cuenta de algo distintivo, pero no asi-
Ahora bien, la consolidación de cada una milable de forma exacta. Tentativamente, nos
de estas comunidades educativas puede im- animamos a señalar que pareciera ser más bien
plicar la construcción de un límite que dis- síntoma de la respuesta a la fragmentación,
tinga categorías externas –quienes ingresan a una intención de recuperar ciertos aspectos
determinado tipo de instituciones y quienes prototípicos de la institución combinados con
no– (Tilly, 2000). En el caso que analizamos, abordajes innovadores.
la posibilidad de asistir a una institución que Efectivamente, en un contexto de disyun-
cuenta con distintos recursos para la participa- ción entre escuela y trabajo (Kessler, 2010)
ción podría incrementar las distancias sociales existe una tensión entre las nociones incluyen-
entre un grupo de personas autopercibidas tes de la escolaridad y las de signo excluyente
como comprometidas, participativas, preocu- del mercado laboral que afecta principalmente
padas por la realidad social y quienes transitan a las escuelas de modalidad técnica, aunque no
otras experiencias educativas que carecen de solamente. A partir de las aproximaciones du-
estos incentivos a la participación. Los altos rante el trabajo de campo es plausible señalar
niveles de participación en algunos tipos de que en estas instituciones se valora cierta disci-
instituciones también pueden operar como plina escolar y sociabilidad entre estudiantes y
una estrategia de cierre social, en términos docentes más que el saber en sí –aunque tam-
weberianos, ampliando las distancias sociales. bién tienen lugar aprendizajes concretos que
A pesar del tiempo transcurrido entre esa son más valorados por los jóvenes–. Las es-
investigación y los proyectos más recientes, el cuelas que aquí denominaremos en transición
trabajo de campo de la última investigación son, por ejemplo, instituciones de la modali-
permitió constatar no sólo la vigencia de esta dad técnica o artística, tradicionales escuelas
tipología, sino que nos encontramos con nue- normales y ex nacionales que se encuentran
vos perfiles de instituciones. Podríamos allí atravesando las tensiones propias de la rede-
haber intentado forzar las categorías, ampliar- finición de sentidos sobre la escuela media.
las para que “cuajaran” dentro de una o bien Estos establecimientos no están directamente
insistir en destacar los matices, aún a riesgo de vinculados a la función anterior, sino que su
tener que ir incorporando nuevos “tipos” de matrícula es más heterogénea socialmente.
instituciones. Decidimos tomar este camino, Pueden preservar un énfasis en la formación
siendo conscientes de que la creación de nue- en talleres o humanista, según correspondiere,
vas categorías para dar cuenta de diferentes pero sin un trazo que relacione estos aspectos
instituciones debe tener algún tipo de límite con la concreción de un futuro laboral. En de-
aún por construir. finitiva, su manifestación más clara es la hete-
rogeneidad y puede leerse como cercanas a las

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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

comunidades conexas, aunque los intentos de lados a la construcción de la ciudadanía como


inclusión por parte de los equipos directivos la presencia de espacios de participación y el
son más volátiles que en estas. A su vez, el peso lugar de las normas de convivencia:
de las tradiciones parecen mayores, aspecto
que otorga cierta certidumbre institucional
que la hace más confiable a ojos de las fami-
lias y estudiantes que concurren. Entendiendo
que todas las instituciones se encuentran atra-
vesando un proceso de reconfiguración opta-
mos por denominarlas como “en tránsito”. En
tránsito en cuanto al perfil de su matrícula, en
tránsito entre una institucionalidad con én-
fasis en la salida laboral a uno más orientado
a la sociabilidad y la ciudadanía, a mitad de
camino entre el sostenimiento de su premisa
formativa original hacia otras funciones, en
tránsito, en definitiva, entre generaciones que
requieren y valoran distintos aspectos del pro-
ceso de escolarización.
En estas comunidades educativas los estu-
diantes son aprendices, pero ya no principal-
mente de ciertos saberes prácticos necesarios
para la incorporación de un oficio, sino de
relaciones de respeto, de curiosidad, de cono-
cimientos y habilidades que se acumulan y se
transmiten a través de la interacción social, de
alguien que “sabe” a otro que se está formando
en esa actividad (Sennett, 2007). Los jóvenes
valoran esa presencia de otro que guía y que, a
través de ese recorrido, desdibuja las desigual-
dades en tanto si bien “en el trabajo artesanal
tiene que haber un superior que establezca pa-
trones y que dé formación, en el taller las des-
igualdades de habilidad y experiencia se con-
vierten en un asunto de relaciones personales”
(Sennett, 2007: 39-40). Muy posiblemente la
valoración de estas instituciones se deba a esta
atenuación de las desigualdades así como a la
posibilidad de incorporar cierta disciplina, no-
ciones de respeto y trabajo en común también
necesarias en la futura incorporación al merca-
do de trabajo. En el cuadro 1 puede observar-
se la tipología propuesta, donde presentamos,
por un lado, sus principales características y
perfil social y, por el otro, los aspectos vincu-

135
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

Cuadro 1
Tipo de Escuelas Escue- Escuelas Escuelas Escuelas
Escuela de “forma- las “en “conexas” “desgranadas” “endogámi-
ción para la tránsito” cas”
ciudadanía”
Caracte- Escuelas de- Mayor he- Escuelas Escuelas de Escuelas
rísticas pendientes de terogenei- de formato distintas de gestión
modalidad universidades dad de la innovador modalidades privada,
y perfil nacionales. matrícula. (ejemplo ex con perfil Escuelas
Ex nacionales Escuelas de EMEM en socioeconómi- Universita-
y normales modalidad Caba), Ex na- co homogéneo rias,
ubicados técnica, cionales más de sectores Perfil
en zonas escuelas heterogéneos populares socioeco-
céntricas. normales. socialmente. nómico
Presencia Escuelas homo-
de filtros de de distinta géneo de
selección (exá- modalidad sectores
menes, sor- con cambio medios al-
teos, selección en perfil de la tos y altos
encubierta) matrícula
Caracterís- Histórica Presencia CE de menor Sin Centro de Diferencias
ticas “cons- presencia de fluctuante presencia, en Estudiantes, en en cues-
trucción de CE de CE algunos casos algunos casos tiones que
ciudadanía” Reglamentos elección de elección de se regulan,
tradicionales Reglamen- delegados delegados. tipo de
que incorpo- tos tradi- Acuerdos Ins- actividades
rar referencias cionales titucionales Acuerdos solida-
a los dere- de Conviven- Institucionales rias y de
chos de los Regulación cia elaborados de Convivencia compromi-
estudiantes informal con partici- que enfatizan so social,
Mayor impor- sobre la pación de los en temores orienta-
tancia de ins- vestimenta estudiantes y hábitos de ciones y
tancias como Asambleas y conducta énfasis en
Consejos de Jornadas de (cumplimiento aspectos
Aula Convivencia de los horarios) de la
y vestimenta formación.

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyectos “Intersecciones entre desigual-


dad y educación media: un análisis de las dinámicas de producción y reproducción de la
desigualdad escolar y social en cuatro jurisdicciones” (PAV-108/2003) y PICT 2014-2958
“Escuela secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

¿Quiénes participan? Diferentes escuelas del nivel secundario ubicadas en es-


(y desiguales) formas de pacios segregados socio-espacialmente que re-
construcción de la ciudadanía dundan en la conformación de una matrícula
homogénea en términos socio-económicos y
Luego del recorrido propuesto, resta intentar
otras ubicadas en zonas céntricas más hete-
un último ejercicio que brinde elementos para
rogéneas en términos de orígenes sociales de
sostener argumentos acerca de la existencia de
los y las estudiantes. También en paralelo se
una correlación entre los tipos de comunida-
consideró incluir en cada ciudad escuelas con
des educativas, expresadas en distintos estilos
el mismo tipo de especialidad: bachilleratos de
institucionales, y la propensión a la participa-
formación general, escuelas con orientación
ción juvenil, constatable en los recursos mo-
en arte y escuelas técnicas. La selección se basó
vilizables. A continuación, presentamos los
en una muestra intencional en escuelas que re-
resultados de una encuesta auto administrada
presentan comunidades educativas similares,
realizada a 338 estudiantes de 3ro y 4to ó 4to
para poder así preguntarnos tanto por las re-
y 5to año, según cada jurisdicción. El trabajo
gularidades en los modos de resolución de los
de campo se realizó en nueve escuelas de tres
conflictos, de construcción de la convivencia y
centros urbanos de la Argentina: Ciudad de
la ciudadanía, o el uso de las TIC, como por
Buenos Aires, tres localidades de la Provincia
las diferentes formas en las cuales los actores
de Buenos Aires y Comodoro Rivadavia en la
escolares enfrentan estas cuestiones.
Provincia de Chubut. En cada centro urbano
En esta oportunidad, prestamos las res-
se seleccionaron escuelas con proyectos que
puestas a una de las preguntas del apartado
atraviesan la organización escolar (la conviven-
sobre participación. Nuestro objetivo es sen-
cia, la participación de estudiantes en centros
cillo, queremos constatar si tuvieron experien-
de estudiantes, la educación sexual o intentos
cias de participación en diferentes espacios y si
de reorganización curricular) y la dinámica de
es factible encontrar una correlación entre el
la institución. De esta forma, se incorporó a
tipo de comunidad educativa, retomando las
los análisis una perspectiva que tuvo en cuenta
dimensiones que presentamos en el apartado
cómo repercute la situación social de cada lo-
anterior, y la motivación al involucramiento
calización, pero también las traducciones y re-
en esas instancias. En esta sección, presenta-
significaciones que ello asume en el marco de
mos los resultados, primero diferenciando si
cada institución en particular (UNIPE, 2018).
participan o no de acuerdo a jurisdicción y
Además de seleccionar tres jurisdicciones
tipo de institución, para finalmente explorar
del sistema educativo, con normativas, progra-
en los tipos de protestas de los que se involu-
mas y políticas públicas diferentes (claramente
cran. Nos interesa dar cuenta de un proceso de
en el caso de la Ciudad de Buenos Aires con
el diseño de la denominada Secundaria del
Futuro9) en cada una de ellas, consideramos
reforma se sucedieron una serie de moviliza-
ciones y tomas de escuelas. Cabe aclarar que
9 En el año 2017, el Gobierno de la Ciudad de en la Argentina, si bien existen organismos
Buenos Aires promovió la Escuela Secundaria que buscan orientar de manera general la po-
del Futuro, proyecto que busca reorganizar a lítica educativa a nivel nacional (desde el Mi-
cantidad de materias, agrupar contenidos, es- nisterio de Educación y el Consejo Federal de
tablecer trayectos por créditos y la realización Educación donde están representados todos
obligatoria de pasantías en empresas durante los ministros provinciales), la gestión del sis-
la mitad del último año de cursada. Ante la tema educativo depende de cada jurisdicción.
137
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

reconfiguración de los sentidos sobre la ciuda- bajo de campo– muestra los mayores niveles.
danía, de la presencia de temáticas y un modo Sin embargo, la diferencia con Comodoro Ri-
de involucramiento político que se encuen- vadavia no es tan marcada, aspecto que nos
tra equidistante tanto de prácticas militantes alerta sobre pensar las dinámicas de participa-
(aunque quienes militan más activamente ción en el centro del país. Al mismo tiempo,
suelen participar de la mayoría de ellas) como ambas jurisdicciones atravesaron coyunturas
de la supuesta apatía juvenil. Entendemos que particulares. En la Ciudad de Buenos Aires se
la asistencia a marchas permite observar dos trató de la discusión por los cambios curricu-
cuestiones: qué temáticas los interpelan y la lares propuestos por la denominada Escuela
forma en que se reconfiguran el espacio esco- Secundaria del Futuro, mientras que en Co-
lar y el público, principalmente, el lugar que modoro Rivadavia primero fue la inundación
ocupan mujeres y varones. de la ciudad, pero durante el año 2018 la mo-
En la encuesta, además de consultarles so- vilización ocurrió por la demanda del boleto
bre la presencia de Centro de Estudiantes, las estudiantil, solapada con la discusión por la
acciones que realizarían ante situaciones hipo- Ley IVE. En ambos casos pareciera tratarse de
téticas como un problema de infraestructura sucesos que amplifican la participación10. Por
o las formas de distribución de bienes escasos, su parte, en la ciudad de La Plata, particular-
si participaban en espacios como centro de mente en una de las instituciones considera-
estudiantes, partidos políticos, movimientos das, los estudiantes tienen una activa partici-
feministas o de reconocimiento de la diversi- pación en la marcha en conmemoración de la
dad sexual, sindicatos, agrupaciones barriales, denominada Noche de los lápices11.
les preguntamos si habían participado alguna
vez de una marcha o protesta. Entre las op-
ciones listamos aquellas acciones propias del
calendario de los movimientos sociales y par-
tidos políticos (desde la marcha conmemora-
ción del golpe de Estado del 24 de marzo, la
del 16 de septiembre, la marcha del orgullo
LGBTQ), por aspectos educativos (organizada
por el centro de estudiantes o alguna movili-
zación por el derecho a la educación o contra
reformas educativas), actividades de partidos
políticos o las más novedosas –y quizás tam-
bién más numerosas– referidas al movimien- 10 En este punto, cabe aclarar que posiblemen-
to #NiUnaMenos o el paro de mujeres. En te ante los sucesos ocurridos en Moreno en
el momento en que realizamos el trabajo de agosto de 2018 puede modificarse, lo que nos
campo no estaba en discusión el proyecto por recuerda la necesidad de pensar los fenóme-
la ley de legalización del aborto. nos socioeducativos de manera situada y eva-
Tal como es posible apreciar en el Cuadro luando el impacto de las coyunturas políticas.
2, los niveles más bajos de participación ocu-
11 Conmemoración de la desaparición de un
rren en la Provincia de Buenos Aires (en reali-
grupo de estudiantes secundarios de la ciudad
dad contemplaba las localidades de La Plata y
de La Plata que reclamaban por la implemen-
Moreno), mientras que la Ciudad de Buenos
tación de un boleto estudiantil en septiembre
Aires –jurisdicción que además atravesó una
de 1976 durante la última dictadura militar
coyuntura particular cuando realizamos el tra-
en la Argentina.
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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

Cuadro 2:
Participación en algún tipo de marcha/protesta

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

Ahora bien, nuestro foco es la institución edu- de actividades (posiblemente la distancia en-
cativa, por lo que nos interesaba observar la tre el lugar donde se encuentra la escuela y los
misma pregunta por establecimiento. Si bien lugares de manifestación disminuya estas posi-
en el siguiente cuadro aparece cada uno de bilidades). Aquí también hallamos diferencias
ellos, agregamos un color diferente para po- notorias ya que las escuelas que denominados
der analizarlos en tanto estilos instituciona- de formación para la ciudadanía son las que
les. Agrupamos las escuelas dependientes de concentran los niveles más altos de participa-
universidades, las técnicas, dos de modalidad ción de manera casi pareja, aunque levemente
artística y tres bachilleratos que concentran mayor en PBA que en CABA –70,9 y 70,6%,
una población más homogénea en términos respectivamente–, seguidas por las en transi-
de niveles socio educativos de padre/madre12. ción (una artística de Comodoro Rivadavia
Es decir, las comunidades de formación para –74,7%–, la otra técnica artística en CABA
la ciudadanía (donde ubicamos a las depen- –56,9%–). Las escuelas agrupadas en las co-
dientes de las universidades nacionales), otras munidades conexas, con la excepción de la
en transición (ambas de modalidad artística situada en Moreno, presentan un comporta-
y con alta participación de sus estudiantes), miento similar (50,4 la de modalidad técnica
dos desgranadas y tres conexas, una de ellas de Comodoro Rivadavia y 47,4% la bachiller
situada en la zona oeste del Gran Buenos Aires de CABA). Finalmente, las escuelas de comu-
en un barrio con poca conexión al centro del nidades desgranadas muestran los niveles más
distrito sólo el 16% dice haber participado de bajos de participación en protestas o marchas
una protesta o marcha, aunque recientemente (44,4 la escuela bachiller de CR y 30,3 la es-
se conformó el CE y organizan distintos tipos cuela técnica de PBA).

12 En el caso de las dos escuelas dependientes


de universidades el porcentaje de padres con
universitario completo oscila entre 30 y 35%
y el de madres en un caso llega al 50%. Por el
contrario en instituciones como los tres ba-
chilleres los padres con el mismo nivel edu-
cativo son entre el 10 y el 15% y las madres
menos del 10%.
139
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

Cuadro 3:
Participación en protestas o marchas por tipo de comunidad educativa

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

Finalmente, abordamos la última cuestión de Estado que inicia la dictadura militar de


para dar cuenta de las causas militantes, es de- 1976– junto a la del 16 de septiembre (en este
cir, sus demandas y construcción de una agen- caso muy mencionada por quienes estudian en
da propia que puede o no estar en sintonía con las escuelas ubicadas en la ciudad de La Plata).
una coyuntura más amplia. Más de la mitad Tal como fue señalado por otras investigacio-
de los estudiantes señaló haber participado nes, es factible pensar que ciertas cuestiones e
recientemente en marchas, incrementándose intereses de los estudiantes por estas temáticas
este porcentaje en el caso de las mujeres. Las emergen porque existe una sedimentación de
causas que más adhesiones reúnen –y donde contenidos, discusiones y trabajos específicos
existe mayor diferencia por género– es preci- sobre la memoria reciente en la Argentina que,
samente en las #NiUnaMenos o por temáticas con sus más y con menos, ha logrado conmo-
de género (33% de menciones por parte mu- ver algo de la temporalidad escolar (CITA-
jeres frente a sólo un 14% de varones), segui- DEL, 2018).
da por cuestiones vinculadas a asuntos de la
escuela y las marchas o actos organizados por
el CE (18% y 13% respectivamente, práctica-
mente sin diferencias por género, aunque en
ambos siempre participan más las mujeres). La
cuarta temática que los interpela es la marcha
del 24 de Marzo –conmemoración del golpe
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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

Cuadro 4:
Tipos de protestas

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

En definitiva, es factible apreciar que las te- se encuentra protagonizada por las estudiantes,
máticas vinculadas al género y a la sexualidad, desde las acciones políticas en las escuelas que
que están presentes desde hace unos años en las hicieron hincapié en las regulaciones sobre la
escuelas y que motivaron distintas acciones en vestimenta y la exigencia en el cumplimiento
las instituciones, se vinculan hoy con una co- de la Ley de Educación Sexual sancionada en el
yuntura de discusión en la agenda, primero de año 2005, las denuncias de violencia de género
la violencia de género y la visibilización logra- (plasmadas en las redes sociales denunciando
da por movimientos feministas a partir de las el trato de parte de algunos docentes). A par-
movilizaciones de #NiUnaMenos (González tir de estos sucesos en varias escuelas cobraron
del Cerro, 2017), del #8M (a las cuales varios relevancia las acciones denominadas pollerazos13
estudiantes dicen haber ido) y la discusión par-
lamentaria del proyecto de ley de legalización
del aborto que tuvo lugar en el año 2018. Un
13 En 2014, una noticia se viralizó con el has-
segundo aspecto a considerar es la existencia de
htag #VouDeSaia (voy de pollera) en las redes
un sesgo, menor en algunos puntos aunque se
sociales y alcanzó algunos medios interna-
incrementa en otras causas, que muestra que las
cionales: en una tradicional escuela pública
mujeres participan más que los varones en todos
de Rio de Janeiro, unos alumnos varones se
los temas. En este escenario observamos cam-
habían puesto de acuerdo para asistir a cla-
bios tanto en las temáticas como en el lugar que
ses vestidos con polleras. El gesto apuntaba
ocupan las mujeres en los reclamos y en la re-
a solidarizarse con una compañera trans a la
presentación del movimiento estudiantil. Gran
que la escuela obligaba a vestir con uniforme
parte de la agenda de demandas estudiantiles
masculino.
141
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

así como los shortazos. Tal como puntualiza Eli- institucionales imputa características positivas
zalde (2018), no se trata sólo de la pertenencia a al grupo social al cual se pertenece (Reygadas,
una generación que creció en un clima de época 2004), posiblemente la presencia transversal
permeable a un discurso reivindicativo de dere- de ciertas cuestiones como la demanda de ESI
chos, sino que también despliegan batallas en e igualdad de género –sin que esto implique
clave generacional contra el acoso callejero, el necesariamente coincidencia absoluta– puede
hostigamiento y el acoso sexual en las redes y en llevar a disminuir las fronteras de separación
sus escuelas y universidades, los micromachis- entre jóvenes de acuerdo a la institución don-
mos, y la sanción de una ley de legalización y de estudien. Siguiendo el planteo de Reyga-
despenalización del aborto. En el caso particular das (2004) sobre el tipo de flujos que permi-
de la escuela secundaria, la protesta estudiantil te una barrera social, pareciera ser que, en el
manifestó en la contemporaneidad una nove- caso analizado, resulta muy difícil acceder a
dad importante: la orientación de las causas a algunas instituciones como las vinculadas a las
las reivindicaciones de género, principalmente, universidades, un grado de dificultad medio
en favor de la aprobación de la Ley de interrup- el contar con recursos para la participación y
ción voluntaria del embarazo discutida reciente- una amplia circulación y conexión en relación
mente en el congreso nacional. La demanda por a las temáticas que interpelan a los estudian-
la aplicación de la ESI tanto como los conflictos tes. En definitiva, en su experiencia escolar
por las regulaciones de la vestimenta contem- la presencia de estos elementos puede servir
pladas en los Acuerdos de Convivencia mues- como atenuante de las brechas de desigualdad
tran que se trata de aspectos bisagra entre lo existentes en otros aspectos de la socialización
escolar y la esfera pública que redefine y otorga educativa o su ausencia de aumentar las des-
nuevos sentidos a la construcción de la ciudada- igualdades presentes en otros aspectos.
nía (CITADEL, 2018).
En definitiva, encontramos una correla- Apuntes finales para nuevas preguntas
ción entre las instituciones que promueven En este artículo exploramos el estudio de la
formas más críticas de construcción de la ciu- desigualdad considerando las diferentes trazas
dadanía y la motivación a la participación en que posee la experiencia escolar juvenil y, par-
protestas o marchas. Este aspecto da cuenta de ticularmente, las diferencias (transformadas
la primacía del marco institucional más que en desigualdades) existentes en relación a la
de los intereses individuales en relación a la construcción de la ciudadanía. Los hallazgos
participación y al involucramiento político. presentados nos permiten comprobar una dis-
Si bien se trata de los primeros avances, aún paridad de tipos de establecimientos, incluso
incipientes, de la investigación que es preciso con el riesgo de precisar incorporar nuevos
complementar con el análisis de las otras téc- ante la dificultad por hallar patrones comunes
nicas metodológicas utilizadas, creemos que el entre las instituciones. Aún sin considerar las
estudio da cuenta de la importancia de contar comunidades endogámicas que, podrían ser al
con marcos institucionales que, aún con sus menos de dos tipos, presentamos cuatro tipos
dificultades, propician climas educativos de de instituciones: formación para la ciudada-
mayor circulación de la palabra, visibilización nía, en transición, conexas y desgranadas, las
de sus opiniones. cuales difieren tanto en el tipo de institucio-
La dispersión y la fragmentación del sis- nalidad para la participación estudiantil que
tema educativo se traducen también en las promueven.
formas de construcción de la ciudadanía. Si la Mientras las primeras cuentan con Centro
posibilidad de estudiar en un tipo específico de de Estudiantes de extensa tradición, Asam-

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bleas estudiantiles y mucho con Consejo Es- dadanía y el peso que las cuestiones institu-
colar de Convivencia, en algunos casos incluso cionales aún concentran en relación a sus
elegido por el voto estudiantil en el otro extre- características. La existencia o no de espacios
mo las “desgranadas” suelen tener sólo cuer- institucionales de participación, de acuerdos
po de delegados, más allá de la voluntad de de convivencia, la construcción colectiva o
algunos docentes y estudiantes de conformar vertical de las normas, la existencia de ins-
una institucionalidad más potente. En el caso tancias de reconocimiento de derechos vincu-
de las comunidades “en transición” también lados al género y a la sexualidad, entre otras
cuentan con Centros de Estudiantes de cierta cuestiones, dan cuenta de escenarios diferentes
tradición, aunque su presencia es más intermi- y desiguales para la experiencia escolar juvenil
tente. Por lo general, los estudiantes participan contemporánea. De estar en lo cierto, nos en-
de la elaboración colectiva de las normas de contraríamos con la conformación de mode-
convivencia escolar y de Jornadas de Convi- los de ciudadanía disímiles, como un clivaje
vencia. Las instituciones conexas comparten que expresa también la desigual posibilidad de
varios rasgos con estos establecimientos aun- ejercicio de derechos como otra de las trazas
que se exacerban ciertos rasgos. Por ejemplo, el donde se expresa la fragmentación del nivel
Centro de Estudiantes se caracteriza más bien medio.
por la discontinuidad como forma principal
y es muy variable de año a año de acuerdo Referencias bibliográficas
al perfil de estudiantes. También mostramos Andrenacci, L. (2003). Imparis Civitatis. Elemen-
las diferencias en los grados de participación tos para una teoría de la ciudadanía desde una
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